{"id":10369,"date":"2017-09-14T17:21:04","date_gmt":"2017-09-14T17:21:04","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/articulo-informatica-vintage\/"},"modified":"2019-07-20T10:15:18","modified_gmt":"2019-07-20T13:15:18","slug":"articulo-informatica-vintage","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/articulo-informatica-vintage\/","title":{"rendered":"Art\u00edculos: Realidad vs Ficci\u00f3n: Informatica Vintage"},"content":{"rendered":"

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Volver al Indice – art\u00edculos sobre Cine Fant\u00e1stico<\/a>\u00a0\/\u00a0un art\u00edculo de Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n

La ciencia ficci\u00f3n anticipa cosas que los cient\u00edficos \u2013 m\u00e1s tarde \u2013 se encargan de construir y perfeccionar. Versiones rudimentarias, primitivas\u2026 pero claramente inspiradoras, y que motivaron a generaciones de inventores a construir su propia versi\u00f3n del futuro.<\/em><\/h3>\n

\"Realidad<\/p>\n

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La ciencia ficci\u00f3n pavimenta los caminos hacia el futuro.<\/strong><\/em> Lo que la mente de los hombres inventa \u2013 para su propio solaz<\/em> \u2013 termina por convertirse en el faro que ilumina a futuros inventores, hombres de ardiente creatividad que buscan materializar aquello que los desvelaba cuando eran j\u00f3venes.<\/p>\n

Los padres de la ciencia ficci\u00f3n \u2013 Julio Verne, H.G. Wells <\/em>\u2013 tienen la culpa. A final de cuentas ellos imaginaron submarinos, viajes a la Luna, rayos mortales, m\u00e1quinas voladoras en una \u00e9poca en donde los hombres se movilizaban a caballo y el motor de vapor era el epitome de la tecnolog\u00eda de punta. Sus libros se convirtieron en cl\u00e1sicos, fueron devorados por millones de adolescentes y, entre ellos, surgieron imitadores e inventores: unos se dedicaron a construir dichas m\u00e1quinas imaginarias y, otros, se volcaron a seguir la corriente creativa de semejantes autores geniales. Con el paso del tiempo \u2013 y llegando a principios de la d\u00e9cada del 30, con la econom\u00eda mundial aplastada tras el crack financiero de Wall Street de 1929 <\/em>\u2013 la ciencia ficci\u00f3n literalmente explot\u00f3. La gente quer\u00eda olvidar las penurias de la \u00e9poca en que v\u00edv\u00eda, y prefer\u00eda intoxicarse con la visi\u00f3n de mundos imaginarios. Surgi\u00f3 la industria de la literatura pulp<\/em>; novelitas baratas, impresas en papel de baja calidad, y plagadas de relatos delirantes cuyos autores las pergue\u00f1aban a raz\u00f3n de algunos centavos por palabra escrita.<\/p>\n

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Lo que para unos era pasatiempo, para otros se volvi\u00f3 una fuente de trabajo redituable. Y, contra lo que uno podr\u00eda imaginar, la ciencia ficci\u00f3n pulp <\/em>result\u00f3 un abrevadero de escritores de alta calidad. Heinlein, Bradbury, Asimov\u2026 escritores de imaginaci\u00f3n febril que anticiparon bombas at\u00f3micas d\u00e9cadas antes que una de ellas arrasaran Hiroshima y diera comienzo a la era del \u00e1tomo; concibieron a los robots mucho antes de que existiera el transistor y el microprocesador; plantearon viajes espaciales cuando la tecnolog\u00eda cohete a\u00fan estaba en pa\u00f1ales, y dise\u00f1aron ficticias supercomputadoras, sin tener idea de los gigantescos retos t\u00e9cnicos que hab\u00eda que vencer para que semejantes dispositivos fueran posibles y pr\u00e1cticos.<\/p>\n

Y, precisamente sobre \u00e9ste \u00faltimo apartado \u2013 la inform\u00e1tica prehist\u00f3rica o vintage, nacida en la mente de los autores de ciencia ficci\u00f3n <\/em>-, es que centramos el enfoque del presente art\u00edculo.<\/p>\n

El imaginario de los dispositivos imposibles<\/h2>\n

La ciencia ficci\u00f3n cinematogr\u00e1fica sali\u00f3 del gueto \u2013 y se convirti\u00f3 en un g\u00e9nero masivo y prestigioso<\/em> \u2013 a partir del mega\u00e9xito de La Guerra de las Galaxias<\/a> (1977). Pero, antes de ello, el cine de sci fi <\/em>se divid\u00eda entre experimentos intelectuales y pel\u00edculas pochocleras de bajo presupuesto. En ambos terrenos la creatividad proliferaba, a\u00fan cuando el dinero no se condiciera con la ardiente imaginaci\u00f3n de los responsables de turno. Por cada ejemplar de renombre \u2013 al estilo de 2001, Odisea del Espacio<\/a> (1968)<\/em> \u2013 hab\u00edan miles de cintas serie B y Z, mas cercanas al nivel de Plan 9 del Espacio Exterior<\/a> (1959) que a la obra maestra de Stanley Kubrick.<\/p>\n

