La ciencia ficci\u00f3n es recurrente sobre computadoras inteligentes y robots rebeldes pero\u2026 \u00bfqu\u00e9 pasa cuando el hombre cruza la barrera de lo humano y se fusiona con la m\u00e1quina?. \u00bfSe transformar\u00e1 en un individuo realmente superior, o el stress provocado por semejante uni\u00f3n simplemente terminar\u00e1 por sacarle de quicio?<\/em><\/h3>\n![\"Realidad](\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/foto-implantes-cerebrales.jpg\")
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El Cyberpunk<\/em> es un subg\u00e9nero de la ciencia ficci\u00f3n que surgi\u00f3 a principios de los a\u00f1os 80. Sus adalides \u2013 entre los que se cuentan William Gibson, Bruce Sterling y Pat Cadigan<\/em> \u2013 pintaron un mundo oscuro e hipertecnologizado en donde las diferencias entre las clases sociales eran abismales y las corporaciones dominaban el planeta. En el fondo, lo que hac\u00eda el Cyberpunk<\/em> era hacer una lectura sombr\u00eda y proyectiva de lo que ven\u00eda ocurriendo con el Jap\u00f3n surgido en las postrimer\u00edas de la Segunda Guerra Mundial. Los nipones reconstruyeron su pa\u00eds gracias a las industrias de alta tecnolog\u00eda, y se hab\u00edan transformado en un imperio con proyecci\u00f3n econ\u00f3mica a nivel mundial, un detalle que generaba tanta admiraci\u00f3n como temor en los c\u00edrculos econ\u00f3micos e intelectuales del primer mundo. Pero semejante avance ten\u00eda sus costos \u2013 los que iban desde superpoblaci\u00f3n del territorio nacional hasta el surgimiento de las multinacionales como entidades de poder de facto<\/em> -, lo cual era alarmante. Los creativos del Cyberpunk<\/em> tomaron esas lecturas y las impregnaron en sus textos aleg\u00f3ricos, generando historias que trataban sobre sociedades adictas a la tecnolog\u00eda, olvidadas de los valores morales, y marcadas por abismales diferencias sociales.<\/p>\nUno de los detalles mas inquietantes del Cyberpunk<\/em> fue su obsesi\u00f3n con la posibilidad de fusionar m\u00e1quinas y seres humanos. Una d\u00e9cada antes que William Gibson publicara Neuromancer <\/strong>(1984) \u2013 la cual es considerada la obra seminal del g\u00e9nero<\/em> -, el astronauta Steve Austin realizaba proezas f\u00edsicas imposibles gracias a sus miembros bi\u00f3nicos en la serie de culto El Hombre Nuclear<\/a> (1973 \u2013 1978). En aquel entonces habl\u00e1bamos de brazos y piernas rob\u00f3ticas, aunque el detalle ex\u00f3tico de la serie era el ojo bi\u00f3nico del protagonista, capaz de ver objetos a distancias enormes y con un grado de detalle imposible de igualar por el ojo de cualquier mortal.<\/p>\n\n
Es precisamente ese ojo bi\u00f3nico el que disparar\u00eda la imaginaci\u00f3n de los autores mas febriles del g\u00e9nero fant\u00e1stico. Un brazo mec\u00e1nico extra fuerte no es dif\u00edcil de imaginar (e incluso, de proyectar y construir en el mundo real), pero \u00bfqu\u00e9 hay de un aparato capaz de intercambiar informaci\u00f3n de manera directa con nuestro cerebro?.<\/em> Si dicho dispositivo fuera eficiente, \u00bfno seria mejor reemplazar nuestros propios ojos por semejantes aparatos?. \u00bfEl cuerpo aceptar\u00eda semejantes implantes?<\/em>. Y nuestro cerebro, \u00bfestar\u00eda en condiciones de asimilar semejante caudal de informaci\u00f3n, algo jam\u00e1s visto por ning\u00fan ser humano?.