Crítica: El Vengador del Futuro (Total Recall) (Desafío Total) (1990)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 1990: Arnold Schwarzenegger (Doug Quaid / Hauser), Rachel Ticotin (Melina), Ronny Cox (Cohaagen), Sharon Stone (Lori Quaid), Michael Ironside (Richter), Mel Johnson Jr (Benny), Michael Champion (Helm), Marshall Bell (George / Kuato)

Director: Paul Verhoeven, Guión: Gary Goldman, Dan O’Bannon & Ronald Shusett, basados en el cuento de Phillip K. Dick We Can Remember It For You Wholesale, Musica – Jerry Goldsmith

Trama: Douglas Quaid comienza a tener pesadillas, imaginando su muerte en la superficie del planeta Marte. Los sueños son constantes y se transforman en la obsesión de Quaid, quien desea ir al planeta rojo para enfrentar sus temores. Pero ante la negativa de su esposa, Quaid decide acudir a los servicios de la empresa Rekall, quien se dedica a implantar recuerdos en la memoria de las personas, para que le inserte vivencias de Marte. Pero la operación sale mal, debido a que la memoria de Quaid había sido borrada previamente, y comienza a tener vagos recuerdos acerca de una posible existencia anterior como espía al servicio de la corporación Cohaagen – la que controla Marte con mano de hierro -, dedicado a infilitrarse y descubrir la organización terrorista que lucha por la independencia del planeta rojo. Mientras Quaid se debate entre la ilusión y la realidad, asesinos enviados por Cohaagen comienzan a perseguirlo. Quaid deberá huir a Marte y comenzar su propia investigación para descubrir la verdad acerca de la misión que le había sido encomendada así como su verdadera identidad..

Total Recall Total Recall (Recuerdo Total) está basada en el cuento de Phillip K. Dick de 1966 We Can Remember It For You Wholesale (no hay una traducción demasiado coherente del título, aunque podría asemejarse a Vendemos recuerdos para usted al por mayor). Dick era un sólido autor de sci fi que comenzó a salir del ghetto intelectual y obtener reconocimiento popular a partir de la adaptación de su obra ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?, el que terminaría por traducirse en la versión filmica de Blade Runner (1982). Recién entonces Hollywood comenzaría a interesarse en los trabajos de Phillip K. Dick, pero tardarían varios años en llegar nuevas adaptaciones cinematográficas.

La evolución del proyecto de Total Recall fue largo e intrincado. Dino de Laurentiis adquirió los derechos a principios de los ochenta, poco después del estreno de Blade Runner, y en un momento (post Star Wars) en que los filmes de ciencia ficción estaban en auge. David Cronenberg quedó atachado al proyecto, y comenzó a generar más de una docena de guiones, los que terminaban siendo rechazados de plano por de Laurentiis. Entre las discrepancias entre director y productor, sumado al fracaso que obtuvo Duna (1984), de Laurentiis se hartó de la sci fi y decidió cajonear el proyecto, tras lo cual Cronenberg partió a rodar The Fly (1986). Tras varios años de juntar polvo, la idea de rodar el cuento de Dick recobró vida a manos del director Bruce Beresford, quien había empezado a montar una producción en Australia y con Patrick Swayze como protagonista. Pero la quiebra de de Laurentiis dejó en suspenso el rodaje, y la noticia del borrador fue a parar a los oídos de Arnold Schwarzenegger, quien convencería a la productora Carolco para que adquiriera el guión. Paul Verhoeven quedaría a cargo de la silla del director.

En todos esos años el libreto de We Can Remember It For You Wholesale iría sufriendo cambios bastante radicales. En el cuento original un hombre adquiere un pack de recuerdos en la agencia de implantes de memoria, con la idea de fantasear sobre una posible vida de aventuras como agente secreto en Marte. El individuo, tal como Schwarzenegger en el film, termina por descubrir que él realmente había sido un agente secreto, y ahora el gobierno lo presionaba para que suprima nuevamente dichas memorias. El relato culminaba con el hombre yendo a la agencia y reemplazando esos recuerdos con otros que lo ilustran como el salvador del planeta frente a una invasión alienígena. El chiste de todo esto es que también esos recuerdos eran reales.

