{"id":10298,"date":"2017-09-14T17:20:41","date_gmt":"2017-09-14T17:20:41","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/agon\/"},"modified":"2019-07-22T01:21:57","modified_gmt":"2019-07-22T04:21:57","slug":"agon","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/agon\/","title":{"rendered":"Cr\u00edtica: Agon, Atomic Dragon (1964)"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: center;\">\n<h2><a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/criticas-1910-1959\/\">Volver al \u00edndice de cr\u00edticas por a\u00f1o<\/a>\u00a0\/ una cr\u00edtica del film, por <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/nuestra-critica\/\">Alejandro Franco<\/a><\/h2>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/atomicos-2.webp\" width=\"200\" height=\"40\" \/> <strong>Jap\u00f3n, 1964: Shinji Hirota (Goro Ryouji), Asao Matsumoto (detective Yamato), Nobuhiko Shima (profesor Ukyo), Akemi Sawa (Satsuki Shizukawa)<\/strong><\/p>\n<p><strong>Director: Norio Mine &amp; Fuminori Ohashi, Gui\u00f3n: Shinichi Sekizawa &amp; K\u00f4z\u00f4 Uchida<\/strong><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"> <div align=\"center\">\r\n<script async src=\"https:\/\/pagead2.googlesyndication.com\/pagead\/js\/adsbygoogle.js\"><\/script>\r\n<!-- arlequin 2021 horizontal 1 -->\r\n<ins class=\"adsbygoogle\"\r\n     style=\"display:block\"\r\n     data-ad-client=\"ca-pub-7123708303881806\"\r\n     data-ad-slot=\"6568397370\"\r\n     data-ad-format=\"auto\"\r\n     data-full-width-responsive=\"true\"><\/ins>\r\n<script>\r\n     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});\r\n<\/script>\r\n<\/div><\/p>\n<h3><strong>Trama: <\/strong>Goro Ryouji es un tenaz periodista que trabaja para un peri\u00f3dico de Tokio. Olfateando una primicia, Goro se ha llegado hasta la bah\u00eda de Mie City para investigar la desaparici\u00f3n de un cami\u00f3n cargado de Uranio X, ocurrido durante la noche anterior y en el transcurso de una de las peores tormentas que asolara al Jap\u00f3n en los \u00faltimos a\u00f1os. Las pistas indican que el cami\u00f3n se cay\u00f3 al mar desde un acantilado, pero del material radiactivo no queda ni el m\u00e1s minimo rastro. Uni\u00e9ndose al detective Yamato y al profesor Ukyo &#8211; u<em>na autoridad del Centro de Investigaci\u00f3n At\u00f3mica, y responsable por el combustible radiactivo perdido<\/em> -, juntos encaran el rastro del material&#8230; hasta que terminan por toparse con una gigantesca criatura que habita en la bah\u00eda. Bautiz\u00e1ndola como <em>Agon<\/em>, pronto deducen que el monstruo ha devorado el Uranio y se encuentra sediento de material radiactivo, raz\u00f3n por la cual ha comenzado a atacar las centrales at\u00f3micas de la zona. Y con el tiempo en su contra, Goro, Yamato y Ukyo deber\u00e1n descubrir la manera de detener a Agon antes que los da\u00f1os producidos por la criatura provoquen una hecatombe at\u00f3mica que convierta en inhabitable a toda la regi\u00f3n.<\/h3>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" class=\"size-full alignright\" src=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-content\/uploads\/2017\/09\/boton-agon.jpg\" alt=\"Agon, Atomic Dragon\" width=\"200\" height=\"280\" border=\"1\" \/> <strong>Extra\u00f1o el <em>kaiju eiga<\/em>.<\/strong> Habiendo visto m\u00e1s de cincuenta pel\u00edculas &#8211; <em>entre las sagas de <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/godzila-1954\/\">Godzilla<\/a> y <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/gamera-guardian\/\">Gamera<\/a><\/em> -, s\u00f3lo me queda rastrillar t\u00edtulos menores o intragables, sea las peores entregas de la saga de la tortuga gigante o algunos esfuerzos independientes y aislados, que casi siempre se decantan en homenajes al g\u00e9nero. <em>Pero ninguno de ellos llega a la altura de las producciones de la <strong>Toho<\/strong>.