{"id":10373,"date":"2017-09-14T17:21:05","date_gmt":"2017-09-14T17:21:05","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/articulo-robots-1\/"},"modified":"2019-07-20T10:19:16","modified_gmt":"2019-07-20T13:19:16","slug":"articulo-robots-1","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/articulo-robots-1\/","title":{"rendered":"Art\u00edculos: Realidad vs Ficci\u00f3n: La Historia de los Robots (primera parte)"},"content":{"rendered":"

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Volver al Indice – art\u00edculos sobre Cine Fant\u00e1stico<\/a>\u00a0\/\u00a0un art\u00edculo de Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n

Criaturas mec\u00e1nicas que obedecen a sus due\u00f1os\u2026 o han decidido rebelarse contra ellos para tomar el control del planeta. En esta nota analizamos sus or\u00edgenes, los cuales datan de mucho tiempo antes de que existiera la primera computadora sobre la Tierra.<\/em><\/h3>\n

\"Realidad<\/p>\n

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Antes de que existiera la ciencia ficci\u00f3n como tal \u2013 con el surgimiento de luminarias como Julio Verne y H.G. Wells<\/em> -, los inventores so\u00f1aban con la existencia de seres mec\u00e1nicos. Se trata de un concepto fascinante por muchos motivos: primero, porque el hombre pod\u00eda dar a luz un ente de caracter\u00edsticas humanoides y poseedor de vida propia \u2013 lo cual lo equiparaba con Dios <\/em>-; segundo, porque hablamos de la concepci\u00f3n de robots en una era en donde nadie imaginaba nada remotamente parecido a una computadora y, desde ya, la electricidad era un concepto tan intangible como indomable.<\/p>\n

Para hablar de la prehistoria de los robots tal como conocemos, primero debemos hablar de aut\u00f3matas<\/strong>: entes humanoides artificiales con capacidad de pensamiento y movimiento independiente, los cuales surgieron primero en las p\u00e1ginas de cuentos y leyendas. Desde ya los impulsaba la magia, fueran las sirenas doradas creadas por el dios Hefesto en la antigua mitolog\u00eda griega, o la cl\u00e1sica leyenda hebrea del Golem<\/em> \u2013 una estatua de arcilla que cobraba vida al susurrar el nombre secreto de Dios en su o\u00eddo, y que rememoraba al mito cristiano de la Creaci\u00f3n de Ad\u00e1n y Eva<\/em> -. Pero el concepto abandona el terreno de la fantas\u00eda en el siglo XIII, cuando el inventor musulm\u00e1n Al-Jazari desarrolla una serie de fascinantes y pr\u00e1cticos aut\u00f3matas, los cuales van desde una orquesta animada por seres mec\u00e1nicos, hasta una sirvienta de aspecto humanoide y capaz de servir tragos y bebidas calientes a intervalos regulares. El secreto de Al-Jazari es su dominio maestro de los mecanismos de relojer\u00eda, creando fuelles, engranajes diferenciales, utilizando la fuerza del agua como fuente principal de movimiento, etc., todo lo cual no deja de ser una aplicaci\u00f3n creativa de postulados de F\u00edsica enunciados en los tiempos de la antigua Grecia.<\/p>\n

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Robots renacentistas<\/h2>\n

Si los \u00e1rabes no avanzaron en la materia, es porque consideraron que su primitiva rob\u00f3tica no dejaba de ser una rareza carente de aplicaciones pr\u00e1cticas. Sin embargo los estudios de Al-Jazari sobrevivir\u00edan al paso del tiempo y llegar\u00edan hasta los o\u00eddos de Leonardo Da Vinci en plena \u00e9poca renacentista. El genial italiano \u2013 cu\u00e1ndo no<\/em> \u2013 elaborar\u00eda su propio aut\u00f3mata: un caballero de reluciente armadura capaz de pararse, sentarse, mover sus brazos y abrir la visera de su casco. Y aunque la idea de Da Vinci nunca fue mas all\u00e1 del boceto, el especialista en rob\u00f3tica Mark Rosheim se animar\u00eda a construirlo en escala real en el a\u00f1o 2002, demostrando que su dise\u00f1o era acertado y completamente funcional.<\/p>\n

