Mientras los escritores fantaseaban con androides todopoderosos asesinos, la limitada tecnolog\u00eda de los a\u00f1os 50 y 60 apenas llegaba a construir brazos rob\u00f3ticos funcionales. Ficci\u00f3n versus realidad en esta segunda entrega de nuestro informe sobre la historia de los robots.<\/em><\/h3>\n![\"Realidad](\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/foto-historia-robots2.jpg\")
<\/p>\n
\n
Los a\u00f1os 50 marcan un punto de inflexi\u00f3n en la historia de los robots. Lo que ocurre es que, cinco a\u00f1os antes, la humanidad hab\u00eda ingresado de lleno en la Era At\u00f3mica<\/strong> \u2013 con los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki en el final de la Segunda Guerra Mundial <\/em>\u2013 y ello hab\u00eda puesto a la ciencia en el ojo de la tormenta. Mientras que algunos ve\u00edan al \u00e1tomo y a la comunidad cient\u00edfica como heraldos de un futuro promisorio, muchos otros pensaban que eran una horda de amorales, individuos embelesados con su propio intelecto y los cuales hab\u00edan abierto la puerta a un inminente apocalipsis.<\/p>\nLa discusi\u00f3n sobre el rol de la ciencia en el futuro de la humanidad pronto se traslad\u00f3 a los terrenos de la ciencia ficci\u00f3n, la cual di\u00f3 lecturas de todo tipo y calidad sobre la candente realidad. El cine aprovech\u00f3 la euforia del momento y puso a la sci fi – hasta ese entonces, relegada a seriales baratos, comics y literatura popular<\/em> \u2013 en la palestra de las grandes pantallas. Y, en toda esa vor\u00e1gine, surgieron algunos prototipos rob\u00f3ticos de figura memorable. Entre ellos figura Gort<\/strong> \u2013 el implacable guardi\u00e1n mec\u00e1nico de El Dia que Paralizaron la Tierra<\/a> (1951) <\/em>\u2013 y el amable sirviente Robby<\/strong> del cl\u00e1sico Planeta Prohibido<\/a> (1956).<\/p>\n\n
Ciertamente no eran robots realistas \u2013 la tecnolog\u00eda de la \u00e9poca estaba a d\u00e9cadas de lograr algo remotamente parecido<\/em> -, pero sirvieron como punto de inspiraci\u00f3n para generaciones enteras de futuros cient\u00edficos, quienes imaginaron primero y estudiaron despu\u00e9s los medios para intentar construir algo parecido a aquello que los hab\u00eda desvelado durante su juventud. Y, en toda esa vor\u00e1gine, surgi\u00f3 el primer robot real \u2013 Unimate<\/strong><\/em> \u2013 en 1961.<\/p>\nDesde ya, Unimate<\/strong> no era ni por asomo un aut\u00f3mata platinado con dise\u00f1o de art dec\u00f3<\/em> al estilo de Gort<\/strong>; se trataba simplemente de un brazo mec\u00e1nico programable. Desarrollado por George Devol a lo largo de la d\u00e9cada del 50, reci\u00e9n pudo patentarlo en 1961 y termin\u00f3 por vend\u00e9rselo a la General Motors<\/strong> para su planta ensambladora de Ewing Township, Nueva Jersey. Se trat\u00f3 del primer robot industrial de la historia. \u00bfSu trabajo?<\/em>. Tomar piezas de acero candente y encastrarlas en el chasis de los autos de la l\u00ednea de producci\u00f3n de la GM<\/strong>.<\/p>\nMientras que los robots reales estaban en pa\u00f1ales, la comunidad cient\u00edfica se estaba preparando para los estad\u00edos siguientes, a\u00fan cuando su materializaci\u00f3n pareciera imposible. Alan Turing formulaba en 1950 su famoso test para chequear el grado de independencia intelectual que podr\u00eda tener una m\u00e1quina inteligente. Por otra parte Isaac Asimov escrib\u00eda sus famosas Tres Leyes de la Rob\u00f3tica<\/strong>, en donde postulaba que los androides deb\u00edan servir al hombre y preservar su