Crítica: Nadie (Nobody) (2021)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2021: Bob Odenkirk (Hutch Mansell), Aleksey Serebryakov (Yulian Kuznetsov), Connie Nielsen (Becca Mansell), Christopher Lloyd (David Mansell), RZA (Harry Mansell)

Director: Ilya Naishuller – Guión: Derek Kolstad

Trama: Hutch Mansell es un anónimo empleado contable que trabaja en la metalúrgica de su suegro. Sus hijos lo ignoran, sus parientes políticos piensan que es un pelele y hace rato que las cosas se han cortado con su esposa Becca. Pero un día la irrupción de unos ladrones en su casa termina por cambiar las cosas. Es que los ladrones se han llevado una pulserita que era de su hija y, sumido en la frustración de su aburrida y despreciada vida, Hutch está decidido a romper todas las reglas y descargar todo su enojo e impotencia. Pero las cosas no salen como lo previsto y, en el camino, Hutch se topa con una pandilla de rusos borrachos que molestan a todos en el autobús en el que viaja. De pronto el anónimo cincuentón se transforma en una máquina de quebrar huesos y partir cráneos, dejando a la pandilla en la sala de terapia intensiva del hospital. Pero uno de los mafiosos es el hermano menor de Yulian Kuznetsov – el tesorero de la mafia rusa de la ciudad – y, al enterarse, está decidido a cobrar venganza de la manera mas sangrienta posible. ¿Pero quién es este Don Nadie que vive en el anonimato y que parece poseer los talentos secretos que solo los mas entrenados sicarios profesionales manejan?.

Crítica: Nadie (Nobody) (2021)

-¿Dónde está la maldita pulserita de gato, motherf#@%???

No puedo describirles el placer de ver algo como Nobody en estos momentos. Quizás lo mas parecido sea haber pasado años en una isla como náufrago (a lo Tom Hanks) y después despertarse de un día para el otro en una dulcería. Traigan el balde mas grande de pochoclo que tengan a mano y disfruten como unos bobos una de acción disparatada, chistes inusuales y tripas por doquier con el héroe mas inesperado de todos: un comediante sesentón fuera de estado pero impecable en el rol, demostrando que cualquiera puede hacer gloriosamente una de acción si está dirigido como los dioses.

El argumento tiene cero originalidad – esto es John Wick 1.1 + Mi Pobre Angelito -. El que escribe esto es uno de los papás de Wick mientras que el director es el ruso de Hardcore Henry. El combo calza de locura, ya que Naishuller usa la edición rápida – 50 cortes por segundo – con fines super cómicos demostrando que un buen director de acción puede ser un gran director de comedia. La secuencia inicial – con la aburrida rutina diaria de Bob Odenkirk repitiéndose ad eternum – me hace acordar a la secuencia romántica abreviada de Rocknrolla entre Gerard Butler y Thandie Newton. Y eso ya te pone de humor para lo que sigue. Odenkirk es otro sufrido contable que nadie toma en cuenta, un tipo anónimo que viaja en colectivo, su mujer no le da bola, sus hijos lo ven chato y sus parientes políticos tratan como un ñoño. Te das cuenta de que hay algo mas en ese tipo aburrido cincuentón pero no sabés que es. Cuando al flaco le entran a robar la casa – y tiene la oportunidad ideal de despachar a los ladrones debido a que es muy bueno atacando en la oscuridad -, decide dejarlos ir. Pero ese sentimiento de impotencia dura poco porque un día se decide ir a buscar a los cacos y darle el merecido que les debe, solo que fuera del hogar. Las cosas no salen como lo esperado y, ups!, en el camino se le cruza una pandilla de matones rusos. El tipo no es exactamente John Wick – un maestro de la letalidad – sino mas bien una fuerza imparable que recibe tanto como da. Lo aporrean mucho pero despacha a los tipos… y los flacos terminan siendo empleados / familiares de un gran capo ruso, el cual clama venganza. Oh, si, veamos: rusos que se meten con el tipo equivocado: chequeado. Un tipo anónimo que resulta ser un super asesino: chequeado. Su casa es una trampa y hay una fortuna / arsenal escondido: chequeado. Un asesino retirado que vuelve a la acción: chequeado.

Si esto se siente diferente de John Wick es por la gracia de Odenkirk, que es un tipo común y silvestre y te genera mas simpatía que temor. Teóricamente Odenkirk sufrió una invasión de su casa en la vida real – el tipo terminó encerrando a los ladrones en el sótano y llamó a la policía – y se quedó con la espina de lo que hubiera pasado si hubiera tenido el entrenamiento adecuado y le hubiera podido patear el trasero a los intrusos. Llamó a Derek Kolstad, le tiró la idea y estuvo dos años entrenando para no moverse como un geronte. El resultado final es su fantasía hecha realidad.

No pidas realismo o coherencia, acá la cosa está en disfrutar las balaceras coreografiadas como los dioses, el gran ritmo, el humor negro (sobre todo las deliciosas salvajadas que hace el capo mafia ruso que compone Aleksei Serebryakov), y toda la parva de sorpresas que director y guionista reservan para el público – en especial respecto de la familia ficticia de Odenkirk -. Hay poco que relatar y mucho que recomendar, cosa que la sorpresa no se pierda. Y por lo pronto he aquí otra franquicia en ciernes que apoyo desde el vamos, ya que esto es como agua en el desierto, algo que recomienda el médico para levantar el espíritu en estos momentos aciagos.