Crítica: Los Sustitutos (Identidad Sustituta) (Surrogates) (2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2009: Bruce Willis (Tom Greer), Radha Mitchell (Peters), Rosamund Pike (Maggie), Boris Kodjoe (Stone), James Cromwell (Lionel Canter), Ving Rhames (el profeta)

Director: Jonathan Mostow, Guión: John Brancato & Michael Ferris, basados en la novela gráfica homónima creada por Robert Venditti

Trama: Para el año 2017 la tecnología ha sido capaz de crear clones robóticos de las personas. Estos clones, llamados “sustitutos” son manejados por los humanos desde sus casas y les posibilitan hacer tareas y proezas físicas sin sentir cansancio ni correr riesgos, además de permitirles cambiar de aspecto y mantenerse estéticamente joven durante el resto de sus vidas. Los índices de criminalidad han bajado drásticamente, pero los agentes Greer y Peters del FBI deben investigar ahora el asesinato de dos sustitutos en un callejón de la ciudad. Pero, a medida que avanza la investigación, Greer comienza a descubrir un complot relacionado con la existencia de un arma de última tecnología, la que permite asesinar a los humanos disparando señales electrónicas a sus cerebros a través del ataque a sus sustitutos. Y la posesión de dicha arma está disputada por grupos rivales, los cuales claman por la revolución e intentan acabar con la total existencia de los sustitutos para forzar a la humanidad a regresar a un modo de vida más natural.

Los Sustitutos (Surrogates) Los Sustitutos está basada en la saga de novela gráficas escritas por Robert Venditti en el año 2005. En sí, la intención de Venditti era la de desarrollar una alegoría acerca de la dependencia del hombre moderno respecto de la tecnología – de hecho, su fuente de inspiración fue la lectura de un informe acerca de varias personas que habían perdido a sus cónyuges debido a su adicción a Internet -. Ahora llega esta versión para la pantalla de la mano del mismo equipo creativo que diera vida a las dos últimas entregas de la saga TerminatorLa Rebelión de las Máquinas y Terminator: Salvación -. El resultado final es un filme más que interesante al explorar el mundo que semejante premisa provocaría, pero en el apartado thriller termina por caer en lo obvio.

Surrogates no arrancó muy bien en el estreno, e incluso el mismo estudio Touchstone le dió la espalda tras negarle la premiere al periodismo, lo que enardeció a los críticos idiotas de turno. No se entiende muy bien qué es lo que pasó – si consideraron que la premisa era boba, o que la historia era muy cerebral, o ambas cosas al mismo tiempo (¿wtf?) -, pero Los Sustitutos está bien lejos de ser una película mala. En sí, lo que hace es transplantar una premisa bastante parecida a la de Matrix con la diferencia que en la trilogía de los hermanos Wachowski la gente estaba enchufada a una máquina y manejaban alter egos virtuales, y aquí controlan a clones robot. Si uno lo piensa seriamente, no tiene mucho sentido semejante tecnología – en el caso de los discapacitados sería realmente útil; pero el filme muestra que el uso se ha extendido y ahora todos usan sustitutos incluso para ir a trabajar -. Sinceramente esperaba que al final de la película viniera algún tipo de revelación (como que toda la humanidad ha quedado discapacitada o algo así), pero como a los 30 minutos vemos como fríen al robot de Bruce Willis y el calvo duro de matar debe salir en persona a la calle para continuar la investigación, con lo cual las expectativas caen por tierra.

Pero más allá de la cuestión acerca de la utilidad de tener su propio clon robótico, el desarrollo posterior resulta fascinante al explorar las posibilidades de la premisa. De que un sustituto sea controlado por una persona completamente diferente en apariencia, o incluso que un clon robot pueda ser manejado en algún momento por otra / otras personas. Como le dice Bruce Willis en un momento a una esbelta morena: “yo no sé si del otro lado hay una chica o un viejo baboso con el culo al aire”. Es una situación bastante paranoica propia de Phillip K. Dick. También está el hecho de que la gente usa los robots para todo, terminando por vegetar en sus propias casas – Bruce Willis apenas se ve con su esposa, y eso que está en la otra habitación manejando su propio sustituto -. Esto trae un montón de cambios en la vida diaria – el creador de los robots siempre aparece con diferentes apariencias de diversas edades; cuando Bruce Willis se ve obligado a ir en persona, le da un ataque de ansiedad ya que ha perdido la costumbre de verse rodeado de gente; los robots pueden hacer todo tipo de proezas, e incluso hay modelos policiales y militares con vista y reflejos mejorados -. Y por contrapartida hay un movimiento anti tecnológico liderado por el Profeta, que se ha establecido en una comuna naturista independiente y que intenta acabar con los sustitutos. Es un mundo interesante, bastante complejo y bien construído.

Lo que no está tan bien es la trama policial, que termina siendo algo obvia por la ley de economía de caracteres. Habiendo diez actores en pantalla, ya se sabe que uno de ellos es el culpable, así que resulta relativamente fácil la eliminación. Para colmo está James Cromwell en otro papel similar al que hacía en Yo, Robot – otra de las fuentes en las que abreva Surrogates -. Si bien la historia policial es floja, al momento de la acción el director Jonathan Mostow muestra las mismas virtudes que exhibiera en Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas, y termina por generar algunos momentos excitantes. Entre la acción y la densidad de la utopía que crea la historia, Los Sustitutos se deja perdonar gracias a que compensa con creces sus fallos de la trama policial tan rutinaria. Es una película más que interesante, bien hecha y movida, con una premisa bien construída.