Crítica: True Story (2015)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2015: Jonah Hill (Michael Finkel), James Franco (Christian Longo), Felicity Jones (Jill Barker), Maria Dizzia (MaryJane Longo)

Director: Rupert Goold, Guión: Rupert Goold & David Kajganich sobre el original de Michael Finkel

Trama: Año 2001. Christian Longo es apresado en México y acusado de haber asesinado a su esposa y sus tres hijos. Al momento de su captura Longo utilizaba la identidad de Michael Finkel, conocido reportero del New York Times. Al enterarse de ello, Finkel pide una entrevista con Longo y, tras conocerlo, se entabla una relación entre ambos hombres. Pronto Finkel comienza a escribir un libro sobre el acusado, lo cual promete reestablecer su fama y fortuna después de haber padecido un escándalo editorial al mentir en la redacción de un popular (y polémico) artículo publicado en el New York Times. Pero, a medida que pasa el tiempo, Finkel empieza a descubrir que Longo no sólo no es sincero sino que parece estar estudiándolo… asimilando sus dones y su cultura para armar una fachada para el juicio. ¿Es Longo realmente culpable de los homicidios?. ¿Es una victima inocente? ¿O es un perverso manipulador que está utilizando todo lo que tiene a mano para escapar de la justicia?.

Historia Verdadera Hay premisas que pintan mejor en papel que en celuloide, y la de True Story es una de ellas: un asesino serial ha tomado la identidad de un prestigioso periodista para fugarse del país y, al momento de ser apresado, llama la atención de éste como para producir un encuentro de enfrentamiento, entendimiento y hasta una posible (y retorcida) amistad. Por otra parte, el periodista está en la mala: ha falsificado datos en un artículo de primera plana, y ahora nadie le cree. Es hora que el mentiroso profesional se encuentre con el mentiroso sicópata, dilucide la naturaleza de la mentira (y descubra algunas verdades), y se redima en el intento.

El problema con True Story (la cual está basada en un hecho verídico) es que la historia no va a ningún lado. La presentación es interesante pero, cuando uno ve que la historia de la vida del asesino serial es pasada fast forward (en un flashback de un par de minutos) y que no hay investigación forense en el relato, uno empieza a preguntarse con qué diantres el director piensa rellenar el resto del filme. ¿Es un duelo actoral?. Por Dios, ni siquiera califica de tibio. James Franco y Jonah Hill son estupendos comediantes, tienen un par de nominaciones al Oscar sobre el lomo y – aunque en lo personal no creo que sean grandes actores – acá han accedido a tomar un rol serio y diferente. El problema es que su performance es insípida y, honestamente, no creo que sea una cuestión de la capacidad actoral de los intérpretes. El quid de la cuestión es el libreto, que no sabe para dónde rumbear con el tema. Intenta ser un debate sobre la verdad y la mentira, pero no dice nada interesante. Si intenta ser el estudio de una mente enferma, el libreto no entrega datos y la performance de Franco carece de intensidad. Al menos Franco intenta ser oscuro y enigmático, pero Hill está completamente perdido con su personaje. Debería ser un hombre atormentado – su única posibilidad de redención (después del escándalo) es acercarse al mal mismo -, pero es sólo un rostro en blanco. Ni siquiera en los estadíos finales – cuando empieza a sospechar que Franco está asimilando sus manerismos y cultura para perfeccionar su relato frente al jurado – logra transmitir algo. Por otra parte el director Goold es tan inepto que no logra generar shock ni siquiera en el momento de la confesión en el tribunal, el cual carece de imágenes o flashbacks y se ve completamente despojado. En instancias así uno quisiera que la “Historia Verdadera” fuera menos fiel a los hechos y metiera algo más de imaginería del guionista, un poco de ficción que condimentara los acontecimientos y los hiciera mas atractivos e interesantes.

Si hay algo que redime mínimamente a True Story es Felicity Jones. Su personaje – es la esposa de Jonah Hill – es un adorno que apenas habla y se pasea como un fantasma sobre el relato. El libreto no la explora como victima inocente de la ambición de su marido – el cual está dispuesto a descender al infierno con tal de obtener un éxito editorial – ni sabe qué hacer con ella. Pero Jones tiene 5 minutos de gloria sobre el final, cuando decide ir a confrontar a Franco y se despacha con un tremendo monólogo sobre un músico de la edad media que compuso una melodía hermosa al día siguiente de haber asesinado a cuchillazos a su mujer y su amante. Si True Story se hubiera apartado de la anécdota y hubiera generado mas momentos electrizantes como ése, hubiera podido ser un clásico. A final de cuentas el escenario es el mismo de El Silencio de los Inocentes: un individuo normal se ve obligado a entrevistarse con un sicópata – el cual le detalla todos los horrores que tiene encerrado en un cerebro – y, tras semejante encuentro, nada será lo mismo.

Historia Verdadera es una oportunidad desperdiciada. Le falta energía, personalidad, ideas… pero prefiere quedarse en el docudrama, lo cual es mas apropiado para History Channel que para una producción de este calibre. Quizás sea otra de esas historias que merecen una remake hecha con tipos con mayor vuelo creativo, los cuales le darían el filo y el shock que el relato realmente precisaba.