Crítica: Fuerza Bruta (The Roundup) (2022)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

4 atómicos: muy buenaCorea del Sur, 2022: Ma Dong-seok (detective Ma Seok-do), Son Suk-ku (Kang Hae-sang), Choi Gwi-hwa (capitán Jeon Il-man)

Director: Lee Sang-yong – Guión: Ma Dong-seok, Min-Seong Kim & Young-jong Lee

Trama: El detective Ma Seok-do y su torpe capitán Jeon Il-Man viajan a Vietnam para extraditar un ladrón surcoreano atrapado por la policía. Pero, al ir a buscarlo, aparece muerto. Las pistas apuntan a otro surcoreano, Kang Hae-sang, un despiadado sicópata que vive secuestrando y robando a turistas coreanos que visitan Vietnam. El drama es que Kang ahora se ha metido con el hijo de un magnate coreano, el cual tiene negocios con la mafia. No solo el secuestro sale mal, sino que el adolescente es asesinado y el dinero de rescate nunca llega. El magnate ha enviado a un escuadrón de mercenarios para atrapar a Kang, secuestrarlo, y llevarlo a Corea para torturarlo lentamente hasta morir. Pero Kang es un animal salvaje e inteligente que sabe anticipar todos los movimientos del magnate… y, lo que es peor, ha hecho planes para una contraofensiva. Eso significa que Kang volverá de incógnito a Corea para aniquilar a cada uno de los miembros de la banda del magnate y llegar hasta éste para verlo cara a cara antes de masacrarlo. En el medio Ma Seok-do deberá lidiar con docenas de matones y asesinos de todo tipo y color, intentando evitar que las calles de Seúl se conviertan en un río de sangre entre el duelo a muerte entre el asesino y el mafioso millonario.

Crítica: Fuerza Bruta (The Roundup) (2022)

¿Qué pasaría si hiciéramos una de John Wick, pero protagonizada por Bud Spencer en vez de Keanu Reeves?. Aunque esa bizarreada es hoy materialmente imposible (Spencer se nos fue en el 2016), lo más parecido sería Fuerza Bruta. Hablamos de Ma Dong-seok, al que los yanquis insisten en llamarlo Don Lee (porque todo lo que es Lee viene de Asia: Bruce Lee, los pantalones Lee, etc), y que era una de las revelaciones de Tren a Busan, esa peli coreana donde los zombies iban devorando pasajeros y saltando de un vagón a otro a bordo de un tren bala (luego probó suerte con Eternals de Marvel, pero así le fue al filme). El tipo será petiso y ñato, pero es macizo y sus brazos son más gruesos que la pierna de Arnold Schwarzenegger, lo cual es decir demasiado. La realidad es que Ma Dong-seok tiene un pasado como boxeador y pulseador profesional (sí!, incluso tiene una película parecida a Over the Top esa donde Stallone era un camionero que vivía participando de concursos de pulseada, otra que Gerardo y La Noche del Domingo -), y si le sumamos su simpatía natural, da de sobra para convertirse en ídolo del cine de acción. Honestamente cuando arranqué con Fuerza Bruta, esperaba una pavada onda Trinity y Bambino pero ambientada en la época actual. Enorme fue mi sorpresa al descubrir que, luego de un montón de peleas cómicas y chistes más o menos, la peli desembocaba en una orgía sangrienta al mejor estilo The Raid.

La película es una cosa curiosa: viene a ser la segunda parte de una trilogía, comenzando por The Outlaws (2017), y siguiendo con The Roundup: No Way Out (2023), que es una secuela directa de ésta y que cocinaron de apuro debido al enorme éxito de taquilla del filme. De hecho los americanos conocen a Fuerza Bruta como The Roundup (2022).

