{"id":11386,"date":"2017-09-14T17:33:08","date_gmt":"2017-09-14T17:33:08","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/metropolis\/"},"modified":"2024-01-11T18:20:17","modified_gmt":"2024-01-11T21:20:17","slug":"metropolis","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/metropolis\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: Metropolis (1927)"},"content":{"rendered":"<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-4.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>Alemania, 1927: Gustav Froelich (Freder), Brigitte Helm (Maria), Alfred Abel (Joh Fredersen), Rudolf Klein-Rogge (Rotwang)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: Fritz Lang, Gui\u00f3n: Fritz Lang &amp; Thea von Harbou<\/strong><\/p>\n<p><strong><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/recomendaciones-editor-indice\/\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"wp-image-24154 size-full aligncenter\" title=\"Recomendaci\u00f3n del Editor\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/recomendacion-editor.jpg\" alt=\"Recomendaci\u00f3n del Editor\" width=\"200\" height=\"40\" data-wp-editing=\"1\" \/><\/a><\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>En un futuro imaginario, Metropolis es una gigantesca orbe de m\u00e1s de 60 millones de personas, dise\u00f1ada y administrada con mano de hierro por Joh Fredersen. La poblaci\u00f3n se encuentra dividida en dos clases: la clase alta, que vive en la superficie, y que goza de todas las comodidades; y la clase obrera, que reside en las capas subterr\u00e1neas de Metr\u00f3polis, y que trabaja incansablemente operando las m\u00e1quinas que le dan vida a la gran ciudad. Mientras se encuentra disfrutando una velada con amigos en uno de los centros de entretenimiento de Metr\u00f3polis &#8211; el jard\u00edn eterno de los hijos &#8211; , Freder, hijo del due\u00f1o de la ciudad, descubre la irrupci\u00f3n de un grupo de ni\u00f1os guiados por una bella muchacha. La chica &#8211; de nombre Mar\u00eda &#8211; le dice a los hijos de los obreros que la acompa\u00f1an, que \u00e9stos son tambi\u00e9n sus hermanos. Emocionado por el mensaje &#8211; y despu\u00e9s que el grupo fuera dispersado por los celadores del jard\u00edn &#8211; Freder sigue a Mar\u00eda hasta el mundo subterr\u00e1neo de los obreros, donde se horroriza al ver la esclavizada vida que llevan. Mientras Freder se enamora de Mar\u00eda y decide llevar a cabo acciones frente a su padre para mejorar la vida de los trabajadores, Fredersen ha comenzado a investigar unos extra\u00f1os planos que encuentra en los uniformes de todos los obreros. Los planos son la gu\u00eda hasta llegar hasta las olvidadas catacumbas de la ciudad, donde todas las noches Mar\u00eda predica a los obreros sobre la llegada de un mediador que mejorar\u00e1 las condiciones de vida de todos. Decidido a terminar con este movimiento &#8211; al que considera subversivo &#8211; Fredersen acude al inventor Rotwang, quien le ofrece sustitu\u00edr a Mar\u00eda con un ser mec\u00e1nico y provocar una revuelta, con la cual Fredersen podr\u00e1 reprimir todos los intentos de insurgencia y dar una lecci\u00f3n a los obreros. Lo que no sabe Fredersen es que Rotwang tiene planes de venganza hacia \u00e9l, su hijo y la ciudad entera, ya que su mujer Hel tuvo un amor\u00edo con Fredersen y perdi\u00f3 la vida al parir a Freder. Y el alma de Hel reside ahora en la mujer mec\u00e1nica que suplanta a Mar\u00eda, respondiendo las \u00f3rdenes de Rotwang, y provocando un desastre de proporciones colosales en la ciudad de Metr\u00f3polis.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"aligncenter wp-image-21872 size-full\" title=\"Arlequin: Critica: Metropolis (1927)\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-metropolis.jpg\" alt=\"Arlequin: Critica: Metropolis (1927)\" width=\"850\" height=\"400\" srcset=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-metropolis.jpg 850w, http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-metropolis-300x141.jpg 300w, http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/foto-metropolis-768x361.jpg 768w\" sizes=\"(max-width: 850px) 100vw, 850px\" \/><\/p>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/boton-metropolis.jpg\" alt=\"Metropolis de Fritz