{"id":11721,"date":"2017-09-14T17:36:38","date_gmt":"2017-09-14T17:36:38","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/robot-frank\/"},"modified":"2019-09-07T11:00:03","modified_gmt":"2019-09-07T14:00:03","slug":"robot-frank","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/robot-frank\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: Robot &#038; Frank (2012)"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: center;\">\n<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-4.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>USA, 2012: Frank Langella (Frank Weld), Rachael Ma (Robot), Peter Sarsgaard (voz del Robot), James Marsden (Hunter Weld), Liv Tyler (Madison Weld), Susan Sarandon (Jennifer)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: Jake Schreier, Gui\u00f3n: Christopher D. Ford<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>El escenario: un futuro muy cercano. Frank Weld es un anciano gru\u00f1\u00f3n al cual los a\u00f1os le est\u00e1n pasando factura. Se olvida de las cosas, desconoce por momentos a sus hijos, pierde la noci\u00f3n del tiempo y el espacio. Es por ello que su hijo Hunter decide adquirir un robot de compa\u00f1\u00eda, un ayudante terape\u00fatico capaz de supervisar la salud de Frank y asignarle rutinas para mantener su mente activa. Mientras que al principio Frank reniega de su acompa\u00f1ante cibern\u00e9tico, pronto comienza a encari\u00f1arse con el androide cuando descubre que posee otras cualidades. Y es que Frank es un ladr\u00f3n de guante blanco jubilado, un especialista en desactivar alarmas y abrir cajas fuertes. Cuando Frank descubre que el robot puede hacer dichas tareas &#8211; <em>de manera mucho mas veloz y sin falla <\/em>-, decide adiestrarlo para que lo asista en el \u00faltimo robo que tiene planeado: apropiarse de una versi\u00f3n antiquisima de<em> Don Quijote<\/em>, la cual se encuentra depositada bajo llave en la biblioteca del pueblo en donde vive. Pero el mayor problema no son las dificultades tecnicas para apoderarse del libro sino la fallida memoria de Frank, la cual le hace descuidar detalles primordiales a \u00faltimo momento&#8230; errores que podr\u00e1n a las autoridades tras el rastro de Frank y su compa\u00f1ero robot.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/boton-robot-frank.jpg\" alt=\"Robot &amp; Frank\" width=\"200\" height=\"296\" border=\"1\" \/> A veces la ciencia ficci\u00f3n no es un prop\u00f3sito en s\u00ed, sino un instrumento que ayuda a ilustrar una idea. Tomemos por ejemplo <strong>Robot &amp; Frank<\/strong>, un peque\u00f1o drama independiente que incluye a un androide en su relato. Mientras que cualquier otro autor hubiera hecho que el robot<strong> a) <\/strong>se vuelva un asesino serial, <strong>b)<\/strong> desate una rebeli\u00f3n junto con otros robots, o <strong>c) <\/strong>se vuelva consciente de su propia naturaleza y se despache con una reflexi\u00f3n existencial, en<strong> Robot &amp; Frank <\/strong>el androide s\u00f3lo es un mecanismo para ilustrar las miserias de la senilidad y, en todo caso, ser un compa\u00f1ero sin remordimientos capaz de darle una oportunidad (quiz\u00e1s la \u00faltima) de redenci\u00f3n a su protagonista. A excepci\u00f3n de su capacidad para formatear \/ rebootear su memoria, no hay mucha diferencia entre el robot y un ayudante terape\u00fatico humano.<\/p>\n<p>Este es un drama humano, propio del \u00e1mbito del festival de <strong>Sundance<\/strong> (en donde fue presentado). Frank Langella es un ladr\u00f3n retirado, un sesent\u00f3n al cual la vejez le est\u00e1 jugando una mala pasada. Se olvida de las cosas, se desorienta, piensa que su hijo a\u00fan sigue en la universidad (a\u00fan cuando sea un cuarent\u00f3n recibido hace rato). Y, como no puede con su genio, a\u00fan roba peque\u00f1as cosas como para mantener la emoci\u00f3n de lo prohibido. Pero la salud mental de Frank va en r\u00e1pido declive y el hijo, alarmado, decide ponerle un robot de acompa\u00f1ante. En si, el robot no es nada del otro mundo &#8211; <em>de hecho es un androide concebido de manera bastante realista, el que me hace acordar a uno experimental que hab\u00eda hecho la <strong>Honda<\/strong> hace unos a\u00f1os y hab\u00edan pasado por los noticieros de TV <\/em>-. El robot cocina, ordena, le pone los enemas diarios a Frank (no es chiste!), y el tipo pronto descubre que tiene capacidad de aprender y es muy diestro en tareas de precisi\u00f3n. Consider\u00e1ndolo parte de su programa terape\u00fatico &#8211; <em>asistir al paciente en tareas que considere \u00fatiles y estimulen su deteriorado intelecto<\/em> &#8211; el robot se embarca en la misi\u00f3n de convertirse en el asistente perfecto para un robo, desactivando alarmas y abriendo cerraduras. En poco tiempo la salud mental de Frank mejora, b\u00e1sicamente porque vuelve a hacer lo que m\u00e1s le gustaba.