La trama es simple: dos policías coreanos van a Vietnam a traer de vuelta un criminal que está siendo extraditado. Ma Dong-seok lo conoce de antemano, sabe quiénes son sus cómplices, le pregunta qué corno está haciendo en Vietnam y por qué rayos quiere entregarse a toda costa. Resulta que el tipo se enredó en el secuestro del hijo de un multimillonario coreano, el cual estaba en Vietnam de visita en busca de posibles inversiones inmobiliarias. El problema es que el responsable del secuestro es un criminal vicioso que gusta de cortar a la gente en tiritas usando un machete. Pero no uno guaso de medio metro como hay en las películas del trópico, sino uno chiquito, casi como un hachita de cocina, el que maneja con una destreza escalofriante. El secuestro no sale bien, el criminal Kang Hae-sang se encabrona mal y fetea a media pandilla, y el que sobrevivió le tiene tanto miedo que se entrega en el consulado de Corea del Sur en la capital de Vietnam. El “policía bestia” (como le apodan sus compañeros) quiere atrapar a Kang Hae-sang para que el viaje no sea un desperdicio, y termina descubriendo que el flaco está enredado en una trama de secuestros de millonarios, ninguno de los cuales volvió con vida a pesar que pagaron el rescate.

Hasta ahí, todo bien. Ma Dong-seok se le pasa tirando piñas a lo loco y es un placer ver como voltea monos a lo pavo con las manos peladas. Hace chistes, los tortazos suenan como las películas de Trinity (uy, qué antigüedad lo que estoy comentando) y todo parece que va a ser una de piña / patada sin mayores sobresaltos, ¿verdad?.

NO!. Porque del otro lado del mostrador las peleas de Kang Hae-sang son ultra salvajes. Como convirtió en fiambre al hijo del millonario, el papá podrido en plata manda un escuadrón de mercenarios para capturarlo y torturarlo, sólo que no saben que Kang Hae-sang es mas malo que la peste. El tipo, junto con otro cómplice tan chiflado como él, se enfrentan a un escuadrón de diez monos fuertemente armados con sus machetitos ridículos y arman una carnicería de la hostia. Y lo mas lindo es que no es sólo un asesino sanguinario sino que es brillante. Hace planes, predice lo que va a hacer la policía, no deja pasar una, no tiene empacho en cargarse a quien sea que se le meta en el camino.

Todo esto hace prever un clímax brutal entre el policía bestia y el maníaco sanguinario (cosa que sí ocurre!) pero, antes de eso, hay una enorme cantidad de vueltas de tuerca sorprendentes que son dignas de aplauso y que son totalmente inesperadas para el producto que pretende venderte. De una de Trinity y Bambino de pronto se vuelve en la versión coreana de Batman, el Caballero de la Noche, con persecuciones llenas de trampas, doble juegos y traiciones, sorpresas a rolete, todo mechado con peleas descomunales. Una de las cosas mas curiosas del filme es que se ve que Corea del Sur tiene un régimen similar a Gran Bretaña, en donde los policías no portan armas – a lo sumo, un bastón extensible de acero -. Esto hace que, en vez de la solución fácil de agarrarse a los balazos, todas las peleas sean a mano limpia, con tipos tirándole de todo contra el loco imparable que viene pegándole latigazos al aire con su machete, un contrincante que te da terror porque puede destriparte en dos segundos. Y que es lo que Kang Hae-sang termina haciendo. Son Suk-ku, el actor que lo interpreta, destila maldad e inteligencia, y se vuelve un villano memorable.

Fuerza Bruta es un filme sin desperdicio. Está en Amazon Prime y, si no lo tiene, vea de conseguirla en otro lado tipo Google Play Movies. Es intensa, satisfactoria, sorprendente, una joyita esperando ser descubierta. Descubra a Ma Dong-seok, la nueva estrella del cine coreano de acción. El tipo es gracioso, carismático y pelea como los dioses. Y acá está a sus anchas, no como en ese bodrio sobreproducido que fue Eternals y arruinó su debut en la pantalla grande a nivel internacional.