existencia, am\u00e9n de poder cuidar la suya propia. Vale decir, nadie conceb\u00eda a los robots como t\u00edteres mec\u00e1nicos \u2013 como ilustraba el cl\u00e1sico corto The Mechanical Monsters<\/strong> de la saga de Superman<\/strong> producida por Richard Fleischer en 1941: aut\u00f3matas dirigidos a control remoto y sin posibilidad de voluntad propia <\/em>– sino que preve\u00edan su avance hasta el punto de una total independencia funcional. El concepto de robot<\/em> pronto qued\u00f3 asociado al de inteligencia artificial<\/em>, anticipando que era necesario alguna especie de computador miniaturizado que hiciera las veces de cerebro, el centro de comando autom\u00e1tico e independiente del androide.<\/p>\nDesde ya, en los a\u00f1os 50, eso era un imposible. Unimate <\/strong>era un mecanismo repetitivo, programable en una serie de funciones relativamente simples. Otros robots posteriores siguieron su mismo modelo \u2013 la universidad de Standford dise\u00f1\u00f3 un brazo rob\u00f3tico para asistir a pacientes discapacitados del hospital de Downey, California en 1963; Marvin Minsky desarroll\u00f3 una serie de brazos rob\u00f3ticos de movimiento complejo y altamente articulados a partir de su prototipo de 1968<\/em> -, pero habr\u00eda que esperar a 1970 con la aparici\u00f3n del primer modelo funcional de Shakey<\/strong> \u2013 un robot m\u00f3vil capaz de reconocer el terreno y corregir autom\u00e1ticamente sus patrones de direcci\u00f3n<\/em> \u2013 para obtener a un verdadero aut\u00f3mata capaz de tomar sus propias decisiones (por b\u00e1sicas que fueran). El robot causar\u00eda tal impacto en el p\u00fablico que terminar\u00eda siendo homenajeado \u2013 en una especie de versi\u00f3n asesina manufacturada en la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica y plagada de armas letales <\/em>\u2013 en un cap\u00edtulo de la popular serie El Hombre Nuclear<\/a> (S04EP13, \u201cLa Sonda Mortal\u201d<\/em>).<\/p>\n\n
Ciertamente el tosco dise\u00f1o de Shakey <\/strong>era mucho mas pragm\u00e1tico y realista que cualquier dise\u00f1o humanoide surgido de las p\u00e1ginas de la ciencia ficci\u00f3n literaria o cinematogr\u00e1fica \u2013 fueran los Cibernautas<\/strong> de la serie brit\u00e1nica de culto Los Vengadores<\/a> (1961 \u2013 1969), o los robots fuera de control del parque de diversiones Oestelandia<\/a> (1973) escrita por Michael Crichton<\/em> \u2013. Mantener el equilibrio sobre dos piernas de una m\u00e1quina extremadamente pesada representaba un desaf\u00edo tan complejo como in\u00fatil: el ordenador a cargo deb\u00eda tener tal velocidad de procesamiento que fuera capaz de realizar multitud de correcciones \u00ednfimas pertinentes a distribuci\u00f3n de peso y postura en fracciones de segundo, eso sin contar con el reto que implicar\u00eda que dicha m\u00e1quina hiciera el intento de desplazarse a gran velocidad \u2013 l\u00e9ase correr<\/em> \u2013 sobre superficies de textura y dise\u00f1o impredecibles. Un robot aut\u00f3mata de dise\u00f1o realista deber\u00eda ser algo m\u00e1s parecido a un tanque inteligente, dotado de orugas todo terreno, lo cual le da una \u00f3ptima distribuci\u00f3n de peso a la vez que le provee un medio de desplazamiento eficiente y que puede operar a gran velocidad. Otros dise\u00f1os alternativos f\u00edsicamente cre\u00edbles son los multipodales, los cuales terminan dando a luz m\u00e1quinas similares a ara\u00f1as mec\u00e1nicas.