{"id":11291,"date":"2017-09-14T17:32:43","date_gmt":"2017-09-14T17:32:43","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/looker\/"},"modified":"2019-08-27T05:19:39","modified_gmt":"2019-08-27T08:19:39","slug":"looker","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/looker\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: Looker (1981)"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: center;\">\n<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-2.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>USA, 1981: Albert Finney (Dr Larry Roberts), Susan Dey (Cindy Fairmont), James Coburn (John Reston), Leigh Taylor-Young (Jennifer Long)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: Michael Crichton, Gui\u00f3n: Michael Crichton<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>Varias modelos han aparecido muertas en extra\u00f1as circunstancias, y todas ellas han sido pacientes del cirujano pl\u00e1stico Larry Roberts, quien ha quedado en la mira de la polic\u00eda como principal sospechoso. Roberts comienza su propia investigaci\u00f3n y descubre que todas ellas han sido contratadas por la agencia <em>Digital Matrix<\/em>. Convencido de que la agencia tiene algo que ocultar, Roberts decide infiltrarse en sus instalaciones y se topa con un proyecto secreto denominado <em>Looker<\/em>, el que consiste en un gigantesco centro de c\u00f3mputos que genera y transmite comerciales de televisi\u00f3n, los cuales emiten una se\u00f1al imperceptible que sirve para hipnotizar a la audiencia. Pero los responsables de <em>Looker<\/em> han dado con el paradero de Roberts y est\u00e1n dispuestos a no reparar en esfuerzos para eliminar al \u00fanico testigo que puede develar su diab\u00f3lico plan.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/boton-looker.jpg\" alt=\"Looker (1981)\" width=\"200\" height=\"287\" border=\"1\" \/> En los setentas Michael Crichton se hab\u00eda puesto de moda con los hits <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/amenaza-andromeda\/\">La Amenaza de Andromeda<\/a> y <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/westworld\/\">Oestelandia<\/a>. Fue tanto el \u00e9xito que los productores de Hollywood le dieron carta blanca a los siguientes proyectos del escritor, y \u00e9ste no tardar\u00eda en saltar a la silla del director en algunos de dichos casos. En lo personal no me gusta Crichton como cineasta; es muy indulgente con si mismo y sus pel\u00edculas tienen cierto tufillo a ciencia ficci\u00f3n barata. Me gusta m\u00e1s cuando a Crichton lo toman directores de fuste (como Robert Wise o Steven Spielberg), ya que le hacen un filtrado profundo y rescatan lo mejor de sus obras.<\/p>\n<p>Y esto es particularmente patente con <strong>Looker<\/strong>. Como suele ocurrir en las filmes <em>made by<\/em> Crichton, el concepto central de la historia es fascinante, pero la ejecuci\u00f3n deja mucho que desear. Es como si el escritor se hubiera enamorado de la idea, la hubiera desarrollado en profundidad y, a \u00faltimo momento y con total desgano, se vi\u00f3 obligado a adosarle una intriga gen\u00e9rica y deslucida como para sumar p\u00e1ginas y darle un formato de <em>thriller<\/em>. En menos de 20 minutos sabemos que James Coburn y Leigh Taylor-Young son los villanos, y que en <em>Digital Matrix<\/em> es donde se esconde el secreto del estofado. Como suele ocurrir en el manual de <strong>Conspiraciones Idiotas 101<\/strong>, esta gente quiere dominar el mundo pero s\u00f3lo cuenta con uno o dos asesinos. La teor\u00eda aplicable es que los malos se gastan toda la plata construyendo enormes guaridas subterr\u00e1neas (<em>nya, nya!)<\/em> y se quedan sin dinero para contratar sicarios.<\/p>\n<p style=\"text-align: center;\">\n<p>La idea central es bastante parecida a otro thriller de la misma \u00e9poca &#8211; <strong>Agency<\/strong> (1980) -: <em>el villano va a utilizar a la televisi\u00f3n para manipular la mente de las personas<\/em>. Mientras que en el filme con Lee Majors se utilizaba publicidad subliminal, ac\u00e1 se usan pulsos el\u00e9ctricos escondidos en comerciales generados por realidad virtual &#8211;<em> la computadora deduce qu\u00e9 parte de la pantalla va a ver el televidente, y all\u00ed manda la se\u00f1al que va directo a su cerebro<\/em> -. <em><strong>Ahora, que alguien me explique si la computadora no pod\u00eda esconder las mismas se\u00f1ales en un video com\u00fan y corriente.<\/strong><\/em> Dejando de lado el tema de la hipnosis electr\u00f3nica, el resto es un bolazo sideral &#8211; <em>las modelos van a hacerse cirugias faciales con m\u00edlimetros de precisi\u00f3n para ser sim\u00e9tricas y que la computadora pueda scanear sus facciones y simularlas en realidad virtual (\u00bfqu\u00e9? \u00bfla <strong>Commodore 64<\/strong> no era capaz de corregir un p\u00f3mulo fuera de lugar o un ojo caido?); una vez digitalizadas, son asesinadas&#8230; \u00bf\u00bfpara que no reclamen honorarios o derechos de autor??<\/em> -, y la trama se pone cada vez peor a medida que se acerca al climax. En un momento Albert Finney encuentra un dispositivo &#8211; <em>que parece un secador de pelo que emite una onda lava cerebros, similar al gadget que usaba Will Smith en <strong>Hombres de Negro<\/strong><\/em> &#8211; y se manda a una persecuci\u00f3n con los esbirros del villano, los cuales se disparan todo el tiempo con el aparatito. No solo <em>flashean<\/em> a Finney en m\u00e1s de una oportunidad, sino que los asesinos jam\u00e1s atinan a matarlo&#8230; a\u00fan cuando el tipo queda catat\u00f3nico durante varios minutos.<\/p>\n<p>Quiz\u00e1s lo peor sea el final, que bordea lo rid\u00edculo. No tanto por el montaje de anuncios en vivo &#8211;<em> todo tiene lugar en un gigantesco estudio, en donde la computadora pone los actores virtuales sobre los decorados preparados <\/em>-, sino porque el incompetente del asesino mata a cualquiera menos a Finney. Yo creo que a esa altura Crichton estaba muy harto de su propia obra y le endilg\u00f3 el primer final que se le ocurri\u00f3. Es inconcebible pensar que un autor de la talla de Crichton haya considerado al climax de <strong>Looker<\/strong> como algo escrito de manera decente.<\/p>\n<p><strong>Looker <\/strong>es mediocre. Las se\u00f1ales est\u00e1n a la vista: Crichton como director, los protag\u00f3nicos de Albert Finney y James Coburn &#8211; <em>tipos que tuvieron su momento de gloria en los a\u00f1os 60, pero que en los 80 filmaban cualquier barrabasada<\/em> -, una trama llena de agujeros y una terrible reputaci\u00f3n en la<strong> IMDB<\/strong>. Lo que salva a <strong>Looker<\/strong> del abismo es que tiene un par de ideas innovadoras &#8211; <em>la realidad virtual y los actores sint\u00e9ticos; el lavado de cerebro a trav\u00e9s de la televisi\u00f3n<\/em> -, pero la intriga apesta y definitivamente no es la mejor obra de Crichton. Y de eso, doy palabra certificada.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Looker (1981): Albert Finney descubre una conspiracion para lavarle el cerebro a la gente mientras mira avisos comerciales en la TV, en este thriller de Michael Crichton. Critica del film<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11291"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11291"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/11291\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11291"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}