Lang\" width=\"120\" height=\"160\" \/> <strong>Metropolis<\/strong> es la obra inmortal de Fritz Lang, un director alem\u00e1n que mientras residi\u00f3 en su tierra natal hasta la llegada del nazismo, dirigi\u00f3 un pu\u00f1ado de filmes brillantes y que pueden considerarse lo mejor de su obra (<strong>Metr\u00f3polis<\/strong>, <strong>M el Vampiro<\/strong>, <strong>Mabuse el Jugador<\/strong>, <strong>La Mujer en la Luna<\/strong>, etc). Despu\u00e9s migrar\u00eda a Francia y luego a Hollywood, filmando algunos t\u00edtulos de buena factura pero nada memorables. Pero sin duda <strong>Metr\u00f3polis <\/strong>es el t\u00edtulo por el cual siempre ser\u00e1 recordado Lang, y donde el director puso su creatividad al tope.<\/p>\n<p>Pero <strong>Metr\u00f3polis<\/strong> es un filme que vive en la leyenda, m\u00e1s all\u00e1 de sus m\u00e9ritos art\u00edsticos. Lang concibi\u00f3 la pel\u00edcula en su primer viaje a Am\u00e9rica, donde la visi\u00f3n de Nueva York con sus rascacielos y sus construcciones gigantescas lo impresion\u00f3 profundamente. Colaborando con su esposa, Thea Von Harbou (que m\u00e1s tarde lo abandonar\u00eda, sum\u00e1ndose a las filas del nazismo), construyeron una historia de proporciones descomunales que precis\u00f3 la financiaci\u00f3n por parte de dos estudios alemanes, los cuales cayeron en la bancarrota tras una recepci\u00f3n muy tibia por parte del p\u00fablico. Se suma a esto la malograda suerte que corri\u00f3 el film despu\u00e9s en su distribuci\u00f3n, con incontables podas debido a su gran metraje, y la p\u00e9rdida de escenas enteras, con lo cual existen diversas versiones de la pel\u00edcula rodando por todo el mundo pero ninguna restaurada de modo completo. La versi\u00f3n vista por quien redacta estas l\u00edneas es la rearmada por la <strong>Fundaci\u00f3n Murnau,<\/strong> que inserta escenas recuperadas y numerosos di\u00e1logos (sin im\u00e1genes) extractados del gui\u00f3n original de Lang y Von Harbou. Se puede decir que es lo m\u00e1s parecido a una versi\u00f3n integral del film.<\/p>\n<p>Pero m\u00e1s all\u00e1 de lo anecd\u00f3tico de las desventuras que sufrieron sus rollos (o de que el film fuera el favorito del nazismo en su momento), <strong>Metr\u00f3polis<\/strong> es un filme bizarro. Es una pel\u00edcula que comienza muy bien y pierde total coherencia sobre el final, a\u00fan siguiendo paso a paso el gui\u00f3n original. Contiene una gran cantidad de brillantes ideas, un lenguaje cinematogr\u00e1fico muy moderno, pero argumentalmente tiene unos tremendos agujeros de l\u00f3gica en el libreto. Esto puede uno suponerlo por influencia de Thea Von Harbou &#8211; que era una escritora muy prol\u00edfica y tambi\u00e9n una muy politizada &#8211; que elabora la historia, la comienza a desarrollar, y despu\u00e9s comienza a saltarse todos los pasos posibles con tal de llegar a demostrar su prop\u00f3sito &#8211; el slogan pol\u00edtico <em>naif<\/em> que reza el filme en todo momento y es que entre las manos y el cerebro, debe estar el coraz\u00f3n -.<\/p>\n<p><strong>Metr\u00f3polis<\/strong> es en realidad varios filmes en una sola pel\u00edcula, as\u00ed que vayamos por partes. Es una alegor\u00eda pol\u00edtica sin duda. La visi\u00f3n de las clases altas, despreocupadas y ociosas, dedicadas a los placeres mientras los obreros trabajan a destajo bajo tierra es obviamente una visi\u00f3n marxista extrema; lo cual no sonar\u00eda tan raro sin uno no supiera que Von Harbou se volvi\u00f3 al nazismo pocos a\u00f1os despu\u00e9s del filme. El nazismo es exactamente lo contrario del comunismo, son el agua y el aceite. Pero tambi\u00e9n la alegor\u00eda funciona (y mejor, a mi entender) como un paralelismo de la Alemania de fines de los a\u00f1os 20, en donde estaba implantada la <strong>Rep\u00fablica de Weimar<\/strong> y se encontraba agobiada bajo el peso del endeudamiento financiero que le hab\u00edan impuesto los ganadores de la Primera Guerra Mundial (una enorme desocupaci\u00f3n, hiperinflaci\u00f3n, etc).. Y es ah\u00ed donde encajar\u00eda mejor la visi\u00f3n de Lang, la de los pa\u00edses vencidos trabajando a granel para darle a Estados Unidos sus rascacielos. El mensaje ser\u00eda: expl\u00f3tenos, pero recuerden que estamos pasando hambre y miserias, y que somos tambi\u00e9n sus hermanos.