<\/p>\nMientras tanto, los brazos rob\u00f3ticos comenzaban a complejizarse. La raz\u00f3n: los primeros pasos de inteligencia artificial aplicados en los computadores que los controlaban. Los robots Freddy I<\/strong> y Freddy II<\/strong> eran manipulados por una Honeywell H316<\/strong> dotada apenas de 16 Kb de memoria; pero su programa \u2013 desarrollado con el lenguaje POP-2<\/strong>, uno de los primeros escritos especialmente para programaci\u00f3n funcional<\/em> \u2013 pod\u00eda asimilar nuevas rutinas y, en apenas un par de d\u00edas, el robot pod\u00eda estar ejecutando nuevas acciones. La sensibilidad de los Freddy <\/strong>era tal que pod\u00edan ensamblar las partes min\u00fasculas (y extremadamente delicadas) de juguetes peque\u00f1os como autos y barcos a escala, de un tama\u00f1o no mayor a la palma de la mano.<\/p>\nY mientras la industria avanzaba a pasos lentos pero seguros, en una galaxia muy, muy<\/em> lejana se asomaban dos androides tan valientes como torpes, dos robots protot\u00edpicos que surcar\u00edan las pantallas de todo el mundo y que crear\u00edan un nuevo standard cinematogr\u00e1fico. No eran aut\u00f3matas asesinos ni robots mudos y serviciales, sino una delirante muestra \u2013 siquiera ficticia<\/em> \u2013 de inteligencia artificial, dotados de personalidad propia y un inadecuado sentido de la aventura. 1977 marca la llegada de C3PO <\/strong>y R2D2<\/strong>, los escuderos del legendario h\u00e9roe Luke Skywalker en el cl\u00e1sico La Guerra de las Galaxias<\/a>\u2026 un filme que har\u00eda \u00e9poca y que realimentar\u00eda los sue\u00f1os de una nueva camada de creativos e inminentes cient\u00edficos, ingenieros incipientes de un futuro que a\u00fan estaba por escribirse.<\/p>\nLA HISTORIA DE LOS ROBOTS<\/h4>\nLa historia de los Robots (1era parte)<\/a> – la historia de los Robots (2da parte)<\/a> – La historia de los Robots (3era parte)<\/em><\/h5>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Realidad vs Ficcion: La Historia de los Robots (segunda parte). Los a\u00f1os 50 y 60 con Gort, Robby y la invencion de los primeros automatas reales como Unimate.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10374"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10374"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10374\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10374"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
<\/p>\nLa discusi\u00f3n sobre el rol de la ciencia en el futuro de la humanidad pronto se traslad\u00f3 a los terrenos de la ciencia ficci\u00f3n, la cual di\u00f3 lecturas de todo tipo y calidad sobre la candente realidad. El cine aprovech\u00f3 la euforia del momento y puso a la sci fi – hasta ese entonces, relegada a seriales baratos, comics y literatura popular<\/em> \u2013 en la palestra de las grandes pantallas. Y, en toda esa vor\u00e1gine, surgieron algunos prototipos rob\u00f3ticos de figura memorable. Entre ellos figura Gort<\/strong> \u2013 el implacable guardi\u00e1n mec\u00e1nico de El Dia que Paralizaron la Tierra<\/a> (1951) <\/em>\u2013 y el amable sirviente Robby<\/strong> del cl\u00e1sico Planeta Prohibido<\/a> (1956).<\/p>\n \n Ciertamente no eran robots realistas \u2013 la tecnolog\u00eda de la \u00e9poca estaba a d\u00e9cadas de lograr algo remotamente parecido<\/em> -, pero sirvieron como punto de inspiraci\u00f3n para generaciones enteras de futuros cient\u00edficos, quienes imaginaron primero y estudiaron despu\u00e9s los medios para intentar construir algo parecido a aquello que los hab\u00eda desvelado durante su juventud. Y, en toda esa vor\u00e1gine, surgi\u00f3 el primer robot real \u2013 Unimate<\/strong><\/em> \u2013 en 1961.