Crítica: La Espía Que Me Amó (The Spy Who Loved Me) (1977)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena Gran Bretaña , 1977: Roger Moore (James Bond), Barbara Bach (Mayor Anya Amasova), Curt Jurgens (Karl Stromberg), Richard Kiel (Mandíbulas), Caroline Munro (Naomi); Walter Gotell (General Gogol), Geoffrey Keen (Ministro de Defensa), Bernard Lee (M), Desmond Llewelyn (Q), Lois Maxwell (Miss Moneypenny), George Baker (Capitán Benson), Michael Billington (Sergei Barsov), Olga Bisera (Felicca), Edward de Souza (Jeque Hosein), Vernon Dobtcheff (Max Kalba), Valerie Leon (recepcionista del hotel), Sydney Tafler (Capitán del Liparus), Nadim Sawalha (Fekkesh), Eva Rueber-Staier (Rublevitch), Robert Brown (Almirante Hargreaves), Marilyn Galsworthy (ayudante de Stromberg), Milton Reid (Sandor), Cyril Shaps (Bechman), Milo Sperber (Markovitz), Albert Moses (camarero)

Director: Lewis Gilbert – Guión: Christopher Wood y Richard Maibaum – Música: Marvin Hamlisch – Canción del título: interpretada por Carly Simon – Montaje: John Glenn – Fotografía: Claude Renoir – Asesor artístico: Ken Adam – Productor asociado: William P. Cartlidge – Productor: Albert R. Broccoli

123 min, No rating, Color – 7/7/1977: estreno mundial en el Odeon Leicester Square de Londres – nominada al Oscar 1977 – 50th Academy Awards – en los siguientes rubros: Dirección de arte – The Spy Who Loved Me – Ken Adam, Peter Lamont – Banda Sonora (Original Score) – The Spy Who Loved Me – Marvin Hamlisch – Canción Original (Original Song) – The Spy Who Loved Me – Marvin Hamlisch, Carole Bayer Sager – Diseño decorados – The Spy Who Loved Me – Hugh Scaife

Trama: Dos submarinos – uno inglés y otro ruso – desaparecen en el atlántico, y los respectivos servicios secretos de inteligencia envían a James Bond y Anya Amasova a investigar. Los caminos de ambos agentes secretos se cruzarán mientras siguen el rastro de un traficante de documentos secretos en Egipto. Y Anya descubrirá que 007 es el espía que asesinó a su novio en el transcurso de una misión secreta. Los agentes deberán dejar de lado sus venganzas personales por un rato, hasta liquidar los planes del millonario Karl Stromberg, que ha secuestrado los submarinos para lanzar con ellos un ataque atómico a las principales potencias, provocar una devastación nuclear como fruto de la inevitable guerra, y poder construir así un imperio submarino.

Critica: THE SPY WHO LOVED ME (LA ESPIA QUE ME AMO)

Es notable distinguir en la serie, al menos, cuatro etapas bastante definidas:

  • La etapa seria, épica o clásica, en la cual se construye el mito Bond, que abarca desde Dr. No hasta On Her Majesty´s Secret Service (1962 – 1969)
  • Una etapa donde se aligera el personaje aunque aún se respetan algunos párrafos literarios de Fleming, donde hay mayor comedia y acción, y bastante originalidad, y que abarca desde Diamonds Are Forever hasta The Spy Who Loved Me (1971 – 1977)
  • La etapa de la decadencia, donde la serie se maneja erráticamente, le cuesta definir un nuevo estilo y hay grandes altibajos en cuanto a calidad. Va desde Moonraker hasta A View to Kill (1979 – 1985)
  • La redefinición del mito Bond y su adaptación al nuevo milenio; se aplica un mayor cuidado a tramas y personajes, y se prueban varios estilos más respetables, que recién encontrarán forma a partir de Goldeneye. Este período abarca desde The Living Daylights hasta el presente (Die Another Day) (1987 – 2002?).

Es triste ver como el golpe de impacto del fracaso de taquilla de On Her Majesty´s Secret Service expandiría sus ondas hasta 1977. Primero, por la crisis en el matrimonio comercial Broccoli – Saltzman, ya que la presencia de uno equilibraba al otro sobre el control artístico. Si bien el período 1971 – 1977 no deja de ser creativo, es por cierto de menor calidad pero con algunos trazos memorables. El matrimonio produciría juntos su film final Diamonds Are Forever, y después cada socio se encargaría de una producción: Broccoli de Live and Let Die, y Saltzman de The Man With the Golden Gun, filmadas en años sucesivos para afirmar el concepto de Roger Moore = James Bond, y como parte del acuerdo del divorcio. ¿Será acaso que Saltzman creyó ver el final de la moda Bond – al igual que los chismes que le habían hecho la cabeza a Lazenby -?. ¿Creyó ver en la menor recaudación el agotamiento de la mina de oro?. ¿O será que discrepaba profundamente con las nuevas ideas que quería aplicar Broccoli – que pensaba que el estilo usado en OHMSS ya no daba para más?. Es imposible saberlo.