<\/em><\/p>\n<p>Mientras hurgaba en el tacho de la basura, termin\u00e9 por toparme con esta oscura producci\u00f3n japonesa que data de 1964. Es una miniserie de cuatro cap\u00edtulos de media hora, producida por la ignota <strong>Nippon Denpa Eiga<\/strong> en una \u00e9poca en que todos los estudios japoneses quer\u00edan prenderse al carro del <em>kaiju eiga<\/em> <em>&#8211; el cual estaba llenando los bolsillos de la <strong>Toho <\/strong>desde que estrenara <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/kingkong-vs-godzilla\/\">King Kong vs Godzilla<\/a> en 1962 <\/em>-. Curiosamente la <strong>Toho<\/strong> &#8211; <em>que es un monstruo grande y pisa fuerte <\/em>&#8211; le aplic\u00f3 un congelamiento judicial a <strong>Agon, Atomic Dragon <\/strong>durante 4 a\u00f1os, aduciendo que se trataba de una copia no oficial de <strong>Godzilla<\/strong> &#8211;<em> tenemos otro monstruo at\u00f3mico, am\u00e9n de que el guionista Shinichi Sekizawa y el especialista en efectos especiales Fuminori Ohashi ven\u00edan del ri\u00f1\u00f3n mismo de la <strong>Toho <\/strong>(Sekizawa escribi\u00f3 algunos t\u00edtulos de la saga de la gran G y Ohashi era aprendiz de Eiji Tsuburaya, el gran capo de los FX que hizo el traje de <strong>Godzilla<\/strong>, todos sus efectos especiales, y m\u00e1s tarde se fue a crear su propia franquicia con <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/ultraman-movie\/\">Ultraman<\/a> y toda su familia)<\/em> -. Luego de un an\u00e1lisis minucioso y una s\u00faplica de rodillas <strong>Agon <\/strong>pudo ver la luz en 1968, y despu\u00e9s cay\u00f3 en el m\u00e1s ominoso de los olvidos, por lo menos hasta que la era de Internet logr\u00f3 rescatarla para benepl\u00e1cito de los fans del g\u00e9nero.<\/p>\n<p style=\"text-align: center;\">\n<p><strong>Agon, Atomic Dragon<\/strong> tiene algunas cosas interesantes. Est\u00e1 filmada en blanco y negro (originalmente el tono fue sepia, vaya uno a saber por qu\u00e9) y eso autom\u00e1ticamente crea el clima apropiado para el cine fant\u00e1stico (am\u00e9n de ser una forma efectiva de disfrazar los efectos especiales baratos). Tiene una formidable partitura electr\u00f3nica que resulta tan misteriosa como inquietante (me hace acordar a la banda tonal de <a href=\"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/forbidden-planet\/\">Planeta Prohibido<\/a>). El traje del bicho en cuesti\u00f3n es mucho m\u00e1s elaborado que los del <strong>Godzilla<\/strong> de aquel entonces, aunque la cabeza &#8211; <em>con un par de rid\u00edculos ojos inm\u00f3viles a los costados <\/em>&#8211; deja bastante que desear (al menos esto se compensa con unos buenos efectos de respiraci\u00f3n que lo hacen ver menos artificial). El pr\u00f3logo viene con un texto enigm\u00e1tico e intenso (que hace presagiar a una obra tan amarga como la <strong>Godzilla<\/strong> original de 1954, hablando del poder del \u00e1tomo desatado y de una puerta que no debi\u00f3 ser abierta por la ciencia); y, cuando llega el climax, hay secuencias tan inusuales como interesantes, sea los h\u00e9roes montados en la cola del monstruo, o emprendiendo un rescate desesperado &#8211; <em>v\u00eda helic\u00f3ptero<\/em> &#8211; de un muchacho que yace inconsciente en la boca del bicho. Pero despu\u00e9s de eso paren de contar, porque todo lo que sigue bordea lo abominable. Si bien los efectos especiales son baratos, ser\u00edan un detalle menor si al menos estuvieran acompa\u00f1ados por un libreto con dos dedos de frente, cosa que no ocurre aqu\u00ed. El problema es que todo el cast parece estar formado por descartes de la saga de <strong>Godzilla <\/strong>&#8211; <em>la cual, en ese momento, estaba infestada de bobos y payasos que hac\u00edan monigotadas frente a c\u00e1mara <\/em>-, con lo cual tenemos un elenco de idiotas de segunda selecci\u00f3n. El peor ofensor de los sentidos es el h\u00e9roe, una especie de versi\u00f3n japonesa de <em>Quico<\/em>, el que se pavonea haciendo imbecilidades y preguntando pavadas todo el tiempo. Semejante tortura testicular resulta interminable ya que el<em> flaco <\/em>est\u00e1 presente en el 90% de los fotogramas de la miniserie, con el adicional de que el resto le festeja las tonter\u00edas como si fuera un chico grande. A \u00e9l se suma el detective de turno &#8211;<em> otra versi\u00f3n nipona, esta vez de Imanol Arias<\/em> -, el cl\u00e1sico cient\u00edfico enfundado en eterna bata blanca, la escultural ayudante del cient\u00edfico &#8211; <em>que s\u00f3lo sirve para gritar como una marrana cada vez que el monstruo est\u00e1 por pisarla<\/em> -, un par de ladronzuelos que hacen las veces de villanos de la historia (aunque son tan torpes que mueren por su propia impericia), y algunos desabridos secundarios, entre los que se cuenta un ni\u00f1o llor\u00f3n y un pescador que hace de doble japon\u00e9s de John Leguizamo.