Crítica: La Hora del Vampiro (Stephen King´s Salem´s Lot) (1979)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 1979: David Soul (Ben Mears), James Mason (Straker), Lance Kerwin (Mark Petrie), Bonnie Bedelia (Susan Norton), Lew Ayres (Jason Burke), Ed Flanders (Dr Bill Norton), Kenneth McMillan (Sheriff Parkins Gillespie)

Director: Tobe Hooper, Guión: Paul Monash, basado en la novela homónima de Stephen King

Trama: El escritor Ben Mears regresa a su pueblo natal de Salem´s Lot para redactar un libro sobre la mansión Marsten. La misma posee fama de estar embrujada y todos sus dueños han perecido en extrañas circunstancias. Además, el mismo Mears ha sido testigo de apariciones fantasmales cuando era niño, y ahora ha decidido confrontar dichos miedos. Pero ahora la mansión Marsten ha sido adquirida por Straker, un anticuario inglés decidido a radicarse en el pueblo. Straker y Mears chocan inmediatamente cuando el inglés descubre al escritor merodeando por la mansión. Y la situación se volverá más extraña cuando Straker recibe una enorme caja procedente de Europa, tras lo cual la cantidad de decesos en extrañas circunstancias aumentará notablemente en Salem´s Lot. Mears terminará por descubrir que Straker es el guardián diurno de un ancestral vampiro llamado Barlow, el cual ha comenzado a depredar al pueblo y ha convertido a sus víctimas en vampiros. Y el escritor, con la ayuda de un puñado de aliados, deberá intentar detenerlo.

Salem´s Lot (La Hora del Vampiro) (1979) Esta miniserie posee el merito de ser la segunda adaptación fílmica de una obra de Stephen King, tras el suceso de Carrie (1976) de Brian De Palma. Dirigida por Tobe Hooper (en su segundo trabajo en Hollywood tras el hit The Texas Chainsaw Massacre de 1974), la miniserie se convirtió en un enorme suceso y contribuiría a disparar toda una euforia de adaptaciones de obras de King, tales como El Resplandor (1980), Christine (1983), Cujo (1983), La Zona Muerta (1983) … y un larguísimo etcétera que llegaría hasta nuestros días. Lo cierto es que se trata de una de las mejores versiones del autor, aunque el mismo King renegara de los cambios hechos en la historia y terminara por producir su propia remake en el 2004.

Posiblemente los principales factores del éxito de Salem´s Lot (y su permanencia en el tiempo) se deban a que los cambios introducidos por los productores han realzado la obra y, a su vez, el material de King todavía era fresco – 30 años después uno ya está saturado de Stephen King, de sus pueblitos de Maine en donde llega alguien fuera de lo común y desata los sobrenatural -. El problema con King es que ha reciclado hasta la saciedad los mismos esquemas narrativos y escenarios que aparecían en sus primeros libros – prácticamente no hay diferencia entre Salem´s Lot y Needful Things (1993) -. Pero aquí los giros de tuerca todavía eran novedosos, y la historia se encuentra amplificada por una parva de muy buenos diálogos escritos por Paul Monash.

Si uno revisa los hechos con un ojo cínico, verá que hay mucha artificialidad en el origen de la historia – el escritor viene confrontar sus miedos infantiles sobre la mansión embrujada de su pueblito natal, la cual está en manos de un vampiro y su ayudante -. Toda la trama de la maldición de la mansión Marsten y sus fantasmas dura apenas cinco minutos, y lo que sigue es el desarrollo de la llegada del vampiro al pueblo (que será un coto de caza más discreto pero también más pobre en presas – al final de la miniserie, Barlow ha depredado la mayoría del pueblo en menos de una semana -). Los personajes tienen un buen desarrollo y van creciendo con el tiempo, lo que no impide que haya un par de escenas bordeando lo ridículo, como el encuentro inicial entre David Soul y Bonnie Bedelia (siglos antes de Duro de Matar), o Soul confrontando a James Mason en su negocio de antigüedades con parlamentos que parecen sacados de un filme serie B de los años 50 (“cada madera y cada clavo de esa mansión están poseídos por el mal”). Todo esto resulta perdonable gracias a un puñado de buenas performances, especialmente la de James Mason que se transforma en un Renfield más siniestro que el propio Drácula. Es particularmente delicioso el duelo verbal entre Mason y Kenneth McMillan (el barón Harkonnen de Duna) cuando el comisario sondea al anticuario por el niño desaparecido.

Y a su vez está Tobe Hooper, quien logra proveer muy buenas escenas (y sobresaltos) teniendo en cuenta que éste es un producto para TV bastante sanitizado. Los vampiros se ven impresionantes, y eso que sólo tienen algo de maquillaje y unos alucinantes lentes de contacto (que resultan más efectivos que la parva de efectos y CGI que Hollywood ha disparado en los últimos 20 años). Quizás el grado de shock que poseen estas criaturas pase por el punto de que son realmente implacables – acá mueren niños y destrozan personas sin la menor consideración -. Las cosas se ponen mucho mejor cuando aparece el vampiro maestro, Barlow, claramente modelado sobre el Nosferatu de Murnau (e interpretado por Reggie Nalder, un tipo con el rostro lleno de cicatrices y que se pasó toda su vida interpretando villanos como, p.ej., en El Embajador del Miedo). Es un demonio silente y estremecedor, y es mucho mejor que el Barlow del libro (que estéticamente se parece más al Drácula de Lugosi y se la pasa hablando).

Quizás el mayor punto en contra (y dependiendo de la versión) tenga que ver con el último acto, en donde hay unos saltos narrativos impresionantes como si media hora de filme se hubiera quedado en el piso del cuarto de edición. En realidad ya la miniserie tenía problemas de sincronización de historias – da la impresión que hay sucesos que deberían transcurrir a la par de otros y terminan siendo narrados con posterioridad -, pero en el último tercio da unos repingos enormes. De la nada tenemos una reunión en la casa de los Petrie, y Barlow hace un formidable acto de presencia; y, del mismo modo, está la concientización masiva de los protagonistas de que el responsable de todo debe ser un vampiro (el caso ejemplar es la invitación a dormir que le realiza Lew Ayres al enterrador del cementerio, en donde el pedido masivo de cruces surge de manera completamente inesperada). Algo se perdió por el camino y afecta la credibilidad de esa parte.

Pero aún con esos problemas narrativos, Salem´s Lot es una miniserie formidable. Es memorable y no tiene puntos flacos en su equipo creativo. Sin dudas es una de las mejores adaptaciones de Stephen King, a pesar de que el escritor reniegue de la misma en un rapto de narcicismo literario.

STEPHEN KING

Otras adaptaciones de Stephen King comentadas en este portal: Carrie (1976) – La Hora del Vampiro (1979) – El Resplandor (1980) – Creepshow (1982) – La Zona Muerta (1983) – Christine (1983) – Llamas de Venganza (1984) – 8 Días de Terror (1986) – Graveyard Shift (1990) – It! (1990) – El Hombre del Jardin (1992) – Los Tommyknockers (1993) – La Tienda de los Deseos Malignos (1993) – Los Langoliers (1995) – El Aviador Nocturno (1997) – La Tormenta del Siglo (1999) – Dreamcatcher (2003) – Salem´s Lot (2004) – 1408 (2007) – La Niebla (2007) – El Cadillac de Dolan (2009) – Carrie (remake 2013) – La Torre Oscura (2017) – It (2017) – Cementerio de Animales (2019) – It: Capítulo Dos (2019) – En la Hierba Alta (2019) – Doctor Sleep (2019)