Crítica: Kill Command (2016)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 2016: Vanessa Kirby (Kathryn Mills), Thure Lindhardt (Capitán Damian Bukes), David Ajala (Drifter), Bentley Kalu (Sargento Rory Robinson)

Director: Steven Gomez – Guión: Steven Gomez

Trama: La corporación Harbinger se dedica a fabricar robots de batalla. Ahora Harbinger ha mandado a su diseñadora en jefe, la humana mejorada Kathryn Mills, a que participe de un ejercicio militar entre humanos y robots en una anónima isla fortificada destinada a tal fin. Los soldados reniegan de la presencia de una civil entre sus filas y se dedican a practicar emboscadas con los robots. Pero cuando éstos empiecen a usar munición viva y comiencen a diezmar a la tropa del capitán Bukes, éste arrinconará a Mills y le exigirá respuestas. Y es que Mills está allí para observar los cambios introducidos en la programación de los robots, deduciendo que se han modificaron ellos mismos para volverse conscientes y desatar una guerra de exterminio contra toda la humanidad.

Crítica: Kill Command (2016)

Kill Command es una película de ciencia ficción chiquita y sólida. Las performances son buenas, los efectos especiales son bárbaros considerando que todo esto costó apenas un millón de dólares (un vuelto para la escena hollywoodense de blockbusters) y la historia es interesante y movida. El problema con Kill Command es el libreto, al cual le falta ambición y prolijidad. No todo se trata de balaceras o de ser un vehículo para FX caseros de gran calidad; aquí está la simiente de una gran película de sci fi sobre Inteligencia Artificial rebelde, capaz de cambiar por completo el futuro de la humanidad.

El libretista y director Steven Gomez sabe que la premisa es chica – grupo de soldados va a una isla a entrenar con robots y el ejercicio se sale de control – y decide complicarla lo mas que puede para generar algo de suspenso… y para ello decide dar la información por partes. Pero el resultado es mas confusión que misterio, y uno debe esperar minutos de diálogos y balaceras para ir obteniendo respuestas esenciales, en especial sobre qué corno es Vanessa Kirby (en un rol estelar que anticipa el estrellato que vendría con Misión Imposible: Fallout y Rapidos y Furiosos: Hobbs y Shaw; la piba tiene todo el carisma, una voz grave y sensual y exuda inteligencia), si es un robot o una humana mejorada. Es la presencia de la Kirby la que hace al filme, ya que ella entra en trance cuando se conecta a la red y obtiene información sobre sus compañeros de viaje, o establece comunicación con la horda de robots rebeldes e intenta pisar su programación. Como ella hay otros humanos mejorados aunque en menor medida, como el francotirador con el ojo biónico que es capaz de disparar a ciegas ya que ya tiene calculado el lugar y distancia de sus objetivos de un solo vistazo.

Kill Command es una especie de Depredador con robots en una isla. Los robots no son humanoides sino arañas metálicas a lo Virus (1999) con el aditamento inspirado de algunas luces LED que simulan ojos. El líder, Thure Lindhardt, es medio tronco para actuar y caprichoso para decidir pero la humanidad pasa por los morenos David Ajala y Bentley Kalu, que tienen buena relación con la Kirby a pesar de que la consideran un bicho raro – es una mejorada con partes ciberneticas; no es militar sino forma parte de la corporación que construyó los robots y su misión real es un misterio -. Pero todo pasa por la Kirby cuyo personaje es fascinante – en un momento ella guía el contraataque de los soldados gracias a que lleva en la cabeza una simulación de la batalla que están librando; puede hackear sistemas y androides; leer el terreno y obtener datos de todo tipo -, y uno hubiera aplaudido si los robots la hubieran tomado como su líder – como una reina Borg – para su incipiente rebelión ya que ella es mas maquina que humana – y está harta de la discriminación que la hace medio mundo -. Pero el libreto toma otro camino y, aunque está ok, me parece mas standard y menos ambicioso.

Kill Command es entretenida, bastante inteligente y recomendable. Como es movida nunca aburre, pero no es muy prolija con las ideas que quiere vender, con lo cual una revisión adicional del guión hubiera terminado en algo superior y, quizás, en un merecido filme de culto.