Crítica: El Poder del Talismán (The Medallion) (2003)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

2 atómicos: regularUSA / Hong Kong, 2003: Jackie Chan (teniente Eddie Yang), Lee Evans (Arthur Watson), Claire Forlani (Nicole James), Julian Sands (Snakehead), Alexander Bao (Jai), John Rhys-Davies (comandante Hammerstock-Smythe)

Director: Gordon Chan – Guión: Gordon Chan, Alfred Cheung, Bennett Joshua Devlin, Bey Logan & Paul Wheeler

Trama: El teniente Eddie Yang – de la policía de Hong Kong – ha seguido a sol y sombra el rastro de Snakehead, un genio criminal que tiene secuestrado a un muchacho. Las pistas llegan hasta Dublin. Uniendo fuerzas con su ex novia, Nicole James, y el torpe inspector Arthur Watson de la Interpol, logran dar con el paradero de Snakehead en el puerto de Dublin en donde intenta ingresar de contrabando al chico que retiene. Pero Yang sufre un accidente y, cuando está a punto de morir, el niño le entrega un medallón mágico, el cual no solo lo resucita sino que le da super poderes. Así es como Yang se entera que el propósito de Snakehead es obtener las dos mitades del medallón para que los efectos de la superfuerza no sean efímeros, y se transforme en una maligna figura todopoderosa capaz de someter a sus designios a todo el planeta.

Crítica: El Poder del Talismán (The Medallion) (2003)

Amamos a Jackie Chan. Hemos visto una tonelada de sus películas hongkonesas y las hemos disfrutado a morir. Es cierto, el 99% de su producción es eminentemente olvidable pero Chan – como ocurría con otros grandes talentos como Peter Sellers – siempre destacaba y hacía que la cinta fuera entretenida y potable.

Mientras que las grandes estrellas asiáticas de artes marciales siempre se han impregnado de un aura letal – desde Jet Li hasta Bruce Lee -, Chan en cambio viene a ser el bromista de grupo. Es un tipo que te inspira mas ternura y gracia que miedo. Al convertir sus rutinas de acción en inesperados shows de comedia física Chan ha entrado en el terreno de Buster Keaton, Harold Lloyd y otros grandes del rubro. Es cierto que lo suyo es mucho mas brutal – bajar caminando (y sin arnés) por el costado de un rascacielos, saltar de un helicóptero a una lancha en movimiento, o pelear de manera despiadada con las cosas mas insólitas que tenga a mano (recuerdo una coreografía con una escalera en una de sus co producciones con Australia que era impagable) – y que el físico de Chan ha pagado los costos (el tipo tiene quichicientas fracturas soldadas en su cuerpo amén de haber quedado sordo de un oído), pero uno lo disfrutaba porque lo que veía era real, era increíble y gloriosamente osado.

Esto viene a cuento de El Medallón (o El Poder del Talismán, como se la bautizó por estos lares), que es la película hollywoodense mas cercana al Jackie Chan que todos conocemos. El tipo se trajo a todos sus amigotes de Hong Kong – incluyendo a Sammo Hung, coreógrafo de sus mas grandes peleas – y armó un libreto típico de sus clásicas películas chinas. Luego cambió algunos de esos personajes – el comic relief, el interés romántico, el villano – por actores caucásicos conocidos y lo mandó al horno con papas (vean sino al personaje de Lee Evans, el cual sería el clásico comic relief de cualquier película de acción de Hong Kong con carotas, gesticulación al tope y quejas de todo tipo por cualquier tipo de tonterías) . El problema es que los productores de Hollywood metieron la mano – ¿solo peleas?; metan algo fantástico como un medallón que da superpoderes, eso le gusta al gran público!; ¿Jackie haciendo todas esas escenas peligrosas?; no, no, póngale cables o, mejor, metan CGI! – y terminaron diluyendo la efectividad de Chan como cómico y como showman de sus habituales proezas físicas.

Ocurre algo raro con El Poder del Talismán; empieza horrible y sin gracia pero con buenas peleas y, cuando Jackie se vuelve Superman, las peleas se vuelven malas pero los chistes (por cansancio) se vuelven graciosos. Hasta Lee Evans se redime sobre el final con todas las bol… que hace. El drama es que si a Jackie le pones cables, le matás toda la gracia y eso es lo que ocurre acá. Claire Forlani al menos es un lindo relleno que tiene mucha química con Jackie (aunque su mejor compañera en esta etapa hollywoodense es Jennifer Love Hewitt de The Tuxedo), pero lo de Julian Sands es atroz. Es teatral y agrio, demasiado serio con un papel que requería una clase de suprema sobreactuación en vez de susurros con voz nasal y acento afectado.

Si El Poder del Talismán no alcanza el limite de lo pasable es porque el libreto es horrible y el final es cualquier cosa. Si, si, las películas de Jackie suelen ser así pero al menos en las cintas chinas pelea y salta por los aires él solito sin ayuda de cables … un detalle que te deja con la boca abierta y que ha redimido toda su filmografía pero que acá, al estar ausente, solo te hacer rechinar los dientes por lo pésimo de la puesta en escena.