Crítica: Bill & Ted Face The Music (2020)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

3 atómicos: buenaUSA / Canadá / Italia, 2020: Keanu Reeves (Ted), Alex Winter (Bill), Kristen Schaal (Kelly), Samara Weaving (Thea), Brigette Lundy-Paine (Billie), William Sadler (Muerte), Anthony Carrigan (Dennis Caleb McCoy)

Director: Dean Parisot – Guión: Chris Matheson & Ed Solomon

Trama: Han pasado 29 años desde que Bill & Ted intentaran unir al mundo en una comunión de paz universal a través de sus canciones. Pero el mundo siguió siendo un desastre, la fama del grupo de Bill & Ted pasó, y ahora los rockeros son dos cincuentones inmaduros casados y con dos hijas tan despistadas como ellos. Ahora Kelly, hija de Rufus y viajera del tiempo como su padre, ha venido del futuro para advertirles que el Universo está a punto de destruirse si Bill & Ted no componen la demorada Canción de la Armonía Universal. La historia marca que dentro de 77 minutos Bill & Ted tocarán dicho tema y el universo se salvará… pero los torpes no tienen ni la mas pálida idea de qué escribir. Robándose una máquina del tiempo del futuro, Bill & Ted viajarán al pasado para buscar las versiones de sí mismos posteriores al concierto, para poder copiarse la canción y así volver a tocarla a tiempo. Pero eso genera una debacle temporal que acelera el proceso de destrucción y, en consecuencia, el Consejo de los Sabios ha decidido mandar a un androide exterminador a matarlos, ya que su muerte quizás sea la solución a la desarmonización que amenaza con aniquilar al Universo y a todas las dimensiones conocidas.

Crítica: Bill & Ted Face The Music (2020)

No odio en absoluto a la saga de Bill & Ted, pero tampoco soy fan. Hace siglos vi la segunda, me pareció muy divertida, luego con el portal en marcha me puse a reseñar la primera y me pareció muy boba, y ahora me toca reseñar esta secuela que salió de la nada (bah, la tienen durmiendo desde el 2010 pero recién el año pasado Alex Winter y Ed Solomon lograron hacerla despegar del development hell y obtener el tan deseado visto bueno de los estudios). Y sigue sin impresionarme. Es lindo ver a Keanu haciendo comedia y ver que nuestro ídolo de acción no ha perdido un ápice de química con Alex Winter a pesar de los 29 (!) años de distancia de la última película de la franquicia. Pero sigue siendo una comedia tonta y no hay con qué darle.

Ahora se entiende por qué Keanu usa barba todo el tiempo; despojado de su máscara de pelos parece un zombie – claro, la edad le llega a todos y tiene la boca y los mofletes caídos -, pero es un detalle que uno olvida cuando lo ve de nuevo en acción como Ted Logan, haciendo bobadas que parecen salidas de la MTV de hace 30 años (las épocas de Beavis & Butthead, remember?). A pesar del trasfondo fantástico Bill & Ted Salvando el Universo (título farragoso que le pusieron por acá) no es mas que un mini drama sobre los protagonistas teniendo una crisis y debiendo asumir su edad. Se supone que estos cuarentones largos (bah, cincuentones) crecieron algo pero siguen siendo dos pendex en cuerpos arrugados, siendo igual de superficiales, bastante irresponsables, ingenuos y con una eterna buena actitud. Su logro para unir el mundo mediante una canción universal fracasó y ahora son unos mantenidos de sus mujeres mientras tocan en tugurios de mala muerte (habiendo caído del olimpo del Top Ten de Billboard hace décadas). Tuvieron un par de hijas (Samara Weaving y la siempre radiante  Brigette Lundy-Paine) y pagan una hipoteca, pero son igual de huecos que cuando tenían 18 años. Una crisis multidimensional los obliga a componer la dichosa canción de la armonía universal en 77 minutos antes que se extinga todo lo que existe y, para ello, deciden saltar en el tiempo ya sea para buscar inspiración o para robar el tema de sus versiones propias del futuro. Mientras tanto sus hijas se acoplan a la misión armando una banda de grandes talentos con Jimi Hendrix, Mozart y Louis Armstrong (entre otros), y aguardando a los papis a que se les unan en el punto y momento exacto.

Decir que todo viene traído de los pelos y con buena onda es una redundancia, y esa ingenuidad es lo que salva el filme de la quema. Es un humor muy blanco, hay momentos medio plomizos que no duran mucho y en general no me sacó mas que una sonrisa o dos. Ver a estos dos veteranos haciendo niñerías tiene su gracia, pero lo era mas cuando tenían 18. Pongo de ejemplo al caso de las hijas: la Weaving sigue siendo la Weaving (con cara de taco queda en off side y no pega con moco con el tono del filme), pero cada segundo de Lundy-Paine en pantalla no tiene desperdicio. Flacucha, enorme, desgarbada, imitando a Bill / Keanu joven es un c… de gracia por las actitudes y las entonaciones. La Lundy revive un diálogo chato a través de la perfomance, razón por la cual pienso que el filme hubiera funcionado mucho mejor centrándose en las hijas y con otra actriz en vez de la Weaving como compañera (la pusieron porque Keanu es amigo de su tío Hugo desde la época de Matrix).

Bill & Ted Face the Music no me parece una película gratuita ni una falta de respeto. Creo que le da un cierre a la saga, a los fans que desde hace décadas esperaban una continuación y adoran los originales. El humor es igual, es simpática e inofensiva y, sobre todo, es honesta a sus orígenes (no es un mero cash-in explotando el nombre de la marca sino que hay un argumento trabajado), cosa que me parece mas que respetable en estas épocas de vil mercantilismo donde se resucitan sagas sin el talento creativo suficiente detrás y con el simple fin de sacarle algunos billetes a aquellos que tenían formidables recuerdos de una antigua franquicia.

BILL & TED

Bill & Ted’s Excellent Adventure (1989) – Bill & Ted’s Bogus Journey (1991) – Bill & Ted Face the Music (2020)