Crítica: Love Lies Bleeding (Amor, Mentiras y Sangre) (2024)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

4 atómicos: muy buenaUSA, 2024: Kristen Stewart (Lou), Katy O’Brian (Jackie), Ed Harris (Lou Sr.), Dave Franco (JJ), Jena Malone (Beth), Anna Baryshnikov (Daisy)

Director: Rose Glass – Guión: Rose Glass & Weronika Tofilska

Trama: 1989, un pueblito en el suroeste de Estados Unidos. Lou está enterrada en una trabajo de mala muerte en el gimnasio del pueblo. Su padre Lou Sr. es el jefe de la mafia local, el que ha hecho una fortuna vendiendo armas a través de la frontera con México. La madre de Lou no aparece por ningún lado, y la chica está convencida de que su padre la liquidó para silenciarla, escondiendo su cuerpo en algún lugar remoto del desierto. La distancia entre ambos es insalvable. Toda la vida de Lou es un fastidio hasta que se topa con Jackie, una belleza atlética de impactante presencia que un día aparece en su gimnasio. Jackie va de camino al concurso de fisicoculturismo que tendrá lugar en Las Vegas pero, como no tiene un dólar, hace autostop y es capaz de hacer lo que sea con tal de ganar algo de dinero para sobrevivir. Al final obtiene un trabajo como camarera en el polígono de tiro de Lou Sr., el cual usa como fachada para hacer sus negocios. Entrenando todas las noches en el gimnasio donde trabaja Lou, pronto nace entre ellas una ardiente pasión que traspasa todos los límites. Pero Lou se considera poco agraciada y cree que la única manera de anclar a Jackie con ella es ofrecerle esteroides gratis – los cuales circulan en abundancia en el gimnasio y que Lou compra de su propio bolsillo -. Y si bien los esteroides comienzan a generar gran cantidad de masa muscular en poco tiempo, también es cierto que afectan la cordura de Jackie, provocándole alucinaciones y disparando su agresividad. Y las cosas se saldrán de control cuando, en pleno romance, la hermana de Lou vaya a parar por enésima vez al hospital, fruto de las golpizas que le propina el desgraciado de su marido JJ – el que, para colmo, es la mano derecha de Lou Sr. -. Con Jackie siendo incapaz de controlar sus impulsos, la fisicoculturista sale disparada a la casa de JJ y le destroza la cabeza. Ahora Lou y Jackie están en serios problemas, y deben desaparecer el cuerpo de JJ en el mayor de los silencios. Pero la policía ha llegado y, lo que es peor, Lou Sr. comienza a sospechar de las dos chicas… algo que terminará desembocando en una espiral de errores, locura y violencia extrema, lo cual tendrá un final impredecible.

Crítica: Love Lies Bleeding (Amor, Mentiras y Sangre) (2024)

Ficción Negra. Un subgénero derivado del Policial Negro, ése caracterizado por detectives privados descubriendo los trapos sucios de las familias adineradas. Corrupción, vicio, lujuria. El problema con el Policial Negro es que es muy estructurado y repetitivo – ya sea por la narración en primera persona, poniendo al detective como juez moral de las desviaciones de la conducta humana, y trayendo balance a una situación desequilibrada -. Es por eso que muchos autores decidieron podar la figura del detective y quedarse con la trama sórdida a secas, lo que le daba mayor libertad creativa. No todo debe tener un final feliz. No todas las personas perdidas quieren ser rescatadas. Cuando empieza la espiral de violencia, ésta se sale de control y las consecuencias son imprevisibles. El nihilismo impregna todo el relato, y los protagonistas no tiene futuro. Desde El Cartero Llama Dos Veces hasta Cuerpos Ardientes; desde Blood Simple hasta Bajos Instintos. Tomando la figura de la Femme Fatale del Policial Negro, los autores de Ficción Negra (o Ficción Noir) pasan a darle el completo protagonismo de sus relatos: ahora es un mundo de mujeres provocativas e insaciables, capaces de enloquecer a los hombres y convertirlos en peones para que ejecuten los más siniestros planes… aquellos que estas mujeres vienen pergeñando desde hace meses (o años), y para lo cual precisan un chivo expiatorio. Deshacerse del aburrido / infiel marido, matar al padre adinerado para quedarse con la herencia, liquidar al matón que la está chantajeando.

Love Lies Bleeding (El Amor Yace Sangrando pero que, por estos lares, va a ser renombrada como Amor, Mentiras y Sangre o Sangre en los Labios) es pura Ficción Noir pero hecha desde un punto de vista iconoclasta. No hay nada menos glamoroso que Kristen Stewart – con pinta de no bañarse desde hace una semana – desagotando un inodoro tapado de porquerías en el gimnasio de mala muerte donde trabaja. No se habla con su padre – el jefe de la mafia local, un cadavérico Ed Harris con escalofriante pelo largo que lo hace parecer la Parca en persona -, no tiene futuro, no tiene amigos, no tiene… nada. De vez en cuando se saca las ganas con una conocida (Anna Baryshnikov), la cual es más una acosadora que una amiga.

Pero un día el mundo de la Stewart se pone patas para arriba (no pun intended) cuando al gimnasio llega una forastera. Es una fisicoculturista enorme, hermosa, extremadamente sensual  – Katy O’Brian, la cual ya nos había deslumbrando en Quantumanía (y era una de las pocas cosas buenas que dejó el fracaso de Marvel) -. La O’Brian viene de paso, ya que solo quiere hacer tiempo y algunos dólares en algún trabajo temporario hasta que se cumpla la fecha del concurso de fisicoculturismo que ocurrirá en Las Vegas en las próximas semanas, suceso para el cual se estuvo preparando toda la vida.

