Crítica: La Ultima Noche de la Humanidad (The Darkest Hour) (2011)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / Rusia, 2011: Emile Hirsch (Sean), Max Minghella (Ben), Olivia Thirlby (Natalie), Rachael Taylor (Anne), Joel Kinnaman (Skyler), Veronika Ozerova (Vika), Dato Bakhtadze (Sergei)

Director: Chris Gorak, Guión: Jon Spaihts

Trama: Sean y Ben son dos entrepreneurs de la Internet que buscan obtener financiación para su próximo proyecto – una guía on line para el viajero – y para ello viajan a Moscú. Pero allí descubren que su idea ha sido robada por una corporación rusa y, decepcionados, deciden salir a emborracharse y buscar chicas en la noche moscovita. Allí se topan con dos americanas, con las cuales comienzan a tener onda. Pero el flirteo se interrumpe cuando Moscú sufre un apagón masivo, quedando toda la ciudad a oscuras. Obligados a salir a la calle en busca de algún tipo de luz – ya que no funciona nada eléctrico con qué iluminarse -, descubren el cielo infestado de miles de figuras luminosas que descienden sobre la ciudad. Y pronto las figuras revelan ser una raza de letales alienígenas, criaturas que han invadido nuestro planeta para absorber toda su energía, y que han comenzado a diezmar a la población. Ahora los cuatro americanos deberán correr por sus vidas en una ciudad que desconocen, en donde todas las indicaciones están en un lenguaje que no entienden, y en donde pareciera no haber ningún tipo de esperanza. Y, mientras tanto, los extraterrestres han comenzado a arrasar la ciudad, convirtiendo todo tipo de material en alimento que supla su fuente de energía.

The Darkest Hour The Darkest Hour viene de la mano de Timur Bekmambetov, el mismo de Wanted – Se Busca y Nightwatch, y que aquí oficia de productor. Al parecer Bekmambetov quiere armarse un imperio cinematográfico en su Rusia natal, y para ello se ha abocado en desarrollar proyectos relacionados con lo fantástico como, por ejemplo, 9 Nueve o Relámpago Negro. En esta ocasión reclutó a Chris Gorak, el director de El Peor de los Miedos, para poner en escena una invasión extraterreste a la Tierra, la cual comienza en Moscú. Y si bien La Ultima Noche de la Humanidad no comete ningún error imperdonable, tampoco es el filme más excitante del mundo. La dirección es demasiado sobria y el libreto no es demasiado original, y ambas cosas se terminan por combinar para opacar el escaso brillo que podría tener esta película.

Haciendo un análisis en crudo, La Ultima Noche de la Humanidad no deja de ser material directo a video, sólo que aquí está prolijamente producido (o sobre-producido, como se quiera verse). La invasión extraterrestre está copiada casi textualmente de La Guerra de los Mundos 2005 los aparatos eléctricos dejan de funcionar, la gente sale a las calles, los aliens caen sobre el asfalto, el primero en morir es el policía que se anima a tocarlos, y hasta los rayos vaporizadores tienen los mismos efectos que el filme de Steven Spielberg -, y hay algunos toques provenientes de otros filmes, al estilo 28 Dias Después – Exterminio (que a su vez se inspiró en el original de El Dia de los Trifidos): otra pareja de superviventes que utiliza las luces de su departamento como un faro para atraer a los desvalidos, aunar fuerzas y emprender una excursión suicida a través de la ciudad para llegar a algún destacamento militar que los lleve a algún lugar lejano y aislado del horror. Como se puede ver, nada de esto es del otro mundo – ni siquiera los alienígenas, que son invisibles hasta el momento en que emiten algún chispazo o activan algún aparato eléctrico, ya que deambulan por ahí como si fueran pilas Duracell con patas -, pero al menos está prolijamente filmado.

Ciertamente los mayores problemas de La Ultima Noche de la Humanidad no pasan por su falta de originalidad ni porque sea un vehículo casi exclusivo para los efectos especiales. El punto es que se trata de una película hueca y chata. Los personajes son unos ególatras superficiales que se pasan haciendo americaneadas en Rusia, y que jamás terminan por transformarse – a causa de las circunstancias – en mejores personas. El escenario es fascinante pero resulta ser un mero decorado – lo único que entra en juego es que los avisos de auxilio están en ruso y, para ello, precisan encontrar a un ruso vivo y que, además, sepa hablar inglés! -, y jamás es utilizado como subtexto (si en los 50 las invasiones extraterrestres eran metáforas de la paranoia de la Guerra Fría, The Darkest Hour podría haber devuelto el cachetazo, usando la imagen para analizar la invasión de la cultura americana en la conservadora Rusia). Los ataques de los aliens son correctos pero poco inspirados – ninguno de ellos posee algo de suspenso -, y los extraterrestres carecen de personalidad. Son una gran masa anónima, invisible y aburrida.

Me gustaría tirarle algunas piedras más a La Ultima Noche de la Humanidad, pero el tema es que no le encuentro fallas imperdonables. Es algo lenta e insulsa, y no está mal hecha. No es un entretenimiento “guau!”, pero tampoco es un atentado al pudor. En todo caso lo que se le puede recriminar es su falta de valentía para hacer cosas mucho más interesantes con un escenario tan potencialmente rico como resulta ser la occidentalizada Rusia de hoy en día, con lo cual entra a jugar en la liga de “oportunidad desperdiciada”, en donde a veces las omisiones pesan mas que los leves pecados que cometen.