Crítica: Godzilla vs MechaGodzilla (Godzilla contra CiberGodzilla) (1974)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 1974: Masaki Daimon (Kasuke Shimizu), Kazuya Aoyama (Masahiko Shimizu), Akihiko Hirata (Profesor Miyajima), Hiroshi Koizumi (Profesor Wagura), Hiromi Matsushita (Eiko Miyajima), Shin Kishida (Agente Nabara), Takayasu Torii (Agente Temura)

Director: Jun Fukuda, Guión: Jun Fukuda & Hiroyasai Yamamura, Musica – Masamu Sato

Trama: Una profecía ancestral de Okinawa predice que un monstruo aparecerá a destruir el mundo pero será detenido por dos criaturas colosales. El hallazgo de una estatua en las cavernas de Okinawa indican que se trata de la llave para llamar a King Caesar, el guardián de la zona, y el único que puede detener la oleada de destrucción provocada por el recientemente aparecido Godzilla. Las señales de la profecía parecen cumplirse, pero un grupo de científicos comienza a descubrir pistas que indican que nada es lo que parece. Y ello se confirma cuando el verdadero Godzilla aparece en escena, desintegrando el camuflaje de la criatura que destruye las ciudades, y revelando ser un sosías robótico. Es MechaGodzilla, un ser cibernético construido por la raza alienígena del tercer planeta del Agujero Negro, que ha llegado a la Tierra con pretensiones de invadirla. Godzilla no puede derrotar al robot, y la única esperanza radica en lograr activar la llave que despertará a King Caesar, el mitológico guardián de Okinawa.

Godzilla vs MechaGodzilla (1974) La sci fi japonesa le debe mucho a Godzilla. Desde 1954 disparó un boom del género fantástico que continúa hasta nuestros días. Desde AstroBoy a los Power Rangers, desde Ultraman a Gamera, todos tienen una deuda de gratitud con el gigante verde. No sólo detectó un mercado altamente rentable, sino que potenció a todo el género de la ciencia ficción. Muchos códigos visuales y narrativos del manga, del animé, y de otros filmes de fantasía han bebido de las aguas del manantial que abrió Godzilla con el paso de los años.

En un principio Godzilla era un personaje de pesadilla. Pero esa imagen sólo duró una película – el original de 1954 -, y pronto la Toho vió que el personaje daba para más. Como ya no podían matarlo al final de cada film, se decidió mandarlo a pelear en contra de otros monstruos. Sorprendentemente el fenómeno Godzilla pasó de su fecha de vencimiento – lo que los americanos conocen como la saga de los monstruos atómicos se extinguiría antes de mediados de los 60 -, y continuó con su vigencia, aunque no sin altibajos. Lo que hicieron productores y directores fue ir probando fórmulas sobre un terreno desconocido – nunca antes un monstruo se había convertido en figura de culto y había tenido tantos filmes seguidos -. De espectáculo adulto pasó a fantasía adolescente, y después a show infantil. Para mediados de los setentas el género Godzilla se había empeñado en crear nuevas mitologías, y prácticamente se estancaría en una fórmula que creó Jun Fukuda: la de los aliens que quieren dominar la Tierra y traen su propia mascota espacial (o un artefacto capaz de desatar a los monstruos terrestres).

Todos los monstruos memorables de la saga fueron creados en ese período. Los 80 traerían una especie de masivas remakes, y el milenio se asomaría con directores que mamaron (y amaron) al personaje desde su infancia, y le darían un enfoque mucho más serio y profesional. A decir verdad, con el milenio lo que hizo Godzilla fue salir del ghetto infantil y aproximarse a los niveles adolescentes del manga de calidad. Aunque el problema del último Godzilla, es que el género de la sci fi japonesa ya le había pasado por encima, y los adolescentes prefieren obras mucho más acabadas en cuanto a efectos y argumento como los animes del estilo Akira o Ghost in the Shell.

Pero a mitad de camino, en medio de todas esas pruebas y cambios, está la etapa de Jun Fukuda. Fukuda fue el director sucesor de Inoshiro Honda en los 70, y quien llevó a la serie a un estado deplorable en el aspecto creativo. Posiblemente parte de la responsabilidad le corresponda a la Toho, que fue descendiendo los montos de los presupuestos a niveles risibles, obligando a Fukuda a reciclar desde trajes que se caían a pedazos hasta escenas completas de filmes anteriores. Los choques con Gigan y Megalon son prueba cabal de producciones baratísimas. Además Fukuda establecería otra de las reglas del género, que la llamaré la gran trama idiota de relleno. Los personajes van y vienen durante una hora, haciendo tiempo, hablando pavadas, cometiendo gags estúpidos, hasta llegar a la media hora final donde recién aparecen los monstruos y los efectos especiales.

