Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 2006: con las voces de Tim Daly (Kal-El / Clark Kent / Superman), Dana Delany (Lois Lane), Powers Boothe (Lex Luthor), Lance Henriksen (Brainiac), George Dzundza (Perry White)
Director: Curt Geda, Guión: Duane Capizzi y Christopher Simmons, sobre los personajes de la DC Comics
Trama: Brainiac regresa a la Tierra y se dirige a una instalación ultrasecreta de Lexcorp, donde comienza a absorber información militar. Superman llega a tiempo para interceptarlo y comienza una feroz batalla, en donde el robot alienígena termina derrotado. Pero Lex Luthor ha recuperado una parte esencial del androide, y le propone reconstruirlo a cambio de que le deje gobernar el planeta Tierra. Incorporándole más armas y una muestra de kriptonita, Brainiac renace mucho más poderoso. Ahora el androide ha desarrollado una versión mutada de la kriptonita, la que envenena a Superman y – accidentalmente – a Lois Lane. Y el hombre de acero, extremadamente debilitado, deberá encontrar una cura para poder recuperar sus fuerzas y detener a Brainiac así como salvarle la vida a Lois, quien se encuentra al borde de la muerte..
Este es un nuevo producto de animación directo a video creado por DC Comics y la Warner; y es también el primero en que Superman llega a este formato. Hasta ese entonces el super héroe de Kryptón había quedado restringido a su serie animada emitida entre 1996 y el 2000.
El villano de turno es Brainiac, el androide todo poderoso que viera la luz en 1958, y uno de los responsables del origen de Superman – en unas cuantas versiones Brainiac figura como el cerebro electrónico que rige Krypton y que omite la publicación de los datos sobre el inminente estallido del Sol rojo que terminarían por acabar con el planeta; a su vez es el responsable directo de la miniaturización de la ciudad de Kandor -. Aquí llega a la Tierra sediento de información, es destruído por Superman y reconstruido por Lex Luthor de manera mucho más poderosa. Dotado de una muestra de ADN de Superman y con un fragmento de kriptonita al que altera atómicamente, el androide termina por convertirse en una formidable amenaza para el hombre de acero.
El tema es que Superman: Brainiac Attacks nunca hace el esfuerzo de alejarse de su naturaleza de simple aventura pasatista juvenil. Es pura rutina, hecha de modo decente, pero incapaz de generar algún momento oscuro o siquiera un personaje medianamente interesante. Para colmo, Lex Luthor está pintado casi como un comic relief – al estilo de Gene Hackman en Superman (1978) – y sin el más mínimo viso de amenaza. Si uno lo compara con la posterior Superman: Doomsday, los personajes aquí son una pálida muestra de lo que se puede hacer cuando se adopta un perfil mucho más adulto. El Luthor de Powers Boothe ni llega a los talones de la soberbia interpretación vocal de James Marsden en Doomsday, y mucho menos en inteligencia y maldad. Es simplemente una caricatura. Al menos Lance Henriksen aporta su aplomo como Brainiac pero el resto de los personajes es muy soso. Mientras no hay una pelea campal, el drama intermedio es muy bobo, con las clásicas indecisiones de Superman para revelar su identidad a Lois, los amores fugaces de Jimmy Olsen, Luthor cuidando su imagen pública, etc.etc. Y a la hora de centrarse en la historia del combate de fondo, la película se despacha con un par de Deux Ex Machina – la solución está en la Zona Fantasma – que surgen de la nada. Ni siquiera las peleas campales son tremendamente excitantes, ya que están muy estiradas.
Superman: Brainiac Attacks es pura rutina. Está ok, no daña el cerebro, pero no hace nada para sobresalir de la fama de mediocridad a la que catalogan los comics. Si desea una aventura adulta del hijo de Krypton, vea Superman: Doomsday. Caso contrario, si le sobra el tiempo, vea Superman: Brainiac Attacks: es una hamburguesa sin valor alimenticio, que llena el estómago mientras la ingiere, pero a la media hora le vuelve a dar sensación de hambre.