Pero el campo de la rob\u00f3tica comenz\u00f3 a sofisticarse con la llegada de la Revoluci\u00f3n Industrial en el siglo XVIII. Despu\u00e9s de todo, las m\u00e1quinas hab\u00edan salido del gueto \u2013 ya no eran creaciones de laboratorio, fruto de la visi\u00f3n de febriles inventores, sino que se hab\u00edan integrado de manera masiva a la vida cotidiana, invadiendo las f\u00e1bricas, optimizando los procesos de producci\u00f3n y generando una movida que alterar\u00eda profundamente el standard de vida de la poblaci\u00f3n mundial de la \u00e9poca<\/em> \u2013 y motores y engranajes pasaron a ser algo corriente. Las m\u00e1quinas se sofisticaron acelerando los tiempos del trabajo humano \u2013 desde hiladoras hasta las primeras c\u00e1lculadoras; desde motores a vapor hasta los primitivos m\u00e9todos de operaci\u00f3n a distancia <\/em>-; y aunque la tecnolog\u00eda de entonces era tremendamente falible, los pasos estaban dados en la direcci\u00f3n adecuada.<\/p>\n

Mientras que los aut\u00f3matas no dejaban de ser fen\u00f3menos de feria \u2013 seudo jugadores de ajedrez; adivinos mec\u00e1nicos que entregaban tarjetas de la fortuna en circos itinerantes<\/em> -, poco a poco comenzaron a calentar la imaginaci\u00f3n del gran p\u00fablico tras la difusi\u00f3n del concepto en la literatura y el cine de ciencia ficci\u00f3n. La cosa explota al llegar el siglo XX: en 1921 Karel Capek escribe una obra de teatro \u2013 los Robots Universales de Rossum<\/strong> <\/em>-, la cual fascina al p\u00fablico de toda Europa. El deseo de confort ha llevado \u2013 en un futuro alternativo<\/em> \u2013 a la creaci\u00f3n de seres artificiales, los cuales son explotados como servidumbre por parte de los humanos. Pero el abuso constante ha llevado a dichos seres a la revoluci\u00f3n, tras lo cual la raza humana ha quedado al borde de la extinci\u00f3n. Met\u00e1fora inconfundible de un tiempo marcado por utop\u00edas comunistas, R.U.R. <\/strong>pronto instala la palabra robot<\/strong><\/em> (sirviente en checo) en el imaginario popular y la convierte en sin\u00f3nimo de aut\u00f3mata. Y ser\u00e1n los autores de ciencia ficci\u00f3n de la \u00e9poca \u2013 refugiados en el ostracismo de la literatura pulp<\/em> \u2013 quienes difundir\u00e1n el concepto y lo asociar\u00e1n a la tragedia: sea por la falta de fiabilidad de dichos seres artificiales, porque su perfecci\u00f3n pronto se convierte en racismo y exterminio, o simplemente porque son seres justos y equilibrados, victimas del abuso del hombre tras lo cual el \u00fanico camino posible de supervivencia es la revoluci\u00f3n contra el opresor. Estos \u00faltimos aspectos terminar\u00e1n por erigir a los robots en figuras dram\u00e1ticas ideales para elaborar met\u00e1foras sobre la revulsiva situaci\u00f3n europea de los a\u00f1os 20 y 30, cuyo caos terminar\u00eda por abrirle las puertas al monstruo del nazismo en 1933.<\/p>\n