Tanto en uno como en otro bando tenemos ejemplos de tecnolog\u00eda vintage<\/em>: \u00bfpor qu\u00e9 no ver al intercomunicador del capit\u00e1n Kirk (de la serie de culto Star Trek<\/a> 1966 \u2013 1969) como el abuelo del primer tel\u00e9fono m\u00f3vil?<\/em>. En realidad la idea no era nueva y Robert Heinlein ya la hab\u00eda concebido en 1948, incorpor\u00e1ndola al desarrollo de su novela Space Cadet<\/strong>. \u00bfY las tablets inventadas por el equipo de producci\u00f3n de 2001, Odisea del Espacio<\/a>?<\/em>. Pantallas port\u00e1tiles en las cuales los astronautas de la nave Discovery <\/strong>pueden ver sus programas de TV favoritos, o deleitarse con una partida de ajedrez. Eso sin contar con la fabulosa interactividad que presentaba la computadora de a bordo, HAL 9000, el epitome de la Inteligencia Artificial que servir\u00eda de modelo a generaciones enteras de programadores dispuestos a seguir su ejemplo. Sea en versi\u00f3n cinematogr\u00e1fica (como el sistema operativo inteligente de Her<\/strong>) o en versi\u00f3n real (como Siri<\/strong>, el asistente operativo de los iPhones<\/strong>) la sombra de HAL 9000<\/strong> se proyecta sobre ellos, siendo el ideal a materializar<\/p>\n

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Pero los ejemplos abundan: los mas obvios son los robots, imaginados en 1921 por Karel Capek, y cuyo concepto ser\u00eda expandido al paroxismo por Isaac Asimov, d\u00e1ndole el concepto moderno que hoy entendemos. Los robots abundan en los seriales de aventuras de los a\u00f1os 30 y 40 \u2013 los cl\u00e1sicos \u201chombres de lata\u201d <\/em>-, pero hallar\u00edan un standard definitivo en Robbie, el simp\u00e1tico aut\u00f3mata de Planeta Prohibido<\/a> (1956). Enorme, todo poderoso, independiente, funcional y dispuesto a salvar la vida humana a toda costa\u2026llegando incluso al extremo de pagar el precio del peligro con su propia existencia.<\/p>\n

Computadoras e Internet Vintage<\/h2>\n

En Z.P.G. <\/a>(1972) la pareja protagonista \u2013 conformada por Oliver Reed y Geraldine Chaplin<\/em> \u2013 viv\u00edan en un mundo superpoblado, el cual prohib\u00eda la natalidad natural. En sus ratos de solaz \u2013 en ese mundo fr\u00edo, contaminado y brutal<\/em> \u2013 adquir\u00edan v\u00edveres y entretenimiento gracias a su enorme televisor inteligente, el cual ten\u00eda un canal de compras on line<\/em>. Mezcla de Internet y Smart TV<\/em>, he all\u00ed el primer ejemplo de carrito de compras de la historia del cine.<\/p>\n

Las computadoras ya son un clich\u00e9 del g\u00e9nero. A\u00fan con su rudimentaria tecnolog\u00eda \u2013 mezcla de v\u00e1lvulas, transistores, y lectores de tarjetas perforadas<\/em> -, la ciencia ficci\u00f3n de los 50 y 60 las cre\u00eda capaces de elaborar complejos procesos de an\u00e1lisis y deducci\u00f3n, los que van desde el centro de c\u00f3mputos que pose\u00eda Adam West en su baticueva en la serie de culto de 1966<\/a>, hasta el cerebro electr\u00f3nico que quer\u00eda dominar el mundo en Colossus: El Proyecto Forbin<\/a> (1970). Y, yendo mas adelante, podemos encontrar a KITT, la inteligencia artificial que controlaba El Auto Fant\u00e1stico<\/a> (1982 \u2013 1986) y que hoy suena tremendamente real, sea por los asistentes computarizados los autom\u00f3viles actuales, o llegando al extremo de los coches que se manejan solos creados por Google<\/strong>.<\/p>\n

