Artículos: el DCU está condenado al fracaso

Volver al Indice – artículos sobre Cine Fantástico / un artículo de Alejandro Franco

Lo que planea James Gunn para la próxima iteración del Universo Cinemático DC está tan plagado de contradicciones y redundancias que el único resultado posible es el fracaso.

Artículos: el DCU está condenado al fracaso

Yo vengo de una época muy diferente en donde mi Batman era Adam West. El propósito de este artículo no es discutir la validez / canon de la versión camp del encapotado de la década del 60, sino la óptica que se tenía antes sobre las franquicias y cómo explotarlas cuando un estudio se topaba con un éxito.

La serie de Batman de la década del 60 se convirtió en un fenómeno mundial de la noche a la mañana; y así como apareció, en un par de años agotó la fórmula. Pero cuando todo el mundo hablaba de ella, los productores decidieron hacer una película con los venerados actores de la pantalla chica. Ok, el filme de 1966 de Batman no hizo historia – era mejor la serie; el humor camp en dosis chicas – pero hizo taquilla. Nadie puede señalarla como un fracaso en términos de negocios.

Algo similar pasó con otras series de éxito de la época. Por ejemplo, El Agente de CIPOL que preparaba capítulos dobles y después los pegaba y los estrenaba como películas fuera de Estados Unidos. Hicieron una parva de estos emparches y sacaron unos buenos dólares.

El punto es que, antes, la visión que se tenía era que un éxito televisivo podía saltar a la pantalla grande conservando el elenco y, en algunos casos, armando una producción nueva con mayor presupuesto. ¿Qué fué lo que pasó con Star Trek?. Si esa era una visión lógica – y de paso se premiaba a los actores y a la producción por la popularidad alcanzada en la pantalla chica – entonces … ¿por qué ahora la hemos tirado a la basura?.

Primer problema con los filmes de DC: no respeta el éxito de las series de TV

Quizás el universo compartido mas exitoso y disfrutable que ha generado DC ha sido el Arrowverse. Había un buen casting, buena química de equipo, algunas buenas historias. No todas fueron rosas – Black Lighting; el engendro que fue Batwoman – pero esa gente era popular y disfrutaba lo que hacía. ¿Por qué rayos no hicieron lo mismo que Adam West y proyectaron el Arrowverse a la pantalla grande con una serie de películas de buen presupuesto?. Si eran actores televisivos, seguro le saldría mucho mas barato que contratar super estrellas con salarios multimillonarios. Y un filme de presupuesto mediano – con una óptica a lo Roger Corman o Blumhouse de ser experimental, barato y tomar historias arriesgadas – siempre iba a dejar ganancias además de que las series ya tenían su base de fans dispuesto a seguir a sus héroes hasta la sala de cine.

Pero no: tomaron el modelo de Marvelque dicho sea de paso lo construyeron sobre la marcha, no tenían idea de si iba a tener éxito y tenían como antecedente el ver lo que había ocurrido con otras propiedades intelectuales cedidas a otros estudios como Fox y Sony con Blade, X-Men y Spiderman – y pensaron que los universos cinematográficos (que había que construir desde cero) eran máquinas de hacer chorizos que funcionaban de manera automática. Encarecieron los costos al santo pepe, y sólo un puñado de filmes de toda la tanda del fallido DCEU han arañado el billón de dólares, algo que Marvel conseguía con pasmosa facilidad. Marvel no arrancó contratando estrellas – Robert Downey Jr venía en la mala, recien salido de rehabilitación; tomó actores de cine indie como Mark Ruffalo; castings de novatos como Chris Hemsworth -; después se encareció la cosa al ir renegociando contratos sobre la marcha.

Segundo problema con los filmes de DC: demasiadas versiones de los mismos personajes

Al no querer explotar las versiones televisivas de personajes clásicos, decidieron hacer versiones exclusivas para la pantalla grande con lo cual la cosa entró en el terreno de la esquizofrenia. Si vos te comiste nueve temporadas de Flash en CW, ya sabías quién era Iris West, los viajes en el tiempo, Flashpoint y los universos con versiones alternativas de los héroes. ¿Por qué volver a contar la misma historia o una parecida?.

