Crítica: Zathura (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2005: Josh Hutcherson (Walter), Jonah Bobo (Danny), Dax Shepard (astronauta), Kristen Stewart (Lisa), Tim Robbins (padre)

Director: Jon Favreau, Guión: John Kamps & David Koepp, basados en la novela de Chris Van Allsburg, Musica – John Debney

Trama: Walter y Danny son dos hermanos que aún no se reponen del reciente divorcio de sus padres. De visita en la casa del padre, éste debe salir imprevistamente por cuestiones de trabajo y los chicos quedan a cargo de Lisa, la irresponsable hermana mayor. Pero mientras Lisa se encierra en su cuarto a escuchar música, los chicos pelean constantemente hasta que Danny es encerrado en el sótano de la casa y descubre un antiguo juego de mesa llamado Zathura. Intentando reconciliarse con Walter, Danny comienza a jugar a Zathura, pero extraños sucesos comienzan a ocurrir, y pronto los chicos se percatan de que los acontecimientos que narra el juego son reales. De pronto su casa se encuentra flotando en el espacio, y los niños deben evadir lluvias de asteroides, robots asesinos y peligrosos alienígenas. La única esperanza de regresar sanos y salvo a la Tierra parece ser llegar hasta el final del juego.

Zathura Jon Favreau es un actor secundario bastante popular en los filmes de Hollywood, aunque posiblemente su nombre sea desconocido para la mayoría del público. Pero basta verlo en papeles de soporte como el abogado sordo amigo de Matt Murdock en Daredevil, como para recordar su cara y reconocer que uno lo ha visto en muchos filmes. Favreau probó suerte con la dirección, y Elf (2003) se convirtió en un éxito de taquilla que le abrió las puertas de Hollywood. Basta decir que después de Zathura su próximo proyecto es la adaptación a la pantalla grande del héroe de la Marvel The Iron Man.

Sin conocer demasiado de su corta carrera como director, debo reconocer que Favreau tiene talento. En este caso le toca el turno a Zathura, una obra de Chris Van Allsburg en que el autor termina por copiarse a sí mismo y a uno de sus libros más conocidos que es Jumanji. En principio el éxito de la adaptación cinematográfica de Jumanji impulsó una secuela que nunca terminó por despegar en Hollywood, y que con el tiempo evolucionó hasta transformarse en Zathura. Los mecanismos son idénticos: niños que encuentran un juego de mesa que tiene vida propia y que termina por abrir portales dimensionales. En Jumanji, eran viajes en el tiempo y la llegada de todo tipo de fauna salvaje. Aquí directamente son aliens y el espacio exterior.

Y a pesar de seguir todos los clisés de Jumanji, Zathura es un filme muy superior. Personalmente Jumanji siempre me pareció entretenimiento con la misma consistencia de una hamburguesa: algo rápido y placentero que se olvida a los 5 minutos de haberlo disfrutado. A su vez el otro problema de Jumanji es Robin Williams – actor con gracia si los hay, pero cuando juega a la comedia pura termina siendo irritante y cuando no, empalagosamente melodramático -. Pero aquí Favreau y los guionistas (en especial el excelente David Koepp) le dan total realismo a los personajes, dejan que la aventura la guien unos niños y fundamentalmente, consigue unos formidables actores infantiles. Los minutos iniciales de Zathura son un ejemplo de cómo debe hacerse un filme infantil sin caer en caricaturas ni trazos gruesos.

Y cuando el juego de mesa aparece, es cuando comienza la aventura. Es un filme bastante intenso, que no termina por saturar al espectador con los efectos especiales y que, gracias a la tridimensionalidad dada a los chicos permite seguirlos dentro de la trama. Porque Zathura es una historia sobre el crecimiento de los niños, el abandono de sus recelos como hermanos, el olvido de las culpas mutuas y, especialmente, el cierre de las heridas causadas por el divorcio. Tanto Walter, Danny como Lisa son totalmente disfuncionales, egoístas acerrímos que viven en sus mundos personales, y a los que las desventuras del juego los lleva a descubrir su solidaridad, su esencia como grupo familiar (post divorcio). Uno podría incluso comparar a sus heridas emocionales con la de los protagonistas de filmes como Los Pajaros o Planeta Prohibido, aunque suene algo descabellado; consideremos que en esos filmes, los momentos de tensión emocional de los protagonistas disparaban sucesos fantásticos. Quizás todo esto suene a un exagerado análisis de un filme standard de entretenimiento, pero me resulta una interpretación válida. A fin de cuentas Zathura no deja de ser un capítulo extendido de The Twilight Zone; y a mi juicio, son los inconscientes de los protagonistas los que, a través del juego de mesa, comienzan a abrir los portales hacia otras dimensiones.

Detrás de todo su show de fuegos artificiales, Zathura no deja de ser un film moralizante. Es una fábula que predica la reconciliación y el respeto entre los hermanos, e incluso se puede interpretar que si bien el divorcio no ha sido suficiente para unirlos, es necesario que pasen acontecimientos descomunales (una invasión alienígena, un bombardeo de meteoritos, etc) para que redescubran sus sentimientos fraternales. Y que inconscientemente ellos mismos provocan dichos sucesos. La relación entre los hermanos es totalmente diferente hacia el final del film, y todos los acontecimientos que viven sirven para que descubran cosas nuevas en su interior, cuando no vencer sus miedos.

Es una película altamente entretenida y bien hecha. Posiblemente no sea un clásico, pero es un show inteligente y bien escrito, y considero que es un modelo de cómo hacer una muy buen película para toda la familia. Desde ya será interesante ver qué es lo que hará Favreau con su adaptación del Hombre de Hierro.

JUMANJI

La saga de Jumanji se compone de: Jumanji (1995) – Zathura (2005) – Jumanji: En la Selva (2017) – Jumanji: El Siguiente Nivel (2019)