<\/em><\/p>\nEl Hombre Terminal<\/a> (1974) es uno de los primeros alegatos surgidos en contra de tales teor\u00edas. Un genial programador (George Segal) padece de epilepsia, y la ciencia ahora le ofrece un m\u00e9todo experimental y revolucionario: un chip implantado en su cerebro, el cual controlar\u00e1 los impulsos el\u00e9ctricos de su mente. El problema es que el cuerpo del paciente no se acostumbra al implante y el chip \u2013 confundiendo al temor con un ataque<\/em> \u2013 empezar\u00e1 a dar descargas con una frecuencia y potencia cada vez mayor. El descontrolado individuo terminar\u00e1 convirti\u00e9ndose en un asesino serial, una literal m\u00e1quina de matar que comete actos de violencia de manera repetitiva e interminable.<\/p>\nLos implantes est\u00e1n a la orden del d\u00eda con Johnny Mnemonic<\/strong> (1995, y basado en un cuento de Gibson). El protagonista trabaja de courier<\/em>\u2026 pero el cargamento que transporta est\u00e1 en su cerebro, un chip de memoria que contiene altos secretos y el cual debe ser descargado en las instalaciones de su pagador. El problema se da cuando los datos ingresados superan en exceso la capacidad de Gigabytes tolerados por el mensajero\u2026 lo cual terminar\u00e1 por matarle si no descarga el exceso de informaci\u00f3n en 24 horas. Y, mientras tanto una horda de yakuzas, piratas inform\u00e1ticos y terroristas de todo tipo se ha lanzado tras sus pasos, dispuestos a masacrarle con tal de poner sus manos en la preciosa informaci\u00f3n almacenada en su chip de memoria.<\/p>\nY si el Cyberpunk <\/em>es una reinterpretaci\u00f3n liberal de la sociedad japonesa\u2026 \u00bfqu\u00e9 mejor que \u00e9stos para abrazar el g\u00e9nero?. Desde Ghost in the Shell<\/a> (1995) hasta Tetsuo, el Hombre de Hierro<\/a> (1989), pasando por 964 Pinocchio<\/strong> (1991), las fusiones entre computadoras, m\u00e1quinas y personas han estado a la orden del d\u00eda. Eso sin contar a los Borg de Viaje a las Estrellas: la Pr\u00f3xima Generaci\u00f3n<\/a>, y series como Intelligence<\/strong> (2014), en donde el protagonista maneja a voluntad una nanocomputadora instalada en su cerebro.<\/p>\nUna cosa es segura: nuestro cuerpo es perfecto y es una obra maestra de la ingenier\u00eda biol\u00f3gica proporcionada por la naturaleza\u2026 pero al ser humano no le basta<\/em>. Es necesario sobrepasar la frontera de lo f\u00edsico para rozar la perfecci\u00f3n. Ya no se trata de compensar lo que el tiempo ha desgastado de manera natural, sino de entrar en otra dimensi\u00f3n de sensaciones, elevando el rendimiento a niveles tan altos como desconocidos. Es apropiarse de la infinitud de la m\u00e1quina y sumarla a la complejidad de nuestro cerebro, una apuesta tan tentadora como riesgosa ya que ello equivale a un forzado y gigantesco salto evolutivo para el cual nuestros cuerpos no se encuentran preparados.<\/p>\n\n
5 tips: Implantes cerebrales en la ficci\u00f3n y en la realidad:<\/h2>\n
1 \u2013<\/strong> de acuerdo a la zona aplicada, los est\u00edmulos el\u00e9ctricos en el cerebro pueden producir tanto movimientos como cambios de humor, y los primeros experimentos sobre el tema se realizaron a fines del siglo XIX;<\/p>\n2 \u2013 <\/strong>los estimuladores cerebrales son una realidad, y se utilizan desde 1997 en pacientes con distintas enfermedades y alteraciones mentales, sea Parkinson, epilepsia, diston\u00eda o depresi\u00f3n cr\u00f3nica.<\/p>\n3 \u2013<\/strong> en la novela de William Gibson \u201cNeuromancer\u201d<\/strong>, el protagonista debe huir de un grupo de mercenarios, los cuales poseen implantes cerebrales capaces de realzar su visi\u00f3n, memoria, fuerza, etc. Incluso dichos dispositivos permiten grabar \u2013 en primera persona <\/em>\u2013 sus experiencias personales y reproducirlas como cualquier archivo de video.