Crítica: Andor (2022)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

5 atómicos: excelenteRecomendación del EditorUSA, 2022: Diego Luna (Cassian Andor), Stellan Skarsgård (Luthen Rael), Alex Ferns (sargento Kostek), Genevieve O’Reilly (Mon Mothma), Adria Arjona (Bix Caleen), Kyle Soller (Syril Karn)

Creada por Tony Gilroy

Trama: Cassian Andor vive en un planeta desolado que es usado por el Imperio como desguazadero de naves espaciales en desuso. Ahora se encuentra buscando pistas sobre el paradero de su hermana; pero, en la pesquisa, se ha topado con dos prepotentes oficiales del Imperio a los cuales ha debido silenciar. Los asesinatos han llamado la atención del burócrata Syril Karn, encargado de la policía local, el cual ha comenzado una intensa investigación para dar con el responsable de las muertes. Ello fuerza a que Andor deba escapar del planeta y para ello cuenta con un as en la manga – un dispositivo virgen de comunicaciones robado de una nave del Imperio estrellada hace tiempo -. Al intentar venderlo y conseguir un salvoconducto fuera del planeta, Andor se topa con Luthen Rael… el cual desea algo mas que comprar el dispositivo. Es que Rael está reclutando agentes para la Rebelión – la fuerza civil de resistencia contra el Imperio – y ha visto en Andor la pasta de un tipo fogueado y capaz de ser un operador eficiente y expeditivo… algo que la Resistencia precisa con desesperación. La suerte de Andor quedará en manos de Rael, el cual alterará por completo el destino del fugitivo kenariano.

Crítica: Andor (2022)

¿Y tú, qué sacrificas?
Luthen Rael: Calma. Amabilidad. Familia. Amar. He renunciado a toda posibilidad de paz interior. He hecho de mi mente un espacio sin sol. Comparto mis sueños con fantasmas. Me despierto todos los días con una ecuación que escribí hace 15 años de la que solo hay una conclusión, estoy condenado por lo que hago. Mi ira, mi ego, mi falta de voluntad para ceder, mi afán de lucha, me han puesto en un camino del que no hay escapatoria. Anhelaba ser un salvador contra la injusticia sin contemplar el costo y cuando miré hacia abajo ya no había suelo bajo mis pies. ¿Cuál es mi sacrificio? Estoy condenado a usar las herramientas de mi enemigo para derrotarlo. Quemo mi decencia por el futuro de otra persona. Quemo mi vida para hacer un amanecer que sé que nunca veré. Y el ego que inició esta lucha nunca tendrá espejo ni público ni la luz de la gratitud. Entonces, ¿qué sacrifico? ¡Todo!

A veces la gente está tan obsesionada con una cosa que pierde de vista el verdadero sentido de la cuestión. En este caso, se trata del escenario. Mientras Star Wars ha estado intentando reciclarse apelando una y otra vez a las mismas fuentes – que es un Western en el espacio; que es una de Samurais -, la palabra mas obvia en el título es Wars (Guerras)… y rara vez sus filmes funcionan como películas de guerra (donde hay una tonelada de fuentes de inspiración de donde abrevar). Dejen de lado por un momento el bolazo de la Fuerza, los Jedis y las espadas laser (Get a Life!). Lo mas obvio – sin que un iluminado con poderes mentales venga a salvar la galaxia – es que un montón de tipos laburantes medio pelo decidan, de un día para el otro, luchar desde las sombras contra la opresión que los rodea. Si en toda la filmografía de Star Wars hay un filme que se salva (aparte de la trilogía original) es Rogue One, que al menos intentó hacer cosas diferentes y se erigió en lo mejor que ha dado la franquicia en los últimos 20 años. Era Tobruk en el espacio – tipos con uniformes nazis intentando infiltrarse en una base alemana para desbaratar una operación ultrasecreta que podría cambiar el curso de la guerra -. Ciertamente Felicity Jones era una tronca a la que no le daba el carisma para acarrear la película ella sola pero la gran sorpresa resultó siendo Diego Luna. La impresión inicial era risible (latinos en el espacio!; un tipo bajito y sin físico haciendo de héroe!) pero, rayos, a los dos minutos de que entraba en escena pronto demostraba que era expeditivo y amoral, un tipo con cojones que tomaba decisiones brutales (mataba doble agentes a sangre fría!; ¿cuándo vimos eso en una de Star Wars?) y que no se achicaba a la hora de meterse en la boca del lobo. Gracias a Dios Disneyque no termina por dar pie con bola con la saga de George Lucas; van una bien, dos mal en cuanto a las series de streaming – se acordó de Luna y decidió revivir al personaje en una precuela de Rogue One, la cual es – por lejos… por muy lejos – lo mas maduro, brutal y sólido que ha dado la franquicia en los últimos años. Si, todos adoramos a El Mandaloriano pero es cierto que el nivel de sus capítulos es algo dispar, mas allá de que Pedro Pascal y Baby Yoda salvan el día y que la tonelada de cameos sirve para tener la puntería alta; pero de El Libro de Boba Fett y Obi-Wan Kenobimejor no hablar de ciertas cosas.

