Crítica: Dejado Atrás (Left Behind) (2000)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2000: Kirk Cameron (Buck Williams), Brad Johnson (Rayford Steele), Janaya Stephens (Chloe Steele), Colin Fox (Chaim Rosenzweig), Gordon Currie (Nicolae Carpathia), Chelsea Noble (Hattie Durham)

Director: Vic Sarin, Guión: Joe Goodman, Paul Lalonde & Alan McElroy, basados en la novela homónima de Jerry B. Jenkins & Tim LaHaye

Trama: El periodista Buck Williams se encuentra en Israel realizando una nota con el prestigioso científico Chaim Rosenzweig, el cual ha encontrado una forma de cultivar en los desiertos y, de ese modo, paliar la crisis global de alimentos que viene asolando la Tierra desde hace años. Pero al momento de la entrevista presencia un masivo ataque aéreo contra Israel, el cual termina súbitamente cuando todas las fuerzas atacantes explotan en el aire. Desconcertado – e intentando buscar una causa lógica al suceso – Williams decide regresar a los Estados Unidos pero, en pleno vuelo, la mitad de los pasajeros desaparece sin dejar rastro. Mientras los fenómenos inexplicables se acumulan, un grupo de investigadores que trabajan con Buck le alcanzan una serie de informes secretos, los que le muestran una conspiración de proporciones globales para alzar al controvertido político Nicolae Carpathia en el puesto más alto de las Naciones Unidas y, de ese modo, manejar el plan mundial de alimentos que ha creado Rosenzweig. Pero las cosas se salen de control cuando Williams descubre que los fenómenos coinciden con los textos bíblicos del Apocalipsis, indicando que el fin del mundo ha comenzado, que lo ocurrido en el vuelo de regreso no ha sido más que el Rapto profetizado por los evangelios, y que Carpathia no vendría a ser otro que el mismísimo Anticristo, el cual sumirá al planeta entero en el caos durante siete años de su reinado hasta que llegue la segunda venida de Cristo.

Dejado Atras Dejado Atrás es un filme cristiano. Trata temas cristianos y está financiado por una iglesia cristiana. Está basada en una exitosa saga de novelas escrita por un novelista y un ministro, los cuales han construido una lucrativa franquicia reinterpretando – en terminos de ficción – los textos bíblicos del Fin de los Tiempos. Con la religión metida en cada uno de los estamentos del proceso creativo y productivo, Dejado Atrás se diferencia notoriamente de cualquier otro filme producido por Hollywood y basado en temas similares. Mientras que La Profecía u Holocausto 2000 mostraban el ascenso del Anticristo y se regodeaban con las sangrientas matanzas que éste desataba contra quienes se le oponían, acá todo es mucho más aséptico y viene con onda de discurso de púlpito.

En cuanto a su concepción, Dejado Atrás me hace acordar muchísimo a Atlas Shrugged, con lo cual vendrían a ser panfletos ideológicos (o religiosos, en este caso), disfrazados de ficción. Acá los protagonistas desbordan idealismo y a veces caen en discursos ridículamente ingenuos, mientras que la trama de fondo no es lo que se dice un prodigio de coherencia. Acá, por ejemplo, se le otorga una importancia excesiva a las Naciones Unidasdesde donde surgirá el Anticristo, tomando como fuente de poder un plan experimental para obtener cosechas en el desierto, lo que paliará la hambruna que se viene sufriendo en todo el planeta desde hace décadas -, un organismo que nunca ha dejado de ser meramente decorativo y que jamás ha podido contribuír a detener una guerra o hacer algo medianamente útil en toda su existencia. Por otra parte, la historia va a los saltos y no se entiende; el secretario general de la ONU es patrocinado por unos banqueros (que, entre otros propósitos, pretenden quebrar financieramente a las Naciones Unidas – wtf! – y patrocinan la excavación del recientemente descubierto templo de Salomón en Jerusalén, desde donde el Anticristo se coronará como nuevo Dios y reinará durante siete años caóticos – more wtf! – ); del otro lado está un experto periodista que destapa dicha conspiración – pero llega a dicha conclusión después de una larguísima serie de razonamientos traidos de los pelos -, y por último tenemos a un piloto comercial que tiene sus cinco minutos de arrepentimiento y conversión, y que vendría a ser el personaje discursivo de la trama. Cuando el tipo habla, lo hace con unas parrafadas que rebalsan de estoicismo. Es en esos momentos en los que me acuerdo del satírico Catolicismo Wow! (y el Jesucristo canchero) que Kevin Smith había inventado para Dogma. Es que cosas así hacen que la gente se aleje de la religión en vez de abrazarla; mas que tener problemas con el discurso, yo tengo problemas con la puesta en escena de la obra, ya que bordea lo incompetente y arruina las intenciones de la propuesta. Si bien dudo mucho que alguien que vea Dejado Atrás salga corriendo a convertirse al cristinanismo ni bien termina el filme, por otra parte los responsables de esto son miopes si creen que la versión que montaron es emocionalmente resonante. Quizás lo sea, pero en el sentido equivocado de la palabra, cuando uno se ríe del discurso prepotente o rechina los dientes con un parlamento empapado de ingenuidad.

Eso no quita que Dejado Atrás tenga algunos momentos efectivos. La escena del Rapto – el momento en donde los elegidos por Dios son llevados al cielo de manera instantánea – es muy buena, más allá de que tenga un par de detalles – como que los tipos desaparezcan y dejen sus ropas perfectamente planchadas -. Pero el tema aquí pasa porque el filme precisaba otro director con más talento y menos fervor religioso, el cual le hubiera inyectado mayor poder de shock a la historia. El primer nombre que se me viene a la cabeza es M. Night Shyamalan, el que podría haber hecho cosas más que interesantes con semejante material.

Dejando de lado algunas secuencias sueltas, el resto se alterna entre lo pasable y lo mediocre. La performances son blandas, en especial la de Kirk Cameron – ex estrellita teen de la sitcom Growing Pains (1985 – 92) -. Cameron es un tronco como actor y, en la vida real, no me gusta como persona. Cuando estaba en la sitcom se convirtió en un furibundo cristiano (posteriormente se hizo pastor evangélico), un fanático insufrible hasta el punto de obligar a los productores a reformar los libretos de la serie – para que no se viera involucrado en situaciones “pecaminosas” -, e hizo echar a una compañera del elenco por haber aparecido desnuda en un ejemplar de Playboy. ¿Adonde quedó aquello de perdonar al prójimo y tolerar al diferente?.

Dejado Atrás es interesante como curiosidad pero, si la va a ver, aténgase a soportar la moralina. Como panfleto del cristianismo es incompetente y la historia está plagada de agujeros de lógica, pero tiene un par de ideas y momentos intrigantes. Habrá que ver la remake que tienen en cartera los grandes estudios de Hollywood, agendada para el 2014 y con Nicolas Cage (burp!) en el protagónico. Quizás hasta pueda ser que resulte potable.

LA SAGA DEJADO ATRÁS

Dejado Atrás (2000) – Dejado Atrás 2: Comando Tribulación (2002) – Dejado Atrás 3: El Mundo en Guerra (2005) – El Apocalipsis (2014) es la remake del primer filme de la saga