<\/p>\n<p>Dejando de lado esta visi\u00f3n <em>naif<\/em>, es un filme de ciencia ficci\u00f3n. Orbes gigantescas, construcciones descomunales, y la existencia del ser m\u00e1quina (el robot que suplanta a Mar\u00eda) le dan un aire muy particular a la obra. Las im\u00e1genes son fascinantes; hay muchos conceptos muy modernos ilustrados en el film, obviamente con los recursos de la tecnolog\u00eda de aquel entonces: un videofono con el cual Fredersen se comunica con su capataz; gigantescas autopistas que rodean a los rascacielos como si fueran las arterias de la ciudad; aviones formando parte del tr\u00e1fico habitual de la orbe. Es un mundo ut\u00f3pico concebido de modo muy pr\u00e1ctico, no absurdo como otros filmes posteriores de ciencia ficci\u00f3n. Donde s\u00ed reside lo absurdo es en el mundo subterr\u00e1neo, donde las m\u00e1quinas que operan los obreros son incongruentes. Como ilustra el principio del film (que sin duda debe haber influenciado a Chaplin en <strong>Tiempos Modernos<\/strong> de 1936), los obreros son m\u00e1quinas humanas, sin sentimientos, que se mueven al un\u00edsono, y que trabajando forman una sincronizada coreograf\u00eda.<\/p>\n<p>El otro aspecto es el cinematogr\u00e1fico; sinceramente es un filme con un lenguaje muy moderno que debi\u00f3 haber resultado innovador en su \u00e9poca. Es una pel\u00edcula que tiene sus momentos de tensi\u00f3n, que se deleita con novedosos planos, que asombra al espectador de hoy, a pesar de ser un filme silente (y que podr\u00eda manejar otros c\u00f3digos narrativos). Son realmente muy pocas las ocasiones en que el espectador se da cuenta de la antig\u00fcedad de la obra; por ejemplo, en la actuaci\u00f3n, que es medida y sutil, salvo la excepci\u00f3n de Gustav Froelich (que sobreact\u00faa de manera espantosa) y algunas escenas exageradas con Brigitte Helm (m\u00e1s que nada, cuando encarna a la Mar\u00eda villana), que caen en la pantomima desproporcionada propia del cine mudo. Pero sin duda debi\u00f3 ser el equivalente alem\u00e1n de un <strong>Citizen Kane<\/strong>.<\/p>\n<p>Pero el \u00faltimo aspecto, que es el que me resulta m\u00e1s fascinante &#8211; y sobre el cual nadie se ha puesto de acuerdo &#8211; es el misticismo que rodea a toda la trama. Hay toda una imaginer\u00eda cristiana inserta en la obra que resulta dif\u00edcil deducir el prop\u00f3sito de la misma. Por ejemplo, Mar\u00eda cuenta en las catacumbas de que hace 2000 a\u00f1os los hombres quisieron levantar un monumento a su propio ego, erigiendo la Torre de Babel, pero la falta de comunicaci\u00f3n con las masas obreras que construyeron la obra culmin\u00f3 que el arrasamiento de la misma por la turba enfurecida. Sin embargo, en esta Metr\u00f3polis futurista existe una Torre de Babel, con lo cual podr\u00eda interpretarse que el hombre ha retado y vencido a los l\u00edmites que ha impuesto Dios. En ese caso Fredersen es un semidios sobre la tierra, que ha construido su propio para\u00edso &#8211; es lo primero que uno piensa cuando ve las im\u00e1genes del jard\u00edn de los hijos &#8211; y ha desafiado todos los l\u00edmites posibles. Pero este semidios ha obtenido su poder, ali\u00e1ndose a fuerzas oscuras; la visi\u00f3n de Freder sobre la m\u00e1quina gigantesca que se transforma en Moloch, una entidad que hace las veces de puerta de entrada al infierno, confirmar\u00eda el esp\u00edritu diab\u00f3lico que reside en las m\u00e1quinas. Tambi\u00e9n aparece esto en la absurda &#8211; pero efectiva &#8211; escena en que Freder reemplaza al obrero en el aparato similar a un reloj gigante, y que en un momento termina seudo crucificado, rogando a su padre porque los horarios son largos &#8211; y el sacrificio, enorme -. Y mientras que Freder hace las veces de un seudo Mes\u00edas, siendo el portador de la buena nueva &#8211; habr\u00e1 di\u00e1logo entre obreros y administradores -, Mar\u00eda hace las veces de un \u00e1ngel que porta la profec\u00eda. La escena en las catacumbas, donde residen los esqueletos de los trabajadores originales de la Torre de Babel, es un serm\u00f3n digno de un ap\u00f3stol, rodeado de cruces y velas.