El segundo impacto del fracaso de OHMSS sería el cambio del estilo Bond. El personaje se aligeraba, y ciertamente participaba de un perfil más cercano a sus imitadores que a sus propios orígenes. El nivel de extravagancia y disparate se elevaría, pero aún dentro de ciertos límites aceptables para la flexible suspensión de la credibilidad del habitual público Bond.

Pero el tercer impacto – y el que más nos interesa -, era el de creer exclusivamente en la taquilla como sinónimo de calidad. OHMSS fue un fiasco económico; eso significaba que se debía abandonar ese estilo. Mientras que el film de Lazenby fracasaba por dos hechos fundamentales (Lazenby no era Connery – ni similar -, y la trama era muy atrevida al presentar a un Bond sentimental y casado / viudo), era de una calidad indiscutiblemente alta. Si Diamonds Are Forever triunfó sobre la medianía de sus méritos, era porque el público amaba a Connery. Y si las siguientes producciones iban flojas en recaudación – pero aún superaban en ventas a OHMSS -, ello parecía indicar que era el camino correcto a seguir. Por eso cada producción fue incrementando las virtudes y defectos de Diamonds Are Forever, en un claro error de concepto.

Este rearmado de la fórmula llegaría hasta 1977, en donde las cosas encajaron en su lugar en The Spy Who Loved Me, que podría definirse como el Goldfinger para teenagers y ávidos consumidores de pop corn de los 70, con menor calidad, sutileza y estilo pero mayor espectacularidad . Llega al nivel de Diamonds Are Forever y supera a sus dos antecesoras que habían tenido una respuesta tibia de público. Y es que la serie conseguiría la mayoría de sus mejores bazas cuando tocara el tema de la dominación mundial (con la clara excepción de la oveja negra de la familia que es Moonraker), además de que era lo que el público identificaba – y disfrutaba – de un film Bond. Tanto Live and Let Die como The Man With The Golden Gun resultaban bastante más mundanas y acotadas, a pesar de su carga de explosiones, y la platea pedía el regreso al gran espectáculo.

The Spy Who Loved Me es la primera producción oficial en solitario de Broccoli. Y en la que Roger Moore combate a un supervillano que quiere destruir al mundo entero y termina por identificarse plenamente con el personaje. Es ciertamente un film dispar, plagado de homenajes a otros filmes anteriores (y mejores) de la serie, con Moore dando rienda suelta a su comedia, y con bastantes disparates que rozan el ultraje pero no lo sobrepasan (como sí sucedería con Moonraker). Es también un reciclado de argumentos abandonados (la trama estaba pensada originalmente para Diamonds Are Forever, y con el hermano de Goldfinger como villano). Y si bien Stromberg actúa por su cuenta, el plan original era relacionarlo como miembro de SPECTRE, aunque el dichoso lío de derechos con Kevin Mc Clory (explicado en la review de Thunderball) hizo cambiar las cosas sobre la marcha y abandonar la idea. La trama fue construida de cero, teniendo en cuenta que el original literario (que ni a Fleming le había gustado y sólo legó el nombre de la novela) trataba sobre Bond, de vacaciones en Norteamérica, topándose por casualidad con unos mafiosos que acosaban a la encargada de un hotel (y que era la chica quien narraba en primera persona la historia), y no era muy potable cinematográficamente.

The Spy Who Loved Me mostraba ser, removiendo el tapete, un rompecabezas de elementos Bond ya vistos, pero aggiornados e incluso incrementados: habría un auto pleno de gadgets (el Lotus Sprit) como Goldfinger, una gran pelea en tren (como From Russia With Love y Live and Let Die) y un largo etcétera. Y también el film es una reconstrucción – en otros ambientes y escenarios – de la trama original de You Only Live Twice (incluso parte de los decorados del interior del Liparus – como las celdas de la tripulación y el monorriel – son los mismos). Y para manejar algo similar decidieron llamar al director original de dicho film, Lewis Gilbert.

