Crítica: Westworld: la serie (2016)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2016: Anthony Hopkins (Dr. Robert Ford), Evan Rachel Wood (Dolores Abernathy), Ed Harris (el hombre de negro), James Marsden (Teddy Flood), Thandie Newton (Maeve Millay), Jeffrey Wright (Bernard Lowe), Rodrigo Santoro (Hector Escaton)

Director: Jonathan Nolan, Guión: Jonathan Nolan, Lisa Joy Nolan

Trama: Westworld es un parque de atracciones ubicado en el desierto, en donde se recrea el clima del lejano oeste en un pueblo habitado por robots. Los mismos poseen suficiente capacidad de inteligencia como para improvisar mientras se apegan a guiones cuidadosamente revisados por los administradores del parque. Pero algo ha cambiado desde la última actualización de su software y algunos de ellos han comenzado a comportarse de manera extraña. Violentos e imprevisibles, el jefe de programación Bernard Lowe ha decidido retirar a los modelos actualizados y, para ello, ha orquestado la historia de un supuesto tiroteo – devenido en masacre – por parte del bandolero Hector Escaton y su pandilla; pero, en medio de la balacera, Escaton es liquidado y las cosas se salen de lo programado. Y cuando el dueño del parque, el Dr. Robert Ford, investigue lo ocurrido, comenzará a descubrir que los robots están desarrollando emociones propias y, sobre todo, su propia inteligencia. Y si todo esto no fuera inquietante, hay un extraño – conocido como el Hombre de Negro – que ha estado masacrando robots y analizando su interior cibernético. Un individuo tan misterioso como violento que parece tener su propio plan sobre el destino de Westworld.

Ed Harris es el Hombre de Negro que causa estragos en el parque de diversiones futurista de Westworld: la Serie (2016) Ed Harris es el Hombre de Negro que causa estragos en el parque de diversiones futurista de Westworld: la Serie (2016)

Westworld: la Serie (2016) La original Westworld nunca me pareció una gran película. Richard Benjamin era un tronco como protagonista, la acción estaba rodada de manera rutinaria, y no dejaba de ser otra de esas peliculas de conspiraciones que por toneladas se rodaba en los años 70 en los Estados Unidos. Lo que era genial, eso sí, era el personaje del pistolero encarnado por Yul Brynner, un asesino cibernético despiadado e imparable que asediaba al protagonista hasta sus últimas consecuencias. En todo caso el legado mas importante de Westworld es haber creado el tipo de escenario que serviría de matriz para las mas popular y formidable Jurassic Park del mismo autor Michael Crichton: otro parque de diversiones basado en tecnología de punta, en donde las cosas se salían de control por haber cruzado los limites éticos de la ciencia.

HBO ha decidido resucitar Westworld en formato de serie, y el proyecto está plagado de nombres importantes a los cuales la premisa les atrae, los que van desde Jonathan Nolan (co creador con su hermano Christopher de alguna de las mejores peliculas de éste, incluyendo la saga de El Caballero de la Noche e Interstellar), a J.J. Abrams, pasando por Jerry Weintraub; y entre los directores enrolados figura Vicenzo Natali, entre otros talentosos reclutados – incluyendo la participación de Anthony Hopkins como el creador del parque -.

Ciertamente el ritmo de la historia es lento. Salvo los administradores del parque no hay ningún protagonista humano – el que creemos que será el héroe, James Marsden, resulta ser un androide – y todo el piloto sigue la mecánica del parque en movimiento, sea la oferta de la cacería de bandidos a los visitantes humanos, las prostitutas que pueden ser vejadas a voluntad, la historia de la angelical Evan Rachel Wood (¡qué mujer! ¡qué actriz!) como núcleo central de la historia, relacionándose con Marsden y con el enigmático Hombre de NegroEd Harris, en un papel homenaje a Yul Brynner y del cual no sabemos si es un humano co creador del parque en busca de venganza, o el primer ciborg rebelde que busca como llegar a su creador -, o teniendo una relación ejemplar con sus padres, la cual entra en cortocircuito (¡nunca mejor dicho!) cuando descubre una foto moderna en su rancho. ¿Qué es ese objeto que muestra gente pero en otro tipo de civilización futurista?. Aquí hay ecos de Blade Runnerla foto, los androides con memorias implantadas, los seres artificiales programados para fines específicos, el inicio de una inteligencia independiente -, los cuales recién resuenan en el último tercio del piloto. Hasta ese entonces todo pasa en el escenario del Lejano Oeste y, a excepción de las brutales intervenciones de Ed Harris, va de lo monótono a lo repetitivo – ver la rutina de los robots todos los dias, la cual se altera de manera mínima o profunda según la interacción con los humanos -.

El problema con Westworld, la Serie, es que está dividida en dos escenarios y el moderno – donde crean y programan a los robots – es mucho mas fascinante que el del Oeste, pero aparece con cuenta gotas en el piloto. Anthony Hopkins es el Creador, y el tipo quiere una inteligencia artificial perfecta – plagada de tics y toques humanos – pero su accionar ha despertado algo – ¿el deseo de independencia? – en los robots, y éstos están comportándose de manera rara: son violentos con otros robots, se tildan, resucitan fragmentos de viejas programaciones y, de pronto, se ponen a citar a Shakespeare en sus versos mas apocalipticos y tremendistas. Es formidable ver al cuerpo de seguridad del parque interrogando a los androides, desactivando emociones y partes del cerebro para obtener respuestas maquinales – de nuevo, el interrogatorio de Evan Rachel Wood es excepcional, y la actriz muestra un rango actoral de la gran hostia, pasando de la crisis emocional al rostro en blanco en un puñado de segundos -, y archivando a los ejemplares mas defectuosos en un depósito perdido en uno de los innumerables subniveles que componen el parque. Por otra parte, el Lejano Oeste no es mas una visión panorámica para comprender lo amplia y compleja que es la inteligencia de los androides – Wood pintando paisajes, Marsden con sentimientos de protección hacia Wood, la prostituta que compone Thandie Newton siendo cínica sobre la naturaleza de su profesión, el padre de Wood obteniendo visiones apocalípticas sobre el futuro de la muchacha -, pero no es tan absorbente como la trastienda; en especial las escenas de Hopkins con Jeffrey Wright – un actor ideal para componer personajes que rebosan inteligencia -, en donde se sacan chispazos analizando las mejoras y las causas del mal funcionamiento de los robots. Y ello lo deducen interrogando directamente a los mismos.

Los desnudos y la violencia (sobre todo el gore) abundan. Yo creo que Westworld, la Serie está plena de posibilidades (mas con Christopher Nolan al mando), pero aún no encontró sus pies. Debe calibrar el equilibrio entre las historias personales de estos personajes robóticos, y el drama científico que se vive tras bambalinas, de manera que el primero sea tan fascinante como el último, cosa que – creo – ocurrirá cuando se desate el caos en el parque en los próximos capítulos.

WESTWORLD

La saga de Westworld se compone de: Oestelandia (1973) y El Mundo del Futuro (1977). Westworld (2016) es una serie inspirada en el primer filme de la saga.