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Los robots en el cine debutan en 1927 con el cl\u00e1sico de Fritz Lang Metr\u00f3polis<\/a>. En la cinta de Lang una sociedad de ricos se erige de manera aplastante sobre una comunidad subterr\u00e1nea de obreros, los cuales les proveen los servicios esenciales a los adinerados. El hijo del administrador de la ciudad se ha enamorado de una sirvienta, la cual es tan bella como idealista. Temiendo que las ideas de la muchacha llenen la cabeza del muchacho y alteren el orden desp\u00f3tico, el administrador recurre al inventor Rotwang, el cual pone en marcha un androide con la misma apariencia de la chica. El robot \u2013 fabricado a partir de ciencia y magia<\/em> \u2013 reemplaza a la chica sin que el enamorado note la diferencia; pero las cosas se salen de control simplemente porque Rotwang tiene sus propios planes, y ha estado acumulando su odio contra los administradores de la ciudad durante a\u00f1os. El complot devendr\u00e1 en revoluci\u00f3n, el robot y el inventor ser\u00e1n destruidos y el muchacho utilizar\u00e1 la situaci\u00f3n para establecer un nuevo (y mas justo) orden social.<\/p>\n

La incipiente era de los androides inteligentes<\/h2>\n

Las primeras computadoras aparecen en los a\u00f1os 40 y, aunque al principio tienen usos militares y cient\u00edficos \u2013 como \u201cla bomba\u201d de Alan Turing o el centro de c\u00f3mputos ENIAC<\/strong> <\/em>\u2013 pronto queda en evidencia que su campo de aplicaci\u00f3n es pr\u00e1cticamente infinito. R\u00e1pidamente tomaron nota los autores de ciencia ficci\u00f3n, quienes convirtieron a los robots \u2013 hasta ese entonces, seres met\u00e1licos impulsados por la magia o un complicado mecanismo de relojer\u00eda <\/em>\u2013 en computadoras andantes. Desde ya la r\u00fastica tecnolog\u00eda de la \u00e9poca estaba a d\u00e9cadas de poder concretar cualquiera de las elucubraciones de dichos autores \u2013 desde miniaturizar computadoras y utilizarlas como cerebros artificiales para los robots, hasta la posibilidad de que dichos ordenadores tuvieran una programaci\u00f3n tan avanzada que les permitiera aprender por s\u00ed solos, generar nuevos conocimientos e incluso evolucionar hacia estad\u00edos mas perfectos de razonamiento y estudio<\/em> -, pero ello no representaba un freno para su febril capacidad creativa. Creado el mecanismo revolucionario \u2013 dec\u00edan<\/em> -, lo \u00fanico que faltaba era optimizarlo: era lo mismo que hab\u00eda pasado con ENIAC <\/strong>frente a las antiguas calculadoras mec\u00e1nicas del siglo XVIII y XIX, en donde los engranajes y rel\u00e9s terminaron siendo permutados por v\u00e1lvulas de vac\u00edo. Faltaba la tecnolog\u00eda del paso siguiente, la cual estar\u00eda dada por la aparici\u00f3n del transistor en 1947.<\/p>\n

Para muchos autores de ciencia ficci\u00f3n la construcci\u00f3n de robots s\u00f3lo era cuesti\u00f3n de tiempo y, al ser sus posibles aplicaciones tan fascinantes como aterradoras, cre\u00edan necesario instalar un debate profundo y preventivo, el cual culminar\u00eda con la expedici\u00f3n de las Tres Leyes de la Rob\u00f3tica<\/strong> de Isaac Asimov en 1942\u2026 aunque \u00e9se ser\u00e1 un tema que reci\u00e9n terminaremos de tratar en la segunda parte de este informe.<\/p>\n

LA HISTORIA DE LOS ROBOTS<\/h4>\n
La historia de los Robots (1era parte)<\/a> – la historia de los Robots (2da parte)<\/a> – La historia de los Robots (3era parte)<\/em><\/h5>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Realidad vs Ficcion: La Historia de los Robots (primera parte). Desde la inmortal Maria del clasico Metropolis hasta los automatas mecanicos del siglo XIII, te contamos genesis y evolucion de los automatas<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10373"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10373"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10373\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10373"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}