Mientras que Gilbert se mostraba ducho para las escenas de acción, es ciertamente terrible para la dirección actoral. El guión coloca algunas buenas ideas que abandona o trunca, y que el poco tiempo de exposición que merecen tienen la calidad interpretativa de la más barata de las telenovelas. Mientras que Anya es un par femenino igual de letal que Bond (pero casi en ningún momento se muestra a la espía rusa en acción), el conocimiento de que 007 es el asesino de su novio (en la misión que se muestra en el teaser) debería motivar una intensa carga dramática al relato y un final incierto con el posible enfrentamiento con el agente secreto. Pero el tema es tomado a veces en solfa por la interpretación de Moore, otras veces hay un intercambio de diálogos y amenazas patéticos – que es un duelo de pésimos actores dramáticos entre Moore y Barbara Bach – , y es descartado a último momento por el estúpido argumento sexista de que todas las mujeres caen en los brazos de 007, aunque éste no diga una palabra. Amén de que Barbara Bach es posiblemente la peor actriz que ha pasado por un film Bond, y demuestra en esta película que definitivamente no puede actuar (imaginen si un argumento así hubiera sido desarrollado en los films de Brosnan, qué diferente que sería).

Y siguiendo con los intérpretes, Moore definitivamente hace su propio Bond y deja de estar bajo la sombra de Connery. En realidad – y ya lo dijimos hasta el hartazgo – su personaje es más semejante a sus imitadores (Flint, Matt Helm) que a la esencia Bond original. Por ejemplo, cuando Bond busca a Fekkesh en Egipto, habla dos segundos con la chica que lo atiende y ésta cae en sus brazos. Es ridículo. Y no sólo eso; Moore es muy malo como hombre de acción (a continuación de la escena recién descripta, la pelea en el techo con el asesino calvo Sandor es patética, así como con los matones cuando visita la esfinge). Lo único que salva a Moore de ser un fracaso – y que lo redime en cierta manera – es su carisma y humor, y el poseer una buena presencia en la pantalla.

Otros intérpretes se desenvuelven mejor que los protagonistas. El Stromberg de Curt Jurgens es el último gran villano de la serie, al menos hasta la fugaz aparición de Elliot Carver en Tomorrow Never Dies. Posee buenos diálogos, es mesiánico y el alemán le da una interpretación muy sólida. Su presentación es realmente buena (cuando despacha a los científicos traidores, revelando sorpresas a cada instante). Pero la figura que se destaca es sin duda alguna el Jaws (mandíbulas) de Richard Kiel.

Las apariciones de Jaws sintetizan el espíritu del film. Mientras que en la pelea en el tren es brutal (increíblemente en todos sus ataques no se muestra una gota de sangre, como en el asesinato de Fekkesh – que debería ser un enorme lago de hemoglobina después de arrancarle la yugular -, para mantener el rating apto para todo público), en la persecución de autos en Cerdeña no deja de ser una versión en vivo de los cartoons de la Warner Brothers. Bond es el correcaminos y Jaws el coyote, y termina sobreviviendo todas las trampas fallidas y maldades que le hace 007. Suspenso, violencia y ridículo al mismo tiempo, perdonando lo último por las dos primeras cualidades. Sin duda es un personaje memorable, más por lo que inspira que por lo que realmente hace en concreto. Y el enfrentamiento en las ruinas en Egipto – donde deshace la camioneta – es magistral.

Tal como recién dijimos, el film sintetiza suspenso, violencia y ridículez. Las peleas de Jaws, el excelente ataque en el Liparus a la cabina de comando, el teaser inicial se encuentran dirigidos con nervio y son más que dignos, y permiten que la aventura sea muy disfrutable a pesar de ciertos excesos. El film es muy restringido en su grado de fantochada hasta la mencionada pelea de Jaws, Anya y Bond en las ruinas. Ya cuando la camioneta (o lo que queda de ella) va por el desierto con la música de fondo de Lawrence de Arabia, es cuando la película comienza su escalada de abusos a la credibilidad del espectador (el Lotus emergiendo del agua y Bond entregando un pez a un bañista, por ejemplo), pero sin saturar o excederse de cierto grado que hubiera significado romper la complicidad con el espectador. Es algo gradual y bien dosificado.

Pero además el film no escapa de cierta rutina infantil que es usual en unas cuantas entregas de la serie. Bond va a investigar y atentan contra su vida; visita al villano – que aún sigue siendo un sospechoso – y siguen atentando contra su vida – confirmando las dudas de 007. Ciertamente la omisión – al inicio del film – de ver lo que realmente le pasa a los submarinos le da bastante pimienta a un relato que tiene poca investigación y muchas excusas para una sucesión de persecuciones y peleas.