Bastan cinco minutos para refrescarnos por qué Cassian Andor es un personaje fascinante. Una búsqueda desesperada, una trifulca no querida, un par de disparos para eliminar testigos aún cuando éstos estén desarmados. Andor es de Kenari, un planeta minero explotado por el Imperio que debió ser abandonado cuando dieron con una veta tóxica que mató a todos los adultos de la zona. Adoptado por una carroñera, ahora anda en busca de su hermana y, como tiene un dispositivo de camuflaje robado de una nave estrellada del Imperio, dispone de un objeto de canje para obtener un salvoconducto y escapar del planeta desguasadero del Imperio en donde todos lo buscan por los homicidios cometidos. Por supuesto las cosas no salen como lo esperado y, en vez de un salvoconducto, Andor termina topándose con Luther Rael, un veterano mercenario que anda reclutando gente con talento para la Rebelión. En el medio hay un escape a balazo puro, un clima de tensión, y gente que vive al límite, nada de poses ridiculas ni de disparar latiguillos heroicos.

En Andor la gente muere, tiene relaciones y habla con sentido común. Los villanos son muy particulares – un burócrata petimetre que, de tan inquieto, termina descubriendo la presencia clandestina de Andor en el planeta que monitorea, y que se codea con un sargento chupamedias que es mucho mas eficiente de lo que uno podría esperar -. Estos tipos son vigilantes locales funcionando como fuerza de ocupación así que no usan uniformes de Stormtroopers y se dedican a vigilar de manera policial a la fuerza de trabajo que tienen dominada. Pero es una rutina tensa, artificial, la que termina por volar por los aires cuando los Imperiales irrumpen y los locales se movilizan en masa para hacerles la vida imposible (y ayudar a Andor a escapar).

El responsable de esto es Tony Gilroy – que escribió la saga Bourne, Michael Clayton y fue co autor del libreto de Rogue One; lo que se dice, un autor de la hostia – el cual se merece un aplauso de pie. No hay jedis ni el verso de la fuerza, la acción escasea pero los personajes son redondos, inteligentes, pragmáticos y todo va creando momentum para la gran balacera del capítulo 3. Y si bien falta bastante para el final de la serie (que promete ésta y otra temporada hasta entroncar con la historia de Rogue One), el nivel de calidad del script es supremo. Esto es Star Wars a otro nivel – adulto, inteligente -. ¿Podría Kathleen Kennedy tomar nota de esto y darle mas proyectos a Gilroy para hacer películas de la saga que no sea un vomitivo reciclado?. Hay miles de películas de guerra donde inspirarse – desde Un Puente Demasiado Lejos hasta Casablanca; desde Donde las Aguilas se Atreven hasta El Dia mas Largo del Siglo – que pueden dar lugar a grandes aventuras intergalácticas con sabor propio… y sin caer en las noñerías de los Jedis y abusar de la nostalgia metiendo a troche y moche cameos digitales hasta desvalorizar el sentido de los mismos.

STAR WARS – LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

Precuelas: La Amenaza Fantasma (1999) – El Ataque de los Clones (2002) – La Venganza de los Sith (2003)
Trilogía original: La Guerra de las Galaxias (1977) – El Imperio Contraataca (1980) – El Regreso del Jedi (1983)
Trilogía moderna de secuelas: Star Wars: El Despertar de la Fuerza (2015) – Star Wars: Los Ultimos Jedi (2017) – Star Wars: El Ascenso de Skywalker (2019)
Filmes ambientados en el universo Star Wars: Rogue One: una historia de Star Wars (2016) – Han Solo: Una historia de Star Wars (2018)
Series ambientadas en el universo Star Wars: The Mandalorian (2019) – El Libro de Boba Fett (2021) – Obi-Wan Kenobi (2022) – Andor (2022) – Ahsoka (2023)