Crítica: El Contaataque del Monstruo X: Ataque al Grupo de los 8 (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 2008: Takeshi Kitano (dios Take Majin), Akira Matsushita (primer ministro Junzaburo Ohizumi), Hide Fukumoto (primer ministro Shinzo Abe), Niclas Ericsson (piloto británico)

Director: Minoru Kawasaki, Guión: Masakazu Migita

Trama: El grupo de los 8 se reúne en el lago Toya en Japón para tratar la crisis ambiental planetaria. Pero a mitad de la reunión les llega la noticia de que un monstruo del espacio exterior – Guilala – está arrasando las ciudades y las fuentes de energía cercanas al simposio. Los mandatarios deciden dar el ejemplo y forman un comité de crisis, aportando cada uno una solución distinta para detener a Guilala. Pero todas las medidas fallan; y la única solución parece estar en un pequeño culto local, que adora al dios Take Majin y cuyas leyendas dicen de que se trata del único ser capaz de derrotar a la enorme criatura.

The Monster X Strikes Back: Attack the G8 Summit Girara (o Guilala) es un engendro creado por los estudios Shochiku para su primer y único paso en el terreno del kaiju eiga, que fué The X From Outer Space (1967). En los sesenta la Toho (y en menor medida la Daiei) se llevaban una buena torta de la taquilla japonesa con el género de monstruos gigantes, y varios estudios empezaron a despacharse con criaturas propias. Ninguna de ellas prosperó; pero The X From Outer Space es sin dudas la peor de todas esas aventuras comerciales. Barata, con FX malísimos – inclusive para los bajos standares japoneses de aquella época terminaba por dar vergüenza ajena – y un kaiju ridículo a más no poder, la película desapareció en las aguas del olvido. Lo cual no quita de que uno recuerde siempre a Guilala, ya que su diseño era más simpático que aterrador y dejaba una impresión perdurable.

En el 2008 los estudios Shochiku decidieron sacar del olvido a Guilala para reflotarlo en una parodia del kaiju eiga – la verdad es que no podrían haber elegido un personaje mejor -. Tras mucho alcohol y drogas, a alguno se le ocurrió enfrentar al monstruo contra la cumbre de las 8 principales potencias industriales del mundo, mezclando en el medio a otra criatura – un dios dorado con cara de pícaro – que estuviera encarnada por Takeshi Kitano – sí, el mismo; antes de filmar películas existenciales y policiales ultraviolentos, Kitano era un cómico reconocido en la TV; así que esperen a ver cómo Guillermo Francella se transforma en Martin Scorsese de acá a veinte años -. Semejante delirio sonaba prometedor y así fué como encararon la rarísima The Monster X Strikes Back: Attack The G8 Summit.

Pero lo que parecía muy alucinante en los papeles, termina siendo mucho más tonto y chato al momento de ver la obra terminada. Simplemente es una oportunidad desperdiciada de hacer la parodia definitiva sobre el kaiju eiga – aunque hasta ahora ese lugar le corresponde a Big Man Japan -. Aquí se podían hacer varias cosas: desde satirizar a todos los clichés del cine japonés de monstruos, parodiar a los políticos hasta desarrollar una serie de gags al estilo de El Coyote y el Correcaminos. The Monster X Strikes Back: Attack The G8 Summit intenta hacer algo en todos esos ámbitos, pero en el mejor de los casos resulta tibio. Por ejemplo, aquí los actores que hacen de políticos ni siquiera se parecen a sus contrapartes reales – y uno que no vive con los diarios encima notará que el presidente americano es más parecido a Clinton que a Bush; Sarkozy no se asemeja a nadie; el inglés tiene ropas tres talles más grandes, y el resto parece elegido sólo porque sabe hablar bien el idioma del personaje que le corresponde -, y ni siquiera son buenos intérpretes. Los planes de detener a Guilala son tontos a más no poder – desde colocarle auriculares gigantes para lavarle el cerebro hasta llevarlo a que caiga en fosos camuflados – y apenas tienen gracia. Para colmo, los políticos hablan demasiado y aburren tal como sus contrapartes reales. Por otro lado hay una trama paralela demasiado estirada sobre un par de periodistas que dan con un culto a una deidad local – el de Takeshi Kitano – que se toma muy en serio a sí misma. Ni siquiera el combate final es excitante o cómico; y uno se pregunta para qué diablos contrataron a Kitano para decir las 5 frases insípidas que termina por expeler en toda la película.

Eso no quita que haya un par de momentos en donde la película muestra lo que pudo haber sido. Cuando los mandatarios trazan el primer plan de acción sobre un mapa lleno de maquetas, usan un muñequito de Guilala que es realmente cómico. Incluso en semejante esfera de alta seguridad hay un niño colado que es el que sugiere el nombre del monstruo – y termina siendo ferozmente expulsado por los guardias de la cumbre -. La irrupción sobre el final de un sorpresivo villano de turno da para alguna que otra sonrisa, pero ni siquiera está explotada como se debe. Al menos verlo a Guilala bailando borracho por una sobredosis del gas tóxico alemán compensa la visión del filme.

Pero todo es muy desabrido. El director Minoru Kawasaki tiene timming cero para lo comicidad y se nota. El libreto precisaba una sobredosis de chistes, pero así como está The Monster X Strikes Back: Attack The G8 Summit resulta demasiado tranquila. No atrae al espectador común, y ni siquiera divierte al fan del género. Quizás el problema pase porque el trailer del filme condensa lo mejor de la película y promete mucho más de lo que realmente entrega. Ahórrese una hora y media de su tiempo, diviértase con el trailer y fantasee sobre lo que podría haber sido la película; porque la versión final es infantil y anodina.

X, SPACE MONSTER GIRARA

Las películas de Girara son: The X From Outer Space / Space Monster Girara (1967) y The Monster X Strikes Back: Attack the G8 Summit (2008)