![\"In](\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/08\/foto-roger-moore.jpg\")
<\/p>\n<\/p>\n
Good bye, Mister Bond.<\/em><\/strong><\/p>\n Era un simp\u00e1tico caradura.<\/em> Sab\u00eda que no era buen actor y que su cara bonita y adolescente le abrir\u00eda todas las puertas, pero lo que lo mantendr\u00eda vivo – durante tantas d\u00e9cadas de carrera <\/em>– ser\u00eda su simpat\u00eda. Era un tipo con los pies en la tierra, algo que es de agradecer cuando uno se transforma en un \u00edcono mundial y evita que la fama se le suba a la cabeza. Es por eso que todos adoramos a Roger Moore<\/strong>, el tipo del cual todos quisi\u00e9ramos ser su amigo. Un tipo que era en la vida real tal cual era en las pel\u00edculas: amable, afable, generoso, modesto, honesto.<\/em><\/p>\n El tipo qued\u00f3 en el cine casi de casualidad. Su vocaci\u00f3n era la de ser animador, pero la pifi\u00f3 con unos celuloides en el estudio donde trabajaba y termin\u00f3 siendo despedido. Cuando su padre – que era polic\u00eda<\/em> – investigaba un robo en la casa del director Brian Desmond Hurst en 1945, Roger se top\u00f3 con el cineasta y \u00e9ste – impresionado por su aspecto<\/em> – le ofreci\u00f3 un bolo como extra en su filme Cesar y Cleopatra <\/strong>(1945). La presencia de Roger en el set no pas\u00f3 desapercibida, y pronto una multitud de chicas comenz\u00f3 a aglomerarse en el set para ver al ignoto – pero apuesto<\/em> – actor. Ah\u00ed Hurst decidi\u00f3 darle una mano – pens\u00f3 que el pibe de 18 a\u00f1os ten\u00eda pasta de estrella <\/em>– y le financi\u00f3 sus estudios en la Academia Real de Arte Dram\u00e1tico<\/strong>. Pero la conscripci\u00f3n militar dilat\u00f3 su carrera de int\u00e9rprete: hasta 1950 Roger seguir\u00eda en el ej\u00e9rcito, en donde llegar\u00eda a obtener el grado de capit\u00e1n.<\/p>\n \n Liberado de las Fuerzas Armadas, se decidi\u00f3 a probar suerte como modelo. Hizo toneladas de publicidades gr\u00e1ficas – era muy popular promocionando una marca de su\u00e9ters<\/em> – y termin\u00f3 consiguiendo un bolo en una producci\u00f3n live<\/em> para la TV brit\u00e1nica en 1949.<\/p>\n Pronto llam\u00f3 la atenci\u00f3n, aunque fuera como figura decorativa, de los productores norteamericanos. La MGM<\/strong> le hizo un contrato por siete a\u00f1os en 1954 y Roger apareci\u00f3 en tercer lugar en pel\u00edculas como Interrupted Melody <\/strong>(1954, detr\u00e1s de Glenn Ford y Eleanor Parker) o The King’s Thief<\/strong> (del mismo a\u00f1o, con Edmund Purdom, David Niven y George Sanders). Todas fueron rotundos fracasos de taquilla y, tan solo dos a\u00f1os despu\u00e9s, la MGM <\/strong>terminar\u00eda de liberarlo de su contrato. Fue una \u00e9poca realmente oscura y frustrante.<\/p>\n La redenci\u00f3n de Roger vino con la serie Ivanhoe<\/strong> (1958 – 1959), producida por capitales brit\u00e1nicos. Era su primer protag\u00f3nico y all\u00ed conocer\u00eda a algunos de sus futuros compa\u00f1eros de carrera, ya fuera Christopher Lee o Robert Brown (que hac\u00eda de su escudero y que d\u00e9cadas mas tarde se convertir\u00eda en M luego del fallecimiento de Bernard Lee en 1981).<\/p>\n Pero Hollywood lo atra\u00eda mas, y Roger dej\u00f3 la serie persiguiendo un contrato con la Warner Brothers<\/strong>, lo que dar\u00eda lugar a un par de filmes y al rodaje de la serie The Alaskans<\/strong> (1959 – 1960). La filmaci\u00f3n era literalmente un infierno: la tira transcurr\u00eda en Alaska pero se filmaba en un estudio en Los Angeles, y el cast deb\u00eda permanecer enfundado en pieles y gruesos abrigos bajo el abrasador calor de las luces del set. A ello se sumar\u00eda su furtivo romance con la protagonista Dorothy Provine, el cual ser\u00eda objetado por los ejecutivos del estudio.<\/p>\n Pero la suerte le segu\u00eda sonriendo y, despu\u00e9s de The Alaskans<\/strong>, le dieron un papel semiregular como el primo brit\u00e1nico del aventurero James Gardner en Maverick <\/strong>(1960 – 1961). Curiosamente Sean Connery hab\u00eda audicionado para el mismo papel y, luego de conseguirlo, decidi\u00f3 rechazarlo.