Crítica: Nacido Para Ser Rey (2019)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

3 atómicos: buenaUSA / GB, 2019: Louis Ashbourne Serkis (Alex), Denise Gough (Mary), Dean Chaumoo (Bedders), Tom Taylor (Lance), Angus Imrie (Merlin joven), Patrick Stewart (Merlin viejo), Rebecca Ferguson (Morgana)

Director: Joe Cornish – Guión: Joe Cornish

Trama: La vida de Alex dista de ser la mejor. Sus padres están divorciados, él es un nerd y es acosado todo el tiempo por los bullys del colegio – Lance y Kaye -. Pero un día se mete con su mejor amigo Bedders en una obra en construcción y descubre una espada clavada en uno de los escombros. Bromeando entre ellos, enorme será su asombro al descubrir que sólo Alex puede sacarla y volver a clavarla. Convencidos de que se trata de Excaliburla mítica espada del Rey Arturo – comienzan a buscar información de todo tipo en las bibliotecas para saber mas sobre ella. Mientras tanto el hecho de que Excalibur haya vuelto a la vida – en manos de otro elegido para ser héroe – ha despertado a la bruja Morgana, la cual comienza lentamente a deshacerse de la prisión mágica en la cual estuvo encarcelada durante siglos. A su vez Merlín ha detectado a Alex y Excalibur y, tomando la apariencia de un estudiante de secundario, se aparecerá frente al chico y su tímido amigo a advertirle de que Morgana está en camino y de que, si no la derrota, el mundo caerá en sus malvadas manos desatando un infierno sobre la Tierra. Con un entrenamiento de emergencia por parte de Merlín, Alex deberá reclutar a sus propios caballeros de la mesa redonda y organizar un ejército para enfrentar a Morgana y sus acólitos infernales antes de que sea demasiado tarde.

Crítica: Nacido Para Ser Rey (2019)

Nacido Para Ser Rey es una genial revitalización de los mitos arturianos, justo cuando éstos parecían agotados y carentes de toda posibilidad de ser excitantes nuevamente (¿cuánta adaptación bastarda de los mitos hemos visto en los últimos tiempos?; comenzando con el horror de Avalon High y siguiendo con la versión disparatada de Guy Ritchie…). Parece estúpido que algo tan obvio – ser noble como para poder sacar la espada hechizada de la piedra – se vuelva emocionante cuando lo hace un niño. Quizás tenga que ver con que Louis Asbourne Serkis – sip, el hijo de Gollum con un aire similar en su rostro – sea un excelente actor y dispara sus lineas con gran convicción… mucho mas de la que el libreto precisa.

Si Serkis desborda carisma con este pibe hijo de divorciados, nerd, algo regordete y perdedor que posee un espíritu indomable y gran nobleza, el otro que le hace frente es Angus Imrie, el que descolla como Merlín. Flacucho, con un cogote de dos metros, genio distraído, charlatán y sacador serial de conclusiones erróneas sobre el mundo moderno, el pibe tiene todo para hacer una enorme carrera… lástima que el libreto insiste en trocarlo de vez en cuando por Sir Patrick Stewart como para mostrar un Merlín viejo acorde a la leyenda aunque sea por dos segundos (pero que resulta ser un efecto sumamente distrayente; nunca parece ser el mismo personaje con dos edades distintas). Hubiera sido mejor no contratar a Stewart y dejar a Imrie solo, ya que el flaco se carga la película al hombre él solito con mucha prestancia y con la ayuda de Serkis. Incluso tiene unos geniales trucos de manos como para mostrar hechicería de manera práctica sin apelar a los escudos circulares de fuego como a los que nos tiene acostumbrados el Doctor Strange o Constantine.

Si Serkis se porta como un héroe aplomado – y el libreto le tira ocurrencias de todo tipo, sea comprar replicas de armaduras en tiendas de imitaciones históricas, clavar la espada en otra piedra mientras hace una diligencia (total, nadie mas la puede sacar) o cabalgar montado en un pony -, donde el guión se despeña es a medida que se acerca al final y la credibilidad empieza a crujir. Estos no son mas que cuatro pibes de primaria (ni siquiera los 12 caballeros de la mesa redonda) y, para enfrentar hordas y hordas de infernales muertos vivientes que lo acosan, Serkis se ve obligado a reclutar a sus compañeros de escuela como su ejército, propuesta que aceptan con la condición de que la directora (embrujada, off course) les dé el día libre. Eso sin contar con el entrenamiento express de ataque y defensa con espadas y escudos que les da Merlín en las menos de dos horas que faltan hasta que los muertos vivientes asalten la escuela como si fuera un castillo. El libreto también se manda otras patinadas como que Serkis se haga amigo del bully que lo acosaba en el colegio, o los momentos muertos del acto 2 durante el peregrinaje de los chicos a la isla de Cornwall.

Nacido Para Ser Rey es una linda aventura infantil que no llega con gloria a la meta por desprolijidades del guión. Cuando se enfoca en los mitos arturianos descolla, pero cuando choca con la realidad no sabe como acomodarla – como que estos niños se fueron por ahí durante dos días sin que la policía o ningún adulto haya puesto el grito en el cielo o intente capturarlos, o que sus compañeros acepten ser guerreros y arriesguen sus vidas contra una amenaza sobrenatural formidable a costa de tener el día libre de clases – y se precisa un montón de suspensión de la credibilidad para darle el visto bueno cuando llega el tercer acto. Le faltaba otro golpe de horno para pulir unas cuantas cosas con lo cual queda como una aventura que me atrevería a recomendar… aunque con ciertas reservas para esas escenas en donde uno queda con los ojos en blanco.