{"id":11714,"date":"2017-09-14T17:36:36","date_gmt":"2017-09-14T17:36:36","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/rio-kwai\/"},"modified":"2024-01-29T19:30:55","modified_gmt":"2024-01-29T22:30:55","slug":"rio-kwai","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/rio-kwai\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: El Puente sobre el Rio Kwai (1957)"},"content":{"rendered":"<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-5.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>GB &#8211; USA, 1957: Alec Guinness (coronel Nicholson), William Holden (comandante Shears), Jack Hawkins (mayor Warden), Sessue Hayakawa (coronel Saito), James Donald (mayor Clipton)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: David Lean, Gui\u00f3n: Carl Foreman y Michael Wilson sobre la novela de Pierre Boulle, Musica &#8211; Malcolm Arnold<\/strong><\/p>\n<p><strong><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/recomendaciones-editor-indice\/\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"wp-image-24154 size-full aligncenter\" title=\"Recomendaci\u00f3n del Editor\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/recomendacion-editor.jpg\" alt=\"Recomendaci\u00f3n del Editor\" width=\"200\" height=\"40\" \/><\/a><\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>En un campamento de prisioneros al sur de Burma llega un contingente de soldados brit\u00e1nicos capturados por los japoneses. Al mando de los ingleses est\u00e1 el coronel Nicholson. El administrador del campo de concentraci\u00f3n, el coronel Saito, les informa que todos los prisioneros deber\u00e1n poner manos a la obra inmediatamente para terminar la atrasada construcci\u00f3n de un puente ferroviario sobre el rio Kwai, indispensable para las lineas de abastecimiento de guerra de los japoneses. Pero Nicholson se niega a quebrar las reglas de la convenci\u00f3n de Ginebra sobre prisioneros de guerra e impide que sus oficiales realicen trabajos manuales. Muy pronto entre Saito y Nicholson comienza a librarse una guerra personal, donde el temple ingl\u00e9s logra triunfar a pesar de las torturas y el encierro en cautiverio. Ahora Nicholson, para mantener la moral en alto de sus tropas, ordena construir un puente mucho mejor de lo que pudieran haber hecho los japoneses y en menor tiempo. Mientras tanto el comando americano Shears ha logrado escapar del campamento y ha dado aviso a las fuerzas aliadas. Pero es enviado de regreso con una peque\u00f1a fuerza de elite para demoler la construcci\u00f3n japonesa, sin conocer que Nicholson ha comenzado una campa\u00f1a activa de colaboraci\u00f3n con las fuerzas niponas.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/boton-kwai.jpg\" alt=\"El Puente sobre el Rio Kwai\" width=\"120\" height=\"160\" \/> <strong>El Puente sobre el Rio Kwai<\/strong> es considerada, junto con <strong>Lawrence de Arabia<\/strong>, como una de las obras cumbre de la carrera del director brit\u00e1nico David Lean. A Lean siempre le ha fascinado el mundo del colonialismo, amen de poseer un gusto est\u00e9tico exquisito y de manejar sus producciones a escala gigantesca. Lean siempre ser\u00e1 recordado por sus aventuras \u00e9picas colosales (y sideralmente caras); basta considerar que el climax del film fue rodado con un puente y un tren real volando por los aires, en vez de las habituales maquetas que cualquier otro director hubiera utilizado para rodar la misma escena.<\/p>\n<p>Pero aqu\u00ed la escala \u00e9pica pasa \u00fanicamente por el tama\u00f1o de los sets. Si bien es un film de guerra, hay muy pocos disparos y toda la acci\u00f3n transcurre en realidad como si fuera un thriller sicol\u00f3gico. La violencia funciona de modo subliminal, y est\u00e1 centrada en el silencioso enfrentamiento entre Saito y Nicholson; es una guerra de temples, donde el ingl\u00e9s termina ganando a fuerza de su tozudez.<\/p>\n<p>Pero es dif\u00edcil encontrar el verdadero sentido del film, ya que su mensaje es realmente ambiguo. Lo mismo sintieron otros candidatos previos tanto a los papeles principales (Charles Laughton) como a la silla del director (Orson Welles, Fred Zinnemann), que se apartaron por no entender el proyecto. <em>\u00bfAcaso es una cr\u00edtica despiadada a la flema inglesa?<\/em>. Quiz\u00e1s. <em>\u00bfLa actitud de Nicholson es incorrecta?<\/em>. No, al menos al principio. <em>\u00bfY entonces, por qu\u00e9 se decide a construir un puente mucho mejor del que podr\u00edan haber hecho los japoneses?.<\/em><\/p>\n<p>La respuesta est\u00e1 en las palabras finales del mayor Clipton:<em> \u00a1La locura&#8230;.la locura!.<\/em> Es una pel\u00edcula sobre la demencia de la guerra. Demencias de distintos tipos y colores. Desde el apego descerebrado a los procedimientos legales y burocr\u00e1ticos que establece Nicholson, hasta el giro radical que termina por convertirlo en un colaboracionista. Aqu\u00ed el tema es bastante simple: la mente humana, para enfrentar los horrores de la guerra, debe construir estructuras mentales a las cuales aferrarse para poder sobrevivir. Para Nicholson, la \u00fanica manera de no volverse loco es respetar a rajatabla las normas que indican la disciplina y las reglas de convivencia seg\u00fan el tratado de Ginebra; y cuando vence en ello, pasa a construir otra tabla de salvamento mental: levantar un puente de calidad excelente, que desaf\u00ede el tiempo y se convierta en un monumento a la eficiencia brit\u00e1nica. El problema es que, lo que al principio parec\u00eda razonable &#8211; una manera de moralizar y disciplinar a los hombres &#8211; termina por transformarse en un monumento al ego y al absurdo. Ya al final Nicholson est\u00e1 tan obsesionado por la perfecci\u00f3n y supervivencia de su proyecto, que ha perdido toda la perspectiva de lo real.<\/p>\n<p>Y por supuesto est\u00e1 la trama secundaria, pero no menos importante, del comandante Shears. Alguien que ha mentido y se ha hecho pasar por oficial para escapar del trabajo duro; alguien que termina por caer en su propia trampa y es obligado a regresar. Shears termina siendo un h\u00e9roe a la fuerza, obligado a regresar al infierno del cual hab\u00eda escapado.<\/p>\n<p>Si uno quiere, la an\u00e9cdota de <strong>El Puente sobre el Rio Kwai<\/strong> es peque\u00f1a; el deleite pasa por los detalles. Todos los sorpresivos cambios de actitud de Nicholson que terminan por enloquecer a Saito; la actitud de Shears que termina por transformarse en un cobarde heroico; el suspenso de la operaci\u00f3n comando, que comienza a plagarse de contratiempos; el cl\u00edmax de locura final, donde los comandos ingleses se desesperan por eliminar sobre la hora a Nicholson, que se ha vuelto demente. Y la masacre generalizada &#8230;.<\/p>\n<p><strong>El Puente sobre el Rio Kwai<\/strong> es un an\u00e1lisis del comportamiento humano frente a la guerra. Shears la esquiva; Nicholson la abraza y la transforma en su forma de vida de manera compulsiva. Aqu\u00ed no se escapa nadie, siquiera el violento e inepto Saito; todos son simplemente victimas de la locura.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>El Puente sobre el Rio Kwai: revisamos este gran clasico de David Lean acerca de la locura de la guerra, con Sir Alec Guinness y William Holden. Critica del film<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11714"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11714"}],"version-history":[{"count":1,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11714\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":34987,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11714\/revisions\/34987"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11714"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}