Crítica: La Suma de Todos los Miedos (The Sum of All Fears) (2002)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena Recomendación del EditorUSA, 2002: Intérpretes: Ben Affleck (Jack Ryan), Morgan Freeman (Bill Cabot), James Cromwell (Presidente Robert Fowler), Ciaran Hinds (Presidente Alexander Nemerov), Liev Schreiber (John Clark), Bridget Moynihan (Dr Cathy Muller), Alan Bates (Dressler), Michael Byrne (Anatoli Grushkov), Colm Feore (Olsen), Philip Baker Hall (Secretario de Defensa David Becker), Bruce McGill (Revell), Ron Rifkin (Secretario de Estado Owens), Josef Sommer (Senador Jessup), Lee Garlington (Mary Pat Foley), Jamie Harrold (Dillon)

Director: Phil Alden Robinson – Guión: Paul Attanasio & Daniel Pyne, basados en la novela de Tom Clancy – Productor: Mace Neufeld – Musica: Jerry Goldsmith

Trama: Durante la guerra de los seis días, un avión israelí sobrevuela la frontera, armado con un dispositivo nuclear pero es abatido por la artillería. Años más tarde, la bomba es desenterrada en el desierto y es adquirida por un misterioso operador internacional. Al mismo tiempo, hay elecciones en Moscú y es electo el presidente Nemerov. Quien más sabe sobre el nuevo presidente es el analista junior de la CIA Jack Ryan, quien es ascendido en su cargo y visita Rusia con otras autoridades, haciendo una inspección del desarme de silos nucleares. Pero una serie de irregularidades alertan a Ryan, y pronto el sendero de pistas llevará hasta el millonario Dressler, quien opera un movimiento neo nazi en Europa, ha adquirido la bomba atómica israelí perdida, y planea explotarla en el corazón de Norteamérica, provocando un conflicto nuclear entre las superpotencias.

The Sum of All Fears“¿Qué obtienes si reúnes en una misma mesa al más gallardo de los marinos, el piloto más intrépido o el soldado más audaz?. La suma de sus miedos.” (De un discurso de Winston Churchill)

The Sum of All Fears es una entrega tardía de la serie de films basados en las novelas de Tom Clancy, protagonizada por el analista de la CIA Jack Ryan. Pasaron 8 años desde Clear and Present Danger, y mucha agua bajo el puente. No sólo la Guerra Fría ha quedado como una reliquia; muchas de las obras de Clancy escritas en dicho contexto también perecieron bajo el peso de los acontecimientos de la historia reciente. Al igual que James Bond, a Clancy no le quedan demasiados lugares de dónde sacar villanos – exceptuando claro está, a Al Qaeda y el neo terrorismo, pero The Sum of All Fears fue escrita mucho tiempo antes -. Incluso la trama original trataba de una organización terrorista árabe (y no una neo nazi), pero en su momento fué descartado por la producción, considerando que los árabes eran incapaces de obtener tecnología nuclear como para desarrollar un ataque atómico. Aún así, la obra contiene una serie de reflexiones interesantes que podrían anticipar lo que fue el mundo post 9/11. Pero en el film esto está depurado, con el otro problema que fue rodado durante el 2001, coincidiendo el final de la filmación con el ataque a las Torres Gemelas, lo cual lo dejó en una posición comercial realmente incómoda: ¿los americanos, a pocos meses del 11 de Setiembre, estarían dispuestos a distraerse con un film de ficción que trata sobre la explosión de una bomba atómica en pleno centro de Norteamérica?

Es una coincidencia desgraciada, porque el film ameritaba mejor recepción en el público. Desde el inicio de la saga cinematográfica, este es el mejor film de Jack Ryan post – Octubre Rojo, amén de que Ben Affleck, a pesar de su blandura, es más efectivo como el tímido intelectual de la CIA que como el estoico Harrison Ford podría interpretar. Pero Ford no volvió porque Phillip Noyce no lo hizo – el director de las dos últimas entregas -, y la saga cambió de manos. El productor sigue siendo el mismo, y al menos Mace Neufeld asegura un standard mínimo de calidad.

Pero si bien el film está dirigido con cierta tensión y buen nivel técnico y actoral, no está exento de fallas. Comenzando por la caída de Ryan en la Dimensión Desconocida, volviendo a tener veintitantos años y omitiendo sus andanzas de la época de la Guerra Fría. Es una vuelta de tuerca que deben tomar los guionistas para justificar la presencia del jovencísimo Affleck en el film (Jack Ryan Begins¿no suena parecido a lo que están filmando ahora en Bahamas y Montenegro?). Pero yo no tengo mayores problemas con eso: hemos aceptado a James Bond en formol durante más de cuarenta años, así que tomar un giro así no es un gran sacrilegio. Pero gran parte del público y la crítica sí puso reparos. El segundo problema que plantea el film es un esquema sesentista de villano neo nazi, algo que atenta con la supuesta realidad que desea pintar el film. Salvando el caso del político austríaco neo nazi de hace unos años, el nacional socialismo no existe como fuerza amenazante (ni como villano cinematográfico) desde hace mucho tiempo. Salvando los escasos films sobre la Segunda Guerra Mundial que se hacen hoy en día, el neo nazismo pudo ser un esquema frecuente en los 60 – apareciendo en filmes de terror, espionaje e imitadores de 007, e incluso en filmes eróticos -, pero es un argumento quemado. Respetando el esquema original de un terrorismo nuclear árabe no sólo hubiera resultado mejor y más fiel a la novela, sino que el film hubiera resultado más polémico e intimidante. Amén del esquema típico de Spectre, de provocar a una potencia para que entre en guerra con la otra, que todos los filmes de espionaje de los 60 se cansaron en explotar, Bond inclusive.

Y el último defecto destacable es copiarse argumentalmente de The Hunt for Red October. Ryan es el único iluminado que entiende las acciones de Nemerov en un montón de políticos y militares enardecidos con la guerra. Pero dejando de lado esos obstáculos, es un film más que potable, un saludable retorno a las fuentes, filmado con abundante tensión. Aparece nuevamente Clark, en la figura de Liev Schreiber, que no sólo redondea la historia, sino que sobrepone con actuación a la presencia física de un actor que resulta impensable como héroe de acción. Y también hay un reciclado del Almirante Greer de James Earl Jones en la figura de Morgan Freeman. Hay suspenso abundante en el film, la secuencia del bombardeo en Baltimore está bien dirigida, aunque aún hay gaffes técnicos varios, como que la devastación nuclear no derrite al helicóptero presidencial en vuelo, o que Ryan pueda hablar en plena tormenta atómica con celulares. Y quizás los acontecimientos finales se suceden de modo demasiado simplista y rápido, pero al menos el director Alden Robinson mantiene las cosas en movimiento, y permite que el Ryan de Affleck sea un hombre sobrepasado por los acontecimientos y no un frío héroe de acción como solía interpretar Ford.

4 CONNERYS: Una buena adaptación de Clancy, que recupera buena parte del espíritu de The Hunt for Red October. Hay algunas pifias argumentales, y elementos pasados de moda como villanos neonazis, pero la hábil mano del director mantiene las cosas en movimiento, y termina por compensar las fallas con su buen sentido de entretenimiento.

LA SAGA DE JACK RYAN

Hasta ahora, éstas han sido las adaptaciones a la pantalla grande del personaje creado por Tom Clancy: La Caza al Octubre Rojo (1990) – Juego de Patriotas (1992) – Peligro Inminente (1994) – La Suma de Todos los Miedos (2002) – Codigo Sombra: Jack Ryan (2014) –