Crítica: Los Caballeros: Criminales con Clase (The Gentlemen) (2019)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

4 atómicos: muy buenaRecomendación del EditorGB / USA, 2020: Matthew McConaughey (Michael Pearson), Charlie Hunnam (Ray), Michelle Dockery (Rosalind Pearson), Jeremy Strong (Matthew), Colin Farrell (entrenador), Henry Golding (Dry Eye), Hugh Grant (Fletcher)

Director: Guy Ritchie – Guión: Guy Ritchie, Ivan Atkinson & Marn Davies

Trama: Michael Pearson es único. Es un criminal yanqui que hizo carrera en los suburbios de Londres. Guiado por un particular código de ética, se ha convertido en el mayor proveedor de marihuana del Reino Unido. Ahora quiere jubilarse joven y está en tratativas para vender su negocio a un magnate llamado Matthew Bright. Pero lo que parecía ir sobre ruedas empieza a descarrilarse cuando atacan uno de sus lugares subterráneos de cultivo, y el nuevo participante en el juego es el hijo del jefe de la mafia china local apodado Dry Eye. Y mientras una guerra estalla entre las partes, el retorcido reportero Fletcher intenta extorsionar a Pearson a través de su fiel secretario y mano derecha Raymond Smith. Es que Fletcher sabe que nada es lo que parece y que Pearson como Dry Eye están siendo manipulados por alguien que quiere apoderarse del negocio de la marihuana de manera hostil. ¿Pero Fletcher está diciendo la verdad?. ¿O sólo es un hábil mentiroso que sabe como manipular a los alfiles de este sangriento juego de ajedrez?.

Crítica: Los Caballeros: Criminales con Clase (The Gentlemen) (2019)

Wow. No, no es el filme mas coherente del mundo pero, para lo que uno vive en este momento, es lo que recetó el doctor. Guy Ritchie aka “el Tarantino inglés” vuelve a las andadas con una de mafiosos british. La novedad es que importa a Matthew McConaughey y lo rodea con un cast británico de lujo. Con dialogo chispeante y rítmico, mucha puteada creativa, personajes bizarros y muertes inesperadas The Gentlemen es el show del momento. Te sorprende, te hace reír y quedás shockeado con alguna que otra muerte sorpresiva.

Pero The Gentlemen no es lo mejor de Ritchie y la cuestión pasa por el libreto. Mete muchos vericuetos raros, en el tercer acto aparecen personajes salidos de la nada (sobre todo cuando el filme amenaza con terminar al estilo de The Long Good Friday, clasicazo de los 80’s) y los Deus Ex Machina abundan. Eso no quita que uno le perdone la vida porque la película entretiene y un montón.

Mientras que McConaughey rebosa de machismo texano, lo que sorprende es el cast de secundarios, muchos de los cuales están en roles against type y devoran la pantalla con gusto. Por ejemplo el eterno pasmado Charlie Hunnam, que acá hace de la cerebral mano derecha de McConaughey y tiene su cuota de momentos para lucirse (aunque la escena en donde van a rescatar a la adolescente drogadicta se hace eterna con sus discursos); Henry Golding, dejando de lado por un momento su rol de galán romántico y demostrando que puede ser tan retorcido y malo como él quiere; un lascivo Jeremy Strong; pero los platos fuertes pasan por Michelle Dockery (¿quién dijo que las mujeres de Downton Abbey no pueden putear y ser sexys?) y, especialmente, Collin Farrell y Hugh Grant. Mientras que lo de Farrell es super peculiar – es un entrenador de box que rehabilita a adolescentes descarriados con su particular filosofía de vida y, para no desatar la ira de McConaughey por un moco que se mandaron, termina enrolándolos como matones, todo lo contrario a sus nobles intenciones altruistas! -, la parte del león le toca a Grant, un reportero sucio, amoral, pansexual – el tipo no duda en tirarle indirectas a Hunnam, a su jefe o a quien sea con tal de tener un poco de acción -, quien intenta chantajear a McConaughey vía su secretario Hunnam, y termina armando un voice over tan colorido y creativo que termina siendo lo mejor de la película. No solo al describir a la gente y su accionar – el tipo sabe de todo y sabe de una conspiración para arruinarle el negocio de plantaciones de marihuana a McConaughey -, sino que emplea métodos super creativos para explicar las etapas de su chantaje, como una filmación secreta en donde no hay audio (aunque él si puede leer los labios) y Grant le inventa el doblaje… de la manera mas ridícula posible. Lo de Grant es fenomenal.

Con mucho ritmo, humor, una tonelada de tomas super originales – marca registrada de Ritchie -, acción a raudales y excelentes performances, The Gentlemen es un sólido entretenimiento (entrar a profundizar la trama es arruinar la sorpresa de los diálogos chispeantes). No, no es un clásico ni se acerca a lo mejor de Ritchie – como Juegos, Trampas y Dos Armas Humeantes – pero te divertís como loco durante un buen rato… aunque la historia termine haciendo agua cuando se acerca a la meta.