Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 2015: Melissa Benoist (Supergirl / Kara Danvers), Calista Flockhart (Cat Grant), Dean Cain (Fred Danvers), Helen Slater (Sylvia Danvers), Owain Yeoman (Vartox), Chyler Leigh (Alex Danvers)
Director: Glen Winter, Guión: Greg Berlanti & Ali Adler
Trama: Krypton, un lejano planeta perdido en la inmensidad del espacio. Kal-El es un pequeño bebé que ha sido lanzado al espacio en una nave interestelar, el último sobreviviente de una raza en extinción. Pero, al mismo tiempo, sus familiares han puesto a su prima Kara Zor-El a bordo de otra nave, con el propósito de llegar a la Tierra al mismo tiempo y cuidar del joven kriptoniano. El problema es que la nave de Kara se ha perdido en la Zona Fantasma y sólo después de un masivo acontecimiento cósmico logra liberarse de la gravedad que la aprisionaba; pero la parada ha durado 24 años terrestres, tras lo cual Kal-El ha crecido y se ha mostrado al mundo como Superman. Convenciendo a la niña de que el mundo sólo precisa un superhéroe, Kara acepta la propuesta de Superman para crecer como una niña humana normal, quedando a cargo de una pareja de científicos amigos del hombre de acero. Ahora la muchacha ha decidido emanciparse y va a la gran ciudad en companía de su hermanastra terrícola Alex; pero, al detectar que Alex está en peligro, decide quebrar su juramento y se lanza a rescatar a la chica. Quebrado el anonimato, la población del mundo se sorprende al descubrir la existencia de otra alienígena superpoderosa mezclada entre el resto de los mortales; y los mas interesados en la noticia resultan ser los miembros de una pandilla de criminales interestelares, los cuales estaban encerrados en una prisión espacial ubicada en la Zona Fantasma y la cual se liberó al mismo tiempo que la nave de Kara. Pero los renegados no están dispuestos a que la kriptoniana le arruine sus planes de dominar el mundo, y han tramado una masiva conspiración para atraparla y asesinarla… una movida a la cual se encuentra totalmente ajena nuestra superpoderosa heroína.
43 minutos; es todo lo que precisó el piloto de Supergirl para ser respetuosa de la mitología cinematográfica de Superman, ser deshinibida y fresca, y resultar mucho mas espectacular y entretenida que ese embrollo sobreproducido que resultó ser Man of Steel. Aporta de su cuota de novedades y excentricidades y, aunque se parece a un rejunte de influencias de grandes obras, me resultó mucho mas satisfactoria que una orgía de destrucción masiva recargada de testoterona e ideas rebuscadas. Ok, no es para cualquiera, pero esta Supergirl si que es divertida.
Los creativos de la serie – que están dando a luz una camada de buenas adaptaciones televisivas como Arrow y The Flash – han tomado el formato y se han patinado con una tonelada de cambios que me resultan interesantes. Supergirl es Kara Zor-El, la prima de Superman, enviada la Tierra a proteger a éste ya que era un bebé al momento de partir de Kryptón. El libreto hasta ahora no menciona nada, pero la chica (una pre-adolescente) lleva porta un collar con un dije, el cual asumo que con el tiempo vendrá a revelarse que es la diminuta ciudad de Kandor. La mitología es alterada desde el momento en que la nave de Kara se desvía de curso y termina congelada en la zona fantasma durante 24 años, tras lo cual un acontecimiento cósmico la libera y llega a la Tierra… justo cuando Kal-El ha crecido y se ha transformado en el todopoderoso Superman. Este decide llevarla a unos amigos (genial guiño para los fans, con Dean Cain – el Superman de Las Aventuras de Lois y Clark – y Helen Slater – la superchica original de la terrible Supergirl – como sus futuros padrastros) para que la adopten y la críen. Los Danvers ya tienen una hija, la cual pronto vela por el destino de la alienígena recién llegada. La promesa dada a su ya crecido primo es que Kara no utilizará sus superpoderes, ya que la Tierra está abastecida de sobra con la presencia de Superman, y no es necesario atraer el peligro sobre la tierna kriptoniana. Pero la chica crece, ve a su hermana en peligro – otro avión incendiado, tal como los helicópteros / aviones salvados en Superman, Superman Returns, etc – y al rescatarla, es capturada en fotos por aficionados y periodistas. La chica trabaja de secretaria para una despótica millonaria que rige con mano de hierro el diario Tribune; y cuando ésta ve a la superheroína, considera que es la oportunidad de oro para revivir la tirada. Lo que sigue es una mezcla de El Diablo se Viste de Prada y Spiderman, con millonaria neurótica y deliciosa exigiendo fotografías en primer plano y bautizando a todos los aliens que aparecen en la ciudad; por el otro lado hay un Jimmy Olsen negro (!), el cual gusta de la chica, conoce su identidad secreta y vino a la ciudad con la excusa de pegarle una mirada como un favor que le debía a su superpoderoso primo.
