Crítica: El Hombre Araña 3 (Spiderman 3)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2007: Tobey Maguire (Peter Parker / Spiderman), Kirsten Dunst (Mary Jane Watson), James Franco (Harry Osborn / nuevo duende verde), Thomas Haden Church (Flint Marko / Sandman), Topher Grace (Edward Brock Jr / Venom), Bryce Dallas Howard (Gwen Stacy), Rosemary Harris (Tía May), J.K. Simmons (J. Jonah Jameson), James Cromwell (Capitán Stacy), Mageina Tovah (Ursula Ditkovich), Elya Baskin (Mr Ditkovich), Dylan Baker (Dr Connors), Bruce Campbell (Maitre del restaurant), Theresa Russell (Emma Marko), Cliff Robertson (Tío Ben), Ted Raimi (Hoffman)

Director: Sam Raimi, Guión: Ivan Raimi, Sam Raimi & Alvin Sargent, basado en el comic creado por Steve Ditko & Stan Lee, Musica – Christopher Young, basado en temas de Danny Elfman

Trama: Peter Parker se encuentra viviendo en la gloria, gracias al reconocimiento masivo que Nueva York le hace a su alter ego, Spiderman. Además se encuentra en planes de casarse con Mary Jane Watson, su novia de la niñez. Pero Harry Osborn ha descubierto el escondite de las armas de alta tecnología de su padre Norman – el Green Goblin original – y decide vengarse de Parker. En el enfrentamiento sufre un accidente y pierde la memoria temporalmente. Mientras tanto las cosas empezarán a desbarrancarse para Parker cuando se pelee con Mary Jane por una cuestión de egos, además de que el supuesto asesino de su tío Ben, Flint Marko, se ha fugado de la cárcel y, debido a un accidente nuclear, se transforma en una criatura hecha de arena conocida como Sandman. Y, cómo si fuera poco, un organismo simbionte del espacio exterior contagia a Parker, acentuando la personalidad agresiva de éste, y después se traspasa a Eddie Brock, el fotógrafo rival de Parker en el Daily Bugle, convirtiéndole en un poderoso enemigo conocido como Venom. Venom y Sandman unirán sus fuerzas contra Spiderman y todo parece perdido para Arañita. Y lo que es peor, Norman termina por recuperarse de la amnesia y también ansía la muerte del super héroe.

Spiderman 3 Spiderman es posiblemente el superhéroe más carismático de todos los tiempos, surgido de las páginas de la Marvel Comics en Agosto de 1962 gracias a los dibujos de Steve Ditko y los guiones del patriarca del género, Stan Lee. El personaje fue adaptado numerosas veces a la TV en forma de dibujos animados, y también tuvo una tristísima serie con actores en 1977. Recién en el 2002 llegaría en gran forma a la pantalla grande de la mano de un fan del comic como es Sam Raimi. Bajo la dirección de Raimi se desarrollaría la buena Spiderman (2002) y la excelente Spiderman 2 (2004). Esta es la tercera entrega de la saga, donde supuestamente se concluye una trilogía sobre el personaje.

Y decimos supuestamente porque difícilmente los estudios puedan abandonar una mina de oro como ésta. Además son de esas trilogías que surgen de la nada, y que sólo se mencionan cuando se lanza el tercer capítulo, algo similar a lo sucedido con X Men. A uno le da la impresión que los anuncios de conclusiones de trilogías suenan a jugadas de marketing, o bien de un pedido de disculpas camuflado ya que los creativos no se encuentran muy seguros del resultado final del film. X Men 3: The Last Stand es la más floja de las entregas en su saga, y algo parecido sucede con Spiderman 3.

Como obra, Spiderman 3 es más interesante y movida que la primera Spiderman. Pero es una película muy desprolija. Hay momentos geniales y otros bochornosos, y es difícil poder dar una valoración final. Los choques entre el Hombre Araña y sus diferentes enemigos están filmados de modo impecable, y Raimi demuestra que es el hombre adecuado para rodar acción. Tienen tensión y emoción. Pero los problemas comienzan fuera de las escenas de acción, donde el guión tiene agujeros enormes de lógica en varias de sus sub tramas, cuando no avanza a los saltos en la historia.

Otra de las impresiones que da Spiderman 3 es que es un producto que tuvo un parto complicado. Por un lado Raimi se apodera de la producción, haciéndose cargo con su hermano Ivan del guión, y alejando a gente talentosa que podría haber asegurado un nivel de calidad y coherencia mínimos (como David Koepp, escritor del Spiderman original). Incluso el socio de aventuras de Raimi, Danny Elfman, se aparta del film por diferencias creativas. Y si Sam e Ivan no son suficientemente talentosos como para dar con un guión pulido y de tiempos medidos, se le suma a esto que los estudios se meten directamente en el producto, forzando la inclusión de Venom en la trama. Pareciera que hay demasiados egos y demasiados manos en el mismo plato, lo que culmina con una película despareja.