La alemana World in a Wire<\/strong> (1973, basado en el cuento Simulacron-3<\/strong> que databa de 1964) anticipa la Realidad Virtual<\/em>. 1984 <\/strong>(1949) de George Orwell hablaba de Telescreens<\/em>, dispositivos que funcionaban tanto de televisores como de c\u00e1maras de seguridad (manejadas por el dictatorial estado y utilizadas para monitorear a los ciudadanos todo el tiempo), detalles que lo asemejan a las actuales tecnolog\u00edas de videoconferencia (webcams, 4G, etc)\u2026 s\u00f3lo que con prop\u00f3sitos menos sociales y mucho mas oscuros. Similar es el Interocitor<\/em> (del cl\u00e1sico This Island Earth<\/a>, 1955), el cual (adem\u00e1s de sus funciones de telecomunicaci\u00f3n) incorporaba una computadora dotada de una interfaz capaz de operar cualquier dispositivo mec\u00e1nico cercano al aparato, (como autos o aviones)\u2026 una especie de Bluetooth<\/em> universal capaz de comunicarse y controlar cualquier m\u00e1quina residente en sus cercan\u00edas. Y tambi\u00e9n podemos hablar de los Replicadores<\/em> de Star Trek: The Next Generation<\/a> (1987 \u2013 1994), los cuales crean comidas y tragos a pedido del usuario\u2026 y cuyo modelo termin\u00f3 inspirando la aparici\u00f3n de las impresoras 3D, las cuales pueden materializar objetos a partir del cortado \/ moldeado de materiales con punteros l\u00e1ser.<\/p>\n

Las ideas abundan, la creatividad nunca se agota. Quiz\u00e1s lo que hoy imaginamos y nos resulta imposible \u2013 viajes en el tiempo, transferencias de mentes, eterna juventud, etc<\/em> \u2013 sea posible ma\u00f1ana gracias al avance de la tecnolog\u00eda. Lo que s\u00ed es seguro es que la ficci\u00f3n act\u00faa como faro de inspiraci\u00f3n, y lo que hoy usamos naci\u00f3 \u2013 por primera vez<\/em> \u2013 en la mente de alg\u00fan acalorado autor de ciencia ficci\u00f3n.<\/p>\n

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4 Tips: tecnolog\u00edas de ficci\u00f3n que se volvieron realidad<\/h2>\n

1 \u2013 <\/strong>si bien el iPad<\/strong> es la primera tablet de dise\u00f1o comercial exitoso, Apple<\/strong> ya hab\u00eda estando experimentando con dispositivos m\u00f3viles en 1993 con la fallida Apple Newton<\/strong>; pero el concepto exist\u00eda desde mucho tiempo antes: uno puede hallar dispositivos similares en la mencionada 2001, Odisea del Espacio<\/a> (1968), en el transcurso de la novela Fundaci\u00f3n<\/strong> (1951) de Isaac Asimov, en las p\u00e1ginas de La Gu\u00eda del Autoestopista Intergal\u00e1ctico<\/a> (1978) de Douglas Adams, y en el relato de Jerry Pournelle & Larry Niven La Mota en el Ojo de Dios<\/strong> (1974).<\/p>\n

2 \u2013<\/strong> los fotogramas de 2001, Odisea del Espacio<\/a> (donde se divisa el NewsPad<\/em> que usan los astronautas) fueron utilizados como evidencia en el juicio que mantuvieron Samsung<\/strong> y Apple<\/strong> en el 2011, en donde la firma coreana argument\u00f3 que el concepto de las tablets era un ejemplo de arte previo, y que la empresa de la manzana se hab\u00eda inspirado en obras como la de Kubrick para crear su primera tablet <\/em>de producci\u00f3n masiva.<\/p>\n

3 \u2013<\/strong> la Baticomputadora <\/em>utilizada por Batman en la cl\u00e1sica serie de 1966<\/a> era alimentada por la energ\u00eda proveniente de un diamante de 10.000 kilates (\u00a1!), y era capaz de \u201cdevorar\u201d<\/em> elementos \u2013 objetos, libros, etc<\/em> \u2013 para analizarlos quimicamente o leer sus componentes (como si tuvieran un lector OCR). El hombre murci\u00e9lago pod\u00eda comunicarse con ella desde grandes distancias a trav\u00e9s de una interfase instalada en su Batim\u00f3vil.<\/p>\n

4 \u2013<\/strong> los autos sin conductor de Google<\/strong> utilizan un rayo l\u00e1ser Velodyne 64 <\/strong>montado en su techo, el cual mapea el entorno y permite que la computadora de a bordo entienda el terreno para manejarse solo\u2026 una t\u00e9cnica similar al ojo electr\u00f3nico usado por KITT<\/strong>, la computadora que opera el veh\u00edculo del t\u00edtulo de El Auto Fant\u00e1stico<\/a><\/p>\n

5 \u2013<\/strong> la historieta de culto Dick Tracy<\/a> presentaba a su protagonista munido de un reloj intercomunicador dotado de una peque\u00f1a camara televisiva\u2026 antecedente directo de la tecnolog\u00eda 4G y los smartwatch<\/em>.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Articulos: Informatica Vintage. lo que imaginaron los autores, lo que creo el cine y lo que hoy se volvio realidad.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10369"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10369"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10369\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10369"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}