<\/p>\n Maverick<\/strong> era un gran \u00e9xito aunque, claro, su segunda temporada ven\u00eda en declive – recortes presupuestarios, la partida de Gardner del rol, baja calidad en los scripts<\/em> – y era terminal. Entusiasmado por la idea de crear su propio veh\u00edculo estelar, Roger junt\u00f3 sus ahorros y se puso averiguar la disponibilidad de derechos sobre El Santo <\/strong>– el popular personaje de Leslie Charteris: un ladr\u00f3n devenido playboy y aventurero <\/em>-, hasta que se top\u00f3 con que los mismos hab\u00edan sido adquiridos por Sir Lew Grade. Para ese entonces Grade quer\u00eda lanzar una serie con Sean Connery (otra vez mas!) como protagonista, pero el escoc\u00e9s result\u00f3 no estar disponible. Moore se subi\u00f3 a la movida y en 1962 debutar\u00eda como Simon Templar, generando un \u00e9xito inmediato a nivel mundial – la serie terminar\u00eda emiti\u00e9ndose en mas de 80 pa\u00edses<\/em> -. A la larga la idea de Roger terminar\u00eda triunfando: comprar\u00eda los derechos sobre las \u00faltimas temporadas de la serie (rodadas a color) y producir\u00eda durante las d\u00e9cadas siguientes todos los revivals<\/em> del personaje, desde El Regreso del Santo<\/strong> (1978 – 79) hasta numerosos telefilmes, incluyendo un fallido piloto de TV del 2012 en donde participaba \u00e9l mismo y el anterior Santo (Ian Ogilvy) como magnates rivales que se disputaban los servicios del nuevo Simon Templar (Adam Reynor).<\/p>\n \n La serie mantuvo altos ratings a lo largo de toda su emisi\u00f3n pero su longevidad comenz\u00f3 a cansar a Roger, quien quer\u00eda probarse como estrella cinematogr\u00e1fica. Es por ello que rodar\u00eda dos pel\u00edculas – Crossplot<\/em><\/strong> (1969, y con su futuro co-star Bernard Lee), y El Hombre que se Persigui\u00f3 a s\u00ed Mismo<\/strong> (1970) <\/em>– con tibio suceso de cr\u00edtica y taquilla.<\/p>\n Desde el principio de su estrellato Moore hab\u00eda sido sugerido como candidato para interpretar a James Bond, el agente secreto protagonista de las populares novelas que hab\u00eda escrito Ian Fleming en los a\u00f1os 50. Era apuesto, elegante y de modales refinados, y hasta el mismo Fleming lo consideraba mas adecuado que Sean Connery – a quien consideraba un camionero bruto sin redenci\u00f3n<\/em> -. Pero en 1962 el rol le fue esquivo por partida doble: Roger estaba comprometido con El Santo<\/strong> y, por otra parte, a los productores de la saga – Harry Saltzman y Albert Broccoli<\/em> – les pareci\u00f3 que Moore se ve\u00eda demasiado adolescente (a\u00fan cuando fuera tres a\u00f1os mas viejo que Connery). El escoc\u00e9s qued\u00f3 reclutado, la saga fue un \u00e9xito planetario, y Moore sigui\u00f3 adelante con su \u00e9xito televisivo, mirando a la distancia el megaestrellato que Connery hab\u00eda cosechado.<\/p>\n Pero la impresi\u00f3n de Moore con los productores de 007 fue duradera. Cuando Connery anunci\u00f3 su partida del rol en 1967 – harto de carecer de vida privada, de pasar todo el tiempo filmando y promocionando los filmes de James Bond, y de no disponer de oportunidad para rodar otra cosa que mostrara su talento como int\u00e9rprete<\/em> -, Moore volvi\u00f3 a ser considerado… pero El Santo<\/strong> segu\u00eda en la pantalla y el papel volvi\u00f3 a alejarse. El ex-modelo George Lazenby gan\u00f3 el rol y todo parec\u00eda indicar que la saga seguir\u00eda unos cuantos filmes mas con el australiano a la cabeza… hasta que, en un bizarro giro del destino – fruto del p\u00e9simo asesoramiento de su agente<\/em> – Lazenby decidi\u00f3 cometer suicidio art\u00edstico renunciando al papel y yendo a buscar otro tipo de papeles… que nunca llegaron. Con debut y despedida del personaje, el estreno de Al Servicio Secreto de su Majestad<\/a> termin\u00f3 marcado por las sombras, con una recaudaci\u00f3n mucho mas modesta que de costumbre, y con un rol ic\u00f3nico que hab\u00eda vuelto a quedar vacante. Otra vez Moore estaba ocupado – ahora con la serie Dos Tipos Audaces<\/strong>, la que protagonizaba y produc\u00eda<\/em> – y el rol de su vida volv\u00eda a distanciarse.