{"id":11535,"date":"2017-09-14T17:33:49","date_gmt":"2017-09-14T17:33:49","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/pandilla-salvaje\/"},"modified":"2019-08-31T04:22:57","modified_gmt":"2019-08-31T07:22:57","slug":"pandilla-salvaje","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/pandilla-salvaje\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: La Pandilla Salvaje (The Wild Bunch) (1969)"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: center;\">\n<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-5.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/recomendaciones-editor-indice\/\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"wp-image-24154 size-full alignright\" title=\"Recomendaci\u00f3n del Editor\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/recomendacion-editor.jpg\" alt=\"Recomendaci\u00f3n del Editor\" width=\"200\" height=\"40\" \/><\/a>USA, 1969: William Holden (Pike Bishop), Ernest Borgnine (Dutch Engstrom), Robert Ryan (Deke Thornton), Edmond O&#8217;Brien (Freddie Sykes), Warren Oates (Lyle Gorch), Jaime S\u00e1nchez (Angel), Ben Johnson (Tector Gorch)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: Sam Peckinpah, Gui\u00f3n: Sam Peckinpah &amp; Walon Green <\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>Texas, 1913. Pike Bishop lidera una banda de despiadados asaltantes de bancos, los cuales se han convertido en el azote de la regi\u00f3n. La gente del ferrocarril est\u00e1 decidida a acabar con ellos y para ello han organizado un grupo de cazarrecompensas dirigido por Deke Thornton &#8211; <em>antiguo compa\u00f1ero de andanzas de Pike, y ahora devenido en convicto liberado a pr\u00e9stamo, a cambio de sus servicios para rastrear el paradero de la banda<\/em> -. Deke sigue los pasos del grupo hasta Aguas Verdes, dentro de territorio mexicano, en donde Pike y sus hombres han hecho trato con el general Mapache para conseguirle un cargamento de armas, las cuales obtendr\u00e1n luego de asaltar un tren blindado del ej\u00e9rcito norteamericano. Pero las cosas no salen bien para los maleantes, especialmente cuando Mapache detecte &#8211; <em>entre los hombres de Pike <\/em>&#8211; a uno de los l\u00edderes de la revoluci\u00f3n mexicana. Luego de secuestrarlo y torturarlo, Mapache excusa a la banda y los deja partir; pero Pike est\u00e1 ofuscado y siente que le quedan dos opciones: partir hacia el anonimato e intentar vivir un retiro apacible gracias a la peque\u00f1a fortuna que acaba de cobrar, o ir armado hasta los dientes e intentar recuperar a su antiguo socio y amigo de las garras de los desalmados militares mexicanos. Y, en un curioso giro del destino los despiadados criminales demostrar\u00e1n tener un f\u00e9rreo sentido del honor, desatando una brutal masacre para saciar el sentimiento de culpa que lo atormenta.<\/h3>\n<p style=\"text-align: center;\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"aligncenter wp-image-22072 size-full\" title=\"Arlequin: Critica: La Pandilla Salvaje (The Wild Bunch) (1969)\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-pandilla-salvaje.jpg\" alt=\"Arlequin: Critica: La Pandilla Salvaje (The Wild Bunch) (1969)\" width=\"850\" height=\"400\" srcset=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-pandilla-salvaje.jpg 850w, http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-pandilla-salvaje-300x141.jpg 300w, http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-pandilla-salvaje-768x361.jpg 768w\" sizes=\"(max-width: 850px) 100vw, 850px\" \/><\/p>\n<p>\u00a0 \u00a0 \u00a0 <em>Antes de John Woo y Michael Bay, exist\u00eda Sam Peckinpah<\/em>. El fu\u00e9 el que cre\u00f3 las balaceras coreografiadas con un fuerte sentido del estilo, las poses en c\u00e1mara lenta, y la brutalidad en primer\u00edsimo plano. Y mientras que Woo y Bay eran simplemente imitadores de sus trucos, Peckinpah los utilizaba como herramientas para destacar aspectos fundamentales de sus densas narraciones. Un tipo que contaba historias, que se enfocaba en los actores y que usaba los recursos de estilo para subrayar sus relatos. En <strong>La Pandilla Salvaje<\/strong> Peckinpah despliega por primera vez todos los <em>gadgets<\/em> que lo caracterizar\u00edan durante el resto de su filmograf\u00eda, generando por lejos el mejor filme de su carrera y una aut\u00e9ntica obra maestra que influir\u00eda en el cine de acci\u00f3n desde 1969 hasta nuestros d\u00edas.