{"id":12047,"date":"2017-09-14T17:38:07","date_gmt":"2017-09-14T17:38:07","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/ultimatum\/"},"modified":"2019-08-06T16:51:00","modified_gmt":"2019-08-06T19:51:00","slug":"ultimatum","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/ultimatum\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: Ultimatum (Seven Days to Noon) (1950)"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: center;\">\n<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-3.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>GB, 1950: Barry Jones (profesor Willingdon), Olive Sloane (Goldie), Andr\u00e9 Morell (superintendente Folland, Sheila Manahan (Ann Willingdon), Hugh Cross (Stephen Lane)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: John Boulting &amp; Roy Boulting, Gui\u00f3n: Frank Harvey &amp; Roy Boulting<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>Los a\u00f1os 50. El profesor Willingdon &#8211;<em> experto en energ\u00eda nuclear <\/em>&#8211; ha desaparecido. Entre ello y una inquietante misiva dirigida al primer ministro brit\u00e1nico &#8211;<em> la cual amenaza con detonar una bomba at\u00f3mica en pleno Londres dentro de siete d\u00edas si el gobierno ingl\u00e9s no cesa de construir armamento nuclear cada vez mas poderoso y devastador <\/em>-, el clima de p\u00e1nico inunda a las altas esferas. Folland, agente de Scotland Yard, se encuentra tras el rastro de los responsables; pero enorme ser\u00e1 su sorpresa cuando descubra que el terrorista es el mismo profesor Willingdon, quien se cree sumido en una misi\u00f3n divina destinada a preservar el futuro de la humanidad&#8230; y el cual amenaza con borrar a Londres del mapa si no se cumplen sus demandas en el plazo de siete d\u00edas exactos.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/poster-seven-days-noon.jpg\" alt=\"Seven Days to Noon (1950)\" width=\"200\" height=\"311\" border=\"1\" \/> Es curioso ver como cambian los criterios de la gente con el paso del tiempo. En su momento <strong>Seven Days to Noon<\/strong> fue un considerado un filme dram\u00e1tico serio, ganando incluso un <em>Oscar<\/em> al mejor gui\u00f3n. Hoy en d\u00eda es apenas un <em>thriller<\/em> pasable, correcto pero desnatado, un recuerdo gris de los feos a\u00f1os de la Guerra Fr\u00eda. Es posible que <strong>Seven Days to Noon<\/strong> sea un t\u00edtulo influencial &#8211; <em>si uno ve como han armado el tema de la cacer\u00eda humana, notar\u00e1 que su estructura es muy similar a otros thrillers m\u00e1s conocidos y posteriores a \u00e9ste (sin ir mas lejos, <strong>El Dia del Chacal <\/strong>para comenzar entre una nutrida lista) <\/em>-, pero da la impresi\u00f3n de haber sido armado con tanta pulcritud que la excitaci\u00f3n y la tensi\u00f3n salieron volando por la ventana. Nada desentona, pero tambi\u00e9n es cierto que el libreto no toma ning\u00fan riesgo y siempre transita por terreno seguro.<\/p>\n<p>Gran parte del problema es que el villano es un tipo mas bueno que el dulce de leche. El qu\u00eda es un experto en armas at\u00f3micas y, de un d\u00eda para otro, decide robarse una y amenaza con hacerla explotar en el centro de Londres si el gobierno ingl\u00e9s no declara en la prensa la cancelaci\u00f3n de su programa de construcci\u00f3n de armas de destrucci\u00f3n masiva. Desde ya que los pol\u00edticos le hacen pito catal\u00e1n &#8211; <em>ser\u00eda como quedar desnudos frente a la amenaza sovi\u00e9tica, tan cercana y aterradora en los principios de la Guerra Fr\u00eda<\/em> -, y el tipo sigue adelante con su plan. Como el qu\u00eda es un inofensivo rat\u00f3n de biblioteca, no es el cl\u00e1sico conspirador que asesina a sangre fr\u00eda a todos los testigos accidentales con los cuales se topa en su camino, ni tiene un plan excesivamente elaborado. Cuando ve que en la pensi\u00f3n donde estaba alojado comienzan a sospechar de \u00e9l, el tipo decide mudarse a otro hotel; cuando se levanta a una veterana a cambio de casa y comida, decide mantenerla encerrada bajo llave, y atenderla con el mejor de los modales para hacer su estancia c\u00f3moda mientras dure el secuestro. Y mientras que su causa podr\u00eda haber sido objeto de un interesante debate &#8211;<em> en el fondo, el tipo posee una enorme crisis de conciencia, lo cual lo lleva a intentar frenar la atrocidad de las armas at\u00f3micas, reflejando la paranoia que empapaba a europeos y norteamericanos en aquellos a\u00f1os de plomo de la d\u00e9cada del 50<\/em> -, el libreto decide desautorizarlo, pint\u00e1ndolo como un desequilibrado con delirios religiosos. Se la pasa citando el <em>Apocalipsis<\/em> de la<em> Biblia<\/em>, camina sin cesar en su cuarto hasta altas horas de la noche y contempla con desolaci\u00f3n la escena londinense, viendo la ciudad que har\u00e1 desaparecer en el plazo de un pu\u00f1ado de d\u00edas. Nunca terminamos de meternos dentro de su cabeza y, en todo caso lo que nos limitamos a ver son sus reacciones al medio ambiente. <strong>Debe de ser uno de los terroristas mas equilibrados de la historia del cine.<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\">\n<p>Desde ya todo es demasiado racional como para ser interesante. Ante la amenaza de bomba el gobierno decide vaciar literalmente Londres, lo cual lleva al escenario bastante est\u00fapido de que el \u00fanico<em> flaco <\/em>que qued\u00f3 en el vecindario debe ser el terrorista. A su vez el qu\u00eda decide esperar hasta el \u00faltimo minuto para detonar la bomba, a\u00fan cuando el jueves ya sabe (y tiene recontra confirmado) que el gobierno no le va a dar ni cinco de pelota, y que est\u00e1n haciendo esfuerzos sobrehumanos para cazarlo. Y, lo peor de todo, es que no pueden dar con \u00e9l&#8230; y no porque sea un super maestro del disfraz (a lo sumo, se saca el bigote y se cambia el abrigo), sino porque la polic\u00eda inglesa peca de incompetente.<\/p>\n<p><strong>Seven Days to Noon<\/strong> es un <em>thriller<\/em> antiguo y digerible. Hay varios nombres conocidos &#8211; <em>Andr\u00e9 Morell, uno de los antiguos <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/quatermass-xperiment\/\">Quatermass<\/a> televisivos; un joven Geoffrey Keen, siglos antes de ser uno de los jefazos de James Bond en la era Roger Moore; y Joss Ackland, cuando a\u00fan no era un supremacista ario sudafricano a punto de tener su trasero volado por un desquiciado Mel Gibson en <strong>Arma Mortal 2 <\/strong><\/em>-, y hay un buen clima de intriga de post guerra, \u00e9se que mezcla bombas nucleares, ciudades en proceso de reconstrucci\u00f3n, y amenaza roja al otro lado del charco. Es un filme amable e ideal para los amantes del cine cl\u00e1sico, pero definitivamente sabe a poco para aquel espectador moderno que quiere algo m\u00e1s condimentado y mucho mas excitante.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Critica de Ultimatum (Seven Days to Noon) (1950): un cientifico se roba una bomba nuclear y amenaza explotarla en el centro de Londres, en este thriller de principios de la Guerra Fria<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/12047"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12047"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/12047\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12047"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}