<\/p>\n Desde ya, Unimate<\/strong> no era ni por asomo un aut\u00f3mata platinado con dise\u00f1o de art dec\u00f3<\/em> al estilo de Gort<\/strong>; se trataba simplemente de un brazo mec\u00e1nico programable. Desarrollado por George Devol a lo largo de la d\u00e9cada del 50, reci\u00e9n pudo patentarlo en 1961 y termin\u00f3 por vend\u00e9rselo a la General Motors<\/strong> para su planta ensambladora de Ewing Township, Nueva Jersey. Se trat\u00f3 del primer robot industrial de la historia. \u00bfSu trabajo?<\/em>. Tomar piezas de acero candente y encastrarlas en el chasis de los autos de la l\u00ednea de producci\u00f3n de la GM<\/strong>.<\/p>\n Mientras que los robots reales estaban en pa\u00f1ales, la comunidad cient\u00edfica se estaba preparando para los estad\u00edos siguientes, a\u00fan cuando su materializaci\u00f3n pareciera imposible. Alan Turing formulaba en 1950 su famoso test para chequear el grado de independencia intelectual que podr\u00eda tener una m\u00e1quina inteligente. Por otra parte Isaac Asimov escrib\u00eda sus famosas Tres Leyes de la Rob\u00f3tica<\/strong>, en donde postulaba que los androides deb\u00edan servir al hombre y preservar su existencia, am\u00e9n de poder cuidar la suya propia. Vale decir, nadie conceb\u00eda a los robots como t\u00edteres mec\u00e1nicos \u2013 como ilustraba el cl\u00e1sico corto The Mechanical Monsters<\/strong> de la saga de Superman<\/strong> producida por Richard Fleischer en 1941: aut\u00f3matas dirigidos a control remoto y sin posibilidad de voluntad propia <\/em>– sino que preve\u00edan su avance hasta el punto de una total independencia funcional. El concepto de robot<\/em> pronto qued\u00f3 asociado al de inteligencia artificial<\/em>, anticipando que era necesario alguna especie de computador miniaturizado que hiciera las veces de cerebro, el centro de comando autom\u00e1tico e independiente del androide.<\/p>\n Desde ya, en los a\u00f1os 50, eso era un imposible. Unimate <\/strong>era un mecanismo repetitivo, programable en una serie de funciones relativamente simples. Otros robots posteriores siguieron su mismo modelo \u2013 la universidad de Standford dise\u00f1\u00f3 un brazo rob\u00f3tico para asistir a pacientes discapacitados del hospital de Downey, California en 1963; Marvin Minsky desarroll\u00f3 una serie de brazos rob\u00f3ticos de movimiento complejo y altamente articulados a partir de su prototipo de 1968<\/em> -, pero habr\u00eda que esperar a 1970 con la aparici\u00f3n del primer modelo funcional de Shakey<\/strong> \u2013 un robot m\u00f3vil capaz de reconocer el terreno y corregir autom\u00e1ticamente sus patrones de direcci\u00f3n<\/em> \u2013 para obtener a un verdadero aut\u00f3mata capaz de tomar sus propias decisiones (por b\u00e1sicas que fueran). El robot causar\u00eda tal impacto en el p\u00fablico que terminar\u00eda siendo homenajeado \u2013 en una especie de versi\u00f3n asesina manufacturada en la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica y plagada de armas letales <\/em>\u2013 en un cap\u00edtulo de la popular serie El Hombre Nuclear<\/a> (S04EP13, \u201cLa Sonda Mortal\u201d<\/em>).