Para 1974 las recaudaciones no eran buenas, y la Toho decidió poner más carne en el asador. En Godzilla vs MechaGodzilla se nota, ya que hay generosas tomas panorámicas, y un mayor despliegue de producción. El guión está algo más cuidado, y por lo menos los creativos le ponen algo de empeño. Ahora el némesis es el legendario MechaGodzilla, – su primera aparición en la saga, y después volvería en tres ocasiones más, aunque con orígenes diferentes (a veces como robot creado por los alienígenas, otras veces como máquina creada por el hombre, como en Godzilla: Tokio SOS) – lo cual es mejor que la mayoría de los patéticos monstruos de las películas anteriores. La idea del sosías robótico no es nueva – en el anterior experimento de la Toho King Kong Escapes (1967), el simio enorme debía combatir a su clon robot -, pero tratándose de Godzilla tiene otro gusto. En general todos los antagonistas de Godzilla hasta esa fecha han resultado bastante tristes, sin la flexibilidad ni la letalidad del monstruo verde. Aquí es un enfrentamiento entre pares.

El problema del film es que no se queda con Godzilla y su hermano mecánico. Hay humanos trabajando de actores en una trama absurda. Es cierto que el guión intenta poner ganas – podría ser interesante el tema de que la defensa del Japón dependa del llamado a un monstruo mitológico… algo reciclado de Mothra -, y por momentos parece serio, pero hay escenas que superan el delirio. Desde el descubrimiento del “titanio “espacial” (sic) hasta la raza de monos que quiere invadir la Tierra y provienen de un “Agujero Negro” (nuevamente sic), siguiendo por los malos maquillajes, las pésimas peleas – es increíble que con todo el expertise de los japoneses en el cine de artes marciales Fukuda no pueda filmar un combate cuerpo a cuerpo como la gente -, y toda una galería de delirios sin sentido, desde pipas que destruyen artefactos electrónicos hasta King Caesar, un gigantesco caniche que se ve horriblemente ridículo.

Es un film relativamente mejor que el resto de los Fukuda, pero aún para los estándares de delirio de la saga es incoherente. Como es habitual con las películas de Fukuda, tiene graves problemas de tono. Si la trama suena disparatada, bien podría ser una película infantil, pero Fukuda se empecina en mostrar sangre – como hizo en Godzilla vs Gigan -, aquí con Anguirus con la mandíbula partida por el robot, o Godzilla sangrando por la yugular. Por otro lado, toda la cacería de la estatua que sirve para llamar al caniche gigante es por momentos muy seria, con largas pausas y algunos momentos de tensión, que para un chico debe resultar descomunalmente aburrido. Si uno piensa en lo que vendría después – desde Godzilla 1985 a Godzilla 2000, Final Wars u otros títulos de la saga Millenium -, los guiones de Godzilla siempre son absurdos pero dependen mucho del director para que resulten digeribles. Lo que pasa aquí no difere enormemente de lo que pasa en 2000 o en Final Wars, pero resulta mucho más creíble y disfrutable esos filmes que cualquiera de los de Fukuda, a pesar de tocar los mismos temas. Por suerte Fukuda se despide aquí de la serie, e Inoshiro Honda regresaría una vez más para cerrar la etapa Showa con Terror de MechaGodzilla (1976), abriendo una pausa de 8 años hasta la muy buena Godzilla 1985.

LA SAGA DE GODZILLA

Los filmes de la saga de Godzilla son: Godzilla (1954), Godzilla Raids Again / Gigantis the Fire Monster (1955), Godzilla, Rey de los Monstruos! (1956), King Kong vs Godzilla (1962), Mothra vs Godzilla (1964), Ghidorah the Three-Headed Monster (1965), Monster Zero (1965), Godzilla contra los Monstruos del Mar (1966), Son of Godzilla (1968), Destroy All Monsters (1968), Godzilla’s Revenge (1969), Godzilla vs Hedorah (1971), Godzilla vs Gigan (1972), Godzilla vs Megalon (1973), Godzilla vs Mechagodzilla (1974), Terror de Mechagodzilla (1975), Godzilla 1985 (1984), Godzilla vs Biollante (1990), Godzilla vs King Ghidorah (1991), Godzilla vs Mothra: La Batalla por la Tierra (1992), Godzilla vs Mechagodzilla (1993), Godzilla vs Space Godzilla (1994), Godzilla vs Destoroyah (1995), Godzilla 2000 (1999), Godzilla vs Megaguirus (2000), Godzilla, Mothra and King Ghidorah: Giant Monsters All-Out Attack (2001), Godzilla Against Mechagodzilla (2002), Godzilla: Tokyo SOS (2003), Godzilla: Final Wars (2004), Shin Godzilla (2016), Godzilla: Minus One (2023). Godzilla (1998) es la versión americana dirigida por Roland Emmerich; Godzilla (2014) es el reboot norteamericano dirigido por Gareth Edwards. Godzilla II: El Rey de los Monstruos (2019) es su secuela. Godzilla vs Kong (2021) completa la saga. – ¿Qué es el Kaiju Eiga? es un artículo que reseña los inicios y la historia del género japonés de monstruos gigantes.