{"id":11453,"date":"2017-09-14T17:33:28","date_gmt":"2017-09-14T17:33:28","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/myra-breckinridge\/"},"modified":"2019-08-30T15:36:56","modified_gmt":"2019-08-30T18:36:56","slug":"myra-breckinridge","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/myra-breckinridge\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: Myra Breckinridge (1970)"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: center;\">\n<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-3.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>USA, 1970: Raquel Welch (Myra Breckinridge), Mae West (Leticia Van Allen), John Huston (Buck Loner), Farrah Fawcett (Mary Ann Pringle), Rex Reed (Myron Breckinridge)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: Michael Sarne, Gui\u00f3n: Michael Sarne &amp; David Giler, basados en la novela hom\u00f3nima de Gore Vidal<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>Myron Breckinridge ha decidido asumir su sexualidad y por ello ha viajado a Dinamarca, en donde le practican una operaci\u00f3n de cambio de sexo. Luego de dos a\u00f1os regresa como Myra Breckinridge, una despampanante morocha que cautiva a hombres y mujeres por igual. Ahora la chica transexual ha puesto un objetivo en su cabeza: obtener la mitad de la fortuna que por derecho le corresponde, la que proviene de la herencia de su madre y que su tio Buck Loner administra de manera despiadada, regenteando un mediocre estudio de actuaci\u00f3n que s\u00f3lo sirve para camuflar sus desprejuiciadas correr\u00edas sexuales con las alumnas. Para ello Myra se hace pasar como la viuda de Myron y, mientras lidia con su t\u00edo, se ha propuesto devastar el entorno que lo rodea&#8230; lo cual incluye violar a su sobrino y acostarse con la novia de \u00e9ste, generando una sucesi\u00f3n de esc\u00e1ndalos que obliguen a Buck a soltarle el dinero que le pertenece.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/boton-myra-breckinridge.jpg\" alt=\"Myra Breckinridge\" width=\"200\" height=\"280\" border=\"1\" \/> <em><strong>(Ok; el resumen es bastante diferente de la trama real del filme, pero es dif\u00edcil sintetizar una historia tan amplia y hueca en donde el fin \u00faltimo de la protagonista sea&#8221;demoler el mito del macho norteamericano&#8221;). <\/strong><\/em><\/p>\n<p>Bienvenidos amigos, a esta secci\u00f3n de <em>obras maestras del horror<\/em>. En el caso que nos ocupa, hablaremos de una pel\u00edcula terrible, bizarra y maldita, un filme de esos que aniquila carreras enteras o las parte por la mitad, y que termina haciendo historia gracias a su tremebunda mala fama. Eso es <strong>Myra Breckinridge<\/strong>.<\/p>\n<p>No es dif\u00edcil elucubrar c\u00f3mo un estudio de los grandes decidi\u00f3 meterse en un proyecto de este calibre. Imaginen la \u00e9poca; fines de los 60, la era del <em>flower power<\/em> y la revoluci\u00f3n <em>hippie<\/em>. La cultura norteamericana est\u00e1 mutando y Hollywood olfatea esos vientos de cambio. Obras como <strong>Easy Rider<\/strong> demuestran que hay un p\u00fablico que desea ver rebeldes, sexo y drogas en la pantalla y, de pronto, ser un representante de la contra-cultura termina siendo un negocio m\u00e1s que rentable. A su vez Hollywood se rebela cada vez m\u00e1s contra el <strong>c\u00f3digo Hays<\/strong> &#8211;<em> la r\u00edgida normativa moral que ven\u00eda estableciendo lo que se pod\u00eda ver en la pantalla desde hac\u00eda m\u00e1s de 40 a\u00f1os<\/em> -, y aparecen directores que hacen tiros por elevaci\u00f3n contra el muro de la censura: desde Arthur Penn y su<strong> Bonnie &amp; Clyde<\/strong> hasta alguien tan obvio como Russ Meyer, un tipo dedicado ciento por ciento al <em>sexploitation<\/em> y que ven\u00eda generando recaudaciones maravillosas con filmes baratos recargados de pulposas protagonistas desnudas. Si el sexo y la rebeld\u00eda venden, <em>\u00bfpor qu\u00e9 no intentar con la novela de Gore Vidal, la que trata de un transexual malhablado y desinhibido que se acuesta con medio mundo y que dispara constantemente comentarios mordaces sobre Hollywood?.<\/em><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\">\n<p>Mientras que el libro de Gore Vidal fue un <em>bestseller<\/em>, la adaptaci\u00f3n cinematogr\u00e1fica que ahora nos ocupa demostr\u00f3 ser un bochorno y un fiasco de taquilla. Los problemas aparecieron desde el vamos, con la elecci\u00f3n de un director que se cre\u00eda gran cosa y que pasaba filosofando sobre el filme, re-escribi\u00e9ndolo todo el tiempo y fotografiando platos de comida durante d\u00edas enteros. Le sigui\u00f3 un <em>casting<\/em> bizarro, con gente que no sab\u00eda actuar, gente que sab\u00eda actuar pero no quer\u00eda estar en el filme, y gente que se odiaba con otra gente en el set. La gente y la cr\u00edtica la aborrecieron de entrada y el estudio la encerr\u00f3 bajo siete llaves, sum\u00e1ndole el bochorno de que la cinta lleg\u00f3 a ser considerado como pornogr\u00e1fica en muchos pa\u00edses del mundo. <em><strong>\u00bfAcaso era tan horrible y escandalosa era como para sufrir semejante suerte?.