<\/p>\n<p>Y, del otro lado del mostrador, est\u00e1 Rotwang. Lo suyo es una mezcla entre inventor y mago de artes oscuras, con su casa adornada por pentagramas que cualquier espectador mdoerno asume a esta altura del partido como diab\u00f3licos. Es interesante notar que el fabuloso robot que crea Rotwang en realidad posee el alma de su amada muerta, la que se hab\u00eda ido con Fredersen (no es un simple trozo de metal inteligente, sino el recipiente de un esp\u00edritu). La escena con el ser m\u00e1quina es absolutamente fascinante, y creo que en toda la historia del cine no hay un robot tan fabuloso como \u00e9se. Su visi\u00f3n es hipn\u00f3tica, su dise\u00f1o espectacular, e incluso los pocos instantes en que aparece y se mueve resultan magn\u00e9ticos.<\/p>\n<p>Lamentablemente todo lo que construye Metropolis comienza a desmoronarlo sobre el final. Si se quiere, Rotwang ha desatado al demonio en Metr\u00f3polis &#8211; el robot de Mar\u00eda enloquece a todos, comenzando por la particular danza er\u00f3tica en el cabaret <em>Yoshiwara<\/em>, que alucina a los arist\u00f3cratas; despu\u00e9s con su arenga a los obreros -, y lo que merece la ciudad es el castigo divino. Pero donde la trama se vuelve incoherente es la escena entre Maria apresada y Rotwang, donde \u00e9ste le explica sus planes de venganza, y s\u00fabitamente aparece Fredersen a pelear con \u00e9l mientras la chica escapa. A pesar de haber escuchado su plan, Fredersen act\u00faa de modo idiota, dando luz verde a que los obreros lleguen hasta las m\u00e1quinas y destruyan no s\u00f3lo el mundo subterr\u00e1neo sino dejando inerte a la ciudad en la superficie. Y despu\u00e9s de este grueso error de l\u00f3gica, el filme entra en los carriles cl\u00e1sicos de los filmes de monstruos: el robot perece en la hoguera, mientras el h\u00e9roe rescata a la chica en los altos de una catedral de las garras del cient\u00edfico loco. Llegando al pat\u00e9tico final donde Freder pasa a ser el mes\u00edas \/ enviado del di\u00e1logo entre el arist\u00f3crata y la masa obrera.<\/p>\n<p>Es un filme absorbente la mayor parte del tiempo; el problema pasa por el hueco enorme de coherencia que supone la actitud final de Fredersen; y el otro problema es el desborde emocional de Freder (adem\u00e1s de la sobractuaci\u00f3n del actor), que si bien es el pie argumental del film, resulta absurdo. Pero en cuanto a imaginer\u00eda, el resto de las actuaciones, las ideas y los dise\u00f1os es una obra fascinante con un<em> timing<\/em> moderno en cuanto a lenguaje cinematogr\u00e1fico, y con conceptos que merecen ser descubiertos.<\/p>\n<h4>LA SAGA DEL DR. MABUSE<\/h4>\n<h5><em>Los filmes dirigidos por Fritz Lang acerca del Dr. Mabuse son:\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/mabuse-spieler\/\">Dr. Mabuse, el Jugador<\/a>\u00a0(1922),\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/testamento-mabuse\/\">El Testamento del Doctor Mabuse<\/a>\u00a0(1933) y\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/crimenes-mabuse\/\">Los Crimenes del Dr. Mabuse<\/a>\u00a0(1960)<\/em><\/h5>\n<h4>FRITZ LANG<\/h4>\n<h5><em><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/mabuse-spieler\/\">Dr. Mabuse, el Jugador<\/a>\u00a0(1922),\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/metropolis\/\">Metropolis<\/a>\u00a0(1927),\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/mujer-luna\/\">La Mujer en la Luna<\/a>\u00a0(1929),\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/m\/\">M, el Vampiro de Dusseldorf<\/a>\u00a0(1931),\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/testamento-mabuse\/\">El Testamento del Doctor Mabuse<\/a>\u00a0(1933) y\u00a0<a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/crimenes-mabuse\/\">Los Crimenes del Dr. Mabuse<\/a>\u00a0(1960)<\/em><\/h5>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Criticamos el gran clasico de la ciencia ficcion alemana: Metropolis de Frtiz Lang. Review del film.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11386"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11386"}],"version-history":[{"count":2,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11386\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":34889,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11386\/revisions\/34889"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11386"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}