Crítica: Godzilla vs Gigan (1972)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 1972: Hiroshi Ishikawa (Gengo), Toshiaki Nishizawa (Secretario Kubuta), Zan Fujita (Fumio Sudo), Tomoko Umeda (Machiko Shima), Kunio Murai (Takashi Shima)

Director: Jun Fukuda, Guión: Shinichi Sekizawa, Musica – Akira Ifukube

Trama: Gengo, un dibujante de comics, es empleado como creativo en el recientemente creado parque temático Monsterland, cuya figura central es un imponente edificio con la figura de Godzilla. Pero algunas actitudes extrañas de los directivos del lugar crean sospechas en Gengo, especialmente después de encontrar una cinta abandonada por una chica que salió a la fuga de las oficinas centrales de la empresa, seguida por numerosos guardias. La joven Machiko Shima lo contacta y le pide que le ayude a encontrar a su hermano – quien habría robado dicha cinta – y le explica que todo se trata de una conspiración. A medida que avanza la investigación, Gengo y Machiko descubren que los miembros de la corporación son en realidad una raza de cucarachas mutantes provenientes de la Nebulosa del Cazador, y que se aprestan a invadir la Tierra utilizando la señal que emite la cinta para controlar a dos monstruos siderales – King Ghidrah y Gigan – y ordenarles que arrasen el planeta. Pero la misma señal es escuchada por otros seres residentes en la Isla de los Monstruos; y no pasará mucho tiempo antes que Godzilla – acompañado de Angilas – se dirijan a Tokio para contrarrestar la amenaza alienígena.

Godzilla vs Gigan Cuando uno ya lleva varios filmes de Godzilla sobre sus espaldas, comienza a plantearse algunas interrogantes y a sacar algunas conclusiones. La primera, es que Godzilla es una marca de renombre internacional que con los años se ha transformado en un cuasi símbolo de Japón. La segunda, es que la Toho (productora de los filmes del gigante verde durante más de 50 años) no ha sabido muy bien cómo explotar esa marca. La realidad es que, aunque Japón sea una de las mayores potencias industriales del mundo (y de poseer un estilo de vida acomodado), los filmes japoneses rara vez trascienden fronteras, y se ven obligados a recobrar costos en el mercado interno. Y a pesar de tener más de 120 millones de habitantes, las recaudaciones de las películas suelen ser muy pobres. Hay filmes modernos de Godzilla que han costado 12 millones de dolares (un monto irrisorio comparado con las producciones hollywoodenses actuales) y han recaudado sólo 10. Obviamente con la edición en video recuperan los gastos.

Pero en los años 70 no existía el video hogareño; y a pesar del relativo costo barato de estos filmes, la balanza entre gastos y ganancias debía de tener un equilibrio muy delicado. Es la única razón valedera que se me ocurre para que la Toho haya contratado a un mercenario del estilo de Jun Fukuda. Fukuda es un auténtico director cormaniano: utiliza todo tipo de métodos para abaratar costos, aunque con ello dañe la credibilidad de la producción. Tanto en los filmes de su producción reseñados aquí (hasta el momento Godzilla vs Megalon y éste), hay un reciclado salvaje de secuencias de películas previas, donde los monstruos se repiten pero los escenarios (e incluso el momento del día) no. La gran batalla de Godzilla vs Gigan es tan despareja en efectos especiales – los rayos de King Ghidrah cambian de color entre secuencias; hay escenas que son de día y cambian aleatoriamente a otras de noche, para regresar al día y así sucesivamente – que parece un filme de Ed Wood. Y aún en las escenas en que los FX son originales del filme, los mismos resultan dirigidos con un amateurismo terrible (autitos de juguete que tiemblan con el paso de los monstruos; problemas de escala entre maquetas y creaturas; decorados de cartón que se mueven).