<\/p>\n \n Ciertamente el tosco dise\u00f1o de Shakey <\/strong>era mucho mas pragm\u00e1tico y realista que cualquier dise\u00f1o humanoide surgido de las p\u00e1ginas de la ciencia ficci\u00f3n literaria o cinematogr\u00e1fica \u2013 fueran los Cibernautas<\/strong> de la serie brit\u00e1nica de culto Los Vengadores<\/a> (1961 \u2013 1969), o los robots fuera de control del parque de diversiones Oestelandia<\/a> (1973) escrita por Michael Crichton<\/em> \u2013. Mantener el equilibrio sobre dos piernas de una m\u00e1quina extremadamente pesada representaba un desaf\u00edo tan complejo como in\u00fatil: el ordenador a cargo deb\u00eda tener tal velocidad de procesamiento que fuera capaz de realizar multitud de correcciones \u00ednfimas pertinentes a distribuci\u00f3n de peso y postura en fracciones de segundo, eso sin contar con el reto que implicar\u00eda que dicha m\u00e1quina hiciera el intento de desplazarse a gran velocidad \u2013 l\u00e9ase correr<\/em> \u2013 sobre superficies de textura y dise\u00f1o impredecibles. Un robot aut\u00f3mata de dise\u00f1o realista deber\u00eda ser algo m\u00e1s parecido a un tanque inteligente, dotado de orugas todo terreno, lo cual le da una \u00f3ptima distribuci\u00f3n de peso a la vez que le provee un medio de desplazamiento eficiente y que puede operar a gran velocidad. Otros dise\u00f1os alternativos f\u00edsicamente cre\u00edbles son los multipodales, los cuales terminan dando a luz m\u00e1quinas similares a ara\u00f1as mec\u00e1nicas.<\/p>\n Mientras tanto, los brazos rob\u00f3ticos comenzaban a complejizarse. La raz\u00f3n: los primeros pasos de inteligencia artificial aplicados en los computadores que los controlaban. Los robots Freddy I<\/strong> y Freddy II<\/strong> eran manipulados por una Honeywell H316<\/strong> dotada apenas de 16 Kb de memoria; pero su programa \u2013 desarrollado con el lenguaje POP-2<\/strong>, uno de los primeros escritos especialmente para programaci\u00f3n funcional<\/em> \u2013 pod\u00eda asimilar nuevas rutinas y, en apenas un par de d\u00edas, el robot pod\u00eda estar ejecutando nuevas acciones. La sensibilidad de los Freddy <\/strong>era tal que pod\u00edan ensamblar las partes min\u00fasculas (y extremadamente delicadas) de juguetes peque\u00f1os como autos y barcos a escala, de un tama\u00f1o no mayor a la palma de la mano.<\/p>\n Y mientras la industria avanzaba a pasos lentos pero seguros, en una galaxia muy, muy<\/em> lejana se asomaban dos androides tan valientes como torpes, dos robots protot\u00edpicos que surcar\u00edan las pantallas de todo el mundo y que crear\u00edan un nuevo standard cinematogr\u00e1fico. No eran aut\u00f3matas asesinos ni robots mudos y serviciales, sino una delirante muestra \u2013 siquiera ficticia<\/em> \u2013 de inteligencia artificial, dotados de personalidad propia y un inadecuado sentido de la aventura. 1977 marca la llegada de C3PO <\/strong>y R2D2<\/strong>, los escuderos del legendario h\u00e9roe Luke Skywalker en el cl\u00e1sico La Guerra de las Galaxias<\/a>\u2026 un filme que har\u00eda \u00e9poca y que realimentar\u00eda los sue\u00f1os de una nueva camada de creativos e inminentes cient\u00edficos, ingenieros incipientes de un futuro que a\u00fan estaba por escribirse.<\/p>\n Realidad vs Ficcion: La Historia de los Robots (segunda parte). Los a\u00f1os 50 y 60 con Gort, Robby y la invencion de los primeros automatas reales como Unimate.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10374"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10374"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10374\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10374"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}LA HISTORIA DE LOS ROBOTS<\/h4>\n
La historia de los Robots (1era parte)<\/a> – la historia de los Robots (2da parte)<\/a> – La historia de los Robots (3era parte)<\/em><\/h5>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"