Crítica: Underwater, Amenaza en lo Profundo (2020)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2020: Kristen Stewart (Norah), Vincent Cassel (capitán), T.J. Miller (Paul), Jessica Henwick (Emily)

Director: William Eubank – Guión: Adam Cozad & Brian Duffield

Trama: La estación submarina Kepler 822 instalada en el fondo de la Fosa de las Marianas, a 11 kilómetros de profundidad, y dedicada a la extracción en masa de petróleo de las napas ocultas bajo el fondo del mar – acaba de ser sacudida por un terremoto. Hay secciones que han implosionado y solo un puñado de supervivientes ha llegado hasta el módulo de escape… donde ya no hay mas cápsulas. Con un daño estructural del 70%, es cuestión de minutos antes que la Kepler 822 se venga abajo, razón por la cual los supervivientes deben idear la manera de salir de la estación… y ello supone ir a ciegas – en el espeso y oscuro lecho marino de la mayor de las profundidades – hasta la barrenadora Roebuck, una estructura colosal que se encuentra a cientos de metros de distancia y que puede haber resistido los embates del terremoto. Pero, a medida que se aproximan a la enorme estructura, la gente de la Kepler empieza a darse cuenta de que no están solos y de que algo los acosa en las tinieblas del lecho marino. Algo voraz y gigantesco que la imparable perforación de la Roebuck ha liberado accidentalmente de su prisión después de millones de años de encierro.

Crítica: Underwater, Amenaza en lo Profundo (2020)

William Eubank: director de películas de ciencia ficción inteligentes, chiquitas… y nada memorables. Es el mismo de Love y La Señal, y ahora le tocó un presupuesto decente como para tener una caterva de FX y poder contratar a actores de renombre como Kristen Stewart (!) y Vincent Cassel. El drama es que el filme lo hizo para la Fox en el 2017, quedando atrapado en el proceso de absorción del estudio por parte de la Disney. Después de revisar proyectos y presupuestos que ya estaban en marcha la Disney / Fox decidió estrenarla sin pena ni gloria en Febrero 2020, el llamado “período de la muerte” que es donde los grandes estudios se sacan de encima los proyectos a los que no le tienen fe (o estiman que serán seguros flops), así vacían su agenda antes del período fuerte de estrenos en el verano norteamericano. Ocurrió con Dolittle y ocurre con Underwater, la cual recuperó apenas la mitad de sus 80 millones de dolares de presupuesto.

A primera vista esto parece otro clon de Alien pero en las profundidades – a lo Leviathan – pero pronto demuestra ser un animal de otra especie. Si bien hay bichos asesinos y corridas, esto se asemeja mas  a un filme de cine catástrofe setentoso  donde los sobrevivientes deben ir del punto A al B superando todo tipo de inclemencias sean escapando de túneles que colapsan, arrastrándose por pisos mojados o moviendo piedras para liberar gente atrapada. En vez de poner énfasis en superar el obstáculo de turno (como ocurría en La Aventura del Poseidón, que es el filme con quien comparte mayores características genéticas), el giro pasa por la exploración dramática de los protagonistas, en especial la curtida ingeniera que compone la Stewart. Sip, se parece mas a una estudiante de secundario que a una buzo experta pero la Stewart le pone ganas, armando un trasfondo donde aún está en duelo por un novio que se murió e intentando liderar a todos los heridos y paranoicos que componen la troupe de supervivientes.

En vez de ser un filme con gente hablando sandeces / latiguillos de “vamos a patearle el trasero al monstruo” / histeriqueos de todo tipo, Underwater se comporta mas como un drama supervivencialista con performances super sólidas (en especial el pragmático capitán que compone Vincent Cassel; lástima la inclusión de T.J. Miller como comic relief, desentona con el rumbo del filme tanto como si pasaran las uñas sobre un pizarrón). Esta gente inventa cosas, se consuela, arma planes desesperados sin mucha chance de que tengan éxito. En realidad la mayoría del filme se basa en escapar de la plataforma submarina que está colapsando, así que los bichos entran tarde en escena y sólo cuando esta gente se ve obligada a realizar una penosa caminata por el fondo del mar – los tipos están en el fondo de la Fosa de las Marianas, a 11 kilómetros de profundidad y usando unos trajes de buzo que serían la envidia de los space marines de Starcraft -.

Y es ahí donde el filme clava la nariz y arruina los méritos que había logrado.

¿Es que ocurren cosas estúpidas o cambia de tono?. NO. Simplemente es que no se ve… nada.  Eubank es muy bueno para crear climas y manejar actores pero pareciera que la escena submarina lo sobrepasa en cuanto a dotes técnicos. Todo es borroso, hay demasiados primeros planos – uno supone que Eubank no tuvo el presupuesto de dispuso James Cameron para Titanic, así que debe haber filmado en una pileta no muy grande y sin demasiados dolares para camuflar el tamaño de la misma aplicando escenarios CGI (es que ya hay muchos en el filme!), razón por la cual se la pasa filmando a diez centímetros de la cara de los actores – y la amenaza la ves sólo cuando está encima… en forma de un blur que se hace nítido durante una fracción de segundo. Es un problema serio porque se trata de una secuencia que debería ser estremecedora – estás caminando por un desierto en el fondo del mar, el agua es oscura y espesa y sentís que hay hordas de cosas que dan vueltas a tu alrededor -. (alerta spoilers) Incluso cuando el filme se mete en el tercer acto – donde vemos que la superperforadora ha desenterrado algo propio de la imaginación de H.P. Lovecraft (el mismo director ha admitido que se trata de Ctulhu) -, uno debería quedarse con la boca abierta y no lo hace. Me impresionó mas la visión fugaz de un megademonio caminando entre los edificios en Jeruzalem que el Godzilla infernal que Eubank tira el ruedo. Simplemente es confusión visual, no hay limpieza en los planos como para captar la amenaza (fin spoilers).

Como película de bichos asesinos en la onda Alien, Underwater, Amenaza en lo Profundo es – como dijo un comentarista en la IMDB – una gloriosa mediocridad. Tiene un montón de cualidades en cuanto a libreto y actuaciones, pero precisaba otro director para los FX y para el clima de terror. Está ok, pero debió ser mucho mas excitante.