Volver al indice de críticas por género / una crítica del film, por Alejandro Franco
Japon, 1964: Akiko Wakabayashi (Princesa Selina Salno), Yuriko Hoshi (Naoka Shindo), Yosuke Natsuki (Shindo), Emi & Yumi Ito (gemelas), Takashi Shimura (Dr Tsukamoto), Hiroshi Koizumi (Profesor Miyura),
Director: Inoshiro Honda, Guión: Shinichi Sekizawa, Musica – Akira Ifukube
Trama: La princesa Selina Salno es poseída por una entidad alienígena y se transforma en una mensajera que se encarga de advertir a la Tierra sobre un inminente peligro. El clima está cambiando, y se suceden numerosas apariciones de OVNIs además de frecuentes lluvias de meteoritos. En uno de ellos ha llegado una criatura intergaláctica a la que llaman King Ghidorah. Selina alerta a los japoneses de que King Ghidorah ha destruido la civilización que existía en Jupiter, y ahora ocurrirá lo mismo en la Tierra. Habiendo escuchado el mensaje, las disminutas gemelas de la isla Infante convocan a Mothra para defender el planeta. Pero Mothra es demasiado débil para derrotar a King Ghidorah, y pronto la criatura intentará comunicarse con Rodan y Godzilla para que se alíen con ella y puedan abatir al enorme monstruo de tres cabezas.
Esta es la quinta entrega de la saga de Godzilla, iniciada en 1954. Para esa altura la Toho ya estaba empezando a crear su propio camino en el kaiju eiga, y los resultados se estaban viendo en la taquilla. Después de despachar a Godzilla a pelear contra Anguiras, Mothra y el mismo King Kong, al estudio se le ocurrió explotar la taquilla con una super batalla campal involucrando a cuatro criaturas en el cuadrilátero. El resultado fue King Ghidorah, El Monstruo de Tres Cabezas.
Pero King Ghidorah, The Three Head Monster dista mucho de ser el momento mas feliz de la saga de la gran G. Uno se sorprende al leer las críticas por todos lados que dan a este film como notable, cuando de hecho es uno de los peores de la serie (los recuerdos suelen engañar a uno, y una visión más adulta del film sirve para descubrir sus enormes falencias). Ciertamente es la primera película de la saga que involucra una trama de space opera a la mitología de Godzilla – aquí King Ghidorah es una entidad extraterrestre, y los sobrevivientes de sus masacres en otros planetas llegan a alertar a la Tierra sobre el peligro -, pero no lo hace de la mejor manera. Cualquier fan del kaiju eiga (entre los que me incluyo) suele tener un criterio enormemente flexible para disfrutar una película japonesa de monstruos; generalmente se balancean entre el pastiche juvenil y colorido hasta el nivel de un film para niños; uno puede tolerar incluso los pésimos comic relief que suelen incluír los filmes nipones, y hasta digerir las tramas más absurdas, siempre que haya un buen combate de fondo y algunas ideas creativas. Lo que se dice un público a prueba de balas.
El problema es que King Ghidorah, The Three Head Monster parece un film de Godzilla escrito por Ed Wood. Habitualmente hay una historia de fondo (o de relleno) hasta que los monstruos aparezcan, y suele ser más o menos potable, pero acá el guionista Sekizawa (responsable de atrocidades varias, desde El Hijo de Godzilla hasta Godzilla vs Megalon y Godzilla vs Gigan) empieza a lanzar fruta de manera salvaje, incluyendo un montón de historias que no siempre tienen demasiada coherencia entre sí – a niveles asombrosos, incluso para un film de Godzilla -.
Comenzando por la nación de Sergina, que son unos japoneses vestidos con disfraces de una obra medieval de Shakespeare; siguiendo por la princesa que es poseída por alienígenas de Jupiter y pasa a transformarse en una profeta; siguiendo por la búsqueda de la policía de la princesa, que tiene como fuente fiable al presidente de la sociedad de OVNIs (!) que cita textualmente: “la princesa escapó de la explosión del avión en que viajaba, porque cayó entre dos agujeros interdimensionales (!!)”. Por si el nivel de sanata no fuera suficiente, hay unos asesinos más incompetentes que Patán y Pierre Nodoyuna juntos, un show comico donde se presentan las gemelas diminutas guardianas de Mothra (y cantan para el público, en medio de chistes malos de los conductores)… y, lo que es peor, las cosas no mejoran cuando aparecen los monstruos. Hay una buena presentación de Rodan (volando entre las nubes, al estilo del Batwing en Batman 1989), pero lo que sigue es patético. Godzilla tirándole piedras al pterodáctilo (o lo que sea) y Rodan picoteándolo en la cabeza al mejor estilo del Pajaro Loco. El colmo es cuando Mothra (en forma de larva) les da un escarmiento como a los chicos y los convoca a pelear contra King Ghidorah. El gran climax es tan malo y triste – con Godzilla agarrándose el trasero porque King Ghidorah le achicharra la cola con sus rayos – que parece pertenecer a las peores películas de la saga (las dirigidas por Jun Fukuda). Ni siquiera el nivel de los FX resulta aceptable.
El que termina por rescatar al film de ser una bazofia total es King Ghidorah, que como villano es bastante respetable y logra generar unas buenas secuencias de destrucción masiva. Pero los combates en general no son muy buenos, y el climax va de lo aceptable a lo patético. Sinceramente no es una de las mejores entradas de la saga; el libreto es bizarro y pareciera que el maestro Honda no tenía un buen día para rodar las escenas.