Crítica: Mulan (2020)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

3 atómicos: buenaUSA / Canadá / Hong Kong, 2020: Yifei Liu (Mulan), Donnie Yen (comandante Tung), Li Gong (bruja Xianniang), Jet Li (emperador), Jason Scott Lee (Böri Khan)

Director: Niki Caro – Guión: Rick Jaffa, Amanda Silver, Elizabeth Martin & Lauren Hynek

Trama: El país está en peligro. Una fuerza invasora amenaza a la China imperial y el emperador ha dictado un decreto que obliga al enrolamiento forzoso de un varón por cada familia. Hua Mulán no puede ver a su anciano padre prepararse para la guerra, sabiendo que su debilidad derivará en su segura muerte. Tomando en secreto la armadura y la espada de su padre, la joven y audaz muchacha se presenta en el campo de entrenamiento imperial, haciéndose pasar por varón y entregando el papiro de enrolamiento para validar su identidad. El engaño pasa desapercibido hasta que su brigada se ve obligada a entablar feroz combate contra las tropas del rourano Bori Khan, quien no deja de tener una victoria tras otra. Pero la picardía y sagacidad de Mulán terminan por dar vuelta la batalla, desatando la ira de Khan y la de su secuaz, la bruja Xianniang, quien queda sorprendida con los dones de la chica. Reconociéndola como una igual – una guerrera en un mundo de hombres -, ahora la suerte de la guerra dependerá del duelo personal entre Xianniang y Mulan, una batalla de sagacidad y valor de la cual dependerá el futuro de toda China.

Crítica: Mulan (2020)

Zhang Yimou lite. Así es como se siente la versión live action de Mulan, la remake del éxito animado de Disney de 1998. Los críticos se llenan la boca de que es la remake (de la era de las remakes!) mas justificada de la nueva era Disney… y yo no lo veo así (¿hay tanta desesperación por quedar bien con el gigante del ratón?). Al menos no como terminó el producto final. Le sacaron las ñoñerías – dragoncitos charlatanes, las canciones – pero el resultado no es mejor, simplemente porque no emociona. Tendrá que ver con que en la versión 1998 había un ejército de animadores estudiando y dándole cada micro expresión a la heroína del titulo, dotándola de un gran carisma y humildad, y que acá Liu Yifei es una tronca que solo tiene dos expresiones: feroz y apática. Nunca conectamos con la heroína, nunca demuestra humildad, nunca le guiña a la platea salvo en los minutos finales del filme, cuando ya cerramos la mesa y pedimos la cuenta. Demasiado tarde para ser simpática.

Pero no se precisa ser simpático cuando uno es protagonista de una épica, sino destilar carisma para que chorree de la pantalla. Por ejemplo, este filme hubiera funcionado muchísimo mejor con Zhang Ziyi – número fijo como femme fatale en casi todas las épicas del Wu Xia – que con la fria Yifei, lástima que la edad le juega en contra a la Ziyi y ya no va para papel de adolescente (¿recuerdan su retorcido y brillante papel en Crouching Tigger, Hidden Dragon?; ¡de eso hablo!). Si la idea era podar las ñoñerías para hacerlo mas épico y adulto, el resultado es torpedeado por otra serie de factores. He aquí un filme en donde el original le pone una sombra enorme de la cual no puede salir. En el original el malo era huno, de ojos negros y destilaba villanía; acá Jason Scott Lee está ok pero es un segundo banana ya que en realidad es el títere de una bruja que no estaba en el libreto de 1998. Para colmo la bruja viene con un libreto feminista que no calza. En la era de la China feudal con una cultura tan machista (hasta el día de hoy, algo común en casi todas las culturas asiáticas), hablar de empoderamiento femenino, de encontrar su lugar para ser aceptada y poder liderar a los hombres es ridículo. Incluso cuando se enfrenta con Mulan la trata de igual – la Fuerza… ehh… el Chi… es fuerte en ella, así que por eso puede hacer movidas de combate imposibles para otros humanos – y el final es una estupidez de aquellas. ¿Por qué la bruja termina haciendo lo que termina haciendo?. ¿Por la causa feminista china?.

El libreto mete reconocidos actores chinos en el cast… pero casi todos lucen aburridos. Jet Li está irreconocible como el emperador, parece un geronte con barba canosa y sólo se da el gusto de hacer un par de sus movidas en una mini escena como para justificar por qué lo contrataron a él, un dios de las artes marciales, en un papel serio y estático. Donnie Yen – el Señor Carisma – parece un sonámbulo y tropieza con el estoicismo del diálogo Disney mientras solo revive cuando hace prácticas con la espada a una velocidad increíble. A esto se suman cambios en escenas re-conocidas que no cuadran por su flagrante estupidez: en el original, en la primera batalla con los Hunos (que acá los renombraron como otra tribu), Mulan poseía un cañón de mano y terminaba por dispararlo contra una montaña para provocar una avalancha que sepultara a los agresores. Acá los cañones de mano desaparecieron, Mulan les hace Buu por la retaguardia a los agresores y éstos son tan idiotas de girar 180º la catapulta… y disparar ellos mismos contra la montaña al intentar darle a la chinita. Algo tan idiota como querer cazar un pájaro con un bazooka.

Mulan 2020 me produjo una sensación Meh… demasiado fuerte, y eso que el trailer lucía feroz y genial (bueno, por eso se llama trailer; es para vender pescado podrido y hacer que la gente vaya en masa a ver películas mediocres en el cine solo resaltando sus partes buenas). Hay muchas cosas desdibujadas, a la dirección le falta convicción, las batallas pasan demasiado rápido y carecen del peso dramático del original, le falta simpatía a la protagonista y hay momentos en que el relato parece ir a los saltos. Hasta ahora de las remakes live action de Disney solo Aladdin zafa, y eso es porque desborda de simpatía y de Will Smith. Acá no hay nadie con tanta estrella para ocupar la luz central con lo cual todo se reduce a imitar las movidas de Zhang Yimou (incluso contrataron a su ex pareja Gong Li como la bruja) … aunque, claro, con muchísimo menos vuelo creativo que el genial cineasta chino.