Crítica: Them! (La Humanidad en Peligro) (1954)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1954: James Whitmore (Sargento Ben Peterson), Edmund Gwenn (Dr Harold Medford), Joan Weldon (Dr Patricia Medford), James Arness (Agente del FBI Robert Graham), Onslow Stevens (General O’Brien), Sean McClory (Mayor Kibbee), Chris Drake (Ed Blackburn), Sandy Descher (Niña)

Director: Gordon Douglas, Guión: Ted Sherdeman, sobre una historia de George Worthing Yates, Musica – Bronislau Kaper

Recomendación del Editor

Trama: En el desierto de Nuevo Mexico la policía encuentra a una niña en estado de shock. Rastreando la zona, comienzan a hacer terribles descubrimientos: una casa rodante destrozada, un almacén hecho trizas y con un cadáver en el sótano, y la desaparición de uno de los policías involucrados en la búsqueda. Para develar el misterio pronto acuden al FBI, y después a Washington, quien envía al Dr. Medford y su hija. La lenta investigación de Medford revela que se tratan de hormigas gigantes, de 2 metros y medio de largo, que han mutado genéticamente a partir de las pruebas nucleares de 1945. Pronto se descubre el hormiguero y se procede a exterminar a las criaturas, pero un análisis del lugar demuestra que dos hormigas reinas – con capacidad, cada una, de poner miles de huevos y generar nuevos hormigueros – han escapado. Mientras que una de las reinas es hallada en un buque de carga, la otra se encuentra en los desaguaderos de Los Angeles. Y resulta imperativo acabar con ellas, antes que en la nueva camada se generen nuevas reinas, lo cual podría concluir con la extinción de la raza humana en menos de un año.

Arlequin: Critica: Them! (La Humanidad en Peligro) (1954)

  La ciencia ficción de los años 50 básicamente se reduce a dos postulados: las invasiones alienígenas (en forma masiva o más secreta, mediante la sustitución de cuerpos, por ejemplo), y las mutaciones genéticas causadas por la bomba. Este último sub-género fue particularmente prolífico, con creaturas que crecían (o se achicaban, como El Increíble Hombre Menguante), y pronto poblarían la pantalla de plata tarántulas, dinosaurios, insectos, crustáceos, seres humanos, aves y casi cualquier ser vivo sobre la Tierra: La Mantis Gigante, Tarantula, La Garra Gigante, La Bestia Colosal, Godzilla, La Bestia de las Profundidades, y un largo etcétera.

Es comúnmente aceptado que, si bien estos filmes van de lo regular a lo excelente, se reconozca a Them! (Ellas!) como la obra maestra del género. Hay numerosos argumentos que validan este criterio, y tienen que ver con las premisas que aportaría y serían repetidas hasta la saciedad en filmes similares. La naturaleza atómica del monstruo, la unión de las fuerzas militares para combatirlo, el análisis científico del hecho, las movilizaciones masivas, el enfrentamiento final en las ciudades. No hay nada de lo citado aquí que no figure, por ejemplo, en The Beast form 20.000 Fathoms de 1953. Pero lo que distingue a Them! del resto, es que la naturaleza del monstruo no es un ser mitológico, deforme, alienígena, o recién llegado al reino animal, sino que se tratan simplemente de hormigas, seres ya existentes, con lo cual existen numerosos estudios científicos previos que permiten anticipar su comportamiento. En ese sentido, pasada la novedad inicial, la película se transforma en una suerte de seudo documental actuado, disparando una enorme cantidad de información sobre los insectos con una profunda convicción. Esto es mucho más respetable que las predicciones tontas de los científicos de turno en los filmes de monstruos, que salvo el pelo desaliñado y la bata blanca no tienen mucho en común con sus pares de la vida real.

Aquí, por el contrario, el Dr. Medford emprende una larga y didáctica tarea de instruir a personajes y platea por igual sobre los misterios de la naturaleza que nos rodea. La estructura militar y defensiva de las hormigas, la organización social, los ritos de apareamiento, la capacidad de multiplicarse, el diseño de los hormigueros, tiende a formar una idea cabal del tipo de amenaza que se cierne sobre la humanidad. No es un monstruo idiota rampante sino una nación de creaturas que por naturaleza tienden a arrasar el territorio donde se establecen. Las conductas instintivas de los insectos le dan un aura de enemigo inteligente que pocos filmes pueden equiparar.

Esto no quita que el filme tenga sus fallas. Comenzando por la tontería de la búsqueda del azúcar, en donde el primer ataque inicial se hace a un remolque simplemente para obtener unos terrones o el destrozo del almacén donde se depositaban sacos de dicho alimento. También hay un par de clisés zonzos, como la hija del científico que parece una pin up, o bien el protagonismo del policía pueblerino de James Whitmore en lo que es una operación a nivel nacional. Pero a su favor, Gordon Douglas dispara sin cesar información y mantiene las cosas en movimiento, de modo de que los posibles agujeros de lógica no se noten sino hasta después del filme.

Si bien la dirección es correcta, tampoco posee un suspenso maravilloso, sólo lo suficiente para seguir manteniendo el interés. Hay un montón de actores secundarios habituales en el género, comenzando por James Arness de The Thing From Another World, y algunos bolos menores para Leonard Nimoy (aquí como extra) y el futuro Daniel Boone Fess Parker. Joan Weldon es bastante decorativa en la trama (provee un par de pistas, pero por suerte ni siquiera es el interés romántico de alguno de los protagonistas), y hay un par de notas de humor que no desentonan. Lo que es interesante es el papel trágico de James Whitmore, lo cual es una novedad para el género, y que explica su permanencia a lo largo de toda la trama. Pero todas estas son fallas menores, excusables en haras del entretenimiento. Las hormigas son bastante artificiales de vista, pero una exposición limitada no hace pensar demasiado en las limitaciones de los efectos especiales. Y, como suele suceder en estos filmes, hay sentencias rimbombantes sobre la caja de Pandora que supone el uso desmedido del poder nuclear recientemente descubierto.