Los efectos especiales funcionan mejor en estudio (el interior del Liparus) que en exteriores (la visión de la fortaleza Atlantis es a veces muy … plástica). El final en la fortaleza carece de bastante lógica, tanto por la ausencia de secuaces – salvo Jaws – que permanezcan con Stromberg, así como cierta tontería en dejar llegar a Bond a un encuentro personal – escapando del ascensor con trampa similar a Diamonds Are Forever -. Y la banda sonora, a pesar de las loas hechas hacia Marvin Hamlisch, me parece dispar, con cosas buenas como el tema Bond 77 de la excelente persecución del teaser, y con cosas peores como los temas de la base Atlantis y de las pirámides en Egipto. Sin duda se extraña la presencia de John Barry.

Como film, The Spy Who Loved Me es una mezcla (agitada, no revuelta) donde la mayor cantidad de elementos de buena calidad persiste sobre los de peor manufactura. Posee cierta intensidad y sentido de aventura que cuadra mejor aquí que en los anteriores films de Moore. Tiene bastante personalidad como film Bond. Y es muy disfrutable. El mayor problema que generaría es que el film sería un éxito, Y Broccoli pensaría que disponía de carta blanca para elevar a la enésima potencia todos los excesos de esta película (asumió que el público quería más y más de lo mismo) materializándolos en el peor film de todas la serie Bond, que sería la próxima Moonraker.

LA SAGA OFICIAL DE JAMES BOND

La era Connery: Doctor No (1962)Desde Rusia con amor (1963)Goldfinger (1964)Operacion Trueno (1965)Solo se vive dos veces (1967) / El fugaz paso de Lazenby: Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) / El primer regreso de Connery: Los Diamantes son Eternos (1971) / La era Moore: Vive y Deja Morir (1973)El Hombre del Revolver de Oro (1974)La Espia que me Amo (1977)Moonraker (1979)Solo para sus Ojos (1981)Octopussy (1983)En la Mira de los Asesinos (1985) / La era Dalton: Su Nombre es Peligro (1987)Licencia para Matar (1989) / La era Brosnan: Goldeneye (1995)El Mañana Nunca Muere (1997)El Mundo no Basta (1999)Otro Dia para Morir (2002) / La era Craig: Casino Royale (2006)Quantum of Solace (2008)Operación Skyfall (2012)Spectre (2015) – Sin Tiempo Para Morir (2021)

Canción del film

El tema principal Nobody does it better (nadie lo hace mejor), no sólo resalta el regreso de Bond a las grandes lides y reafirma su fama de héroe; también tiene un sentido muy sensual, que la hizo muy popular en su momento. Letra de Carole Bayer Sager – Música de Marvin Hamlisch – Cantada por Carly Simon

Nobody does it better
Makes me feel sad for the rest.
Nobody does it half as good as you.
Baby, you’re the best.

I wasn’t lookin’ but somehow you found me.
I tried to hide from your love light,
But like heaven above me the spy who loved me
Is keepin’ all my secrets safe tonight.

And nobody does it better
Though sometimes I wish someone could.
Nobody does it quite the way you do.
Did you have to be so good?

The way that you hold me whenever you hold me.
There’s some kind of magic inside you
That keeps me from runnin’ but just keep it comin’
How’d you learn to do the things you do?

And nobody does it better
Makes me feel sad for the rest.
Nobody does it half as good as you.
Baby, baby, darlin’ you’re the best.
Baby you’re the best.
Baby you’re the best.
Baby you’re the best.
Darlin’ you’re the best.
Darlin’ you’re the best.
Baby you’re the best.

En español:

Nadie lo hace mejor
me hace sentir triste si descanso
nadie lo hace la mitad de bien que tú
Nene, eres el mejor

No estaba buscando pero de algún modo me encontraste
intenté ocultarme de la luz de tu amor
pero como el cielo encima mío el espía que me amó
está custodiando que todos mis secretos estén seguros esta noche

Y nadie lo hace mejor
aunque a veces quisiera que alguien pudiera
nadie lo hace realmente de la forma en que tú lo haces
Tenías que ser tan bueno?

La manera en que me abrazas como nadie lo hizo
hay algun tipo de magia en tí
que me aleja de huir y que me acerca a ti
Como aprendiste a hacer eso que tú haces?

y es que nadie lo hace mejor
me haces sentir triste si descanso
nadie lo hace la mitad de bien que tú
Nene, nene, querido, tú eres el mejor
Nene, tú eres el mejor
Nene, tú eres el mejor
Nene, tú eres el mejor
Querido, tú eres el mejor
Querido, tú eres el mejor
Nene, tú eres el mejor