<\/strong><\/em><\/p>\n<p>Ciertamente <strong>Myra Breckinridge <\/strong>no llega a ser un filme medianamente potable. La historia es un divague, s\u00f3lo que est\u00e1 adornada de excentricidades que terminan resultando fascinantes por la contemplaci\u00f3n de su exceso. En s\u00ed, ver el filme no difiere mucho de ver el hundimiento del <em>Titanic<\/em>: es horrendo y es una tragedia, pero se trata de un espect\u00e1culo dantesco del cual resulta dif\u00edcil apartar la mirada.<\/p>\n<p>Considerando que el filme data de 1970, el argumento era toda una osad\u00eda para la \u00e9poca: un homosexual viaja a Dinamarca y se hace una cirug\u00eda de cambio de sexo. Ahora el transexual tiene la infartante apariencia de Raquel Welch y ha decidido regresar a USA para poner en movimiento un plan disparatado &#8211; <em>exterminar el mito del gran macho yanqui (wtf??) <\/em>-, para lo cual precisa dinero. Si alguien me pregunta qu\u00e9 sentido tiene el plan o c\u00f3mo piensa implementarlo, no tengo la m\u00e1s m\u00ednima idea (y creo que el guionista tampoco). Lo que sigue es la puja por el cobro de una herencia y, mientras la negociaci\u00f3n se lleva a cabo, la chica \/ ex chico se desempe\u00f1a como maestra de actuaci\u00f3n, en donde todo el mundo hace pavadas y ella filosofa sobre la decadencia del cine norteamericano y la proliferaci\u00f3n de la pornograf\u00eda. Y, mientras suelta toda esa parrafada, el transexual se calza un cintur\u00f3n con pene postizo y viola a su primo (el cual no sabe su verdadera identidad) y se acuesta con la novia de \u00e9ste. <strong><em>\u00bfQu\u00e9 sentido tiene hacerse transexual si luego se vuelve lesbiana?.<\/em><\/strong><\/p>\n<p>El prop\u00f3sito de la historia brilla por su ausencia. Como comedia no tiene demasiada gracia, y todo el mundo sobreact\u00faa mientra larga enormes parrafadas. Pero a\u00fan as\u00ed <strong>Myra Breckinridge<\/strong> nunca aburre, quiz\u00e1s por lo fascinante de su propia decadencia. Por ejemplo, el director intercala todo el tiempo fragmentos de pel\u00edculas de anta\u00f1o (como <em>sketches<\/em> de Laurel y Hardy), los que funcionan como paralelos de lo que realmente ocurre en pantalla. A veces esas secuencias tienen m\u00e1s gracia que el filme en s\u00ed y, en escasos momentos &#8211; <em>como la dichosa violaci\u00f3n masculina<\/em> &#8211; terminan siendo efectivos gracias a su doble sentido. Eso s\u00ed: es bizarro ver a Gary Cooper intercalado con una at\u00edpica secuencia de sodom\u00eda.<\/p>\n<p>Curiosamente Raquel Welch &#8211;<em> que suele ser un queso actuando<\/em> &#8211; es efectiva aqu\u00ed. Le da calidez y simpat\u00eda al personaje, y hasta me animar\u00eda a decir que es una de las mejores actuaciones de su carrera. Canta, baila, es perversa y angelical, y hasta demuestra vulnerabilidad cerca del final, cuando se da cuenta de que su plan ha ido demasiado lejos. En cambio John Huston est\u00e1 encastrado en un papel bochornoso y la frutilla del postre se la lleva Mae West; si bien la diva hizo toda una carrera basada en el doble sentido y en su imagen <em>come hombres<\/em>, las rutinas surten el efecto contrario cuando son puestas en boca de una geronte de 70 a\u00f1os, la que luce como si reci\u00e9n se hubiera escapado de un museo. Todas las escenas con la West (incluyendo una tosca prueba sexual con un jovenc\u00edsimo Tom Selleck) dan verg\u00fcenza ajena y uno se pregunta seriamente si no hab\u00eda alguien un poco m\u00e1s fresco para el papel.<\/p>\n<p>A 40 a\u00f1os de su estreno &#8211; <em>y con toda el agua que ha corrido bajo el puente desde aquel entonces<\/em> -, <strong>Myra Breckinridge<\/strong> no luce tan escandalosa como debiera. Para su \u00e9poca debi\u00f3 haber sido una blasfemia, ya que todo el tiempo se habla de sexo y ocurren un par de situaciones bizarras. Es posible que la intenci\u00f3n final de Gore Vidal haya sido comparar el <em>glamour <\/em>del Hollywood de antes con el exceso de materialismo y sexo que estaba asomando en el Hollywood de los a\u00f1os 70&#8230; y para ello mont\u00f3 la obra m\u00e1s transgresora y zarpada que su imaginaci\u00f3n le permitiera. Como figura en una escena, dos viejos discuten sobre el asco que les da ver el sexo en el cine de hoy mientras que, detr\u00e1s suyo, hay parejas besuque\u00e1ndose morbosamente y hay un par de polic\u00edas golpeando salvajemente a un negro. Si el sentido de la obra era la s\u00e1tira, algo se perdi\u00f3 en la traslaci\u00f3n. El problema es que el resultado final que qued\u00f3 en la pantalla es un divague, como si fuera un compendio de sketches zarpados d\u00e9bilmente unidos por un hilo argumental, y desbordados de huecas pretensiones intelectuales.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Myra Breckinridge (1970): Raquel Welch es un transexual decidido a escandalizar Hollywood, en este filme de culto basado en una novela de Gore Vidal. Critica de la pelicula<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11453"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11453"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11453\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11453"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}