Crítica: Citadel (serie) (2023)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2023: Richard Madden (Mason Kane), Priyanka Chopra Jonas (Nadia Sinh), Lesley Manville (Dahlia Archer), Stanley Tucci (Bernard Orlick)

Creada por Josh Appelbaum, Bryan Oh & David Weil

Trama: Mason Kane y Nadia Sinh son dos super espías que pertenecen a la organización secreta independiente Citadel, la que se financia con fondos privados y busca mantener la paz en el mundo. Pero la última operación de Citadel se ha visto comprometida, culminando con una masacre y un tren bala descarrilado. Ahora han pasado 8 años y Mason Kane – que ha quedado amnésico después del accidente – vive con una nueva identidad en Estados Unidos, ha formado familia y tiene una hija. Sin embargo un día es secuestrado por un extraño, el que resulta ser Bernard Orlick, su antiguo jefe de Citadel. Intentando que refresque su memoria, Orlick le dice a Mason que el maletín ultrasecreto de la organización – que indica la localización de los agentes sobrevivientes, así como contiene los códigos nucleares de lanzamiento de todas las super potencias mundiales – está a punto de caer en manos de la organización enemiga Manticore. De apuro Mason se debe poner en camino para rescatar el maletín, aunque no tenga clara idea de qué está haciendo ni por qué. Y si bien logra rescatar el maletín, al abrirlo descubre que la única espía superviviente era su compañera y amante Nadia Sinh, la cual se camufla como dueña de un restaurante. Mason va a buscarla a Nadia, y ésta cree que todo es un engaño hasta que los asesinos de Manticore aparecen y los atacan. Y, mientras tanto, Orlick ha caído en las garras de Manticore. Juntos, Mason y Nadia deberán rescatarlo y evitar que devele mas secretos sobre Citadel, además de evitar que el maletín caiga en manos de Manticore, los que desean hacerse con la suma del poder mundial.

Crítica: Citadel (serie) (2023)

One Hit Wonder. Una expresión yanqui que suele aplicarse a los cantantes que tienen un hit de éxito mundial y después desaparecen de la faz de la Tierra. Un listado rápido: Macarena, My Sharona, Video Killed the Radio Star… y la lista es interminable. Al parecer los hermanos Russo pertenecen ahora al equivalente cinematográfico de los One Hit Wonders. Bah, metieron varios pepinos en el arco con Marveldesde Capitán América y el Soldado de Invierno hasta el capítulo final de Los Vengadores -… y después se olvidaron de cómo hacer cine. Digo, estos tipos eran cinéfilos confesos – basta verlos en sus inicios con la serie Community; todos los capítulos eran brillantes parodias de filmes súper conocidos o se tomaban en broma los clichés del género – pero, luego que se retiraron de Marvel y dieron la Vuelta Olímpica, pareciera que no pegaron una. El policial con Chadwick Boseman no lo vió nadie. Con Extraction les fue algo mejor. Después vino el desastre de Cherry. Es como un club de amigos que sólo laburan con ex superhéroes / compañeros de trabajo. Al menos se anotaron un poroto produciendo Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo, pero el resto de los filmes producidos / dirigidos en la época post Marvel pasaron sin pena ni gloria. Me hacen acordar a John Glen, ese técnico / burócrata inglés que hizo buenos filmes de James Bond (era Roger Moore) y, en el peor de los casos, si era mediocre al menos era entretenido. Sacaron a Glen de la saga y no pudo arrimarla de ninguna manera. ¿Se acuerdan de Christopher Columbus: The Discovery?. ¿O Aces: Iron Eagle III?. Yo tampoco.

Acá los Russo producen, y el resultado final es un engendro. Un pastiche que copia y pega cosas de todos lados. Organizaciones super secretas independientes que viven en guerra entre ellas por el dominio del mundo (Kingsman, el Servicio Secreto), espías con amnesia (La Identidad Bourne), tiroteos en un tren bala (Misión Imposible)… y la lista sigue y sigue. Una pizca de euroespías por acá, algo de El Hombre de CIPOL por allá, pero estilo y originalidad = CERO. Va todo muy rápido y sin mucha gracia. Hay que reconocerlo, juntaron un buen cast – Richard Madden, un buen candidato a 007; Stanley Tucci, que se ve le debía un favor a alguien; la veterana Lesley Manville, que ahora está apareciendo en todos lados; la sexy Priyanka Chopra, aunque debo reconocer que ver sus labios me producen cosa (no se ven normales!) -, pero los tiraron a una aventura sin gracia, recargada de clichés, donde nada de lo que pasa es creíble (ni el director tiene gracia para hacerlo entretenido), y que cree que meter 30 escenas por episodio es darle ritmo.

Uno de los clichés más odiosos de la historia del cine (que se aplica tanto a los filmes de espías como a los de los mafiosos), es que las super organizaciones criminales más temibles del mundo solo tienen 5 o 10 esbirros, lo cual es una estupidez extrema. Como El Padrino, que tenía a Clemenza, Salvatore y dos flacos más, y con eso los tipos controlaban toda una ciudad. Algo parecido ocurre acá. Está la villana, los asesinos gemelos… y se terminó el presupuesto de este Spectre de cuarta que se llama Manticore, un nombre que lo vimos decenas de veces en otras películas y series de distintos géneros, incluso de ciencia ficción. Ni siquiera en eso se esforzaron para pensar un nombre original. Y como Madden es otro super espía amnésico que tiene latentes los reflejos letales de su profesión – a pesar que hace 8 años que vive en el anonimato, construyendo casas de madera y ni se acuerda de su pasado como 007 berreta -, el tipo es capaz de infiltrarse en 5 minutos en la sede central de los villanos, esquivar la vigilancia, y robar el maletín supersecreto que tiene no sólo la ubicación de todos los espías supervivientes de la organización Citadel, sino que posee los códigos nucleares secretos de todas las superpotencias del mundo. Claro, porque los códigos nucleares no los cambian periódicamente ni cada vez que un gobierno renueva presidente. Digo, todo esto es un nivel de escritura tan juvenil que sólo un millenial pudo haberlo redactado. Se metió una tarde en alguna librería de usados, buscó novelas de espionaje, leyó un resumen de las tramas en los lomos de los libros, y al otro día vomitó los siete episodios de la serie en el teclado de su computadora en menos de una tarde.

Después los libretistas hacen paro porque tienen miedo de que la Inteligencia Artificial les robe sus trabajos… ojalá la IA los deje desocupados a todos, porque el nivel actual del cine y la televisión es paupérrimo. Si todavía hay buen cine y algunas buenas series, es porque gente de más de 40 años escribe los libretos, vió buenas películas en los 70s, leyó libros y sabe cómo redactar una historia. Lamentablemente el 90% de los guionistas de hoy son unos vagos sin control de calidad y, lo que es peor, los que le autorizan los proyectos son ignorantes con plata. Es casi obligatorio dejar de lado a Citadel; no es lo peor del mundo – hay cosas mucho más imbéciles en TV – pero, para el tipo que hay visto buen cine y buena TV, esto es comida chatarra en mal estado. Todo es obvio, no hay nada de originalidad, ni siquiera es válido como pasatiempo.