Obviamente la historia del nuevo Green Goblin y la venganza de Harry Osborn debía culminar en este filme. Pero como el guión es realmente complicado y extenso en la cantidad de historias y personajes, la trama de la venganza de Osborn queda sepultada. Le falta la estatura épica que merecía. Por el contrario, el libreto parece padecer de las mismas manipulaciones de Joss Whedon en Serenity, donde el libretista dice “ya avanzamos con este personaje, ahora lo eliminamos o congelamos y seguimos con otro”. La amnesia de Harry Osborn es absurda y es un obvio recurso del guión para no atosigarse y poder seguir con otra historia. Además el gran gran problema (sí, dos veces gran) es que el libreto incluye demasiados villanos – el gran problema del cine de superhéroes, desde Batman Regresa hasta ahora – , como si uno no fuera suficientemente interesante para mantener interés en el film. Y entonces todos los personajes quedan cortos de tiempo para sus historias particulares, cuando no se apiñan entre sí.

El ejemplo obvio es Venom, que es un villano que sobra. La trama del personaje está mal, va muy a los saltos, y cuando por fin pasa a Eddie Brock, los motivos de éste para atacar a Spiderman suenan infantiles. Le falta profundidad, estatura, amenaza. Lo de Venom podría haberse podado olímpicamente de la historia para darle aire al resto.

Y así como pasa con Venom, pasa con otros personajes históricos de la historieta, que acá se incluyen como cameos extendidos. Gwen Stacy – en el comic, la primera novia de Peter Parker – tiene una participación realmente patética, así como el personaje del Capitán Stacy, donde Bryce Dallas Howard y James Cronwell están totalmente desperdiciados. Incluso los habituales de la serie, cuando disponen de tiempo de escena, se debaten en tramas ridículas. La relación entre Peter y Mary Jane acá está desarrollada a un nivel detestable; Mary Jane parece una cretina ególatra que sólo está viva cuando tiene cartel y que ante el primer problema le pone los cuernos a Peter. Y Parker, por otro lado, mantiene la torpeza del personaje pero cuando es poseído por el simbionte y juega su lado malo es enormemente ridículo. Ver a Tobey Maguire haciéndose el banana por las calles de Nueva York, o la secuencia en el club de Jazz terminan por dar lástima y uno siente verguenza ajena por el actor.

Además de la tía May, el formidable J. Jonah Jameson o el cameo hilarante de Bruce Campbell como el maitre del restaurant donde Peter le va a proponer matrimonio a Mary Jane (todos ellos, ladrones de escenas), el único que se salva de la quema es Thomas Hayden Church. Church actúa con mayor intensidad sus escenas que el resto, le da un costado humano al personaje, e incluso cuando es transformado en Sandman por primera vez la escena tiene un lirismo impecable. Descubriendo sus poderes, intentando agarrar con la mano el medallón con la foto de su hijo (y escurriéndose entre sus dedos de arena), es realmente brillante. El problema del personaje no pasa por Church (que es excelente), sino porque el guión se desmorona sobre el final del film. No sabemos nada más sobre lo que pasa con la salud de su hijo, o qué va a hacer Sandman, y si bien termina por dar disculpas – ya que es inocente -, la resolución es algo anticlimática.

Es una película muy entretenida cuando se trata de acción, pero salvo Sandman el resto de los personajes principales se porta de modo horrible. Tanto la crítica como el público reaccionaron de modo muy contradictorio, con gente a favor y en contra – especialmente la platea, donde una gran mayoría quedó enojada con el film -. Sigue siendo una buena película dentro de todo, pero no la película formidable que todos esperaban. En este verano norteamericano de grandes secuelas (Piratas del Caribe 3, Shrek 3, Live Free or Die Hard), ninguna de las mismas ha resultado estar acorde a las expectativas. Y Spiderman 3 no es la excepción.

EL HOMBRE ARAÑA

La saga moderna de Spiderman se compone de: Spiderman (2002), Spiderman 2 (2004) y Spiderman 3 (2007). El Sorprendente Hombre Araña (2012) es el reboot de la franquicia y el comienzo de una nueva trilogía (que quedaría inconclusa), seguida por El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro (2014). En el 2017 Marvel tomaría las riendas del personaje y lo integraría al MCU, comenzando con su participación en Capitán América: Guerra Civil (2016) y siguiendo con sus aventuras en solitario Spiderman: Regreso a Casa (2017) – Spider-Man: Lejos de Casa (2019) – Spider-Man: Sin Camino a Casa (2021). Sony armaría un universo cinemático propio (Spiderverse) a partir de los villanos del Hombre Araña (aunque sin mencionar a este) en el 2018, comenzando con Venom (2018) – Venom: Carnage Liberado (2021) – Morbius (2022) – Madame Web (2024). En el 2018 llevaría a la pantalla grande una aventura animada con la versión de Miles Morales del personaje en Spider-Man: Un Nuevo Universo (2018)