De unos años a esta parte hemos pasado a tener hasta tres Supermanes simultáneos en cine y TV. ¿Qué rayos es eso?. En Marvel Nick Fury es Samuel L. Jackson, sea en cine o en serie. Las estrellas no tienen problemas en bajar un escalón hacia lo que es una tira semanal, siempre que el contrato sea jugoso. Hay muchas estrellas de cine que hacen miniseries de streaming por la calidad del material. Pero acá el Superman de Henry Cavill nunca se va a topar con el de Tyler Hoechlin – que, por otra parte, es una muchísima mejor versión del personaje, mucho mas fiel a sus raíces comiqueras, sencillo, boy scout y carismático – o con la alternativa (suerte de Kingdom Come) del resucitado Brandon Routh en el Arrowverse. A Batman lo preservan porque es la mayor vaca lechera de DC y con eso no se embroma pero esos tiros por elevación al tradicional Batverse – con series sobre Batman sin Batman, sea Batwoman, Gotham Knights, Titanes o Gotham – solo frustran a los fans y agotan las expectativas de cualquiera que pudiera tener interés en ver ese tipo de historias.

Tercer problema con los filmes de DC: los universos compartidos están muertos

Marvel se enfrenta ahora a una seria crisis: en 10 años le sacaron todo el jugo a las franquicias principales y – por costos o decisiones creativas – han tenido que matar o jubilar a los mayores héroes de su panteón. ¿Cómo pensás hacer un billón de dólares con héroes de segunda o tercera línea como Moon Knight (¿quién?) o Eternals?. Si una editorial tiene 500 héroes la realidad es que sólo 5 o 10 son los que valen la pena, los que atraen el público y el resto es relleno. Ahora Marvel va a quemar sus héroes principales con versiones alternativas de ellos como Ironheart (vista en la última de Pantera Negra y que no convenció a nadie) o el Capitán América de Anthony Mackie que, por más bueno que sea el intérprete, el tipo no tiene super poderes. Es como si yo me pusiera a tirar un frisbee de Vibranium y me considerara superhéroe. Como Falcon Mackie estaba mas que bien, y lo lógico es que Sebastian Stan – o el clon moreno de Steve Rogers que en las tiras Marvel es Luke Cage – fuera el nuevo Capitán América. No hay buenos reemplazos para figuras que hicieron historia, aparte de que últimamente los filmes de superhéroes parecen circos de tres pistas, contando con dos, tres o mas héroes invitados con lo cual los costos se disparan mal.

Si Marvel está teniendo ese tipo de problemas… ¿por qué el nuevo DCU de Peter Safran y James Gunn insiste en copiarlo?. ¿Nadie lee las estadísticas?. Los filmes de DC que mejor funcionaron en estos últimos años fueron The Batman y Joker, lo que se podría considerar cine de autor (un solo responsable, una única visión) y que funcionan en su propia burbuja. Tienen que olvidarse de Marvel. Tienen que olvidarse de hacer una película de la Liga de la Justicia de acá a 10 años porque para entonces va a estar todo muerto o David Zaslav habrá terminado por arrasar a la Warner y le venderá los restos a una cadena de streaming. Zaslav es lo que, en el ambiente de los negocios, se conoce como un carnicero: corta partes muertas, recicla lo que no se vende, ajusta gastos y maximiza ganancias así que es un burócrata con cero visión artística. Fíjense sino en la poda que le está haciendo a TCM, el canal de películas clásicas que Steven Spielberg, Steven Soderbergh y Paul Thomas Anderson tuvieron que salir a rescatar porque sino Zaslav lo cerraba o la ponía en una venta de garage.

Aún cuando James Gunn sea más del palo comiquero que Zack Snyder y conozca por dentro el modelo de negocios Marvel, la realidad es que The Suicide Squad recaudó monedas y Peacemaker no es la tira mas popular de streaming, aún cuando las dos cosas que hizo para DC tuvieron críticas notables. Y Gunn no está entendiendo el problema cuando planea hacer un filme de Batman: The Brave and The Bold cuando ya tenemos un Batman con Robert Pattinson. Va a cometer el mismo error de las esquizofrenia de universos que pasó entre el cine y el Arrowverse. Es cierto que el Batman de Pattinson es la versión citadina del personaje – no va para la versión épica que se requiere para la Liga de la Justicia, enfrentando amenazas de otros planetas -, pero, caramba, es el mismo error de poner a Michael Keaton en The Flash. En el universo de Tim Burton el Batman de Keaton no conocía a Superman (directamente no existían otros paladines, él era el único superhéroe) con lo cual lo festejable del fanservice de su aparición en el filme de Andy Muschietti se lleva a las patadas con la lógica de la visión que tenía el personaje en 1989. Pero así está DC: pegando manotazos de ahogado. ¿Y si hacemos algo como la última de Spiderman con tres hombres Araña y contratamos a los mismos libretistas, y metemos algo parecido en The Flash?. Así le está yendo: una pelicula pasable que no resuelve nada, tiene criticas buenas, recaudación pobre y para colmo está empañada por los escándalos de Ezra Miller en la vida real.