<\/p>\n4 \u2013<\/strong> actualmente se han desarrollado implantes cerebrales con fines anal\u00edticos, los cuales se utilizan en el estudio de las reacciones del cerebro humano; ello est\u00e1 permitiendo entender el funcionamiento de nuestra mente en situaciones extremas (f\u00edsicas o an\u00edmicas), o monitorear el deterioro del mismo en el caso de enfermedades degenerativas como Parkinson o el mal de Alzheimer.<\/p>\n5 \u2013<\/strong> la optogen\u00e9tica<\/em> es la disciplina que utiliza una combinaci\u00f3n de patrones de luz (provistos por fibra \u00f3ptica), remedios y terapia gen\u00e9tica para est\u00edmular partes designadas del cerebro humano. Su fin es permitir el control de impulsos descontrolados, y rehabilitar funciones perdidas. En uno de sus mas recientes experimentos, la optogen\u00e9tica<\/em> logr\u00f3 restaurar la audici\u00f3n en un rat\u00f3n de laboratorio, a base de est\u00edmulos directos a su espiral ganglionar \u2013 un manojo de nervios esenciales alojados en la base del cerebro<\/em> -.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Articulos: Implantes Cerebrales. Desde Johnny Mnemonnic hasta El Hombre Terminal, repasamos implantes ciberneticos en el cine de ciencia ficcion.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10368"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10368"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10368\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10368"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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Un brazo mec\u00e1nico extra fuerte no es dif\u00edcil de imaginar (e incluso, de proyectar y construir en el mundo real), pero \u00bfqu\u00e9 hay de un aparato capaz de intercambiar informaci\u00f3n de manera directa con nuestro cerebro?.<\/em> Si dicho dispositivo fuera eficiente, \u00bfno seria mejor reemplazar nuestros propios ojos por semejantes aparatos?. \u00bfEl cuerpo aceptar\u00eda semejantes implantes?<\/em>. Y nuestro cerebro, \u00bfestar\u00eda en condiciones de asimilar semejante caudal de informaci\u00f3n, algo jam\u00e1s visto por ning\u00fan ser humano?.<\/em><\/p>\n El Hombre Terminal<\/a> (1974) es uno de los primeros alegatos surgidos en contra de tales teor\u00edas. Un genial programador (George Segal) padece de epilepsia, y la ciencia ahora le ofrece un m\u00e9todo experimental y revolucionario: un chip implantado en su cerebro, el cual controlar\u00e1 los impulsos el\u00e9ctricos de su mente. El problema es que el cuerpo del paciente no se acostumbra al implante y el chip \u2013 confundiendo al temor con un ataque<\/em> \u2013 empezar\u00e1 a dar descargas con una frecuencia y potencia cada vez mayor. El descontrolado individuo terminar\u00e1 convirti\u00e9ndose en un asesino serial, una literal m\u00e1quina de matar que comete actos de violencia de manera repetitiva e interminable.<\/p>\n Los implantes est\u00e1n a la orden del d\u00eda con Johnny Mnemonic<\/strong> (1995, y basado en un cuento de Gibson). El protagonista trabaja de courier<\/em>\u2026 pero el cargamento que transporta est\u00e1 en su cerebro, un chip de memoria que contiene altos secretos y el cual debe ser descargado en las instalaciones de su pagador. El problema se da cuando los datos ingresados superan en exceso la capacidad de Gigabytes tolerados por el mensajero\u2026 lo cual terminar\u00e1 por matarle si no descarga el exceso de informaci\u00f3n en 24 horas. Y, mientras tanto una horda de yakuzas, piratas inform\u00e1ticos y terroristas de todo tipo se ha lanzado tras sus pasos, dispuestos a masacrarle con tal de poner sus manos en la preciosa informaci\u00f3n almacenada en su chip de memoria.