<\/p>\n<p><strong>La Pandilla Salvaje<\/strong> se destaca en dos \u00e1reas: <em>historia y estilo<\/em>. En cuanto a la <em>historia,<\/em> es un filme que se sale de la vaina por ser amoral y brutal &#8211; <em>comparado con los pristinos westerns de John Wayne, aqu\u00ed los protagonistas matan inocentes, mujeres y ni\u00f1os de la manera mas gr\u00e1fica posible, y las balaceras se convierten en matanzas indiscriminadas en donde cualquiera puede caer<\/em> -, lo cual lo acerca a los <em>spaghetti western<\/em>. Es como si Peckinpah tomara la visi\u00f3n de Sergo Leone &#8211; <em>recargada de individuos sucios, violentos y empapados de una moral gris y fronteriza<\/em> &#8211; y se decidiera a hacerla mas extrema am\u00e9n de nacionalizarla, ya que a final de cuentas el western es un g\u00e9nero estrictamente norteamericano pero que a esa altura se encontraba opacado por la regurgitaci\u00f3n masiva, ins\u00edpida y excesivamente estoica de miles de filmes similares, saturados de clich\u00e9s y balaceras as\u00e9pticas. En tal sentido Peckinpah act\u00faa como un iconoclasta, un individuo decidido a romper las convenciones y, especialmente, a dar una visi\u00f3n mucho mas sucia, salvaje y realista del lejano oeste. Si un a\u00f1o antes Arthur Penn hab\u00eda iniciado la movida con <strong>Bonnie &amp; Clyde<\/strong> (1968) &#8211; <em>demostrando que los a\u00f1os 20, infestado de amorales gangsters, no eran glamorosos sino que desbordaban brutalidad por todos sus poros<\/em> -, \u00bfpor qu\u00e9 mostrarse restringido con el western, el cual transcurre en un universo saturado de individuos armados y forajidos sin c\u00f3digo alguno?. La primera muestra de que Peckinpah va por todo es la feroz balacera del inicio, en donde los rehenes del banco son masacrados por los protagonistas &#8211; <em>los cuales, se supone, deben despertar nuestra simpat\u00eda o, al menos nuestro inter\u00e9s<\/em> -, los cazarrecompensas matan tanta gente como los criminales, y cualquiera de los bandos utiliza a los inocentes como descartables escudos humanos. Todo esto en un brutal ballet plagado de c\u00e1maras lentas, cortes r\u00e1pidos, y carnicer\u00eda rodada con un alt\u00edsimo virtuosismo &#8211; <em>el estilo, el cual termina complementando a la historia <\/em>-.<\/p>\n<p style=\"text-align: center;\">\n<p><strong><em>\u00bfC\u00f3mo hace Peckinpah para redimir a unos protagonistas tan brutales?<\/em><\/strong>. Parte de la respuesta reside en que ellos son los mas coherentes de un universo habitado por individuos crueles. Los ladrones brutales son perseguidos por un grupo de sic\u00f3ticos cazarrecompensas, y m\u00e1s tarde hacen negocios con una horda de s\u00e1dicos militares, bandos que son a\u00fan peores que la banda liderada por William Holden. Si Holden usa la violencia para sobrevivir &#8211;<em> a cualquier costa<\/em> -, los cazarrecompensas y los militares mexicanos la usan por diversi\u00f3n, lo cual los transforma en perversos. Frente a ese panorama, Holden &amp; c\u00eda terminan resultando los mas normales del grupo. El otro punto es el carisma de los actores, en donde cualquiera de ellos transpira una honestidad que se hace c\u00f3mplice con su personaje. No son buenos tipos, pero al menos poseen un conjunto de reglas &#8211; <em>siquiera b\u00e1sico <\/em>&#8211; que los convierte en coherentes con sus propios ideales. Es una qu\u00edmica similar a la que ocurre con la saga de <strong>El Padrino<\/strong>, en donde terminamos admirando a un grupo de individuos brutales simplemente porque poseen un c\u00f3digo de honor. No admiramos su violencia, sino el hecho de que piensen diferente y que sean fieles con dichos pensamientos; terminamos admirando lo inusual de su amoralidad estructurada, la cual se camufla como si fuera una filosof\u00eda de vida profundamente concebida.