Al DCU le va a ir mal, y lo dice un tipo que no es fan de la obra de Zack Snyder en DC. Hay que borrar la U en DCU, y hacer películas sueltas, aisladas de superhéroes. Cuando te envicias con los cameos / las participaciones especiales, si el filme fracasa embarrás a los invitados. Si Joker, The Batman y The Swamp Thing (by James Mangold) se mantienen en sus nichos aislados, DC puede salir adelante. Si Aquaman II tiene éxito, lo mejor es que hagan la vista ciega y hagan como que no existen mas superhéroes (un ataque de amnesia). Solo cuando hagan una seguidilla de tres o cuatro filmes taquilleros podrán ponerse a pensar si vale la pena intersectar los caminos de esos personajes. Para colmo DC tiene el mal tino que las secuelas de buenos filmes (Shazam, Wonder Woman) han sido horribles o no fue nadie a verlas. Un filme, un personaje, una estrella, costos acotados. Traigan directores de renombre para que hagan su visión del personaje que le toque en suerte. Lo que ocurre con DC y Marvel es lo mismo que ocurre con los equipos de fútbol: Marvel tiene buen ojo para detectar directores técnicos en el ámbito indie y televisivo, y DC se lanza a contratar estrellas super caras que después no rinden ni tienen la visión creativa correspondiente. Ni siquiera DC intenta imitar a James Bond, donde la dupla de productores Broccoli – Wilson tienen una factoría creativa sólida y super aceitada que mantiene una coherencia de visión artística ya sea que hayan contratado al mejor o el peor director del mundo. Por más simpática que sea The Flash, no sé si Muschietti es el indicado para The Brave & The Bold¿es una cuestión de dirección del estudio, falta de fogueo o yo que sé?; ¿por qué volver a contratar un tipo que acaba de hacer un fracaso? -. DC en este momento no precisa directores que hagan películas simpáticas y con críticas buenas; precisa gente que haga obras maestras o peguen en el palo, que tengan una visión super fiel a la esencia del comic y que vengan con historias iconoclastas. Christopher Nolan reescribió buena parte de la mitología de Batman en su formidable trilogía; Todd Phillips hizo un versión única del Guasón en el filme del 2019; Matt Reeves hizo un Batman realista y diferente en su filme del 2022. Si DC está lleno de personajes estoicos, entonces se precisa versiones dramáticas mas profundas y emotivas. El querer copiar a Marvel con una pandilla de gente fiestera haciendo chistes está visto que no les sale; entonces hundan el cuchillo hasta el hueso y hagan versiones serias y respetuosas de los personajes, y dejen a los héroes secundarios o terciarios para la TV. Blue Beetle no le da para cine; The Question puede ir a la televisión. No saquen un filme de Flash si recién están terminando de proyectar una serie de Flash. Batman, Aquaman, Superman, Mujer Maravilla son los filmes a los que deben apuntar con visiones de grandes directores y, a partir de allí, vemos si nos ponemos experimentales con cosas como The Authority. Pero el tiempo no da, siguen quemando propiedades intelectuales – DC ya es sinónimo de espectaculo mediocre o, al menos, de que es una lotería que te toque una buena película – y, por el otro lado, la urgencia de Disney en tapar agujeros financieros dejados por la pandemia está desgastando la fabulosa y eficiente máquina que habían creado, despachando películas y series a lo pavo que no llegan al standard. El género de superhéroes es muy rico y está plagado de historias fascinantes pero los estudios – por desmanejo o exceso de codicia – están achicharrando el género a una velocidad bestial con lo cual puede que entre en decadencia mucho antes que Gunn & Safran puedan concretar su tercera película como productores.