<\/p>\n Y si el Cyberpunk <\/em>es una reinterpretaci\u00f3n liberal de la sociedad japonesa\u2026 \u00bfqu\u00e9 mejor que \u00e9stos para abrazar el g\u00e9nero?. Desde Ghost in the Shell<\/a> (1995) hasta Tetsuo, el Hombre de Hierro<\/a> (1989), pasando por 964 Pinocchio<\/strong> (1991), las fusiones entre computadoras, m\u00e1quinas y personas han estado a la orden del d\u00eda. Eso sin contar a los Borg de Viaje a las Estrellas: la Pr\u00f3xima Generaci\u00f3n<\/a>, y series como Intelligence<\/strong> (2014), en donde el protagonista maneja a voluntad una nanocomputadora instalada en su cerebro.<\/p>\n Una cosa es segura: nuestro cuerpo es perfecto y es una obra maestra de la ingenier\u00eda biol\u00f3gica proporcionada por la naturaleza\u2026 pero al ser humano no le basta<\/em>. Es necesario sobrepasar la frontera de lo f\u00edsico para rozar la perfecci\u00f3n. Ya no se trata de compensar lo que el tiempo ha desgastado de manera natural, sino de entrar en otra dimensi\u00f3n de sensaciones, elevando el rendimiento a niveles tan altos como desconocidos. Es apropiarse de la infinitud de la m\u00e1quina y sumarla a la complejidad de nuestro cerebro, una apuesta tan tentadora como riesgosa ya que ello equivale a un forzado y gigantesco salto evolutivo para el cual nuestros cuerpos no se encuentran preparados.<\/p>\n \n 1 \u2013<\/strong> de acuerdo a la zona aplicada, los est\u00edmulos el\u00e9ctricos en el cerebro pueden producir tanto movimientos como cambios de humor, y los primeros experimentos sobre el tema se realizaron a fines del siglo XIX;<\/p>\n 2 \u2013 <\/strong>los estimuladores cerebrales son una realidad, y se utilizan desde 1997 en pacientes con distintas enfermedades y alteraciones mentales, sea Parkinson, epilepsia, diston\u00eda o depresi\u00f3n cr\u00f3nica.<\/p>\n 3 \u2013<\/strong> en la novela de William Gibson \u201cNeuromancer\u201d<\/strong>, el protagonista debe huir de un grupo de mercenarios, los cuales poseen implantes cerebrales capaces de realzar su visi\u00f3n, memoria, fuerza, etc. Incluso dichos dispositivos permiten grabar \u2013 en primera persona <\/em>\u2013 sus experiencias personales y reproducirlas como cualquier archivo de video.<\/p>\n 4 \u2013<\/strong> actualmente se han desarrollado implantes cerebrales con fines anal\u00edticos, los cuales se utilizan en el estudio de las reacciones del cerebro humano; ello est\u00e1 permitiendo entender el funcionamiento de nuestra mente en situaciones extremas (f\u00edsicas o an\u00edmicas), o monitorear el deterioro del mismo en el caso de enfermedades degenerativas como Parkinson o el mal de Alzheimer.<\/p>\n 5 \u2013<\/strong> la optogen\u00e9tica<\/em> es la disciplina que utiliza una combinaci\u00f3n de patrones de luz (provistos por fibra \u00f3ptica), remedios y terapia gen\u00e9tica para est\u00edmular partes designadas del cerebro humano. Su fin es permitir el control de impulsos descontrolados, y rehabilitar funciones perdidas. En uno de sus mas recientes experimentos, la optogen\u00e9tica<\/em> logr\u00f3 restaurar la audici\u00f3n en un rat\u00f3n de laboratorio, a base de est\u00edmulos directos a su espiral ganglionar \u2013 un manojo de nervios esenciales alojados en la base del cerebro<\/em> -.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Articulos: Implantes Cerebrales. 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