{"id":10842,"date":"2017-09-14T17:28:42","date_gmt":"2017-09-14T17:28:42","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/factor-neptuno\/"},"modified":"2019-08-06T16:39:03","modified_gmt":"2019-08-06T19:39:03","slug":"factor-neptuno","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/factor-neptuno\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: El Factor Neptuno (1973)"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: center;\">\n<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-1.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>Canad\u00e1, 1973: Ben Gazzara (Comandante Blake), Ernest Borgnine (Donald \u2018Mack\u2019 McKay), Yvette Mimieux (Dra Leah Jensen), Walter Pidgeon (Dr Andrews), Donnelly Rhodes (Bob Cousins), Chris Wiggins (Capit\u00e1n Williams)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: Daniel Petrie, Gui\u00f3n: Jack De Witt<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>El comandante Blake es el piloto responsable del <em>Neptuno<\/em>, un submarino de investigaci\u00f3n y rescate capaz de sumergirse a enormes profundidades. Ahora el <em>Neptuno<\/em> ha sido contactado por una misi\u00f3n cient\u00edfica en alta mar, la cual ha sido afectada por un potente sismo marino que ha lanzado a su laboratorio submarino <em>OceanLab II<\/em> al interior de un abismo. Con las horas contadas debido al suministro de oxigeno remanente en el <em>OceanLab II<\/em>, el <em>Neptuno <\/em>deber\u00e1 adentrarse en un territorio tan inh\u00f3spito como peligroso, buscando desesperadamente pistas del laboratorio hundido; pero enorme ser\u00e1 su sorpresa cuando se topen con un nuevo mundo, compuesto de fauna y flora gigante, el cual habita en el interior del abismo y amenaza con destruirlos a cada paso que dan.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/poster-factor-neptuno.jpg\" alt=\"El Factor Neptuno\" width=\"200\" height=\"297\" border=\"1\" \/> <strong><em>Cuando uno est\u00e1 aburrido, empieza a revisar la lista mental de cosas que le han quedado pendientes desde que era chico.<\/em><\/strong> No necesariamente hablamos de cosas excitantes o prohibidas, sino cosas que te llamaron la atenci\u00f3n, que te dejaron con la intriga y que &#8211; <em>por lo corto de tu edad<\/em> &#8211; no pod\u00edas acceder a disfrutar. Siendo amante del cine desde que era peque\u00f1o, sol\u00eda regodearme contemplando los afiches exhibidos en las puertas de vaiv\u00e9n de las salas cinematogr\u00e1ficas, los cuales sol\u00edan prometer el acceso a un mundo de excitantes aventuras en el interior de sus oscuros auditorios. Por supuesto el inmenso grueso de esos t\u00edtulos eran de serie B o Z, pel\u00edculas hechas con <em>dos mangos<\/em> y plagadas de efectos especiales baratos, pero dotadas de unos posters acalambrantes que te hac\u00edan babear en la puerta, cosa que te pon\u00edas a contar las monedas que ten\u00edas en los bolsillos para ver si alcanzaban para adquirir la platea &#8211;<em> a final de cuentas la <strong>AIP<\/strong> lleg\u00f3 a construir un peque\u00f1o imperio en base a pel\u00edculas malas vendidas a trav\u00e9s de unos afiches espectaculares <\/em> -. Entre toda esa tanda de pel\u00edculas pendientes figura <strong>El Factor Neptuno<\/strong>, la cual siempre exhib\u00edan en el cine <strong>Coventry<\/strong> de Montevideo. Como el <strong>Coventry <\/strong>se especializaba en armar combos de pel\u00edculas viejas &#8211;<em> ll\u00e1mense matin\u00e9es de continuado<\/em> -, de vez en cuando resucitaba los mismos t\u00edtulos, casi siempre empardados con pel\u00edculas mas frescas y atractivas. Entre los cl\u00e1sicos de relleno del <strong>Coventry<\/strong> figuraba la pel\u00edcula que ahora nos ocupa, alg\u00fan clon barato de la saga <strong>Aeropuerto<\/strong> y, <em>cu\u00e1ndo no<\/em>, alguna que otra cinta protagonizada por una banda de dobermans asesinos. <em><strong>Y heme aqu\u00ed, reviviendo \u00e9pocas pasadas y saldando deudas antiguas.<\/strong><\/em><\/p>\n<p>A\u00fan cuando hace 35 a\u00f1os no exist\u00eda Internet y la gente era mucho mas ingenua, era sabido que <strong>El Factor Neptuno<\/strong> era una bobada sideral.