<\/p>\n<p>Si uno analiza en detalle, ver\u00e1 que el protagonista es un egoc\u00e9ntrico de aquellos, un tipo que se decanta a la satisfacci\u00f3n de sus propios placeres antes de pensar en el bienestar de los dem\u00e1s. El gui\u00f3n intenta redimir a Frank con algunas acciones forzadas sobre el final, como si un tipo as\u00ed &#8211;<em> que mantuvo semejante car\u00e1cter durante d\u00e9cadas <\/em>&#8211; fuera capaz de cambiar m\u00ednimamente, aunque sea ahora en el ocaso de su lucidez. Quiz\u00e1s la intenci\u00f3n de la historia sea mostrar que, cuando nos debilita la vejez, revalorizamos los v\u00ednculos familiares que despreciamos (o subvaloramos) en nuestra etapa de lucidez y fortaleza. Ahora nos vemos obligados a depender de otros y, a la fuerza, nos vemos obligados a aprender una lecci\u00f3n de humildad.<\/p>\n<p style=\"text-align: center;\">\n<p>A\u00fan con todo ello, el libreto de <strong>Robot &amp; Frank <\/strong>da atisbos de dichos conceptos pero no logra plasmarlos como corresponde. La &#8220;normalizaci\u00f3n&#8221; de Frank &#8211; <em>en los cinco minutos finales<\/em> &#8211; se ve forzada, y uno no deja de pensar en que el tipo sigue siendo el mismo cretino egoc\u00e9ntrico que vive pensando c\u00f3mo saltar el tapial y forzar la cerradura del vecino. En cambio, lo m\u00e1s logrado del filme es la sensaci\u00f3n de encierro que vive Frank: su mundo es uno que cambia cada d\u00eda que pasa y que se va quedando escaso de opciones. Hoy se olvid\u00f3 de una cosa, ma\u00f1ana de otra&#8230; y la frontera final &#8211; <em>la mente en blanco, sin noci\u00f3n de pasado, presente o ubicaci\u00f3n en el espacio<\/em> &#8211; parece estar demasiado cerca. Es que la an\u00e9cdota del filme apunta a que Frank reviva un momento de gloria antes del apag\u00f3n final, el <em>&#8220;canto del cisne&#8221;<\/em> de su carrera como ladr\u00f3n profesional.<\/p>\n<p>La historia es deliciosa, especialmente porque la performance de Frank Langella es muy sutil. La relaci\u00f3n que mantiene con el robot tiene sus perlitas, simplemente por el contraste entre su car\u00e1cter gru\u00f1\u00f3n y la fr\u00eda objetividad de la m\u00e1quina (que da por tierra la mayor\u00eda de sus argumentos). Por su parte, la inclusi\u00f3n del tema de <strong>Don Quijote<\/strong> &#8211; <em>aqu\u00ed como un libro incunable que est\u00e1 en la mira del pr\u00f3ximo robo de Frank<\/em> &#8211; no es gratuita, y uno puede ver a Langella y al androide como una especie de versi\u00f3n bizarra del caballero andante acompa\u00f1ado de su Sancho Panza rob\u00f3tico, embarcados en una aventura que excede sus capacidades.<\/p>\n<p>Quiz\u00e1s el mayor problema del relato &#8211;<em> adem\u00e1s de quedarse corto en la tarea de rehabilitar al personaje de Frank sobre el final <\/em>&#8211; sea el complicado climax, el que incluye alguna revelaci\u00f3n sorpresiva y una rebuscada persecuci\u00f3n con la polic\u00eda. Es un intento forzado de meter un poco de adrenalina en una historia que no lo precisaba, y creo que le da un final no natural a la trama. Hubiera sido interesante que Frank terminara por considerar al robot como un amigo real, y decidiera sacrificarse por \u00e9l.<\/p>\n<p><strong>Robot &amp; Frank<\/strong> es un peque\u00f1o drama salpicado con gotas de comedia. Es una historia sobre la senilidad y la p\u00e9rdida de la lucidez, trama que se vale de un elemento fant\u00e1stico para ilustrar su punto. Y si bien ello le da un tinte tangencial de ciencia ficci\u00f3n, no implica que uno no pueda valorarla como corresponde, como una trama interesante y por momentos cautivante cuyos logros hacen que se merezca nuestra recomendaci\u00f3n.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Robot &#038; Frank (2012): un ladron jubilado decide reprogramar a su robot que actua como asistente terapeutico, para que lo ayude a cometer los ultimos robos de su carrera. Critica de la pelicula<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11721"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11721"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11721\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11721"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}