Uno podría decir qué atractivo tiene la desgreñada Stewart como para llamar la mirada de la O’Brian, pero he ahí la inteligencia del libreto. Lo que comienza como una amistad casual sigue con un acto de corrupción: la Stewart tiene acceso a esteroides, los cuales pueden hacer crecer la musculatura de la O’Brian en poco tiempo y a pasos agigantados. Pero los esteroides son muy caros y, lo que es peor, provocan adicción y agresividad. Para captar su atención, la Stewart le da esteroides gratis… y todo esto da lugar a una relación salvaje y ardiente que incendia la pantalla. La mujercita desaliñada del gimnasio se ha transformado en la femme fatale que ha llevado a su ingenua amante al camino de la perdición.

Curiosamente los clichés del género ocurren, pero por las razones menos pensadas. Uno cree que la Stewart va, en algún momento, a engatusar a su amante para que haga algún tipo de trabajo sucio, sea deshacerse de su repulsivo padre o liquidando a su sórdido cuñado (Dave Franco), el cual vive moliendo a golpes a su hermana (Jena Malone, con un aspecto de matrona irreconocible). Pero no. Cuando la O’Brian actúa, lo hace por su cuenta propia y por solidaridad con la Stewart. Ya para ese momento la O’Brian está descarrilada por haberse enviciado por los esteroides, tiene alucinaciones y actúa de manera impulsiva. Y como la Stewart es la que le metió al mundo de las drogas, ella es culpable de manera indirecta de todo lo que sucede en la película de ahora en adelante.

Decir que la O’Brian es una amazona de figura impresionante es quedarse corto. Su estampa es descomunal – todo el tiempo anda en musculosa y shorcitos, exhibiendo con orgullo toda su musculatura -, y es una mujer que realmente tiene la capacidad de destrozar un hombre. Y cuando la hermana de la Stewart termina por enésima vez en el hospital como fruto de una golpiza del enfermo de su marido, a la O’Brian se le salta la térmica y va corriendo a buscarlo a Franco para literalmente despedazarlo. Es una escena breve pero super shockeante. De ahí en más todo lo que sigue es una espiral de errores, decisiones mal tomadas, actos impulsivos y violencia interminable.

Love Lies Bleeding es Ficción Noir Queer, pero también es Ficción Noir Feminista. Todas las mujeres de la historia son (o han sido) víctimas de los hombres de sus vidas. La madre de la Stewart que desapareció, la hermana golpeada, la Stewart misma que está asqueada de los negocios criminales de su padre y de toda la gente que mató para hacerse del control del pueblo. En un momento Stewart y O’Brian deben deshacerse del cadáver del Franco y, para ello, van al “cementerio privado” de su padre: una enorme y profunda grieta en medio del desierto, un precipicio anónimo donde Ed Harris arrojó los cuerpos de todas las personas que se interpusieron en sus negocios. Al otro día la policía descubre el paradero del cuerpo de Franco. En ese momento la directora Rose Glass hace un paneo aéreo de la grieta, y la misma tiene una forma cuasi vulvar, en una imagen simbólica que puede interpretarse como que todos los pecados de los hombres terminan siendo absorbidos por las mujeres.

Mientras que hasta ahí Love Lies Bleeding funciona de manera impecable, pronto empieza a entrar en el terreno WTF, fruto de las alucinaciones que Katy O’Brian tiene a partir de las drogas. Hay momentos en que la O’Brian cree ver músculos brotándole del cuerpo de manera instantánea – a lo Hulk -, o gente deforme, o cosas aún más bizarras como lo que le pasa en el concurso de fisicoculturismo. Por otra parte la Stewart no hace mas que enredarse en un problema tras otro – en un momento exquisitamente hitchcockiano agentes federales la visitan y se sientan en su sofá… tras el cual ella tiene escondido un cadáver envuelto en una alfombra, con el agravante que el cuerpo está comenzando a generar un charco de sangre -… y la tensión se dispara hasta las nubes hasta el inevitable duelo final.

Si Love Lies Bleeding no se gana nuestra Recomendación del Editor, es porque al momento del clímax el filme implosiona bajo las pretensiones artísticas de la directora. Son diez minutos auténticamente bizarros que empañan lo fabuloso que Rose Glass había logrado previamente en la película. Es ciertamente otra alegoría feminista, pero termina siendo una decisión artística absurda, cuando lo que correspondía era un final directo, simple, realista, crudo y violento como fue el asesinato de Dave Franco. Glass intenta recomponerlo con otro giro de tuerca al filo de los créditos finales, pero el daño ya está hecho. (alerta spoilers) Por otra parte, uno hubiera esperado que la fuga no fuera simplemente las protagonistas tomadas de la mano y cabalgando al atardecer sino algo más lógico. Con la fisicoculturista en estado altamente volátil, lo más coherente hubiera sido que la Stewart (la femme fatale) se hubiera deshecho de ella. No sólo cumplió con su propósito sino que ahora es un peligro ambulante. ¿Quién se arriesgaría a seguir durmiendo con ella después de ver todo lo que ha hecho cada vez que le da un ataque de furia?. (fin spoilers).

Aún con sus momentos dispares y algunas decisiones artísticas discutibles, Love Lies Bleeding es formidable. Es temeraria a la hora del sexo, es brutal a la hora de la violencia. Se siente fresca e innovadora, es entretenida y fascinante… lástima que en la recta final la directora pega un par de patinazos que empañan el esfuerzo hecho. Pero, no por eso, no hay que dejar de verla.