<\/p>\n Connery regres\u00f3 una vez mas – en Los Diamantes son Eternos<\/a> (1971) <\/em>– y dej\u00f3 en claro que \u00e9sta ser\u00eda la \u00faltima vez que iba a interpretar a James Bond (una d\u00e9cada mas tarde se arrepentir\u00eda de sus dichos y har\u00eda un fugaz comeback<\/em> en Nunca Digas Nunca Jam\u00e1s<\/a>, 1983). Y cuando Connery se fu\u00e9, a Saltzman y Broccoli les qued\u00f3 en claro que precisaban una estrella, no un novato de cabeza fresca como les hab\u00eda ocurrido con Lazenby (no s\u00f3lo por su abrupta decisi\u00f3n sino tambi\u00e9n por los horrores que vomit\u00f3 a la prensa durante el rodaje del filme). En 1973 fueron a lo seguro y contrataron a Roger; y, aunque 007 Vive y Deja Morir<\/a> no tuvo una taquilla tan brutal como los filmes anteriores, al menos era un comienzo auspicioso.<\/p>\n \n Quiz\u00e1s la mejor cosa que le pudo pasar a Roger fue que el rol de 007 se le postergara tanto. Cualquier tipo que sucediera a Connery estaba condenado al fracaso, simplemente porque la figura del escoc\u00e9s era gigantesca – convirti\u00f3 a James Bond en un fen\u00f3meno cultural a nivel mundial, disparando modas, imitadores y cultivando a millones de fan\u00e1ticos<\/em> -. El error de George Lazenby – aparte de su amateurismo y de su ego inflado <\/em> – fue intentar copiar el machismo exacerbado de Connery y su implacable ductilidad a la hora de la acci\u00f3n pero, por ende, la comparaci\u00f3n se hizo inevitable y termin\u00f3 en p\u00e9rdida para el candidato debutante. Para que hubiera un sucesor digno y exitoso primero hab\u00eda que hacerle un lugar y darle un golpe de tim\u00f3n a la franquicia – des-conneryz\u00e1ndola y haci\u00e9ndola menos contracturada<\/em> -. El primer paso fue la visi\u00f3n de comic<\/em> que Saltzman y Broccoli le imprimieron a Los Diamantes son Eternos<\/a> y, luego, fue enrolar a Roger Moore en el papel principal. Moore no era ni por asomo un machista violento como exhalaba Connery, sino mas bien un playboy<\/em> afable que se defend\u00eda con lo justo a la hora de la acci\u00f3n y que le hac\u00eda un gui\u00f1o a los espectadores diciendo “Hey, vean el disparate que voy a hacer. \u00bfUstedes se lo creen?. \u00a1Yo tampoco!”<\/em>. Parafraseando a Michael Caine – amigo suyo de toda la vida <\/em>– “Sean arrastraba a las mujeres a la cama; en cambio Roger las seduc\u00eda con un chiste”<\/em>. Para que el p\u00fablico digiriera los cambios vino la etapa de transici\u00f3n, la cual dur\u00f3 dos filmes – 007 Vive y Deja Morir<\/a>, y El Hombre del Rev\u00f3lver de Oro<\/a> (1974)<\/em> – en donde Moore mezclaba sus pasos de comedia con momentos de violencia – como cuando cachetea a Maud Adams en Golden Gun<\/a> <\/em>-, pero terminar\u00eda por amoldar el rol a su persona, triunfando con el mega\u00e9xito de La Esp\u00eda que me Am\u00f3<\/a> en 1977. Y ya nadie lo tildar\u00eda de usurpador del papel.<\/strong><\/p>\n Las im\u00e1genes se agolpan en mi memoria. Roger sirviendo pasta a cientos de t\u00e9cnicos de rodaje durante la filmaci\u00f3n de The Spy Who Loved Me<\/a> en Egipto – cuando les fall\u00f3 el catering y todos se arremangaron para salir adelante<\/em> -, o bromeando con sus co-estrellas. Filmando parodias de s\u00ed mismo – en The Cannonball Run<\/a>, o incluso mof\u00e1ndose con Michael Caine y el mismo Sean Connery sobre qui\u00e9n era el aut\u00e9ntico James Bond durante una de las entregas de los Oscar <\/em>-, y volviendo una y otra vez a apoyar a sus sucesores en el rol de 007. Porque si Connery y Lazenby quedaron resentidos con el personaje, Moore lo am\u00f3 con profunda devoci\u00f3n y siempre se mostr\u00f3 al lado de Dalton, Brosnan y Craig, mostrando que era un agradecido con la vida. Y entre esas im\u00e1genes – y su trabajo humanitario como embajador de la Unicef <\/strong><\/em>– me queda el recuerdo imborrable de Roger, un tipo simp\u00e1tico a mas no poder y, desde ya, un tipo bueno, modesto, trabajador y admirable.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" In Memoriam Roger Moore (1927 – 2017): despedimos a un actor amado que fuera icono de nuestra infancia personificando a James Bond<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/8030"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8030"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/8030\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8030"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}James Bond<\/h2>\n