Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 2009: Frank Cassini (Lawrence Shexnayder), Glenn Ennis (Justicia Encapuchada), Matt Frewer (Edgar Jacobi / Moloch el mistico), Ted Friend (Larry Culpeper), Carla Gugino (Sally Jupiter / Espectro de Seda), Stephen McHattie (Hollis Mason / Buho Nocturno)
Director: Eric Matthies , Guión: Hans Rodionoff, sobre material incluído en el comic Watchmen, creado por Alan Moore y Dave Gibbons
Trama: El programa de televisión The Larry Culpeper Minute presenta una retrospectiva sobre sus últimos diez años, y emite un especial llamado Bajo la Capucha, acerca del surgimiento de los primeros super héroes en la década del cuarenta en Norteamérica. El material del programa está basado en el libro autobiográfico escrito por Hollis Manson, quien tras años de silencio revelara su identidad secreta de Buho Nocturno. Durante el reportaje a Manson surgen muchos entretelones del nacimiento de los Minutemen, la liga de héroes que se formara durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Bajo la Capucha es el cortometraje que acompaña a la edición en DVD de Cuentos de la Fragata Negra, y se tratan de piezas promocionales para el megafilme Watchmen. Mientras que Tales of the Black Freighter es la versión animada del comic alegórico que Alan Moore incluía en la historieta original (y que por razones de tiempo y fluidez de la narración, Zack Snyder podara de la versión cinematográfica de Watchmen), Under the Hood es un falso documental que intenta representar todo el material apócrifo que Moore incluía en la tira.
Pero a decir verdad, Under the Hood es una oportunidad desperdiciada de poder ver en profundidad la trastienda del universo creado por Moore. Obviamente es una producción con un presupuesto muy reducido, en donde un par de actores del filme principal hacen algunos bolos, y unos cuantos secundarios tienen la oportunidad de expandir sus roles. El problema es que hay muy poca carne en este asado, así que todo resulta siendo más aparente que real. Hay una interesante reconstrucción de los estilos televisivos de los programas de la década del 70 y 80, incluyendo falsos avisos publicitarios y tomas de archivo. Pero ni la dirección ni el libreto logran hacer despegar el relato, y sólo queda como un tibio intento de hacer algo ingenioso con dos pesos.
El tema es que Bajo la Capucha promete mucho más de lo que realmente da. Los primeros diez minutos, con el detalle del surgimiento de los Minutemen, son interesantes. Pero después la historia no sabe cómo seguir y empieza a caer en redundancias. El guión podría dedicarse a desarrollar cómo surgieron la segunda camada de vigilantes (los Watchmen), la génesis del Dr. Manhattan, explorar el mundo de los super villanos o bien, entrevistar al senador Keene quien fuera el autor de la ley que prohíbe a los super héroes. No hace nada de ello, y empieza a caer en los lugares comunes de los documentales aburridos, donde la gente pasa minutos titubeando y diciendo obviedades. Pareciera que el libretista se hubiera decidido a estancarse en los Minutemen sin empalmar la historia hasta la actualidad, por miedo a revelar detalles de la trama de Watchmen.
Por otro lado, es interesante apreciar que la evolución de la suerte de estos super héroes de los años 40 es coincidente con la era dorada de los comics (Golden Age) y que, si bien en los cincuentas apuntaron al comunismo como potencial enemigo, se encontraron en crisis en los sesenta. En ese sentido, los Watchmen vienen a representar la Silver Age de las historietas, sólo que ubicados en un mundo menos fantástico y más cínico – la era plateada coincidió con un enfoque más violento y ligeramente más adulto, amén de promover la proliferación de super villanos y mundos paralelos, algo que es incompatible con el estricto realismo que Moore definió en la historieta -. Pero el documental es incapaz de desarrollarlo de modo decente; y, de hecho, es mucho más interesante el puñado de clips creado por Snyder como marketing viral (y que prolifera en Internet, como el aniversario del nacimiento del Dr. Manhattan) que todo el corto dirigido por Eric Matthies.
Bajo la Capucha es mediocre, simplemente porque no se anima a darle carnadura a un universo fascinante. No se precisan millones de dólares de presupuesto; un pequeño grupo de actores dando falsas entrevistas – pero con diálogos e historias interesantes – podría haber resultado en una experiencia sensacional, que despertara el hambre por conocer más sobre el mundo de los Watchmen. Así como está, sólo es material de relleno hecho con escasa creatividad.