El otro tema es el perfil de marketing. La Toho se lanzó a probar en toda la serie dirigida por Fukuda (Godzilla vs el Monstruo Marino (1966), El Hijo de Godzilla (1968), Godzilla vs Gigan (1972), Godzilla vs Megalon (1973), Godzilla vs Mechagodzilla (1974), alternando algunos titulos no muy inspirados de Ishiro Honda y otros directores) si Godzilla es digerible como producto infantil. Por ello es que las tramas suelen ser ridículas, incoherentes (lo cual ya es mucho decir tratándose de un film de Godzilla), y jugadas en un tono cómico terrible. Aquí los monstruos hablan entre ellos; los personajes se caen a cada rato, al mejor estilo slapstick; y en el combate final, las cosas no difieren mucho de ser un match de wrestling con cuatro luchadores bravuconeandose mutuamente. Es un film bastante lamentable.

Pero además es incoherente (¿no dije esto antes?). Si se trata de un film para niños, no se entiende cómo el match incluye algunas escenas realmente sangrientas (como Gigan cercenando partes de Angilas y Godzilla con la sierra incluída en su panza, y salpicando la cámara con toneladas de sangre rojo brillante). Es una escena gratuita que quedaría mejor situada en otro filme de la saga pero no en éste.

Al menos, Godzilla vs Gigan es levemente más entretenida y menos ultrajante al cerebro que la temible Godzilla vs Megalon (que es el título siguiente de la serie). Los primeros 15 o 20 minutos del film son de Gengo haciendo idioteces, pero después se encarrilla y despierta un moderado interés. La trama es un refrito de anteriores (y posteriores) entregas de la serie, con alienígenas deseando arrasar el planeta mediante el control de los monstruos y Godzilla que llega a salvar el día. También sigue la onda ecológica lanzada con Godzilla vs Hedorah, donde los alienígenas solo desean acelerar el proceso de polución para que el mismo arrase de por sí solo la humanidad, o bien provienen de planetas inhóspitos por la misma contaminación. Pero si ese era el mensaje verde del film, uno se olvida a los cinco minutos de pasado el aviso.

La lucha final es bastante efectiva, olvidando los gaffes técnicos. Godzilla también hace sus monigotadas (en especial, cuando friega los ojos al ver un edificio idéntico a él), recibe palizas descomunales, y el traje usado en el filme es uno de los peores de la saga. No es una buen kaiju, pero tampoco uno que haga daño.

LA SAGA DE GODZILLA

Los filmes de la saga de Godzilla son: Godzilla (1954), Godzilla Raids Again / Gigantis the Fire Monster (1955), Godzilla, Rey de los Monstruos! (1956), King Kong vs Godzilla (1962), Mothra vs Godzilla (1964), Ghidorah the Three-Headed Monster (1965), Monster Zero (1965), Godzilla contra los Monstruos del Mar (1966), Son of Godzilla (1968), Destroy All Monsters (1968), Godzilla’s Revenge (1969), Godzilla vs Hedorah (1971), Godzilla vs Gigan (1972), Godzilla vs Megalon (1973), Godzilla vs Mechagodzilla (1974), Terror de Mechagodzilla (1975), Godzilla 1985 (1984), Godzilla vs Biollante (1990), Godzilla vs King Ghidorah (1991), Godzilla vs Mothra: La Batalla por la Tierra (1992), Godzilla vs Mechagodzilla (1993), Godzilla vs Space Godzilla (1994), Godzilla vs Destoroyah (1995), Godzilla 2000 (1999), Godzilla vs Megaguirus (2000), Godzilla, Mothra and King Ghidorah: Giant Monsters All-Out Attack (2001), Godzilla Against Mechagodzilla (2002), Godzilla: Tokyo SOS (2003), Godzilla: Final Wars (2004), Shin Godzilla (2016), Godzilla: Minus One (2023). Godzilla (1998) es la versión americana dirigida por Roland Emmerich; Godzilla (2014) es el reboot norteamericano dirigido por Gareth Edwards. Godzilla II: El Rey de los Monstruos (2019) es su secuela. Godzilla vs Kong (2021) completa la saga. – ¿Qué es el Kaiju Eiga? es un artículo que reseña los inicios y la historia del género japonés de monstruos gigantes.