<\/p>\n<p>La historia se divide en dos. En la primera parte, aparece el bicho, rompe unas maquetas y se dan cuenta que el monstruo es un devorador compulsivo de <strong>Uranio X<\/strong> (en japon\u00e9s d\u00edgase <em>&#8220;ecssssssssss&#8221;<\/em> durante minuto y medio y sin inhalar aire en el proceso). El bobo del reportero le tira unos anzuelos a la sexy ayudante, la cual est\u00e1 demasiado buena para liarse con semejante idiota. Las cosas se ponen algo mejor en la segunda parte, cuando un par de criminales extrav\u00edan una valija cargada de coca\u00edna en plena bah\u00eda, y se dan cuenta que la maleta fue a parar justo al lado de la pata del bicho mientras se dorm\u00eda una siesta en el fondo de la ensenada. Para recuperarla a toda costa le secuestran el hijo a uno de los buceadores de perlas de la zona, con lo cual el tipo tiene que intentar sacarle el <em>bagage<\/em> a Agon antes que se despierte. El tipo se aviva, se cruza con Goro, el inspector <em>detector<\/em>, y toda la troupe, y le cuenta lo que est\u00e1 pasando. Gran enfrentamiento entre buenos y malos en la bah\u00eda, y el chico secuestrado que se shockea al ver tanta violencia, raz\u00f3n por la cual se desmaya en el interior del botecito de su padre (y donde est\u00e1 la valija de narc\u00f3ticos). <em>\u00bfY quien cae por esos lares justo como para animar la fiestita?<\/em>. Agon, quien confunde al bote con un canap\u00e9 y se lo lleva empotrado en la trompa como si fuera un cigarro. Lo que sigue son intentos varios de sacar al chico de la trompa del bicho, los cuales van de lo ingenioso a lo lamentable.<\/p>\n<p>Si bien <strong>Agon, Atomic Dragon<\/strong> est\u00e1 poblado de personajes idiotas &#8211; <em>lo que era una constante del g\u00e9nero en aquel entonces<\/em> -, el gran pecado del filme es que la historia carece de prop\u00f3sito. A lo largo de todo su desarrollo ninguno de los personajes se pregunta de d\u00f3nde sali\u00f3 el bicho, cu\u00e1les son sus intenciones, o que pasa con el luego del insatisfactorio final. El monstruo no es una metafora de nada, y ni siquiera su accionar destructivo resulta interesante. Mas all\u00e1 de que las maquetas sean paup\u00e9rrimas, la historia es un divague. Solo vemos al idiota de Goro haciendo gilipolladas, y nadie interpreta al monstruo &#8211; <em>si es que hay algo para interpretar<\/em> -. Incluso el final es abierto, pensando que podr\u00eda haber una secuela si esta paparruchada ten\u00eda \u00e9xito. El gran problema con los filmes de monstruos gigantes es que, si no se enfrentan a otro bicho, tienen que tener alg\u00fan tipo de subtexto. Sino, son disparates carentes de causa.<\/p>\n<p><strong>Agon, Atomic Dragon <\/strong>s\u00f3lo es recomendable para los completistas y los fans a ultranza del g\u00e9nero. Es un <em>kaiju eiga<\/em> mediocre e insulso, el cual promete algo que termina por arruinar a la postre, gracias a un desarrollo por momentos lamentable. Es una macana ya que tiene algunas virtudes que la salvan de la rutina habitual de la <strong>Toho<\/strong> y la <strong>Daiei<\/strong>&#8230; las cuales son arruinadas por un pu\u00f1ado de creativos inoperantes.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Critica de Agon, Atomic Dragon (1964): un monstruo gigante asola Japon en esta miniserie televisiva producida por estudios independientes.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10298"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10298"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10298\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/arlequin2024ultra\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10298"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}