Crítica: La Señal (The Signal) (2014)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2014: Brenton Thwaites (Nicholas Eastman), Laurence Fishburne (Wallace Damon), Olivia Cooke (Haley), Beau Knapp (Jonah), Lin Shaye (Mirabelle), Robert Longstreet (James)

Director: William Eubank, Guión: Carlyle Eubank, William Eubank & David Fricerio

Trama: Nicholas, Haley y Jonah son tres amigos que están siguiendo el rastro de un hacker, el cual atacó y dañó numerosos servidores de la universidad a la cual pertenecen. La señal los lleva hasta una cabaña abandonada en el medio del desierto de Nevada, lugar en el cual son atacados por algo que los deja inconscientes. Al despertar, Nicholas descubre que sus piernas han sido operadas y que se encuentra en un establecimiento de altisima seguridad bacteriológica, posiblemente un bunker perteneciente a alguna agencia secreta del gobierno. Interrogado por un oficial enfundado en un traje de aislamiento biológico, Nicholas se entera que él así como sus amigos han sido objeto del ataque de un ser extraterrestre y que por ello se encuentran en cuarentena, temiendo el contagio de algún virus alienígena. Mientras Jonah está perdido y Haley se encuentra en coma, el confuso Nicholas se presta a regañadientes a las pruebas de los científicos… hasta que un día retira sus vendas y descubre que sus piernas han sido reemplazadas por miembros de forma bizarra y apariencia extraña, imposibles de pertenecer a algún ser vivo existente en la Tierra. Sospechando que los agentes del gobierno están experimentando implantes extraterrestres con ellos, Nicholas trama la fuga del complejo de alta seguridad… pero lo que encontrará mas allá de las puertas del bunker será algo que escape a su entendimiento.

The Signal La Señal viene de la mano de William Eubank, el mismo de Love (2011). Al igual que aquel filme, Eubank demuestra tener mucho talento para crear climas y mantener el suspenso, e incluso la trama de fondo termina resultando parecida a Love. Si hay un problema con The Signal, es que el climax termina siendo medianamente satisfactorio, simplemente porque no contesta todas las preguntas planteadas por la trama. Aún con ello, La Señal es lo suficientemente intensa, inteligente e interesante como para ganarse nuestra recomendación en esta época en donde abundan las mediocridades y las ideas refritadas.

Ciertamente el comienzo es bastante traído de los pelos. Hay tres amigos – de los cuales sobresale el protagonista, un chico con algún tipo de enfermedad degenerativa en las piernas, el cual anda con muletas y cuyo final en la silla de ruedas parece inevitable – que vienen rastreando desde lejos la señal de un hacker. El tipo rompió varios servidores de la universidad donde estudian, incluso reventó algunos servers propiedad de estos chicos. Como sea, los pibes van con un par de notebooks y dos celulares a rastrear a un terrorista de ultratecnología, lo cual me resulta absurdo… amén de que lo siguen con una precisión milimétrica hasta una cabaña en el desierto. Considerando que ninguno de ellos no es ni ninja ni militar, resulta difícil imaginar qué ocurriría en el enfrentamiento cara a cara con el pirata informático – ¿qué? ¿el pibe le va a pegar con las muletas? -. Tampoco se explica por qué tanta obsesión por seguirlo hasta el fin del mundo, en vez de denunciarlo al FBI o simplemente poner un firewall mas seguro. Pero, como preguntar demasiado terminaría por matar la premisa de base, es mejor mirar al costado y seguir con la historia. Los chicos llegan a la cabaña, revuelven un poco, terminan apaleados e inconscientes, y se despiertan en un complejo subterráneo secreto del gobierno. Y no pasa mucho tiempo antes que el protagonista descubra que sus piernas han sido reemplazadas por algo de apariencia alienígena.

Hay muchas cosas interesantes en La Señal. Los interrogatorios crípticos de Lawrence Fishburn, los razonamientos – y descubrimientos – del protagonista, los extraños experimentos que hacen en el laboratorio… hay muchas pistas de que las cosas que ocurren allí se escapan a lo normal, como el enorme galpón en donde encierran a una vaca con algo… que pronto empieza a gritar y destrozar el lugar, o los cuartos semidestruidos y manchados con algo que parece ser sangre marrón. En sí, The Signal es un prodigio de suspenso – por momentos parece una versión indie de La Amenaza de Andrómeda -, ya que mantiene la tensión todo el tiempo y, cada tanto, se despacha con un giro de tuerca totalmente inesperado. Nada es lo que parece, y las cosas se ponen cada vez mas bizarras a medida que se acerca el final, sea con las personas con las que se topa el protagonista en su huida – y que se comportan de manera anormal -, o los superpoderes que le dan sus deformes piernas, capaces de correr a cientos de kilómetros por hora o de demoler paredes a patada limpia.

El problema con The Signal es el final, que es abrupto y demasiado criptico (alerta spoilers). Tal como Love, tenemos que todo esto es un experimento alienígena en un ambiente controlado, pero no hay explicaciones sobre el por qué de ello. ¿Compatibilidad entre los organismos humano y extraterrestre?. ¿Pruebas de conducta de los terrícolas sometidos a alta presión? ¿Búsqueda de humanos inteligentes para asimilarlos a su raza?. El final – a lo Dark City – deja mas dudas que certezas, ya que se necesitaba una pequeña explicación adicional, la cual nunca llega. Aún con ello, se la doy por válida ya que todo el desarrollo previo es interesante, pero un redondeo hubiera mejorado la nota de todo el filme (fin spoilers).

The Signal es muy recomendable. Es ciencia ficción indie, seria, pensante, bien hecha, aunque no redonda como debiera. El final precisaba algo mas de trabajo, con lo cual todo se reduce a un ejercicio de intriga bien manufacturado, aunque carente de la frutilla del postre que le era necesaria. Quizás en un futuro Eubank consiga los 20 céntimos que le faltan para llega al peso y nos dé un filme memorable, ya que condiciones tiene e ideas no le faltan.