<\/p>\n<p>Debido a ello, estos tipos no precisan redenci\u00f3n. Nunca se van a transformar en buenos muchachos &#8211; <em>eso ser\u00eda traicionar su naturaleza de forajidos<\/em> -, y lo que hacemos es lmitarnos a ver su accionar. Son individuos que se vuelven brutales si se siente acorralados &#8211; <em>como la met\u00e1fora de los escorpiones devorados por las hormigas, imagen que instala Peckinpah al principio del filme y anuncia todo lo que vendr\u00e1 despu\u00e9s<\/em> -, y que se manejan por un estricto c\u00f3digo de camarader\u00eda. El problema es que, el escenario en el cual han nacido, ha ido cambiando y ahora se est\u00e1n transformando en una especie en extinci\u00f3n &#8211; <em>y no hay nada mas peligroso que un animal que se siente amenazado <\/em>-. Holden se sorprende al ver un primitivo autom\u00f3vil, y sabe que el veh\u00edculo representa la met\u00e1fora de un nuevo tiempo que se cierne sobre el horizonte. <em>Las distancias se acortan, se termina la era del caballo, es el fin del lejano oeste tal como se conoc\u00eda hasta ese entonces<\/em>. Pero Holden y compa\u00f1\u00eda son tipos de acci\u00f3n, no individuos que sirvan para montar una granja y criar cerdos. Y es por ello que en el final &#8211; <em>al optar entre la indiferencia y la partida hacia el anonimato, o culminar en un sangriento y glorioso final <\/em>-, prefieren la segunda alternativa. Es en aspectos como \u00e9se, en donde<strong> La Pandilla Salvaje<\/strong> se asemeja a la mitolog\u00eda de los filmes de Kurosawa, \u00e9sos plagados de samurais regidos por intachables c\u00f3digos de honor. <strong><em>\u00bfQu\u00e9 mejor opci\u00f3n para un guerrero que decidir la hora y el lugar de su propia muerte, y perecer en una apote\u00f3tica batalla?<\/em><\/strong>.<\/p>\n<p>Pero Holden y compa\u00f1\u00eda no han elegido liberar a su amigo por hero\u00edsmo, sino por hast\u00edo, culpa y fidelidad. Conocen de antemano la resoluci\u00f3n sangrienta de la empresa que han encarado, pero deciden seguir adelante. No son hombres comunes: la violencia es el \u00fanico lenguaje que manejan. Est\u00e1n hartos de ser perseguidos, y se sienten mal por haber abandonado a uno de su especie &#8211; <em>el mismo sentimiento de culpa que torturaba a Holden cuando Robert Ryan result\u00f3 apresado en una emboscada<\/em> -. Y si Angel, el mexicano, era un idealista dispuesto a sacrificarse por la revoluci\u00f3n de su pueblo, quiz\u00e1s este grupo de amorales obtenga una indirecta expiaci\u00f3n al inmolarse en el proceso de rescate de alguien que si ten\u00eda una causa justa. Es la fidelidad al \u00faltimo de su manada, el cual cumpli\u00f3 su palabra y se mantvo callado en pos de proteger un ideal superior &#8211; <em>que su gente se haya hecho con los rifles y disponga de armas para levantarse contra la injusticia<\/em> -. Es un extra\u00f1o proceso en donde hombres sin conciencia &#8211;<em> o de escasa moralidad <\/em>&#8211; terminan haciendo lo correcto por razones diferentes a lo normal.<\/p>\n<p>Desde ya que toda esta carnicer\u00eda est\u00e1 rodada en glorioso <strong>Technicolor<\/strong>, salpicando a la c\u00e1mara con un ba\u00f1o de sangre inusitado para la \u00e9poca. Hay primer\u00edsimos planos, tomas en c\u00e1mara lenta &#8211;<em> rodadas a diferentes velocidades<\/em> -, y una edici\u00f3n de la <em>santa madre<\/em>, la cual transforma a las balaceras en un ballet gloriosamente compaginado. Tambi\u00e9n es cierto que todo este circo forma parte de una visi\u00f3n mucho mas nihilista del universo &#8211; <em>una en donde todos los protagonistas son malvados en diversa medida, en donde no existe la esperanza ni la bondad, y en donde la violencia es un espect\u00e1culo que empalaga los sentidos<\/em> -. Rodada en un mundo formado a la sombra de la Guerra de Vietnam &#8211; <em>guerra sucia y laber\u00edntica si las hay, en donde los norteamericanos vieron por primera vez la derrota, y descubrieron que el sacrificio de miles de sus j\u00f3venes hab\u00eda sido en vano<\/em> -, <strong>La Pandilla Salvaje<\/strong> se transforma en un s\u00edmbolo de su tiempo, un relato en donde la carnicer\u00eda se transforma en el lenguaje natural de la narraci\u00f3n, y en donde el cinismo da lugar a la desesperanza.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>La Pandilla Salvaje (1969): un grupo de despiadados forajidos se enfrenta a su violento final en este western clasico dirigido por Sam Peckinpah. Critica del film<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11535"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11535"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11535\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11535"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}