Crítica: Without Warning (1994)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1994: Sander Vanocur (como él mismo), Jane Kaczmarek (Dra. Caroline Jaffe), Bree Walker (como ella misma), Dwier Brown (Matt Jensen), Brian McNamara (Mike Curtis), James Morrison (Paul Whitaker)

Director: Robert Iscove, Guión: Jeremy Thorn & Walon Green

Trama: La transmisión habitual de TV se interrumpe y un noticiero irrumpe con un flash informativo. Un asteroide a punto de chocar con la Tierra se ha fragmentado en tres pedazos, los cuales han caído en Norteamérica, Francia y China. La exploración de la zona del impacto revela que los fragmentos emiten una poderosa señal electrónica, la cual interfiere con las emisiones de radio. El tráfico aéreo se paraliza, y la NASA investiga los incidentes. Pero a los escasos minutos hay noticias de un nuevo asteroide, dirigiéndose contra el Polo Norte. Se envian cazas a interceptarlo con misiles atómicos, los cuales desintegran el objeto pero el mismo emite un rayo que derriba a los aviones. Pero, entre ese incidente, la decodificación de las señales emitidas por los meteoritos impactados, y el hecho de que las tres colisiones se encuentren a 45 grados exactos del polo, los rumores acerca de una invasión extraterrestre comienzan a cobrar fuerza.

Without Warning (1994) Los ingleses utilizan una categoría muy general llamada mockumentary (o falsos documentales), pero uno podría rebautizarla como experiencias virtuales. El género fue fundado inconscientemente por Orson Welles en su mítica emisión de radio de 1938 de La Guerra de los Mundos. Allí Welles tomó la novela clásica de H.G. Wells y la rearmó como un falso informativo que narraba la evolución gradual de una invasión alienígena a la Tierra. Y a pesar de los cuidados y advertencias que incluyó Welles para indicarle a los oyentes que se trataba de un radioteatro, la gente se lo tomó en serio y desencadenó una oleada de pánico masivo. Lo que Welles terminó por demostrar es que la gente, sin importar lo delirante que pueda ser el contenido va a aceptar todo lo que se narre como cierto, simplemente porque el formato está catalogado como creíble.

Desde aquel entonces, se han rodado numerosos mockumentaries, desde Este es Spinal Tap hasta El Proyecto Blair Witch – quien sería quien aggiornara la idea y generara una enorme cantidad de seguidores que adoptarían el mismo formato: Cloverfield, Rec, Alien Abduction, El Diario de los Muertos, Incidente en el Lago Ness, etc -. Sea un documental, un falso noticiero, una emisión de radio orquestada, lo cierto es que la gente juzga por la cáscara y no por el huevo. En el caso de El Proyecto Blair Witch, la cámara en mano produce una sensación de inmediatez que pone al espectador dentro de la experiencia misma; en el caso de los falsos informativos, es una experiencia pasiva (y más intelectual) pero no menos inquietante. La data nos llega a través de terceros – los falsos periodistas – y nos genera expectativas; la sobreabundancia de reporteros y especialistas remachan una y otra vez la supuesta veracidad de los hechos.

Without Warning no es el primer experimento televisivo en tal sentido. Los ingleses han incursionado varias veces en el género, comenzando a partir de Alternative 3 (1977) y siguiendo hasta Ghostwatch (1992). Los americanos también desarrollaron títulos similares como Special Bulletin (1983). Sean abducciones extraterrestres, expediciones a casa embrujadas o el seguimiento de una escalada terrorista nuclear (en sus casos respectivos), el formato que adoptan le da visos de veracidad. Se toman como ciertos, en algunos casos hay llamadas y brotes de pánico, y por más que la cadena emisora ponga carteles a cada rato de que se trata de ficción, la gente que agarra el programa a mitad de camino se traga el anzuelo con la caña entera.

En el caso de Without Warning, es un programa generado por la CBS para la noche de Halloween. La película empieza con una escena de misterio propia de un policial hasta que la pantalla se interrumpe por un flash informativo. Las cosas se ponen shockeantes porque la falsa emisión tiene a Sander Vanocur – un veterano y reconocido periodista que incluso reporteó a Bobby Kennedy en su momento – sentado en el despacho de la CBS News y dando la noticia de que tres fragmentos de meteoritos chocaron contra la Tierra en el mismo paralelo y a idéntica distancia entre sí. Después salta a otra conocida periodista – Bree Walker, a bordo de un helicóptero – cubriendo la zona de impacto en Grover’s Mill, New Jersey, que es precisamente donde llegaba la primera cápsula marciana de la emisión de Orson Welles de La Guerra de los Mundos. Y por si quedaban dudas, minutos más tarde tenemos una entrevista satelital con Arthur C. Clarke acerca de estos incidentes.

Sinceramente deseaba que Without Warning me gustara más, pero terminé encontrándole un monton de detalles que empobrecen la experiencia. Desde el inicio la película satura de información al espectador, con reportes de todas partes del mundo, en vez de comenzar con una lenta escalada de sucesos. Por otra parte el nivel de performances y de las escenas son bastante desparejos. Hay varios rostros conocidos – Jane Kaczmarek de la serie Malcolm, John de Lancie de Star Trek: The Next Generation, Phillip Baker Hall, etc – en los roles de periodistas y expertos, pero hay otros (como el experto SETI) que directamente son malos actores y la arruinan cuando les toca disparar fragmentos fundamentales de la historia en sus diálogos. En otros casos como Special Bulletin, se le daba mayor aire a la historia, dedicándole más tiempo a los periodistas falsos apostados en los sitios; pero Without Warning resulta por momentos abrumadora e impide al espectador sumergirse en la experiencia.

Es una buena película y es un experimento interesante; sin dudas la logística de la producción debió ser infernal para coordinar una enorme cantidad de actores y locaciones cuyas escenas no superan los 3 minutos y se suceden sin cesar. Pero el director Iscove no es muy exitoso con el timing que precisaba la historia, y en la enorme cantidad de secuencias que debe manejar se le escapan un par de malos intérpretes que le quitan brillo y credibilidad al proyecto.