<em><strong> Imaginen una aventura submarina en donde los monstruos de turno son pececitos de colores sobredimensionados fotogr\u00e1ficamente<\/strong><\/em>. El otro factor que le juega en contra es el protag\u00f3nico de Ben Gazzara. Gazzara podr\u00e1 haber sido un gigante del cine independiente protagonizando los espesos dramas existenciales de su amigo John Cassavettes pero, cada vez que aparec\u00eda en un elenco multiestelar de algo con tufillo <em>mainstream<\/em>, \u00e9ste seguramente era un bodrio monumental. Entre <strong>El Factor Neptuno<\/strong>, <strong>Saint Jack<\/strong> y esa sideral pavada que fue<strong> Inchon<\/strong> &#8211;<em> filme tan rid\u00edculo y universalmente repudiado que fue archivado bajo siete llaves al d\u00eda siguiente de su estreno en cines, y nunca m\u00e1s volvieron a exhibirlo<\/em> -, Gazzara se convirti\u00f3 en una especie de amuleto de la mala suerte para las <em>superproducciones<\/em> (entre comillas) que estelarizaba. Luego seguir\u00eda protagonizando filmes bajo el radar o modestas producciones europeas, pero nunca m\u00e1s volver\u00eda a resultar atractivo para las producciones <em>mainstream<\/em>, siquiera en papelitos chiquitos.<\/p>\n<p style=\"text-align: center;\">\n<p>El gran problema con Gazzara era que siempre crey\u00f3 ser un int\u00e9rprete que estaba por encima de la calidad del material que protagonizaba. Aun cuando trabajaba poco y espaciado, si a Gazzara no le gustaba el libreto tend\u00eda a sobreactuar &#8211; <em>o, peor, a sonre\u00edrse de manera sobradora, a\u00fan cuando las circunstancias en la pantalla fueran aterradoras o cruciales <\/em>-. Aqu\u00ed pasa lo mismo: mientras que el grueso del cast pone cara de circunstancia, Gazzara se rie a mand\u00edbula batiente de los agigantados pececitos de colores. Por contra, lo de Ernest Borgnine es encomiable: convertido por necesidad en un soldado todoterreno, el tipo pone su mejor cara de desesperaci\u00f3n al ver c\u00f3mo el mini submarino de juguete es despedazado por el <em>pap\u00e1 de <strong>Nemo<\/strong><\/em>, dando una aut\u00e9ntica clase de dignidad profesional y demostrando que se puede ser serio&#8230; <em>a\u00fan cuando se labure por el pancho y la coca.<\/em><\/p>\n<p>Mas all\u00e1 de la sonrisa sard\u00f3nica de Ben Gazzara y los est\u00fapidos efectos fotogr\u00e1ficos, el gran problema con <strong>El Factor Neptuno<\/strong> es que tiene un libreto inexistente. No hay personajes sino un grupo de an\u00f3nimos caracteres que deambulan como son\u00e1mbulos alrededor de los decorados y se limitan a decir obviedades. A\u00fan cuando figura el nombre de Jack De Witt (que un par de a\u00f1os antes pariera toda la saga de <strong>Un Hombre Llamado Caballo<\/strong>), da la impresi\u00f3n de que el gui\u00f3n no existe y de que los actores han quedado librados a su suerte, debiendo improvisar un pu\u00f1ado de escenas que se alternan entre bizarras o est\u00fapidas. Toda esta gente solo atina a mirarse mutuamente o a mascullar alguna que otra bobada, como si no pudieran creer en el bodrio en el cual fueron involucrados por sus terribles representantes art\u00edsticos. No hay vueltas de tuercas, todo es muy lineal y aburrido, los monstruos son mas rid\u00edculos que amenazantes, y no hay una maldita cosa que sirva para redimir el filme. Ni siquiera es tan horrible que termine resultando bueno por el peso de su propia ridiculez.<\/p>\n<p>La deuda est\u00e1 saldada, y dudo de que vuelva a ver <strong>El Factor Neptuno<\/strong> otra vez en mi vida. Es uno de esos filmes para perder antes que encontrar, simplemente porque son 90 minutos de pura idiotez y obviedad. Bajo presupuesto no es sin\u00f3nimo de falta de ideas pero aqu\u00ed parece equivaler a <em>muerte cerebral<\/em>, que es lo que le ocurre a la platea que asiste desprevenida a contemplar un bodrio monumental como \u00e9ste.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Critica de El Factor Neptuno (1973): una mision de rescate submarino se enfrenta a criaturas gigantes en esta aventura protagonizada por Ben Gazzara<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10842"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10842"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10842\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10842"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}