We Can Remember It For You Wholesale entra dentro de los temas típicos de Dick, como es la delgada y difusa línea que divide lo real de lo imaginario. Es sci fi introspectiva, que tiende a funcionar como una aventura intelectual. Los protagonistas dudan acerca de si son ellos mismos, y de si lo que están viviendo es real. Además en la obra de Dick proliferan los desdoblamientos de identidad y de personalidad. Es posible que con Cronenberg o Beresford la adaptación hubiera tomado un camino de thriller sicológico; aquí en cambio Verhoeven termina por transformarlo en un vehículo de pura acción para lucimiento de Schwarzenegger. Y mientras que uno podría asumir que esto es una visión bastardeada de la obra de Dick, termina funcionando de una manera sorprendentemente eficiente. No sólo combina el reto intelectual y el suspenso, sino que el guionista Dan O´Bannon (el creador de Alien) le añade una enorme cantidad de ideas de su propio pecunio, que terminan por transformar al film en una historía de ciencia ficción épica. No está nada mal para un cuento que empezó como un viaje interior…

Con el holandés Verhoeven en la silla del director, uno ya sabe a qué atenerse. Verhoeven ha probado ser un artesano de calidad en el terreno de la sci fi, desde Robocop hasta Starship Troopers. No es un individuo al que le gusten los debates intelectuales; prefiere un guión con un par de ideas sólidas y empezar a improvisar toneladas de acción, a veces excesiva en cuanto a violencia y sexo, que terminan por darle a sus filmes un fuerte sabor a comic adulto. Y tal como pasaba con Robocop, Verhoeven hace lo mismo con Total Recall. A él le interesa mucho el tema del individuo amnésico, la corporación de asesinos que domina Marte, y la guerrilla mutante, pero no le interesa en absoluto que esos personajes estén haciendo catarsis por los rincones; él prefiere que estén a las corridas y a disparo limpio. Por ello buena parte de la crítica menospreció a Total Recall como film pasatista, sólido pero sangriento, y la acusó de sacrilegio contra el cuento de Dick. A mi juicio el enfoque de Verhoeven es perfectamente válido; y me parece que hubiera sido imposible que la historia pudiera haber corrido por caminos de exploración sicológica cuando O´Bannon incluye en el guión a gigantescas turbinas marcianas generadoras de oxígeno y guerrilleros mutantes. Toda la adaptación perfila hacia lo épico, y Verhoeven simplemente la transformó en uno de esos comics adultos que tan bien saben hacer él.

Eso no significa que el libreto no tenga problemas. Hay tantos hechos encadenados de manera fortuita que resultarían incoherentes o artificiales sino fuera porque Verhoeven no le da tiempo al espectador para que piense si esa escena que recién vió tiene lógica. Mientras que la acción es espectacular e incansable, cuando la película ralentiza su ritmo aprovecha para disparar un par de desafíos a la trama, en especial en la visita del técnico de Rekall a la habitación de hotel de Quaid, donde queda la duda de si lo que vive Schwarzenegger es falso o real (indudablemente los guionistas de Matrix deben haber tomado un par de ideas de aquí). Quizás aquí es donde venga el fracaso de Verhoeven como director del film; la escena es perfecta, pero la idea es abandonada y seguimos la trama a balazo limpio, sepultando la premisa bajo el tendal de muertos. En el comentario en DVD, Verhoeven aboga que su política – a lo largo de todo el film – siempre fue de que el espectador estuviera en la incógnita de si se trata de algo real o si es imaginado por Quaid; por ello incluye algunas pistas parciales a lo largo de la película – Rachel Ticotin aparece en los sueños de Quaid, pero también en la base de datos de Rekall; cuando el vendedor ilustra la aventura en Marte a Schwarzenegger, prácticamente le está contando todo lo que va a suceder en Marte e incluso le muestra imágenes del generador alienígena; la escena final se funde en un extraño resplandor blanco que podría ser el despertar de Schwarzenegger del sueño inducido por Rekall -. Pero esa premisa de Verhoeven está muy mal implementada, porque inmediatamente después de la escena del hotel entre Quaid, su esposa y el encargado de Rekall, el espectador jamás tiene la duda de que todo lo que sigue es real.

El elenco es uniformemente bueno. Schwarzenegger sigue siendo tosco para actuar pero compensa con carisma; Michael Ironside y Ronny Cox destilan inteligencia y maldad como sólo los villanos de Verhoeven logran hacerlo; Rachel Ticotin despliega belleza y coraje; y Sharon Stone, en su papel previo a Basic Instinct, tiene la combinación justa de angel y demonio. La pelea entre Ticotin y Stone es simplemente memorable.

Total Recall es, a pesar de sus críticos, un clásico. Es sólido, ágil, desafiante y fresco como una bocanada de aire marciano. En veinte años no ha perdido su capacidad de sorprender, y sobrevive a pesar de sus defectos menores. Sin dudas es un hito en la historia del cine de ciencia ficción.