Crítica: Jigsaw: el Juego Continúa (2017)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

2 atómicos: regularUSA, 2017: Matt Passmore (Logan Nelson), Callum Keith Rennie (Detective Halloran), Tobin Bell (Jigsaw / John Kramer), Hannah Emily Anderson (Eleanor Bonneville), Clé Bennett (Detective Keith Hunt), Laura Vandervoort (Anna), Paul Braunstein (Ryan), Mandela Van Peebles (Mitch)

Director: The Spierig Brothers – Guión: Peter Goldfinger & Josh Stolberg

Trama: Han pasado mas de 10 años desde que el asesino serial Jigsaw falleciera a causa de una enfermedad terminal… pero, aún así, otro grupo de víctimas ha caído en uno de sus laberintos mortales. La policía investiga las pistas y los sospechosos escasean, pero está visto que otro discípulo de Jigsaw se ha puesto en acción… ¿o acaso el asesino en serie está vivo después de todo?.

Crítica: Jigsaw (2017)

Es raro que una película de terror me resulte indiferente. O me espanta o me resulta un bodrio tan intragable que a los dos minutos la saco de la videocassetera y la lanzo por la ventana. Otros filmes de otros géneros me pueden resultar inocuos, pero el horror es un género de extremos y enseguida te das cuenta si los tipos detrás de cámara tienen talento y una idea, o son un regurgitado de clichés de filmes anteriores. Curiosamente esto último es lo que termina pasando con Jigsaw. Aún los peores filmes de la saga tenían muertes horrendas, pero acá son aburridas. Ups, la mina se deshace porque le inyectaron ácido en las venas. Ups, a ése le cortaron la cabeza en fetas con un puñado de rayos laser. No te espanta, no te inmuta… no te causa nada. Los actores son de mármol y ni siquiera la subtrama policial – que siempre esconde alguna sorpresa – o la vuelta de tuerca temporal (que habíamos visto en Saw III y que, creo, era la última película potable de la saga) te sorprenden. Lo único importante que hace Jigsaw es arruinar la carrera de los Spierig Brothers, los tipos que dieron a luz cosas tan inspiradas como Daybreakers y Predestinación.

Es dificil defender a una película que apesta a reciclado. La idea de los discípulos del Jigsaw original está demasiado gastada. Las ocurrencias del libreto para crear intriga – una forense dark que tiene como fetiche coleccionar trampas de Jigsaw; gente con pasado excesivamente misterioso – son traídas de los pelos. Las víctimas son otra tanda de idiotas a las cuales nunca les pasaría nada si decidieran quedarse inmóviles en el cuarto en el que están… pero insisten en avanzar y en caer en las trampas que el asesino le ha tendido… y que tampoco son la mar de terroríficas. Sierras circulares, tanzas de acero, bastantes tridentes y cuchillos que caen de la nada… quizás lo mas original es un embudo con cuchillas circulares en forma de espiral, pero vos fijáte qué chato que debe ser el filme que ni siquiera el ver a un tipo despellejado y rebanado en fetas te provoca una arcada.

No hay nada potable en Jigsaw, y eso que nunca mete la pata de manera indignante. Quizás todo es demasiado prolijo y chato, cuando en realidad se precisaba algo mas salvaje y, desde ya, con una enorme dosis de originalidad. Quizás la saga de Saw tenga el síndrome de Robocop, ése en donde el primer filme era genial pero las secuelas no logran encontrar la forma de expandir la premisa (desde los villanos hasta el escenario) y solo regurgitan lo mismo hasta desbordar a la platea. Hay que pensar fuera de la caja (como dicen los norteamericanos), hacer algo como ocurrió con las primeras secuelas de Duro de Matar en donde no se quedaron con lo de “policía atrapado en un edificio con terroristas” y lo llevaron primero a un aeropuerto y después a una ciudad. Tomando familiares como rehenes, obligando a la gente a jugar los juegos en otros escenarios… haciendo mayor hincapié en la corrupción de los participantes (que acá resulta indiferente)… generando algo mas personal y cercano al público, y con trampas que sean realmente escalofriantes. Pero James Wan y Leigh Whannell abandonaron la saga hace rato y se llevaron con su partida el mojo de la misma, con lo cual sólo nos queda un puñado de pésimos imitadores.

SAW, EL JUEGO DEL MIEDO

Los filmes de la saga Saw, el Juego del Miedo son: Saw (2004), Saw II (2005), Saw III (2006), Saw IV (2007), Saw V (2008), Saw VI (2009) y Saw 3D (Saw VII) (2010). Jigsaw (2017) fue un intento fallido de reiniciar la franquicia.