Hay montones de ideas recicladas: la apertura de la blusa para mostrar el escudo de Superman cada vez que se cambia, el ya mencionado salvataje del avión, un mensaje secreto transmitido en una frecuencia impercetible al oido humano (tal como hacía Lex Luthor en Superman 1978); pero lo que hace fresco a todo esto es el tono irreverente de la serie. Kara Zor-El es una chica torpe, supersimpática, llena de mohines e indecisiones – muchas de las cuales dan lugar a algunos de los mejores gags del piloto, como cuando va a revelarle a alguien su identidad secreta… y todos piensan que está juntando coraje para revelarse como lesbiana (!) -, y que pone una excelente cara de mala a la hora de irse a los bifes. El enorme mérito de todo esto le corresponde a Melissa Benoist, la cual tiene una gracia sublime. No es la mas bonita ni es muy convincente a la hora de tirar un puñetazo pero es cómica y extremadamente simpática.
Honestamente, el piloto funciona con una soltura propia de una serie ya asentada. No hay indecisiones, el ritmo es perfecto (incluso es mas irreverente que The Flash) y la acción está rodada de manera intensa. Quizás es demasiado frenético – se ve obligado a comprimir muchas cosas en míseros 43 minutos, lo cual habría ganado efectividad con mayor tiempo de emisión (como podría haber sido un capítulo doble) – y, por otra parte, tiene el problema de que (por cuestiones legales) no se puede mencionar la palabra Superman… un detalle que es una estupidez rampante y que demuestra la limitada perspectiva de los ejecutivos de DC Comics / Warner Brothers (¿cuando van a aprender de la Marvel y su vasto – y fascinante – universo cinemático?¿acaso nadie piensa seriamente en un cameo en la serie de Henry Cavill, cosa que si han hecho Samuel L. Jackson o Jaimie Alexander en Marvel’s Agents of SHIELD?).
La mecánica está dada desde el piloto; hay una organización secreta – a la cual pertenece la hermana terrícola de Kara – dedicada a rastrear y capturar terroristas alienígenas radicados en la Tierra; y, por otra parte, hay una confabulación de malvados kriptonianos que desean apoderarse del planeta. El por qué han esperado 24 años para mostrarse es un misterio, una mentira de patas cortas disparada por el libreto como para que la acción comience en simultáneo con la primera aparición de Supergirl. Lo que sigue es parecido al último tercio de Man of Steel, con Superchica trabajando codo a codo con militares y agentes secretos, unidos en alianza para derrotar a los villanos provenientes de los rincones mas recónditos del Universo.
Supergirl es una muy linda serie. Si sigue así, los ratings deberían sonreirle; es mas comedia que acción y, cuando ésta aparece, está filmada con buen tino. La gracia reside en la angelical elección de la protagonista, la cual hace realmente festejable la tira. Y si las cosas siguen así, quizás la Warner debería pensar seriamente en darle las riendas de la saga cinematográfica a Greg Berlanti – productor de Arrow, The Flash y Supergirl -, el cual posee un gran talento para ser tanto respetuoso como irreverente.. una visión descontracturada de la cual la DC Comics debería aprender para intentar competir con éxito con el universo cinemático de la Marvel.