Crítica: Night of the Eagle (Arde, Bruja, Arde!) (1961)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

4 atómicos: muy buenaGB, 1961: Peter Wyngarde (Norman Taylor), Janet Blair (Tansy Taylor), Margaret Johnston (Flora Carr)

Director: Sidney Hayers – Guión: Charles Beaumont & Richard Matheson, basados en la novela Conjure Wife de Fritz Leiber

Trama:  Norman Taylor acaba de comenzar a trabajar en una universidad en calidad de nuevo profesor de sicología. Taylor es ateo y pragmático y su primera clase trata sobre la falacia de las supersticiones en el mundo actual. Lo que Taylor no sabe es que su esposa Tansy es una bruja – cuando Norman tuvo un serio accidente en un viaje al Caribe ella tomó clases con un curandero en Vudú y magia negra, haciendo hechizos de todo tipo para que su marido se recuperara de lo que parecía ser una situación de salud insalvable -, y que ha regado amuletos de todo tipo en su casa para evitar que la envidia de los otros profesores los afecte. Al descubrir los amuletos Norman obliga a Tansy a destruirlos en su totalidad… pero pronto las desgracias comienzan a sucederse y los Taylor terminan sumidos en una auténtica pesadilla. Y aunque Norman no quiera – o no crea – ahora deberá investigar y descubrir quién es el que los está dañando… alguien que está usando magia negra y que pertenece a la universidad, y que solo desea ver al feliz matrimonio sumido en la ruina y destruidos emocionalmente.

Crítica: Night of the Eagle (Arde, Bruja, Arde!) (1961)

Conjure Wife es una novela fantástica de Fritz Leiber que data de 1943. La obra resultó ser suficientemente popular para tener tres adaptaciones – una que data de 1944, y una versión cómica con el insufrible Richard Benjamin en 1979 -. Esta es la segunda de las versiones llevadas al cine, y la que se considera la mejor de las tres hasta el punto que varios la catalogan como mini clásico.

En realidad La Noche del Aguila / Burn, Witch, Burn tiene como novedad tratar con seriedad (en este caso) el tema de la brujería en el mundo moderno. Es un punto de vista bastante realista – todos o hemos hecho o conocemos a alguien que practica una cábala / posee un talismán o incluso hace algún rito seudo pagano para protegerse o evitar que la envidia / el mal lo afecte -. Llámese tirar un pan de jabón arriba del techo para cortar una tormenta fuerte o plantar Ruda para que los demás no te envidien… o cosas aún mas raras y cuya fuentes de influencia va desde las supersticiones de los inmigrantes hasta versiones locales de ritos de Macumba provenientes de Brasil. Acá todo eso está bastante mas fundamentado – la esposa de Peter Wyngarde aprendió rituales de un curandero durante su última visita a Haití – y, como es devota a su cónyuge, no quiere que su brillo profesional sea opacado por los celos de sus compañeros de cátedra de la universidad en donde ha comenzado a trabajar. El drama con esto que Wyngarde – un sicólogo totalmente contrario a todas estas creencias – justo descubre la caterva de amuletos y talismanes que su mujer ha sembrado en la casa y la fuerza a incinerarlos. Lo que sigue es la sarta de desgracias que Wyngarde y esposa deben sufrir al quedar desnudos y con la cola al viento frente a una horda de fuerzas malignas que intentan destruirlos.

Quizás lo mas inteligente del scriptdonde el capo Richard Matheson ha metido mano – sea que todo esto no tiene nada que ver con demonios o satanismo, sino que es gente usando magia negra para su provecho (o su propia defensa en el caso contrario). Janet Blair es una protectora a rajatabla de su esposo, no alguien que produce el mal para que éste solo ascienda en su carrera. Y todo lo que sigue se debate entre la ilusión, el paganismo profundo o la virtual aceptación de que lo que ocurre es verdad. Hay accidentes, gente poseída, ilusiones de todo tipo – la principal, que figura en el clímax, tiene que ver con la dichosa águila que representa el escudo de la universidad, que cobra vida y persigue al protagonista -. Y todo el proceso – que pondrá a la pareja al borde de la muerte – no sirve mas que para que Wyngarde termine por tragarse sus palabras y acepte que la magia realmente existe. La historia incluso se transforma en un whodunnit virtual ya que en un momento Wyngarde debe empezar una investigación para descubrir quién es la persona responsable de todas sus desgracias.

Night of the Eagle es inteligente e intensa, pero el final se debate entre accidental o abierto (¿lo que pasa al final es un contraataque de Janet Blair o es simplemente un chiste negro del destino, castigando a aquellos que han osado usar fuerzas mas allá de su comprensión para su propio beneficio?). Las performances son muy buenas – Peter Wyngarde es apuesto e intenso; es super gracioso que semejante actor se haya metamorfoseado en un mamotreto como fue Jason King (una serie británica de fines de los 60s) con pelo largo, camisas fucsias abiertas hasta el ombligo, gigantescos medallones de oro sobre el pecho peludo y un bigote a lo Village People que te mata (teóricamente Mike Myers tomó la estética de Jason King para crear la de Austin Powers) -, y la fotografía blanco y negro hace al clima. Es una película sólida y entretenida, algo dificil de conseguir, pero que vale la pena buscar.